Me pregunté, qué tan egoísta podía ser una persona. La había escogido a ella, me había dejado y arruinado mi vida, pero no era capaz de hacerla feliz, ¿Al menos lo estaba intentando?

-No creo que esos collares signifiquen algo -me sentí mal por mentirle, pero no era yo quién tendría que decirle la verdad sobre Minho-. Seguramente son para ustedes y estas sacando conclusiones apresuradas.

-Estaban en el joyero de Minho, cuando los vi pensé que eran para nosotros, pero se enojo cuando me puse uno. Apenas me vio, inmediatamente me dijo que me lo quitara. Parecía enojado.

-¿Te asustó? -pregunté, Minho solía exaltarse muy rápido y no controlaba su temperamento, hasta que pasaban unos momentos y se calmara al mismo tiempo que meditaba su reacción.

-Un poco, pero deje el collar en su joyero de nuevo y no volví a tocarlo hasta ahora. Mirándolos bien, son de fantasía, Minho no usaría algo como esto.

Asentí de acuerdo, él los compró cuando íbamos a la universidad, hace varios años atrás, pero nunca lo uso. Al menos yo no lo vi usándolo.

-Es verdad, Minho no usaría baratijas como esas, deben ser de alguien más y las está cuidando, no sé. No tienes que preocuparte Jawoon, tú eres su esposa.

-Todos saben que fue un matrimonio por convencía. Realmente intente dar lo mejor de mi Seungmin; sin embargo, yo no pudo hacerlo todo sola y él ni siquiera lo intenta.

Ya había dejado de llorar, sus ojos seguían algo rojos, pero su expresión indicaba que estaba molesta. Incluso apretaba ligeramente los puños.

-Ten paciencia, Minho te escogió a ti -aseguré y trate de reconfortarla, tomé su mano cálidamente en señal de apoyo. No podía odiarla, la compadecía, el único consejo que ella necesitaba era también el que no podía decirle.

"Divórciate, un hombre como él, no vale la pena."

Si ella le daba el divorcio, entonces sería feliz buscando a alguien a quien amará y la amará de verdad. Tal vez, incluso, Minho sería feliz, con la persona a la que amará. Ese definitivamente no iba a ser yo.

No es que dejará de amarlo, los sentimientos que tuve por él, no pueden desaparecer tan rápido. Aún lo añoro, pero no volvería con él. No podía volver, terminaría odiándome a mi mismo.

Jawoon no dijo mucho más, se disculpo conmigo por verse lamentable y mostrarme ese lado suyo. Siguió hablando de su matrimonio, pero sólo las cosas que Minho hacia bien.

Cómo ayudarla con las compras, regalarle flores regularmente, en los días más especiales, le regalaba joyería. Mencionó las comidas en las casas de sus suegros, y los lugares a donde la llevaba a salir.

Describía a un buen esposo.

De regreso a la oficina, me arme de valor y fui a ver a Minho. Toque la puerta y entre cuando me dijo que lo hiciera.

-No sabía que eras tú -mencionó y volvió su atención al computador frente a él-. Necesitas algo, tengo mucho trabajo.

-Christopher me está haciendo la vida imposible, él dice que sigue ordenes de arriba, eso quiere decir que es tu padre. ¿Pero por qué tu padre quiere hacerme enojar?, no he hecho nada malo.

-Christopher es tu jefe y sabe lo que hace, sino estas a gusto, la puerta es muy grande. Pero piénsalo bien, no encontraras un lugar mejor que este.

Me trague mis palabras, en realidad, nunca me pasó por la cabeza que Minho algún día me podría despedir o me obligaría a renunciar.

Apreté los puños sin saber que decir. Mi yo orgulloso, saldría de aquí e iría por sus cosas, mi otro yo, el que es un poco más racional, sabría que necesitaba el trabajo y que tenía que meditar las cosas.

-No voy a renunciar, así que tendrás que despedirme, inténtalo, estaré preparado para cuando incumplas nuestro contrato laboral.

Minho sonrió sínicamente, entonces dejo lo que estaba haciendo y me miró con atención.

-Es la segunda vez que me amenazas, no juegues con fuego, o puedes quemarte -me guiño el ojo, estaba burlándose de mi y disfrutaba hacerlo. ¿Cuánto más me torturaría esta hombre?

No iba a perder. No iba a rendirme ni dejarme humillar por alguien como él. Por primera vez, sentí un verdadero desprecio hacia Minho.

-No entiendo que es lo que quieres lograr haciendo todo esto. ¿Me amas? -pregunté, sabiendo la respuesta.

-Por supuesto te amo. Nunca dudes de eso..

-Pura Basura -dije molesto, quería seguir escuchándolo, para darme cuenta que era un mal hombre y por fin dejar de amarlo-. Si me amarás no la hubieras escogido a ella, me tendrías que haber elegido a mi y sin importar que, habríamos crecido juntos y logrado muchas cosas. Pero no es así, estas con ella, haces el amor con ella.

-¡No hago el amor con ella! -gritó molesto golpeado su escritorio con las palmas, mientras se ponía de pie-. ¿Quieres saber cómo hago para follarla?

Preguntó y camino hasta donde yo estaba, negué de inmediato.

-Basta Minho no quiero oírte más, es suficiente.

-La pongo de espaldas a la cama y pienso en ti. Todo el tiempo lo único que puedo hacer es pensar en ti, en tu figura, tus dulces besos, tus gemidos.

Minho me tomó por los hombros con delicadeza, estaba tan impresionado de sus palabras que no pude moverme.

Sólo mierda salía de su boca.

-Basta.

-Seungmin me equivoque, y ahora viví en un infierno, pero quiero acabar con esto -de repente tomó mi cara entre sus manos-. Voy a pedirle el divorcio, entonces, sólo tienes que elegirme de nuevo y podremos estar juntos como queríamos.

Entonces me beso, no me aparte de inmediato, siguió besándome con los ojos cerrados hasta que se apartó.

-...

-No fuerces los labios, déjame besarte.

De nuevo me beso, o intento besarme porque yo no abrí la boca, quería gritarle a mi cuerpo que lo alejara, pedirle a mis brazos que lo empujaran, deseaba tener un escudo que impidiera a Minho tocarme.

Sólo, después de un rato, comencé a reír y eso hizo que Minho se apartará, mirándome como si no entendiera nada.

-Quédate a su lado, no gastes tu tiempo en un divorcio innecesario si piensas que, al hacerlo, voy a volver a ti. Minho, estoy arrepentido de haberme enamorado de un hombre como tú. Hasta el final, quise creer que eras una buena persona, que fuiste influenciado por tus padres. Hoy comprendí, que estaba equivocado.