32- thirty two

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A TaeHyung le dolía el culo, las caderas. Las piernas y el cuello. La tensión que tenía cada que intentaba dar dos jodidos pasos y fallaba miserablemente, era agotadora. SeokJin y Jungkook le habían contagiado algunas risas y apreciaba eso, pero diablos que ya se estaba enfureciendo porque no dejaba de ser tan inútil.

El resto de las personas parecía haber nacido con el talento de deslizarse como los mejores profesionales. O todos tenía el sueño frustrado de haber querido ser patinadores y no lograrlo. Él apenas podía pensar, hablar, respirar e intentar coordinar sus pies con lo que su mente deseaba hacer.

Otra caída lo dejaba azotado en una orilla de la pista.

- ¡Boxy! -SeokJin se deslizaba frente a él. Era vergonzoso como sus piernas estaban abiertas por haber caído tan despatarrado-. ¿Quieres que terminemos aquí?

TaeHyung hacía un puchero, luego buscaba con la mirada a Jungkook, cuando lo ubicaba lo veía coqueteando con un grupo de chicas que patinaban a su alrededor.

-No creo que Kook quiera irse -mencionaba, señalando en su dirección.

SeokJin seguía el lugar a donde él estaba mirando y cuando veía al pelinegro coquetear, no podía evitar dedicarle una mirada de cariño y una sonrisa dulce. Jungkook era terrible, pero en el bueno sentido de la palabra.

-Él realmente brilla donde quiera que vaya ¿eh? -mencionaba a TaeHyung, estirandole su mano para ayudarlo a levantarse.

El azabache tomaba su mano y suspiraba-. ¿Viste como se ve? -soltaba casi ronco por impulsarse hacia arriba para que SeokJin lo levantará, justo en ese entonces, por poco y fallaba nuevamente, pero las brazos de SeokJin lo habían rodeado con suma precisión. Cuando alzaba la vista del pecho de SeokJin, sus ojos encontraban los dulces del castaño, tan cerca-. Jungkook es atractivo, siempre brilla donde sea que vaya -decidía responder para ignorar el hormigueo en todo su cuerpo.

SeokJin le sonreía con dulzura y asentía-. Si, tiene ese encanto -luego relamia sus labios y se alejaba una vez más.

TaeHyung había sentido como se había alejado más de una vez en lo que iba del día. SeokJin parecía simplemente mantenerse a raya con él. No le insinuaba nada seriamente, solo el chiste de su trasero, pero incluso esa broma no había sonado como si lo hiciera adrede, con una segunda intención. SeokJin solo estaba siendo un buen amigo. Un muy buen amigo y a él se le retorcía el estómago.

-Hemos recorrido bastante, creo que podría ir buscando un lugar para cenar los tres ¿qué dices? -mencionaba mirando en dirección a Jungkook-. Quizás no quiera irse, pero lamentablemente tengo cosas que hacer mañana y suena horrible, pero~...

-Te entiendo -mencionaba TaeHyung-. Estás ocupado, seguramente -susurraba.

SeokJin volvía la mirada a TaeHyung y con sus dedos levantaba su mentón-. Te enseñaré a patinar algún día, lo prometo.

TaeHyung sentía una extraña opresión en su pecho y en la boca de su estómago, pero había estado así todo el paseo. El "algún día" del arquitecto, no significaba nada, pero él dibujaba una sonrisa forzada y asentía. Justo en ese instante, SeokJin llamaba al pelinegro, quien de inmediato volvía con ellos, tambien deslizándose como un jodido profesional.

- ¿Te cansaste de limpiar la pista con ese bonito culo? -mencionaba.

TaeHyung entrecerraba sus ojos y le daba un golpe que, lograba desequilibrarlo, pero como era de esperarse, tanto Jungkook como SeokJin lo habían sostenido.

-Ya saquenme de aquí -pedía con un puchero que hacía a los otros dos romperse en risas.

Cuando finalmente lograban salir. Caminaban otro poco, tomar algunas fotografías que SeokJin quería tener como recuerdo y decir verdad, habían sorprendido a TaeHyung el hecho de que él quisiera tener recuerdos de este día cuando, otro en su lugar quizás, solo se hubiera olvidado... O quién sabe, SeokJin estaba siendo realmente equitativo, ninguno se había sentido de menos y él se veía sonriente y satisfecho.

Pero todo día perfecto, debía de llegar a su final, por lo que ya se encontraban saliendo del parque temático, rumbo al estacionamiento.

- ¿Viniste con tu auto? -preguntaba SeokJin a un TaeHyung relajado.

El chico asentía. Luego Jungkook llegaba a su vehículo, para suerte de ambos, no estaba tan lejos del de TaeHyung.

- ¿Qué haremos ahora? -preguntaba el pelinegro.

-Hay un buen restaurante, relajado, cerca de mi apartamento -mencionaba-. Vamos allí para finalizar este día -forzaba una sonrisa, sin dar pista alguna de lo que debía contarles.

Podría decirse que aquellos chicos le habían sonreído, pero sospechaban que este día no iba a terminar del todo perfecto.

-Bien, puedes venir conmigo o ir con Tae en el auto, como tú quieras, está bien por mi -mencionaba el pelinegro.

TaeHyung relamia sus labios, no entendía porque los nervios, solo era elegir un maldito auto, no significaba que estaba eligiendo seriamente entre ell~...

-Vine contigo, voy contigo -mencionaba SeokJin.

Jungkook abría sus ojos, miraba a TaeHyung de inmediato y este les regalaba una sonrisa suave.

-Los seguiré con el mío, solo denme unos minutos, estoy a un par de autos por allá -mencionaba nervioso.

SeokJin lo miraba y le sonreía con dulzura, asintiendo. TaeHyung se apresuraba por escapar de la mirada de esos dos. Sentía que le miraban con lástima o quizás era su cabeza maquinando cosas. Era obvio que SeokJin iría con Jungkook, ellos estaban cómodos entre sí, Jungkook había estado allí, él no. Por supuesto.

«¿Qué esperaba?» pensaba, enojandose con él mismo y pensando en que podría poner alguna excusa para no ir a esa cena, pero ¿a quién quería engañar?, quería pasar el tiempo que pudiera junto a SeokJin esa día, quizas hubiera sido agradable compartir el auto. Quizás hubiera sido genial no ponerse en sobre protector con su propio corazón y haber evitado alejarse del hombre las últimas semanas.

Se detestaba a sí mismo mientras salían del estacionamiento y seguía el auto de Jungkook, rumbo al bar que SeokJin había mencionado.

Mientras tanto en el auto de Jungkook, la música era suave y SeokJin parecía extrañamente apagado.

- ¿Todo bien, Hyung? -preguntaba. El arquitecto le regalaba una sonrisa débil. Él todavía estaba sorprendido de que SeokJin no hubiese elegido ir en el auto de TaeHyung.-. Creí que irías con Tae -mencionaba, cuando no recibía respuesta del castaño.

SeokJin se encogía de hombros-. Vine contigo -respondía, luego lo miraba y le sonreía con dulzura-. Gracias por haberlo traído.

Jungkook le devolvía la sonrisa-. Por poco y no lo convenzo, pero soy muy encantador -se mofaba.

SeokJin reía junto con él-. Si lo eres, has presumido con medio parque temático en cada juego y fila de los mismos. Créeme, sé que eres encantador -exclamaba divertido-. Y gracias de nuevo, pero esta vez, por no haberte apartado de mi lado y por haber hecho cosas tan simples que realmente me hicieron muy bien.

Jungkook asentía, su pecho se inflaba de orgullo y alegría-. Solo recuerda lo mucho que te divertiste, lo que viviste y luego ponlo por obra en Australia. No vuelvas a retroceder, amigo.

«Amigo» repetía SeokJin en su cabeza, luego miraba a Jungkook y le sonreía, si, era un amigo, uno muy bueno.

-No retroceder -repetía luego.

Jungkook asentía-. Ahora, tienes que decirme cuando tienes tiempo para hacer nuestro viaje a Busan.

SeokJin fruncia el ceño y lo miraba confundido-. ¿Busan?

Jungkook asentía, viendo la carretera-. La otra noche, me dijiste que los padres de Jimin eran de allí y que pasaron su luna de miel también, en Busan. Quedamos en que te llevaría, solo dime cuando puedas está semana que comienza y lo haremos. Podemos ir en tren~...

-Bambi, no-no sé porque lo mencioné, ciertamente no lo recordaba, pero Busan, aún no... No puedo, no tengo tiempo, olvidalo -respondía, mirando por la ventana-. No te preocupes y gracias.

Jungkook fruncia su ceño y no decía nada más. Al igual que TaeHyung, él también había visto que SeokJin se había divertido, pero a la vez parecía algo distante.

Subiendo más la música, sonriendo a su copiloto y siguiendo sus instrucciones, Jungkook había finalmente llegado al lugar en cuestión. No estaba tan repleto, era domingo por la noche y habían pedido una mesa para tres, TaeHyung había llegado tras ellos con otra sonrisa forzada, no por la incomodidad, TaeHyung sospechaba lo que venía.

-La carne aquí es exquisita -mencionaba SeokJin, poniendo las famosas tiras de carne cruda sobre la parrilla frente a ellos.

TaeHyung lo ayudaba con lo mismo, mientras Jungkook comía una lechuga rellena de diferentes vegetales. La cena iba transcurriendo con pequeñas memorias del día relajado que habían pasado, Jungkook se había burlado otro poco de TaeHyung y ambos chicos le habían hecho un amigable bullying al arquitecto por la forma en que gritaba en otras atracciones más temerosas.

Habían pasado más de una hora y media solo riendo y bebiendo, hasta que finalmente SeokJin optaba por abrir su boca y arruinar el clima amistoso y relajado del momento. Los músculos de ambos chicos se habían tensando junto con la seriedad de su rostro y lo apretado de su mandíbula. Cuando SeokJin los miraba e intercalaba sus ojos entre cada uno, él sabía que ellos ya imaginaban que iba a suceder luego.

-Me voy pasado mañana -anunciaba.

TaeHyung apretaba sus palillos y Jungkook quedaba con la comida a mitad de camino. Este por su parte, no podría decirse que sentía que había sido poco tiempo con el arquitecto, él realmente había aprovechado cada hueco para pasarlo con él. No había remordimientos, ni siquiera por no haber intentado algo romántico. Jungkook simplemente sabía que no estaban hechos para eso.

SeokJin, el verdadero SeokJin no parecía ser un tipo que iba por ahí dándose revolcones. Era un tipo que creaba un conexión y sacaba el provecho que podía de esta. Jungkook, era el tipo que pensaba con su polla y su polla si quería a SeokJin, pero su corazón, prefería la amistad, porque su amistad valía más que la calentura del momento. Él no podía brindarle más que eso a SeokJin, no estaba listo y no porque sintiera que el arquitecto pudiera elegir a TaeHyung o quizás no, su decisión no se regía por lo que quisiera SeokJin, sino lo que quería él.

Jungkook era bueno dando su amistad, sus sentimientos más puros estaban volcados en sus amistades. Pero Jungkook no sentía que aún perteneciera a un solo hombre o mujer. No era el tiempo y ese hombre frente a él, no necesitaba sexo, era un hombre que venía necesitado de una verdadera amistad. Sentimientos puros, y esos sentimientos en Jungkook solo incluían su amistad.

Él no se imaginaba en un futuro con SeokJin, no se imaginaba sentando cabeza siquiera. Y SeokJin era un hombre que, si necesitaba ese tipo de compañía, lo necesitaba de forma sincera. SeokJin muy probablemente hacia el amor, él follaba y no estaba en contra ni de uno ni de otro, pero él tenía más que claro que papel deseaba cumplir en la vida del castaño. SeokJin necesitaba amor del sincero y ese amor lo tenía, pero como amigo, no como hombre.

No quitaba el hecho de que le gustará, pero cómo le había mencionado, también le gustaban-y gustarían-un par más y SeokJin merecía ser el único en la vida de alguien más.

-Me hubiera gustado equivocarme -mencionaba Jungkook con una sonrisa forzada-. Creí que lo dirias cuando fuera tu última semana, no tus últimas noventa y seis horas -mencionaba, sonriendo sin gracia.

TaeHyung sentía que la comida hacía su ascenso por su estómago. Su bilis tentandole a soltar todo por el repentino malestar. Era obvio, lo sabía, él también lo sospechaba, pero ¿solo dos días más?. Mierda, como le hubiese gustado no perder su tiempo días atrás porque ahora sentía que se desesperaba por un poco más con SeokJin.

El castaño les sonreía-. Sentía que decirlo con una semana de antelación sería alegar demasiado el proceso. Lo siento, estoy sensible -mencionaba, riendo cansino. Luego alzaba la mirada y miraba ambos chicos-. Me gustaría, realmente me gustaría continuar en contacto con ambos. Son personas que calaron hondo en un momento clave de mi vida y.... No me gustaría perder eso.

Quizás era egoísta, quizás era lo que los chicos esperaban, no estaba seguro como se veía desde afuera, pero él deseaba que no lo sacarán de su vida tan rápido. De hecho se imaginaba aún hablando con ambos chicos luego de irse de Corea y quizás luego se irían soltándose a poco, cuando ya no tuvieran más de que hablar o que rememorar y finalmente sacarían a SeokJin de su vida.

Luego de eso, debía de superar a tres hombres. Aunque iba por buen camino soltando a Jimin, suponía que podría soltar al par de amigos más adelante.

-Pero si ustedes no lo quieren, lo entenderé -exclamaba, cuando veía que ambos chicos tenían un puchero dibujado, miradas pérdidas y estaban callados.

-No vas a librarte de mi tan fácilmente -mencionaba Jungkook-. Me gusta retener a mis amigos un largo tiempo -mencionaba divertido. O al menos intentando sonreír con sinceridad.

SeokJin tomaba su mano y la presionaba con seguridad y cariño. Luego miraba a TaeHyung y veía esos grandes ojos de pestañas largas con una mirada triste, pero la sonrisa cálida que le brindaba le calentaba el pecho. TaeHyung asentía de igual forma.

-Solo estás una hora adelante de nosotros -mencionaba el azabache-. Podemos hacerlo funcionar -afirmaba.

SeokJin le devolvía la sonrisa, TaeHyung no estrechaba su mano y él no iba a pedirselo. Por lo que soltaba a Jungkook, suspiraba tirando su cabello hacia atrás y sonreía.

-Ustedes realmente me ayudaron, en muchos sentidos -mencionaba.

TaeHyung sonreía secamente-. No me des crédito a mi, Jungkook hizo todo el trabajo.

Jungkook fruncia el ceño-. Te recuerdo que no fui yo quien cuido de él los primeros días y semanas -mencionaba el pelinegro-. Tú estuviste allí, desde el inicio.

SeokJin los veía dándose mutuo crédito de su cuidado y solo podía sonreír. Una casi tragedia, los había llevado a conocerse, conectarse en diferentes niveles para los tres, pero apreciarlo y querer retenerlo luego. Cada uno había ayudado a SeokJin a superar su perdida, sanar su corazón, pero el verdadero viaje lo tendría solo, a la vuelta en Australia.

-Ambos me dieron muy buenas lecciones, pondré cada una de ellas por obra... Me recordaron una promesa que le había hecho al hombre que amé con toda mi vida -mencionaba el castaño, viendo la mesa y jugando con diferentes cosas en ellas para no tener que mirar a esos hombres a los ojos.

La palabra "amé" era un demostración grande de que SeokJin estaba avanzando.

- ¿Qué promesa le hiciste a Jimin? -preguntaba TaeHyung.

Los ojos del castaño y Jungkook se habían abierto y dirigido sorprendidos al azabache. Jungkook no era el único que había notado que le incomodaba el tema, SeokJin lo sabía. TaeHyung no había hablado con él con la facilidad que Jungkook lo había hecho.

Eso era grande, Jungkook lo sabía, conociendo a TaeHyung tanto como la palma de su mano. Pasando esta por debajo de la mesa, apretaba el muslo de su mejor amigo y le brindaba una sonrisa de puro orgullo y una mirada cómplice que, no pasaba desapercibida para SeokJin.

Luego ambos volvían a mirarlo y sabía que estaban esperando una respuesta. SeokJin les había sonreído y había optado por ser breve:

-Me pidió que viviera por ambos -mencionaba, agachando su cabeza. Soltando el aire retenido y sintiendo que una gran carga dejaba su cuerpo porque había rememorado un difícil momento, sin sentir que iba a romperse, continuaba-. Él me pidió que viviera. Luego antes de partir, me pidió que me soltara que, me volviera a enamorar y que dejara que alguien tuviera la suerte que tuvo él al ser amado por mi.

Y las lágrimas se acumulaban en los ojos de TaeHyung. El pecho de Jungkook se oprimía y entendía que definitivamente SeokJin no estaba hecho para él, necesitaba a alguien que pudiera darle lo que él no podía y tampoco quería aún. SeokJin le quedaba grande y no le molestaba admitirlo. El arquitecto era una demostración de que quizás en un futuro podría enamorarse, en un futuro... Muy lejano, él aún no estaba listo. No era merecedor, no estaban en la misma página. Pese a que le gustaría sucumbir a sus ganas, él se regía por la lujuria. Incluso recordaba la comparativa de amor y deseo entre él y TaeHyung que SeokJin había hecho aquella vez en su auto.

Quizás en ese entonces no lo había pensado en profundidad, pero ciertamente en los últimos días, lo había confirmado. Los sentimientos más puro que podía entregarle a ese hombre, venían con su amistad, con nada más. Su polla ya no estaba dispuesta a arruinar la conexión que habían hecho.

Estaba seguro que SeokJin tenía mucho amor para dar, pero era un tipo clásico y él no estaba en contra de eso, por el momento, él tenía muchas aventuras más por vivir. SeokJin no sería una de ella, las aventuras eran pasajeras, Jungkook no quería que SeokJin lo fuera.

Solo voy a decir que nadie logró entender a este personaje y ciertamente, es mi favorito. Entiendo a las #TeamJinKook, es su ship, lo aman y todo, pero como podían desear que SeokJin se enamorara de un chico que siempre le demostró ser muy relajado y románticamente distante? Para el tipo de perdida que sufrió, Jungkook no era la elección correcta (no estoy diciendo que Tae lo sea, estoy hablando de este personaje en particular). Vimos que a Jungkook le gustaba mucho SeokJin, pero ciertamente nunca demostró que fuera "un AMOR profundo" sino más bien una atracción fuerte, Jungkook nunca dejó de hacer su vida por SeokJin, solo una vez le robó el sueño y aún así, no vimos al personaje recaer en una depresión para comentarios que lo victimizaban de una forma que la verdad no logro entender que no captarán su esencia. Pero cada quien le llega como desee cada personaje y me parece bárbaro, pero no podía quedarme callada con el hecho de realmente nunca vimos al personaje realmente triste, siempre fue un personaje muy fuerte y descarado.

Nunca nunca lo entendieron, solo querían que SeokJin se enamorara de un hombre que ni siquiera estaba dispuesto a enamorarse de vuelta y ciertamente tampoco estaba listo. Le dieron un papel de víctima que jamás le quedó, pues siempre fue el personaje más sincero de los tres.

Solo eso diré, porque realmente nunca busque que victimizaran a Jungkook, todo lo contrario, considero que es un gran personaje.

NanyKoo fuera.

✨Maratón de final, arrancada😭✨

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