Anastasia POV

El regreso de Laila a la vida de Cristian me tiene con los nervios a mil, sé que ella fue muy importante para él, pese a que ella fue la que lo engañó. Sé por Mia que ella nunca fue aceptada por los Grey, no por el origen desconocido de la familia de ella, sino que siempre se le noto el interés de entrar a la sociedad, que es una modelo cotizada en el mundo de la moda si, pero nunca trato de hacer el mínimo esfuerzo de ganarse a la familia de su prometido.

Mis inseguridades salen a flote al ver el grado de madures que ella tiene contra el mío, ella va directo a lo que quieres yo todavía trabajo en mi propia seguridad. Cristian todo el tiempo me hace saber que soy una mujer fuerte y que soy capaz de poder llevar las riendas de la empresa familiar.

El tiempo que papá lleva recuperándose del accidente me ha estado guiando, ahora que sabe que no volveré a Londres está más que empecinado en dejarme a cargo y disfrutar de lo quede de vida con mamá; de su accidente encontraron el camión quemado es un claro a la orilla del rio Hackensak, sin matriculas y sin algún rastro de su conductor, lo que confirma que hay alguien tras de mi familia. Cristian y mi padre están tan paranoicos que ha doblado mi seguridad, ellos creen que no me he dado cuenta, pero lo he hecho, Luke ha tratado de disimularlo; mi tiempo en Londres me ayudo a aprender a estudiar a las personas ya que, al no tener amigos, habría la posibilidad que aparecieran algunos falsos amigos y que se aprovecharan de mí.

Continúo estudiando el proyecto de mejora de las vías públicas del sector de Hell's Kitchen, hay cinco empresas más que desean hacerse con la licitación y quiero hacer la mejor oferta para demostrarles a estas tortugas prehistóricas de la junta directica que puedo llevar esta empresa.

-Hanna, necesito que vayas a proveeduría y me recojas el presupuesto de los materiales que solicite para el proyecto de Hell's Kitchen. En la mañana pedí esa información y no me la han enviado a mi correo – Le pido a mi asistente.

-Inmediatamente señorita Steele – Ella es de las pocas personas que tienen fe en mí, así como José. Cristian se siente celoso de él, él sabe más que nadie que yo no tengo ojos más que para él, Cristian ha sido el amor de mi vida.

Una hora después Hanna aparece con la información que le pedí, claro esta que estoy muy molesta por la tardanza.

- ¿Hanna, por qué has tardado tanto? - La increpo, aunque presiento que no es su culpa.

-Nadie en proveeduría quería darme el presupuesto, luego me dirigí al jefe del departamento y este me hizo buscar la información hasta una pila de papeles y recién lo encontré –

-Bien Hanna. Lo siento por hablarte de esa manera, imaginaba que no es tu culpa. Ahora envía un correo a todas las jefaturas de departamento, convocándolos a una reunión a las dos de la tarde. No hay escusa de faltar. Me importa una mierda si a esa hora van a almorzar. No quiero escusas – Estoy muy molesta y voy a tomar al toro por los cuernos, Cristian tiene razón si voy a hacerme cargo de la empresa tengo que hacerme respetar.

A la una treinta estoy dirigiéndome al salón de juntas, el corazón me palpita desaforado, me siento a la cabeza de la mesa, en el momento que tomo mi lugar mi móvil anuncia una llamada entrante, al tomarlo sonrío porque identifico a mi padre.

- ¡Hola, señor Steele! –

- ¿Qué sucede que me llamas con mi apellido? Me he enterado de que has convocado a una reunión de jefes de departamento- Pregunta preocupado.

- Padre algún día me haré cargo de esta empresa, sé que por ahora es por accidente. Pero tengo que darme a respetar, estas personas no me toman en serio y le faltan el respeto a la empresa al no darme lo que pido cuando se necesita...- Le cuento la licitación que esta en juego y lo sucedido con el jefe de proveeduría.

-Hija, te respaldo en tus decisiones y si fue Thomas Hyde quien me llamó para quejarse y honestamente estoy deseando cancelar nuestra sociedad y sacarlo de la junta de accionistas, le haré una propuesta de compra. Llámame al terminar la reunión. Te amo hija y estoy orgulloso de ti – Con esas últimas palabras cuelga la llamada y veo ingresar a Sawyer y a Ryan mi seguridad personal.

Son la una y cincuenta y cinco y nadie ha llegado todavía, Hanna esta a mi lado y la veo nerviosa y yo que hecho humo por las orejas. Diez minutos después me levanto de la mesa con Hanna y mi seguridad tras de mi quisieron jugar con fuego y se han quemado, entro en mi oficina sola; respiro hondo cuento hasta cien y llamo a Hanna.

-Hanna, ven a mi oficina – En menos de cinco minutos la tuve sentada frente a mí.

-Dígame señorita Steele – Ella se acomoda para escribir en su Tablet.

-Quiero que te cerciores si todos los jefes de departamento recibieron tu correo y si estaban en sus puestos de trabajo en el momento que convoqué la reunión, si es así. Ya que todos serán despedidos. Luego prepara las cartas para que Sawyer junto a Ryan y dos más de seguridad los acompañen a todos con sus pertenencias fuera del edificio- Ella me mira con los ojos bien abiertos.

- ¿E...e.... está segura? – Mira cree que me he vuelto loca.

-Si son capases de boicotear mi trabajo es por que no son leales a la empresa. Hanna, se que soy mujer y sobre todo la hija del dueño, muchos aquí no me respetan por ello, lo de la proveeduría es urgente porque si no obtenemos proyectos rentables la empresa se va a la quiebra. Mi familia tiene mucho dinero y podemos sobrevivir ¿qué pasaría con ustedes los colaboradores? Necesito gente leal que amen lo que hacen y sean leales; que vean más haya de mi género o mi edad o que soy la futura dueña–

-Lo siento no quise cuestionarla. Haré lo que me pide –

Una hora después las cartas de despido estaban sobre mi escritorio, todos estaban en sus puestos a la hora de la reunión, la conversación con Wen, la esposa de Ross me ayuda a reafirmar mi decisión, aproveche la oportunidad para ofrecerle trabajo como jefa del departamento legal, no acepto de inmediato, pero si acepto en reunirse conmigo.

La tarde fue demasiado pesada, en algún momento después de que Hanna se marchará me quedé dormida en mi escritorio, unos fuertes brazos me levantaron de mi silla, su olor y calor me relajaron.

-Por ahora te dejaré descansar. Al llegar a casa tendrás que darme una explicación de porque te saltaste el almuerzo – Besa mi cabeza.

-Tomé el toro por los cuernos, amor – Le cuento medio dormida.

- ¡Así! ¿Y cuál es ese toro, nena? – Pregunta con curiosidad.

-Los he despedido a todos ellos, ahora los demás me respetarán –

-Algo supe de eso. ¿Me contarás? –

-Tal vez, más tarde – Después de esas palabras caigo en la inconciencia del sueño.

***

-Ana, esta dormida...no tengo mucho detalle del asunto...si le diré cuando despierte. Buenas noches, Ray-

- ¿Qué quería saber mi padre? -Le pregunto a Cristian, levantándome de la cama ya que mi estomago me esta reclamando por saltarme el almuerzo y probablemente la cena.

-Respóndeme tu primero, Ana. ¿Por qué te saltaste el almuerzo? – Pregunta molesto, él esta sentado en el pequeño sillón a un costado de la cama con mi móvil en su mano.

-Yo pregunte primero, Cristian- Trato de desviar el hecho que casi no he comido hoy.

-ANA. Te encontré dormida en tu escritorio llevas dos horas durmiendo, estas trabajando más de diez horas, casi no desayunas y te saltas tus otras comidas. ¿Qué pasaría si te enfermas? ¿Qué clase de prometido sería si lo dejo pasar? Y sobre todo tus padres me acusarían. Nena, te amo, te necesito fuerte, no sólo en carácter – Se acerca a mi y me besa con amor.

-Además no soportarías las noches de pasión que deseo bridarte todos los días, ¿entiendes lo que te digo nena? –

-Lo siento Cris. Estaba tan enojada que se me fue el apetito – Le digo con un puchero.

-Lo sé, Sawyer y Rayan me informaron de lo sucedido –

Esa noche hable con mi padre contándole todo, me comento que Thomas Hyde había convocado a la junta directiva el día siguiente, menuda sorpresa se llevaron todos cuando mi padre entro por la puerta de la sala de juntas en silla de ruedas, me dio su apoyo y les dijo a todos que si no les parecía que yo dirigiera la empresa la puerta estaba abierta y que él con gusto les compararía sus acciones a Hayde le dijo que estaba en proceso una auditoría externa ya que el jefe de finanzas y el de proveeduría se habían negado días atrás a darles los informes financieros de la empresa y luego de negarse a brindarme información necesaria para un proyecto; por último coaccionar a los otros jefes a no asistir a una reunión muy importante.

Ellos se quedaron asombrados, claro esta menos Hyde. Ese hombre nunca me ha caído bien y menos su hijo, creo que la amistad con los Grey es falsa, como un billete de diez mil dólares, sin embargo, no soy quien para decirlo. Elliot lo tiene en muy buena estima y han sido amigos de la adolescencia

La fiesta de despedida de solteros de Ethan y Elliot es este fin de semana, sólo espero que no haya strippers, no me gustaría que alguna mujer tocara a mi hombre. Como la mejor amiga de las chicas, me ha tocado organizarles su despedida de solteras, a esta fiesta irán Grace, la abuela Travelyan, la señora Kavanagh, mi madre, la señora Hyde, a esta última la invite por obligación. Cristian me advirtió que no quería estríperes en la fiesta de despedida de las chicas, no por ellas, sino que, por mí, no quiere que nadie toque lo que es suyo. Yo le advertí lo mismo.

Para la fiesta he reservado un privado en el Oak Club, el club de los famosos, lo malo es que se negaron a cerrarlo por nosotras pese a que hicimos una buena oferta, lo que nos garantizaron fue privacidad, aunque conociendo a Cristian nos pondrá un sequito de seguridad para alejar a posibles depredadores.

- ¡ANA! – Los gritos de mis dos únicas amigas interrumpen el silencio de mi oficina.

-Venimos a ver que has preparado para la despedida- Me informa Kate.

-Queremos asegurarnos de que sea divertida – Profiere Mia.

-Sabemos que los chicos no quieren que contrates Strippers – Comenta la rubia.

-Pero hemos sabido de buena fuente que ellos las tendrán- Dice Mia.

- ¡Así que emparejaremos las cosas! – Gritan ambas.

Tengo un mal presentimiento de todo esto.