🐯1 / 2🐯

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—¡TaeHyung!—.

Al no recibir respuesta volvió a gritar.

—¡TaeHyung, ven un segundo!—.

Totalmente molesto al seguir sin recibir respuesta, se levantó del sofá, directo a la habitación que compartía con su novio.

—TaeHyung, te he estado llamando des -se interrumpió al ver lo que hacía su pequeño castaño—.

El pequeño híbrido se encontraba despegando stickers que le había comprado su pareja esta mañana, y los estaba pegando cuidadosamente en cada una de sus mejillas.

—E-estoy ocupado, KooKie —murmuró bajando la mirada.

El pelinegro no dijo ni una sola palabra y se abalanzó encima de su pequeño tigre.

—N-no Res-respiro —se quejó intentando escapar los brazos de su depredador—.

Esperen un segundo...

¡Él era un depredador!

—Eres la cosita más tierna que pudo habitar esta tierra —aseguró el mayor dejando pequeños besos en sus labios, párpados, mejillas y todo lo que estuviera a su alcance —¿Lo que tienes ahí es un Arcoíris y un unicor —se interrumpió al sentir una presión en su hombro izquierdo.

El silencio reinó en aquella habitación después de eso.

—¿Me acabas de morder? —preguntó con una falsa molestia.

—Y-yo... N-no... Es D-decir sí. P-pero, no Q-quería... Y-yo... Perdón —murmuró.

—Veinte minutos en la esquina. Ya habíamos hablado de esto, Tae—.

El pequeño sólo obedeció en silencio.

Su novio no era rudo con él.

Clavo sus colmillos en su hombro. Otras personas lo hubiesen golpeado, tal vez. Pero... Jeon, era diferente y, eso lo hacía ser tan especial y que el corazón de aquel tigre latiera con fuerza cada vez que lo veía.

Estaba enamorado de él.

[🍪]

—K-kookie —murmuró el felino aún con la mirada en la pared blanca.

—¿Recapacitaste de tu comportamiento de hace rato?—.

—S-si -dijo vagamente intentando no quebrar en llanto.

—Ven aquí, mi amor—.

El pequeño tigre se acercó a paso lento y tímido a su novio. Al estar frente a frente el pelinegro tomó el mentón del menor y dejo un tierno beso en los labios del contrario.

—Tienes cita médica hoy —avisó el mayor tomando de la mano al castaño y llevándolo al sofá —Van a revisar si todo está bien con tú cuerpecito, con tu colita y tus orejitas—.

—Me dan M-miedo los doctores, KooKie—.

—Igual que las arañasdijo con una pequeña risa que hizo que el más bajo se sonrojara —Es sólo un chequeo médico. Prometo que no te harán nada malo—.

El castaño sólo calvo su mirada en el suelo he intento retener el llanto.

Odiaba recordar la razón del porqué le tenía miedo a los doctores.

Sin poder soportar un poco más. Rompió en llanto.

—N-no... Mi amor... Joder —murmuró el mayor sin saber que hacer —No quería que recordarás eso, tigrecito —aseguró colocando a su novio en su regazo —Quería que supieras que todo iba a estar bien... Yo voy a estar contigo, no te dejaré solo —prometió.

—Co-confió en ti, K-kookie—.

—Eres la cosita más hermosa y tierna del mundo... No voy a cansar de decírtelo—.

—¿P-por qué no M-me lo De-demuestras?—.

No había rastro del pequeño TaeHyung tierno he inocente.

—Soy tuyo, pequeño—.

Tal vez iban a llegar un poquito a aquella cita con el médico de Taehyung. Pero, no fue a propósito.

Todo fue culpa de las hormonas.

[🍭]

—No sé cómo volví a caer en tus redes —admitió el mayor colocándose su ropa interior.

—S-soy irresistible —dijo el castaño restando importancia —Tengo hambre, K-kooKie—.

—Ya te di postre, cariño —dijo con doble sentido.

—¡Eres un S-sucio! —exclamó totalmente avergonzado —Tú F-fuiste el plato F-fuerte —susurró.

—Mmm~ —pensó mientas miraba con total atención al castaño —¿Quieres postre? —preguntó dejando al descubierto su cuerpo.

—¡Q-quiero comida, T-tonto!—.

—Está bien, está bien —acepto terminado de colocarse su ropa —Después de tu cita médica, te llevaré a comer helado, ¿Está bien? —propuso con una sonrisa sincera a la cual es pequeño híbrido correspondió—.

—¿Puede S-ser de F-fresa?—.

—Si, TaeHyung. Puede ser de fresa—.

—¿T-también puede T-tener chocolate?—.

—También puede tener chocolate—.

—¿Y G-galleta?—.

—Te va a dar algo de tanta azúcar—.

—¡P-pero quiero G-galleta!—.

—Si te portas bien, prometo que tendrá galleta—.

Bien jugado Jeon.

[🐯]

—Vamos TaeHyung, quiero que le digas a la secretaria tu nombre —pidió intentando que su pequeño novio despegará la mirada de sus pies.

Su pequeño era tan tímido.

—N-no quiero H-hacerlo—.

—Tienes que dejar la vergüenza Tae —dijo acariciando suavemente las manos de su novio.

—N-no puedo—.

—Si puedes, Taehyunnie—.

—N-no—.

—Si—.

—N-no—.

—Si—.

—¡No! —rugió llamando la atención de todos.

—No tienes por qué gritar, corazón—.

—Te odio —susurró pegándose al cuerpo del mayor —No pienso moverme—.

—Escucha con atención lo que diré, TaeHyung —advirtió el pelinegro tomando con delicadeza la cara de su pareja —Está bien que seas tímido. Es tu forma de ser, lo entiendo, amor. Pero, debes dejar esa timidez aún lado. Porque sí no, no vas a poder hacer las cosas que quieres... Toda tu inseguridad y vergüenza te van a limitar. Eso es lo que quiero que entiendas, tigrecito—.

El pequeño no dijo nada. Se sentía muy regañado.

—No lo digo de mala forma, amor —prometió, besando la frente de su novio —Ahora... te vas a levantar a decirle tu nombre a esa señora y ya. Es muy fácil, corazón—.

—S-si, KooKie—.

El tigre se levantó a paso lento directo al mostrador.

—Un paso a la vez, mi pequeño —murmuró viendo con atención a su pareja.

[🐰]

—¿Cómo va TaeHyung? —preguntó el moreno apareciendo con un plato de galletas que había horneado su pareja.

—Pues... Su doctor dijo que estaba mejorando —respondió cortamente tomando una galleta —Sus orejitas ya están curadas del todo. Sólo que su cola todavía hay partes en las que la piel está quemada y no va a crecer pelo hasta qué termine de sanar por completo—.

—¿Y qué te dijo su psicólogo?—.

—Dijo que TaeHyung no es parecido a ningún caso que haya tenido —merodeó con la mirada —Al haber vivido todo eso. Dice que es muy raro que haya podido crear un vínculo conmigo. Pero, aun así... Dijo que intentaría hacer todo lo posible para que Tae fuera un chico "normal"—.

—Yo siento que ha avanzado bastante —dijo el peligris colocando una mano en el hombro del más bajo —Sólo tienes que tener en cuenta de que conoció a Jin hace un mes y ya son los mejores amigos—.

—¿Debería estar celoso por eso?—.

—Si quieres ponerte cómo perro rabioso porque tu novio está con el mío. Es tu problema —dijo con burla levantándose del sofá.

Ambos chicos se dirigieron a la cocina, en la cual, estaban sus respectivas parejas.

—¡M-mira, KooKie. H-hicimos galletas D-de avena! —exclamó con un plato lleno de pequeñas galletas recién horneadas.

—¿El punto era engordarnos, Amor? —preguntó el peligris tomando de la cintura a su novio.

—Prometo que no lo hicimos a propósito, Nammie —dijo el rubio colocándose de espaldas delante de su pareja para que el mismo lo apresara en un abrazo —Son nutritivas y ricas—.

—¡E-es todo L-lo que N-necesitamos! —gritó el tigre con migajas de galletas en sus labios.

Aquellas migajas fueron retiradas con un pequeño beso que le proporcionó el pelinegro.

—Te amo, tigrecito —susurró el mismo.

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