A medida que el rubio se enerva repentinamente, pareciera que solo por darle el gusto a cierto castaño que disfruta viéndolo caer en su trampa una y otra vez, visualiza a su entrenador acercándose junto a ese endiablado disfrazado con la cara de un ángel redentor.

—Muy bien nenazas... —suelta Nam Joon, su entrenador —a ver si la cortan con las quejas que parecían tortugas durante el entrenamiento. Ahora tenemos algunos asuntos que aclarar, uno de ellos es el tema con el conflictivo compañero de equipo que tuvieron anteriormente. Bueno, ya no lo van a tener más porque fue desvinculado. O sea, no pertenece más al equipo porque le revocaron la beca como así también su plaza en la universidad debido a su comportamiento y a las reiteradas faltas que manchan su expediente personal. Y por otro lado, contamos con una incorporación que estoy más que seguro que dará que hablar ya que he visto los diferentes videos de sus anteriores entrenamientos. Así que por favor, demos una afectuosa bienvenida a nuestra nueva incorporación, nuestro atacante de punta "posiblemente" titular: Jeon Jung Kook. ¡Aplausos por favor!

El equipo completo menos uno ovaciona la nueva incorporación, sobre todo ahora que necesitaban un revés en cuestión de sorprender durante la ofensiva jugada. Lamentablemente, el atacante de punta suplente posee buena potencia pero no maneja muy bien el asunto del ataque sorpresa, por ende, generalmente lo bloquean.

—Y como era de esperarse —anuncia el entrenador —invito a nuestro capitán a decir unas palabras como afectuosa bienvenida y en representación del equipo completo, ya que esta incorporación se pensó para mejorar las diferentes tácticas de juego y sobre todo, fomentar lo actitudinal —"Maldita ironía de la vida si las hay" medita Jimin por dentro —. Porque nunca debemos olvidar nuestras raíces equipo. De dónde venimos y hacia donde vamos, eso es fundamental —finaliza el entrenador en medio de diferentes asentimientos de cabeza que dan por acertado su discurso.

El armador, que estaba desencajado con semejante presentación, no puede dejar de rezongar para sus adentros cuando toma conciencia de que debe incorporarse para festejar al idiota que solo ha logrado provocarlo. ¿Cómo puede ser que este tipo sea alguien tan fenomenal?

—¿Park? —se escucha de parte de Nam Joon a medida que eleva sus cejas —. ¿Hay algún asunto del cual deba estar al tanto y no se me haya informado? —cuestiona al verlo dubitativo con su discurso.

Haciendo que enseguida reaccione Jung Kook diciendo: —Nada importante entrenador, solo pequeños roces —"Ojalá fuera por eso" se cruza por la mente del castaño —que surgieron por diferentes malentendidos entre nosotros. Pero prometo trabajar en ello y así solucionar nuestras diferencias con el capitán, tanto dentro como fuera de la cancha de juego.

Con estas palabras, provoca la elevación de la comisura de los labios del entrenador, el desconcierto de aquellos que fueron testigos de su cruce en el pasillo, y una mirada de total desaprobación por parte del desconfiado rubio.

—Si tú lo dices Jeon, igualmente, debe...

Nam Joon es abruptamente interrumpido cuando Jimin se levanta dando un paso adelante y ubicándose al costado de la nueva incorporación. Mirándolo a los ojos con una determinación que solo puede provocar el aumento en las ganas de Jung Kook... Aumento en las ganas de acorralarlo contra la pared y besarle esa regordeta boca hasta que le falte el maldito aire o pida "por favor" que pare... 

—En nombre de los chicos y mío, como su capitán, te damos la bienvenida y espero que tu incorporación solo le traiga buenas nuevas al equipo.

Finaliza el expreso y acotado recibimiento mirándolo fijamente a los ojos mientras alarga un brazo a modo de cordial saludo entre ellos, saludo que quedó completamente opacado por unos fuertes brazos que lo rodearon mientras le palmeaban la espalda y le susurraban al oído: —Me calientas gringo, así, todo aguerrido.

El armador queda descolocado en cuanto esas palabras retumban en su pabellón auditivo siendo arrastrado luego por el equipo completo que se incorpora deseoso de formar hileras para pegar por los diferentes frentes de ataque y así realizar luego, un pequeño partido a modo recreativo.

Cada jugador, ya con balón en mano, se ubica sobre los diferentes lugares designados para atacar. Quedando sobre ambos lados de la red, los primeros bloqueadores más un jugador en la paralela al fondo de cada zona de recepción mientras que el castaño, girando la pelota de vóley con una destreza y seguridad absoluta, se prepara para la primer colocación y posterior remate por cuatro a manos del rubio de infarto que lo fulmina con la intensidad de su mirada.

Luego de tratar de evitar el regaño visual por parte de Jimin, a Jung Kook le toca rematar. Así que pasa su pelota con una excelente dirección y ubicación sobre la cabeza del rubio, abriéndose paso para la posterior carrera con una destreza envidiable. Pero el armador, en vez de tocar el balón al supuesto libero que devuelve la recepción de dicho toque para su posterior armado por cuatro, le arma una pelota rápida sin aviso ni anticipación. Haciendo que el castaño se le venga encima en busca de no perder la pelota.

Recibiendo de inmediato, la arenga de varios de sus compañeros de equipo cuando el forzado golpe dió como resultado un certero tanto ubicado sobre la línea de fondo luego de atravesar la barrera del bloqueo como si fuera un maldito rayo. Y dando de este modo, un claro ejemplo de lo que él está hecho: pura dinamita y fuego explosivo, una certera combinación y capacidad para resolver situaciones a último momento.

Pero de lo que nadie se percata en el piso deportivo, es de los rostros que quedan a escasos centímetros entre un enrojecido rubio y un punta, completamente atrevido.

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