El resto de la jornada transcurre entre extensos y aburridos monólogos por parte del último profesor que imparte clase en el área en lo referente al cambio climático mundial, cuando muy por el contrario, piensa Jung Kook, hubiera sido ameno armar un pequeño debate sobre las propuestas en educación de la conservación de los recursos naturales y sobre todo, en la instrucción a los alumnos sobre las formas en que pueden contribuir para crear un hogar más sustentable.

Pensamientos que componen la cabeza del castaño cuando denomina como "hogar", al hábitat que es capaz de albergar coexistiendo a seres que destruyen lo que la misma naturaleza da.

Pero al cabo de un momento, un ferviente y acalorado debate da comienzo cuando cierto rubio despotrica contra los indicios retrógrados de un supuesto plan de estudios propuesto por el docente que solo implica sentarse y escuchar.

"¿En qué parte actuamos modificando lo que está mal si no podemos desarrollar un pensamiento crítico respecto a esto?" Plantea apasionado el colérico rubio, tomando un rol activo con creciente entusiasmo al debatir con un altruismo extraordinario que atrapa-aún más- al nuevo estudiante de intercambio. Y éste, maldiciendo por dentro, esconde su cabeza cuando ciertas acotaciones suyas dieron la implicancia necesaria para que el capitán lo observe de más sorprendido cuando daba por válida cada una de las expuestas propuestas planteadas.

Luego de un tenso momento, en donde las palabras que van y vienen suben de tono al argumento, el recinto se transforma en un continuo debate abierto. Haciendo que el docente no tenga más remedio que permitir la retroalimentación que se generó liderada por el apuesto armador del equipo de vóley mientras es abucheado por otro atleta, el mariscal de campo del equipo de fútbol universitario...
Mariscal que, de a momentos, observa con otros ojos al apasionado y curvilíneo rubio; dándole la pauta a Jung Kook que -tal vez- podría acercarse a ese muchacho con el fin de conocer el ambiente en donde debería moverse.

Al finalizar la jornada, el castaño aprovecha el momento y se arrima hacia el mariscal de campo para presentarse y ver qué puede salir de todo esto. Si bien no busca un polvo rápido, tener algún aliado dentro de su comunidad con quién charlar o frecuentar ciertos lugares, no vendría nada mal. Ya que aquí no tiene ningún conocido más que el punta y el opuesto, pero como estudian licenciatura en medios creativos, solo se verán durante el entrenamiento.

De lo que no está al tanto el estudiante de intercambio, es que a unos pocos metros suyos, cierto rubio no se pierde detalle del asunto...

Múltiples ejercicios que implicaron extenuantes destrezas físicas y coordinativas como desplazarse en carrera, agacharse, saltar, esquivar, en períodos de severo trabajo con acotado tiempo de recuperación, dejaron a la mayoría del equipo de vóley tirado en el piso y completamente exhaustos mientras que cierto castaño, que se encuentra fresco como lechuga de huerto, no contó con la misma suerte ya que tuvo que charlar con el entrenador sobre su situación luego de organizar el asunto del casillero y su material de estudio para el resto del semestre.

Luego de entrenar sus habilidades como si su vida dependiera de ello, el equipo completo se reúne en medio del gimnasio tras ubicar los parantes en el lugar designado y así armar la cancha de vóley mientras realizan elongación de cada grupo muscular en tanto esperan el anuncio que el entrenador tenga que dar.

Jimin, que no se ha perdido movimiento alguno del nuevo estudiante desde más temprano, no puede creer semejante mala suerte. Encima de tenerlo como activo compañero de debate en las diferentes materias de la facultad, debe bancárselo durante los entrenamientos y por ende, los partidos venideros.

Proliferando rabia por dentro al observar al nuevo tan galante y tan atento. Siempre sonriente, educado y con un impecable temple mientras ellos casi dejaron parte de sus pulmones en cada uno de los diferentes ejercicios de entrenamiento.

Y a medida que lo observa, no puede evitar recordar las sonrisas entre éste y el mariscal de campo de fútbol universitario, dándole bronca la obviedad del asunto. ¿Por qué todo lo que respecta a él debe darle tanta rabia que se le hace imposible ignorar? ¿Cómo puede ser que a solo dos días de conocerlo, continuamente se cruce en cada momento de su diaria? Y encima, caminando como si nada mientras provoca a diestra y siniestra con esa carita de nene que no hace nada...

Incómodo, se remueve el rubio cuando nota que sus ojos se posan más tiempo del necesario en el rostro de aquel sujeto que "supuestamente"quiere evitar. Y para colmo, que el mismo idiota le guiñe un ojo en este preciso momento, lo enerva de tal manera que sería capaz de pararse y ejercer la violencia con tal de que desaparezca de su rango de visión y de ser posible, no tener que verle nunca más.

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