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—¡Q-quiero Un-una hamburguesa! —exclamó el tigre lanzándose encima de su novio.

—Pero, acabamos de comer pizza, tae—.

—P-pero, quiero U-una Ham-hamburguesa, Kook—.

—Pero, acabamos de co —fue interrumpido por un pequeño salto en su regazo —N-no hagas E-eso —pidió colocando sus manos en los extremos de la cintura del castaño.

—¿Hacer Q-qué? —preguntó el híbrido haciéndose del desentendido.

—Provocarme—.

—Pero, N-no te estoy P-provocando, KooKie —dijo volviendo a dar un pequeño salto.

—J-joder... Tae, N-no—.

—C-cómprame —volvió a saltar —U-una —otro salto sacando un grave gruñido por parte del pelinegro —H-hamburguesa—.

—A-amor —pidió intentando calmar su respiración —Está bien, me rindo... Me rindo —dijo provocando que el menor dejara de dar pequeños saltos en su entrepierna.

—¿Y M-mi hamburguesa?—.

—Tienes que ganártela, tigrecito —dijo dejando al menor debajo de su cuerpo.

—Y-ya no Q-quiero —dijo encogiéndose en su lugar.

—Pues antes no te veía tan tímido provocándome—.

El menor sólo se quedó callado y se levantó de la cama directo a la puerta de la habitación.

No podía volver a llorar frente a su novio.

Se sentó en el sofá individual de la sala y llevo sus rodillas a su pecho.

Los recuerdos lo invadían cómo si de un gran tormento fuese.

[🐯]

Hace algún tiempo había un pequeño niño que vivía con sus padres. Un pequeño castaño bastante normal. Con una vida normal.

O bueno... Eso era lo que pensaban sus amigos de la escuela.

No era un niño cómo cualquier otro. Si todos los niños tuvieran unas orejas y una larga cola. Tae, fuera normal.

Bueno, lo que era normal para algunas personas.

Un día en el cual él pequeño híbrido término su jornada de clases. Estaba caminando con suma tranquilidad a su casa, ya que su padre no pudo pasar por él ese día. Y, de la nada salieron cuatro hombres vestidos de negro impidiendo que el castaño siguiera con su paso.

—Disculpen... ¿Pueden dejarme pasar? —pidió amablemente el pequeño y los hombres sólo rieron con burla —Necesito llegar a mi casa. Mis papás se van a preocupar por mí—.

Los hombres sólo volvieron a reírse. Pero, esta vez con malicia. Tomaron al híbrido por los brazos y el pequeño sólo podía moverse intentando zafarse de sus captores.

Lloro, pataleo, gritó he intento defenderse cómo más puedo.

No lo logró.

( • • • )

Despertó totalmente desconcertado y con un fuerte dolor de cabeza. Intento adivinar donde estaba. Pero, ¿Cómo iba a hacer eso sí estaba muy oscuro?

Intento levantarse de frío suelo con una mano en su cabeza, el dolor aún persistía. Al momento de intentar ponerse de pie volvió a caer al sentir un jalón en su pierna izquierda.

Ya había entrado en pánico.

Puede que todo estuviera oscuro y que el pequeño niño no viera nada. Pero, escuchó cómo una puerta muy vieja fuera abierta de un sólo golpe, asustando con demasía al híbrido.

—Veo que ya despertaste, tigrecito —dijo un hombre robusto entrando a la habitación.

El niño no dijo ni una palabra he intento demostrar valentía al no retroceder cuando el hombre mayor se acercó.

—Eres muy bonito para ser un fenómeno —halago con sarcasmo tomando fuertemente la barbilla del híbrido —¿Por qué no dices nada, no sabes hablar?—.

Toda la valentía que estaba fingiendo se le cayó en el momento que ese hombre robusto proporcionó una bofetada en una de sus mejillas.

Y eso recién empezaba.

( • • • )

Ya había perdido la noción del tiempo. No recuerda las veces que el sol se escondió y el invierno se sintió en esas cuatro paredes.

Sí al llegar a ese lugar tenía esperanza de que en algún momento fuera a salir... Toda esa esperanza se había caído junto con su estabilidad emocional.

Las cosas que esos sujetos hicieron con su cuerpo. Fueron a atroces, no hay otro término.

Experimentaron con sus orejas. Haciendo que perdiera su oído en una gran parte. Le costaba escuchar del lado izquierdo y el derecho de vez en cuando dolía mucho por dentro.

Cortaron su cola. En sí, las colas de los tigres es bastante larga. Y, esos sujetos la cortaron cómo si fuese un conejo y pusieron algunos químicos en ella.

Ni hablar del pelaje de sus orejas y cola. De tantos experimentos en él. Había perdido bastante de su pelaje en algunos sitios.

Pensó que ser sujeto de prueba era lo peor.

Estaba tan equivocado...

No basto con usar su cuerpo para poner a pruebas diferentes experimentos. También lo usaron... Cómo 'descarga' de estrés.

Había perdido de cuantas veces habían abusado de él.

De vez en cuando hasta traían a otros hombres para que los complaciera y sus captores ganarán un poco de dinero.

Esa época de la vida del pequeño híbrido fue el mismo infierno.

[🐰]

Odiaba verse tan frágil delante de su novio. No quería que lo volviera a ver llorar. Ya no era un niño, él podía soportarlo.

—TaeHyung —llamó desentendido el pelinegro buscando a su pareja —¿Por qué saliste así, amor? —preguntó acercándose y se percató de las lágrimas del híbrido —¿Por qué estuviste llorando?, ¿Dije algo malo?, ¿Algo que no te gustará? Sabes que puedes decirme lo que sea que no te agrado, Tae—.

—Y-yo—.

Al ver que su menor no podía hablar a causa del llanto sólo lo envolvió en un cálido y reconfortante abrazo.

Y TaeHyung sintió que era todo lo que necesitaba para que su corazón se volviera a unir.

Sólo necesitaba a su novio.

—No hay presión, tigrecito —susurró jugando con los cabellos castaños de su amado —Respira y dime cuando estés listo—.

Y el menor así lo hizo. Tomó varias bocanadas de aire he intento retener el llanto.

—V-volví a... R-recor... R-recordar—.

En medio del abrazo el mayor no puedo evitar poner más presión en el cuerpo del híbrido y que varias lágrimas de impotencia cayeran.

—Odio hacerte recordar eso... Odio no haber estado ahí para protegerte —murmuró sorbiendo su nariz —Pero, si te puedo decir algo con seguridad, amor —dijo separándose del cuerpo del menor para tomar las manos del mismo —Mientras tú me permitas quedarme a tu lado, no dejaré que nadie te dañe... Eres el mejor ser humano que puedo habitar esta tierra, TaeHyung. Y, siendo totalmente franco... No sé qué haría sin ti... Tal vez caería en demencia o fuera un esclavo de mi trabajo —dijo con dulzura mirando los ojos azabaches del menor —Lo que quiero que entiendas es que eres todo para mí, amor. Eres lo único que necesitaba para que mi vida fuera completa... No me importa lo tímido que seas, que tartamudez al hablar, ni que seas mitad tigre, ¿Adivina por qué?—.

—N-no lo S-sé—.

—Porque te amo así y cómo eres —término de decir para unirse en un suave beso—.

🍭Fin🍭

La 'moraleja' es:
No importa que
tan tímido seas,
no es un defecto
y no tienes
porque avergonzarte.
Pero, para ciertas cosas
tienes que dejar
tu timidez de lado
y hacer lo que te gusta.
Arriesgándose es cómo
se consigue la felicidad.

Muchas gracias a
🍭pinkmxmo🍭
Por dejarme participar.
Y espero que haya
sido de tu agrado <3

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