23. Destino y universo. ²

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Cuando Destino y Universo volvieron a aparecer, fue solamente Taehyung quien se encontró con ellos. Ambos parecían estar esperándolo con miradas impacientes y preocupadas, el doble par de ojos lo habían recorrido desde que la cortina negra desapareció por completo, trató de mirar más allá, pero el brillo luminiscente que desprendían los rojos, azul y naranja orbes se lo hacían imposible. Así que se acercó, con paso lento y seguro a ellos viendo como seguían todos y cada uno de sus movimientos poniéndolo un poco nervioso.

— ¿Por... qué están de nuevo acá?—Preguntó tímido antes de pasear su mirada por la figura de cada uno.

—Tenemos que hablar contigo, terminar de aclarar lo que no pudimos, pero no tenemos mucho tiempo, debemos volver a nuestros labores—Dijo Destino con esa voz dulce, suave y tierna que poseía—. Empieza tú—Taehyung sonrió cuando la pequeña chica casi obligó a Universo a dar un paso al frente para que hablara, pero este simplemente hizo una expresión con su rostro mientras negaba con su cabeza.

—No puedo decirte porqué te di el don de ver el hilo de los demás, pero tu alma siempre ha sido especial, Taehyung. La de Jeongguk también lo ha sido, pero a él simplemente le di el don de poder sentir tus sentimientos y tú los de él. Desde que cobije tu alma para colocarla en el cuerpo humano en el que ahora reside supe que tú tendrías que tener algo que te distinguiera de los demás, entonces, tu alma se encontraba conectada con la de Jeongguk y Destino simplemente me hizo ver lo fácil que sería para que en un futuro ambos se pudieran encontrar y completarse. ¿Sabes por qué simplemente has podido hacerlo así tan de repente, de un momento a otro?—Tae negó con su cabeza, tragando duro y rascando su brazo—. Has estado gran parte de tu vida sintiendo los sentimientos de Jeon y tu cuerpo, tu mente han podido demostrarlo con esos ataques que comenzaste a sentir. Cuando te relajaste un momento en tus sueños fue que todo comenzó ¿Lo entiendes ahora?

—Tienes el don de unir almas, Taehyung. Tienes el don de hacer sentir bien a esas personas que se sienten vacías, sin sentimientos y sin saber cómo amar. Cuando puedas manejar bien este don no habrá necesidad de que duermas para que puedas ver todo, podrás ver el hilo de las demás personas estando consciente.

—Pero ¿y si quiénes aún no han encontrado a su otra mitad ya han encontrado a alguien que realmente aman? ¿No sería injusto separarlos?—Universo soltó un suspiro antes de cruzar sus brazos y mirar hacia otro lado dejando claro que de ese problema él no hablaría sino que quedaría todo en manos de Destino.

—Eso quedará en la decisión de esas almas, si ellos se sienten completos con quien sea su pareja entonces no hay porqué tratar de separarlos.

Todo se tornó algo confuso después porque Taehyung tenía muchas preguntas por hacer, muchas dudas que cuando pudo recordar debía de sacarse, pero Universo estaba comportándose de una forma extraña. Había tapado sus oídos de repente y con su ceño fruncido había fulminado a Tae, Destino soltó una risa incómoda para tratar de aligerar el tenso ambiente que se había formado, grises nubes habían comenzado a arremolinarse en el cielo mientras el viento soplaba con una fuerza que congeló el cuerpo del muchacho, más por el miedo que por el frío en sí. Entonces Destino para tratar de evitar cualquier cosa extraña que sucediera colocó una de sus blancas y pequeñas manos en el antebrazo de Universo, y todo se calmó de repente. Las nubes grises desaparecieron dejando un precioso cielo azul y el viento dejó de soplar, solamente se sentía una ligera brisa refrescante.

— ¿Puedes dejar de pensar tanto?—Preguntó Universo con los dientes apretados y negando con su cabeza.

—Lamento eso, es un nuevo Universo y todavía no entiende de muchas cosas.

—Lo siento—Murmuró Tae jugando con sus manos—. ¿Puede que hayas intervenido para que personas destinadas a estar juntas se volvieran mis amigos?—Preguntó con un tono tímido mirando a Destino.

—Lo has adivinado rápido—Dijo Destino con una sonrisa de lo más divertida en su rostro antes de encoger sus hombros—. Pero hay cosas que algunos de tus amigos aún no han hablado contigo, ni tampoco con tu alma gemela. Debes de saber que no puedo interferir más de lo que ya lo hice, los asuntos humanos no son míos, solamente muevos algunas fichas para que todo quede acorde a lo que tu alma pidió en un pasado.

Universo miró molesto a Destino porque no tenía permitido hablar del pasado de las almas, simplemente era en contra de las reglas y sabía que si ella hablaba demás podían hacer que volviera a renacer, pero su memoria se esfumaría y sería muy molesto tratar de formar un vínculo nuevamente.

—Lo que quiero decir es que tu alma antes de morir le pidió al universo que por favor pudiera encontrarse con su hilo rojo en otra reencarnación para poder amarlo como se merecía y no haber llegado tarde a su encuentro.

Pero Universo tampoco estaba haciendo nada para detener todo lo que estaba soltando por más que eso implicara perder el puesto que tenía. El problema estaba en si el alma de Taehyung llegaba a recordar todo lo que Destino estaba contándole, mientras eso no sucediera podían mantenerse tranquilos por un tiempo. Sus nuevos cuerpos humanos no podían recordar lo que sus almas en el pasado habían vivido.

Jeongguk y Taehyung habían sido destinados en un pasado a estar juntos, pero Taehyung fue el primero en morir y ese encuentro que estaba destinado a suceder nunca pasó. El alma pasada de Jeongguk sintió el cómo era perder a tu otra mitad a pesar de que no estaba consciente de eso, sin embargo su pecho había dolido y las lágrimas habían abandonado sus ojos de una forma tan dolorosa que sorprendió a todas las personas que se encontraban con él en ese momento. Jeon no sabía lo qué sucedía con él, tampoco entendía muy bien el porqué sentía como si su pecho se encontraba sumamente vacío y como su cuerpo se había convertido en un recipiente sin absolutamente nada. No sabía cómo amar o cómo era que debía de demostrar sus sentimientos a la persona con la cual había sido obligado a casarse.

El tiempo parecía ser muy corto nuevamente, pero ya no había nada más que aclarar y Taehyung había resuelto muchas dudas gracias a la información que tanto Universo como Destino le habían proporcionado. Así que simplemente hizo una profunda reverencia cuando sintió el tirón que le hacía saber que estaba pronto a despertar, murmuró un gracias y la cortina negra se abrió paso por todo el lugar tragándose todo el color que alguna vez había estado esparcido por todos lados.

ଘ(੭ˊᵕˋ)੭* ੈ✩‧₊˚

Tae despertó por Tannie llorando a un costado de su cama porque aún era muy pequeño y no podía subir. Sus ojos fueron hacia el reloj que estaba en su mesita de noche y soltó un suspiro, eran las nueve de la mañana, demasiado temprano para ser un sábado y sabiendo cuanto le gustaba a Taehyung dormir los días que tenía libre, y que, además lo ameritaban. Hacía frío y su cama estaba muy calentita.

Tomó al cachorro con cuidado y lo colocó a un lado suyo, yendo este rápidamente a lamer su rostro mientras su pequeña colita se movía a causa de la felicidad que sentía. El muchacho lo acarició detrás de las orejas y dio un sonoro beso al costado de su cara logrando que el perro ladrara tiernamente.

— ¿Quieres comer?—Le preguntó sabiendo que no entendía—. Creo que debería hacerme un desayuno—Murmuró para sí mismo, perdiéndose en sus pensamientos unos segundos antes de que su teléfono celular sonando lo sacara por completo de sus pensamientos. Lo tomó entre sus largas y bien cuidadas manos contestando la llamada sin realmente prestarle la debida atención al contacto—. ¿Hola?

—Buenos dias, mi amor—Murmuró la voz ronca de su novio al otro lado.

— ¡Ggukie!—Dijo emocionado, casi saltando de su cama—. ¿Cómo estás? ¿Has tomado los suplementos y las vitaminas?

Jeon rió al otro lado y dijo—: Estoy bien, bebé. Claro que lo hice, siempre lo hago. ¿Tú cómo estás?—Tae mordió su labio antes de mirar el techo de su habitación.

—Estoy bien. Te extraño—Murmuró con un tono suave.

Jeongguk aún se encontraba de gira, los días que había puesto en México ya habían pasado y ahora simplemente le faltaba completar la fecha en Chile y demás países. De a poco iba sacando más fechas para Latinoamérica y eso ponía felices a sus fans, pero también ponía triste a Taehyung. No se quejaba porque sabía que era el trabajo por el cual su novio había más que luchado y él realmente no iba a hacer un escándalo por ello, le gustaba que Jeon disfrutara mientras estaba de gira, la forma en la que las emociones se filtraban en su tono de voz cada vez que hablaba con Tae luego de un concierto, eso, no lo cambiaba por nada y él no estaba interesado en hacer sentir mal a su novio, él tenía volcado todo su interés en hacerlo feliz y apoyarlo en todo. Eso incluía muy seriamente a su carrera porque Gguk no era famoso y ya, él tenía una fama que desbordaba y Kim realmente respetaba todo eso.

Hablaron durante una hora y media, Gguk contándole que en donde estaba era de noche y estaba haciendo mucho calor que parecía ser casi insoportable. También le comentó a Taehyung que había algo molestandolo y que no lo dejaba dormir, el asunto con Namjoon y su hilo no se había aclarado, Jeon no era tan valiente para ir con su CEO y preguntarle qué era lo que sucedía para que todo saliera a la luz y al fin entender el porqué Tae veía a su hilo de esa manera. Casi 45 minutos fueron del artista quejándose de que ya estaba harto y que quería de una vez volver a Corea porque realmente extrañaba a su novio, pero Taehyung estaba ahí para hacerle saber que él estaría esperando y que Gguk debía de concentrarse seriamente en los conciertos que le faltaban. Se despidieron con palabras de amor y Tae se sintió demasiado feliz, demasiado soñador.

La puerta de su departamento sonó un tiempo después, cuando él estaba concentrado en realizar varios diseños que había prometido a Seokjin llevar el lunes por la mañana. Se sorprendió un poco ver a Yoongi parado en la puerta de su hogar, su cabello se encontraba despeinado y parecía llevar ¿su pijama? Sí, Taehyung juró que ese era su ropa de dormir. El diseñador frunció su ceño y negó con su cabeza haciéndose a un lado.

—Dime que no has conducido de esa forma hasta aquí—Yoongi negó antes de señalar con su dedo hacia atrás. A la persona que Tae no había notado porque estaba muy concentrado en la forma en que Yoon estaba—. Ah. Hola, lo siento, no te vi—Era inevitable la forma en la que se cohibia cada vez que Hoseok estaba rondando cerca de él, le intimidaba mucho y Tae juraba que él no le caía muy bien al productor.

—Hola, Jeongguk lo llamó hace un rato, le dijo que estabas solo y que seguramente estarías aburrido. Básicamente lo mandó para acá para vigilarte—Dijo Hoseok dejando el bolso de Yoongi en el suelo—. Llegó anoche a mi casa, ebrio y con este bolso con ropa armado. Me dijo que lo trajera para acá porque como ves, el alcohol aún no se ha ido muy bien de su sistema—Con un suave empujón hizo que Yoongi se metiera dentro del departamento de Kim y tomándolo del brazo hizo que se recostara sobre el sofá.

— ¡Todo está dando malditamente vueltas!—Gritó el pálido haciendo que Hoseok soltara una baja risa.

—Le traje algunas botellas de suplementos para la resaca y otras cosas más. Lamento molestarte con esto, pero cuando a Yoon le encargan algo, por así decirlo, no puede dejarlo pasar. Le dije muchas veces que se quedara en mi casa mientras iba al estudio a buscar algunas cosas, pero así como está quiso salir para venir acá.

—No hay problema, hyung. Igualmente no estaba haciendo nada importante, dejaré que se recueste en mi habitación y cuando se levante prepararé algo para almorzar.

—Muchas gracias, Taehyung—Murmuró antes de dejar las cosas a un lado—. Debo irme ya, ¿puedes mandarme un mensaje cuando quiera volver?—Tae asintió con su cabeza y Hoseok se despidió de él con un asentimiento.

Haciendo fuerza y regañando al mayor, Tae ayudó a Yoongi a meterse en su cama para que pudiera retomar la energía que un día de fiesta le sacó por completo. Parecía un zombie de película de terror, sus pies se arrastraban y pequeños quejidos salían de su boca.

—Cuando despiertes, toma estos suplementos que dejo aquí ¿sí? Después veremos qué almorzaremos—El menor sabía que Yoongi no estaba prestándole mucha atención y que el vago asentimiento que le había dado fue simplemente porque escuchó por partes lo que había dicho.

Volvió a su labor de dibujar y comenzar a confeccionar una prenda que le había gustado, estaba cortando tela cuando el timbre de su hogar volvió a sonar haciendo que Yeontan que dormía en el sofá se levantara y comenzara a ladrar. ¿Y ahora qué? Era la única respuesta que lograba formular a medida que caminaba hacia la puerta y la abría. Jimin estaba ahí con una sonrisita y cargando bolsas... Y mierda, él había olvidado que le había dicho que ese mediodía almorzarian en su hogar y no tenía absolutamente nada preparado, insultó en su interior antes de hacerse a un lado y dejar pasar al muchacho.

— ¿Qué sucede, Tete? Pareces afligido—Murmuró dejando las bolsas a un lado para comenzar a sacar sus zapatos.

—Olvidé por completo el almuerzo, lo siento. Estuve realizando algunos dibujos y cofeccionando algo, olvidé que vendrías.

—No te preocupes, compré lo necesario para hacer Jajangmyeon y Tteokbokki porque sé que son tus favoritos. Si mi presencia no te molesta, podemos almorzar eso.

— ¿Cómo va a molestarme tu presencia, Minie? Estoy encantado que vengas así—Sonrió antes de ayudar a Jimin con las bolsas. El mayor pegó un gritito cuando observó a Yeontan ir hacia él y lo alzó en sus brazos dejando besos por toda la carita del cachorro.

— ¿Me muestras eso que estabas confeccionando?—Tae lo pensó un momento y asintió con algo de vergüenza. No le había dicho a nadie y la idea había salido de repente esa misma mañana, pero estaba orgulloso de cómo de bien habían quedado los dibujos de los atuendos que luego confeccionaria para Jeongguk. Llevó a Jimin al comedor donde tenía toda la mesa ocupada con sus cosas y le mostró lo que estaba creando—. Wow, simplemente wow. Tienes talento, maldita sea. Quedará precioso, estoy más que seguro.

—Gracias—Dijo con una pequeña risa antes de que ambos comenzaran a hablar y se perdieran sin darse cuenta que la persona que dormía en la habitación de Tae comenzaba a inquietarse.

ଘ(੭ˊᵕˋ)੭* ੈ✩‧₊˚


Jeongguk respiró hondo mientras sus ojos iban a su hyung, el cual se encontraba realizando algo en su computadora. El menor estaba muy inquieto, jugaba con sus manos, mordía su labio y movía su pie derecho de arriba abajo mientras pensaba en qué podía hacer para preguntarle a Namjoon sobre la situación de su hilo rojo apagado.

—Si tienes algo para preguntarme, hazlo. Estás nervioso y estás logrando ponerme nervioso a mí—Dijo Nam sacando sus lentes y dejándolos a un lado. Miró a su menor mientras esperaba la pregunta que no sabía muy bien si llegaría a salir de sus labios.

— ¿Cómo puedo preguntar esto? Hum, tú sabes de los encuentros ¿no?—Kim confundido, asintió—. Tú viste un destello de rojo ¿no es así?—El CEO volvió a asentir—. No tendría que estar hablando de esto, pero es algo me está molestando y no me está dejando dormir con normalidad. Taehyung tiene el don de ver el hilo rojo, pero algo sucede contigo.

— ¿Y qué es eso?—Preguntó mirando unos segundo la computadora, cerrando todos los programas que tenía abiertos antes de volcar toda su atención en el artista.

—Él ve tu hilo rojo apagado y deshilachado—Jugueteó con su labio inferior antes de respirar hondo y seguir—. Estuvimos trabajando juntos para descubrir qué es lo que sucedía y descubrimos que... hum... tu otra mitad pudo haber muerto—Por el rostro serio de Namjoon pasó una expresión que Jeongguk no supo descifrar muy bien, pero desapareció tan rápido que no le dio tiempo a analizarla más a fondo.

El cuerpo de Kim se tensó e hizo todo lo posible para no apartar la mirada de los ojos de su menor. Pero estos estaban suplicando que le dijera todo lo que sucedía en su vida y Namjoon sentía que no podía negarse porque en parte Jeon ya sabía algo, pero no la historia completa. Era doloroso siquiera recordar una parte de su pasado, pero a pesar de eso lo seguía haciendo con mucha añoranza. Aún sentía ese vacío en el pecho que le habían dejado, como si su corazón hubiera sido arrancado por completo, como si solo fuera un tipo de robot. No sabía adónde había ido esa forma de querer o la forma del cómo expresar sus sentimientos, todo se había convertido en un ritmo muy difícil de seguir.

— ¿Recuerdas cuando empezaste en la empresa?—Jeon asintió con la cabeza viendo con el mayor se recostaba en la silla y miraba unos momentos hacia el techo—. Estaban siendo los mejores momentos de a poco porque la empresa empezaba a marcar un ritmo constante y comenzaba de a poco a tener un poco de fama. ¿Recuerdas a Hana?—El menor frunció los labios. La recordaba muy poco, tenía vagos recuerdos de ella, pero lo poco que recordaba es que había sido una muy buena persona y que además había apoyado mucho a Nam en sus momentos más bajos—. Últimamente habíamos estado peleando mucho, las peleas se volvían insoportables y yo me la pasaba más en la empresa que con ella. Le molestaba y me reclamaba, tenía derecho a reclamar porque le había hecho la promesa de que siempre iba a estar con ella—Hana había dejado de ir a la empresa y Jeongguk siempre se había preguntado qué había sucedido y ahora, realmente tenía miedo de esa respuesta—. Una noche de tormenta le avisé que no volvería al departamento y ella me dijo que estaba bien, que era más seguro que me quedara en la empresa que estar saliendo con el clima que hacía afuera...

Hizo una larga pausa y tragó duro como si contar eso le doliera en los más profundo. Jeongguk notó la tristeza en el rostro de Namjoon y se preocupó en demasía, murmuró muy bajo que si le dolía tanto no siguiera hablando, pero Kim no lo escuchó y siguió con su relato.

—Ella salió muy entrada la madrugada, todavía sigo sin saber el porqué, la tormenta había empeorado demasiado y quien tenía el coche ese día era ella. Hana... Hana tuvo un accidente automovilístico, la lluvia era tanta y caía tan fuerte que no vio cuando otro auto venía frente a ella—Sus ojos se habían llenado de lágrimas y la voz le temblaba—. Estaba durmiendo cuando me llamaron del hospital, había sido el último contacto con quién había hablado y ellos... querían que fuera a reconocer el cuerpo—A pesar de que quería llorar como un niño pequeño, reprimió nuevamente todos esos dolorosos sentimientos y encogió sus hombros con una sonrisa sumamente rota—. Ella falleció en el acto y no sufrió, pero desde ese día es que no sé cómo volver a amar alguien. Siento que arrancaron una parte importante de mi cuerpo ¿entiendes? Siento que cuando ella se fue, se llevó absolutamente todo.

Esa noche Jeongguk consoló a Namjoon, dándole palabras de aliento y tratando de demostrarle que podía contar con él para lo que fuera. Kim agradeció absolutamente todo que el menor hizo para que él se sintiera mejor.

Anteúltimo capítulo.


Muchísimas gracias por el apoyo y por todo el amor.

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