TWO

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Melina.

Caminamos hacia la salida de la cancha en silencio con Paulo unos pasos detrás de nosotros hablando con Enzo y Dibu. Y mi cabeza comenzó a hacer situaciones hipotéticas que me hacían dudar y necesitaba preguntar.

─ Pa, ¿Pasa algo si yo caigo con un novio? ¿O novia? ─ pregunté dudando, casi cómo el sticker del gatito con la ceja alzada que tanto usaba.

Papá me miró bajando la cabeza a mi altura y cómo que pensó, igual mucho no tenía que pensar, si yo tenía pareja lo tenía yo, que no se meta ahre.

─ No pasa nada, con que no sea ninguno de los chicos ─ rodeé los ojos con una sonrisa ─ Ni con otro jugador, o de otro país, o un equipo contrario, o un problemático, o un viejo...

─ Bueno ya es una banda ─ me reí cortando sus palabras ─ Ya entendí que nadie de los deportes... ¿Un conductor de fórmula uno?

El me miró fijamente y yo solo seguí riendo.

─ Si, no creo que me den bola tampoco.

─ Tenés permitido un piloto, le podes decir que te presente a uno esa amiga que tenés ahí ─ menee la cabeza con una mueca.

Tampoco era que me interesaba en conocer a alguien o a un piloto. Igualmente era algo joven todavía, pero hace unas noches que me encontrabas sola en la habitación antes de dormir, me puse a pensar sobre lo que es una familia y armar una. Desde chica me aterraba lo que es parir un crío, si, odiaba esa idea pero luego agradecí cuando comencé a ver a través de los años todas formas que había de tener hijos sin tener que estar en esa posición. Igualmente ese tipo de pensamiento lo estaba cambiando últimamente, sabía que si conocía a alguien que de verdad me guste y sea demasiado feliz, estaría dispuesta a darle un hijo ahre. Pero después se me venía a la mente todo lo que conlleva eso y medio que me daba paja. Yo amaba con todas la letras lo que tenían Elisa y mi papá, amaba ese tipo de historias de amor y era la que más tenía presente y vivía viendo su amor entre ellos todos el tiempo, quería algo así. Pero también sabía que todavía era muy joven, no había vivido tanto algunos cosas y me faltaban experiencias por vivir. Solo tuve un novio en toda mi vida y era muy triste para mi decir, que con ese chico jamás sentí que podía llegar a tener un futuro junto a él y aunque lo quería, sentía que no lo quería más allá de eso, algo de la adolescencia.

Mí mente volvió a la realidad cuando vi a mi lado a papá y Paulo discutiendo, por mi. Resulta que papá quería que ambos subamos ya al colectivo junto a los demás para ir al hotel, pero Paulo insistía en que nos dejara volver en taxi para recorrer un poco el centro antes y cerrar nuestro cumpleaños.

─ Vamos a salir a cenar después, vamos todos ahora al hotel ─ trató de sentenciar el mayor, pero mi amigo siguió.

─ Dale Lío, después volvemos si es un ratito ─ siguió rogando y papá me miró para después volver a mirarlo, los chicos desde arriba del colectivo le hacían el aguante a Paulo ─ Sabes que siempre te la traigo a tiempo.

Papá cruzados de brazos miró para todos lados, sabía que hacía eso cuando dudaba y pensaba. Por eso no me sorprendió cuando asintió con la cabeza volviendo a mirar a Paulo y yo sonreí.

─ Pero la traes ─ lo señaló con el dedo y después me miró a mi ─ A tiempo.

─ Te amo ─ susurré sabiendo que podía leer mis labios y volví a sonreír mientras mí mejor amigo se acercaba a mi cuando el colectivo comenzó a salir.

─ Bueno, a hacer locuras.

─ Menos que te pusiste un poco de desodorante ─ le dije cruzándome de brazos mientras comenzábamos a caminar y él a mi lado rió.

Pasamos por un plaza cerca de la cancha y después nos comenzamos a meter más a lo céntrico. Agredeci que nadie nos parara a tomarse fotos con Paulo porque nadie lo reconocía hasta ahora, quizás porque había poca gente en la calle. Y en mí caso, últimamente me sorprendía toda la gente agradable que se acercaba a saludarme y hasta se tomaban fotos conmigo, nunca había pasado algo así pero últimamente si, más desde que ganamos la copa América y yo comencé a salir más en la prensa al ser ya un miembro oficial del cuerpo técnico y además, por ser la primer y única mujer en éste por el momento. Me gustaba esto de ser la primera, quizás llegar acá empujaba a más mujeres que le gustaba éste ámbito a meterse más y romper eso de que acá solo estaban todos los hombres y ellos podían dirigir todo en este deporte. Y acá estaba yo, rompiendo eso.

Pasamos por unos carritos de comida de distintas banderas y había poca gente, miré la hora de mí celular que marcaba las ocho y media de la noche en punto. Todavía no arrancaba el mundial, pero se podía decir que ahora, a cinco día antes, ya se estaba llenando de turistas y gente de todos los países aunque todavía no eran tantos. Incluso algunos de nuestro cuerpo técnico todavía no habían llegado.

─ ¿Pedimos algo del carrito?

─ Dale ─ le respondí a Paulo aceptando la comida que estaba por pedir.

Fuimos al primer carrito de comida que vino entre medio de todos y elegimos unos sanguches con nombre raro, el carrito parecía ser ruso, o era lo que creía al no poder pronunciar el nombre. Quizás era turco la verdad no sé, me llevaba geografía todos lo años de la secundaria.

Ambos nos quedamos esperando nuestro pedido mientras hablábamos de distintas cosas, le pregunté sobre el entrenamiento y me comenzó a contar todas las cosas divertidas que pasaron.

─ Es un animal el Dibu, las agarra a todas ─ admiró al arquero mientras negaba con su cabeza y yo sonreí mirando hacia otro lado.

¿Que podía decirles? Yo estaba enamorada de ese hombre hace banda y creo que todos del equipo lo sabían, por culpa de Paulo. Y ojalá él no lo sepa o podía llegar a cometer suicidio de la vergüenza, era una pibita para él y hasta podía ser la hermana chiquita.

─ Bueno si, ya entendimos que te pone ─ rodeé los ojos riendo por su comentario, seguro hasta había suspirado cuando lo pensé.

─ Basta pelotudo ─ le empujé el hombro para después cruzarme de brazos.

Aparte estaba cien por ciento segura de que todo el país estaba en la misma situación que yo, por favor no me digan que no. Tenía hasta una cuenta fandom en Twitter además de mi personal, yo veía todo. Y Paulo tenía una siendo fan de él mismo, pero eso era secreto que compartía conmigo y Oriana.

─ Mira quién está ahí, que hijo de puta ─ escuché decirse a si mismo Paulo mientras reía mirando detrás mío.

Yo fruncí el ceño sin responderle y él se separó de mi caminando hacia algo detrás mio, giré un poco la cabeza para verlo acercarse a dos chicos que estaban en el carrito de al lado detrás mío.

─ Che coincidenza, ¿vero? ─ lo escuché hablar en italiano mientras se acercaba a ambos que también sonrieron al verlo.

Deduje que eran compañeros de su equipo en Roma o algo así, porque ambos chicos estaban de bermuda negra y una campera sin capucha blanca con un logo rojo al costado, se notaba que también eran jugadores y tuve que guardar mi curiosidad por saber qué logo de qué país era, pero me volteé dándoles un poco la espalda para que no me notaran.

No es que era por maleducada o algo, es que era malísima para presentarme así tanto con gente fuera de este ámbito cómo en éste, hasta me había costado hablar con los chicos en el primer entrenamiento con la selección. Además, hablaban italiano y yo no sabía, solo inglés por obligación. Ahora que lo pensaba, quizás en vacaciones después del mundial me podría poner a aprender italiano, así entiendo las puteadas que me dice Paulo en este idioma.

Hablando de putear, putee la comida que tanto tardaba y yo ya me quería ir. Disimuladamente giré mi cabeza a dónde estaba Paulo y miré de reojo a los tres chicos hablando. Mi mirada de reojo chocó con uno de los dos chicos ya que miraba hacia donde yo estaba, Paulo también se giró a verme y rápidamente volví a mirar hacia adelante rogando de que mí amigo no me llamara ahora para que me acercara. Y cuando estaba por suspirar, el hombre del carrito vino con nuestros sanguches y sonreí. Con dolor saqué la plata que me quedaba en la billetera y se la di al señor para pagar todo, acá Paulo me cagó porque él iba a pagar y acá andaba yo, encima que tenía dos pesos en la billetera, papá no me pagó por adelantado el maldito ahre.

Con los sanguches en la mano largué el suspiro que estaba conteniendo y miré estos para luego girar la cabeza a Paulo y sus amiguitos que seguían hablando cómo si nada riéndose, el chico que antes había mirado hacia mí dirección volvió a hacerlo y yo bajé la vista a los sanguches nuevamente comenzando a caminar hacia ellos. Las tiemblas me temblaron en los primeros cinco pasos y después me recupere aceptando mí destino de socializar con dos chicos que no solo me intimidaban con su mirada siendo altos y futbolistas, sino porque estaban re buenos los dos. No estaba acostumbrada a ver tanta gente linda hasta que me tocó trabajar acá.

Paulo notó que estaba llegando a él y dejó de hablar para mirarme y agarrar un sanguche de mi mano dándome una sonrisa. Yo fruncí los labios sintiendo la mirada de los dos chicos frente nuestro.

─ Ragazzi, lei è Melina ─ miré raro a Paulo cuando me nombró, no sabía si me había presentado o capaz habló mal de mi tipo «chicos, esta es la pelotuda de mi amiga» él me miró separándolos ─ Meli, ellos son Nicola y Matthew. Nico juega conmigo en Roma.

─ Hola ─ saludé con asentimiento y después fruncí el rostro, no hablaban español capaz.

─ Hola ─ me saludó en español el chico que parecía el más jóven de los dos, el que me miró cuando estaba en carrito. El otro chico me saludó en inglés.

─ Nico sabe algo de español ─ rió Paulo explicando por mi confusión y yo forcé una sonrisa ─ Matty viene de Inglaterra igual. Los dos juegan para Polonia.

Yo solo solté un "aah" asintiendo y sonreí un poco, tratando de no parecer tan exagerada. ¿Por qué tenían que estar todos tan buenos? El tal Matty se pasó una mano por su pelo largo peinado hacia atrás, acomodandolo mejor y el chico a su lado lo miró mal, bueno anda a saber que pasaba ahí, pero me causo gracia la forma que frunció el rostro viéndolo hacer eso.

─ Bene, abbiamo già i nostri panini ─ traté de descifrar lo que había dicho pero por su tono levantando el sanguche en su mano supe que se estaba despidiendo.

─ Espera ─ dijo el más chico buscando en su bolsillo y sacó su celular para luego mirarme, pero Paulo le agarró el celular rápidamente.

Yo los ignoré ya mordiendo mí sanguche y saboree el gusto en mi paladar mientras Paulo le devolvió el celular a ese Nicola antes de darle una palmada en el hombro haciendo que el chico lo mire confundido.

─ Nos vemos chicos ─ saludó mi mejor amigo pasando un brazo por mis hombros y comenzar a caminar lejos de ahí, yo por educación antes de irnos los saludé con la mano.

─ Que vergüenza ─ dije cuando comenzamos a salir del sector de los carritos y él me soltó ─ ¿Puedo opinar un poco tratando de no juzgar?

─ Si, ya podes.

─ Ese Matty me intimida. Igual tiene una pinta de forro, no sé ─ ambos mordimos los sanguches y Paulo comenzó a reír tratando de que no se le caiga la comida.

─ Puede ser ─ terminó de masticar y tragó ─ El denso es Nicola, igual pobre, quería que le hiciera gancho con vos.

Yo pare de caminar y él me imitó poniéndose frente mio.

─ ¿Cómo?

─ Fue lo primero que me dijo ni bien me vió, después de la pregunta de Matthew preguntando quién eras ─ volvimos a caminar.

─ No sé, pero lo que si sé es que me intimidaron los dos.

─ A vos todo el mundo te intimida, porque no tenes confianza en vos misma ─ rodeé los ojos terminando mí sanguche ─ Nicola no te puede intimidar, tiene como cinco años literal.

─ Con cinco años no podría aprender español, genio ─ ahora él rodó los ojos.

─ Igual le dije que no le iba a hacer gancho, ya se que vos no le ibas a dar bola ─ hice una mueca de duda tirando el papel que me limpié las manos y él quedó quieto ─ ¿Le darías bola? Pensé que no querías vincularte con futbolistas por cómo eran.

─ No te metas en la misma bolsa ─ reí, esperando que él termine de comer y tiró el papel en el tacho también ─ No sé, nunca me puse a pensar en el levante que tengo, viste.

Ambos reímos mientras seguíamos caminando, ya estábamos por llegar al hotel.

─ Si tenés levante.

─ Si, pero no sé si porque soy linda o por la posición que tengo en mi trabajo, la plata de mi papá o esas cosas ─ me encogí de hombros ─ ¿Cuántos años tiene?

─ Veinte, como vos. Los dos son unos bebés ─ reí.

─ No es algo que me interese ahora el estar con alguien ─ aclaré, volviendo a los pensamientos que estuve teniendo los últimos días ─ Aparte tendría que ser alguien que entienda mis horarios y salidas del pais por esto de la selección.

─ Igual dudo que Nico haya pensado el que te haga gancho para algo así amoroso, bah, creo ─ miró sus zapatillas mientras caminábamos y después miró el frente ─ La mayoría busca esas cosas de una noche, una temporada y así. Están amoldando su carrera y no es cómo que estén interesados en algo sentimental que les hace dividir sus tiempo, ponele, él recién arranca en todo ésto y es chico, seguro los demás lo presionan a que arranque así, todos ellos hacen eso. Hasta los que están casados en estos tiempos lejos de sus parejas buscando algo, es horrible, pero así lo hacen.

Yo asenti escuchando sus palabras atentamente. Lo tenía demasiado claro a eso, todos lo sabían y era horrible porque estaba en contra en eso que hacían, pero eran hombres, ¿Que podías esperar de ellos? Lamentablemente era así y había muy pocos que no lo eran. Quizás por esa razón papá no quería que me fijara en nadie de este ámbito, pero igualmente eran todos casados o en pareja, así que sus amenazas de que no me junte con ninguno de los chicos no había, solo que tenga cuidado. Y creo que a papá no le gustaría que anduviera con alguien así o por el momento no, y yo tampoco.

─ Igualmente me pidió tu instagram ─ volví mí atención a Paulo y fruncí el ceño sin entender ─ Si te jode mucho me lo dejas a mi.

Sonreí un poco negando con la cabeza y llegamos al hotel. Una vez que estuve en mí habitación y me relajé después de cambiarme para salir con papá, miré mi celular después de muchas horas y leyendo y contestando los mensajes de cumpleaños, llegué a las notificaciones de instagram donde estaba su nombre entre los nuevos seguidos. Dudé tanto mientras miraba el nombre de usuario que cerré la aplicación y apagué el celular para dejarlo cargando.















SOCIAL MEDIA•
instagram

melina.lonii

⚫⚪⚫

⚪⚫⚪

⚪⚪⚫

melina.lonii: when you are young, they assume you know nothing.

comments...

paulodybala bien swiftie
melina.lonii es mi mamá
paulodybala 😮

orianasabatini te amo pronto nos vemos
melina.lonii te extraño más que paulo

papugomez_official nunca el traerme torta
melina.lonii NO ME DIJISTE QUE QUERIAS

emiliamernes fc bombona💋
melina.lonii gracias b🫶🏻

leoparedes20 juegue vaquera

marley_ok feliz cumpleaños melina!!
melina.lonii MARLEY DJSSKUAK lo amo hombre gracias 🫶🏻

tinistoessel te amo miamor
melina.lonii yo más😭

enzojfernandez felices treinta décadas
melina.lonii te odio

kunaguero esto es una burla no subiste la torta que te di yo
melina.lonii pero sergio si es la de la foto...
kunaguero ah es verdad

juliaanalvarez 🎂🎉

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro