Capítulo 21

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Anastasia POV

Confirmado estoy aburrida, creí que estar aquí me resultaría divertido, pero me equivoque, también esta esa sensación de que algo no va bien me extraña que Cristian no me haya enviado un mensaje para saber de mí. Los strippers que según Kate fueron patrocinados por el imbécil de Jack no me mueven ni una hormona. Las mujeres mayores se sienten un poco incomodas al igual que yo, las únicas que se divierten son Mia y Kate.

-Vamos, Ana. Diviértete – Me motiva Kate.

-Si, disfruta cuñada. Que en tu despedida habrá strippers – Me informa Mia.

- ¡Ni se les ocurra! - Sentencio.

-Elliot piensa contratar unas para Cristian – Se ríe Kate.

-Y nosotras para ti, Ana –

-Es más yo no quiero despedida de soltera – Sentencio.

Tomo asiento al lado de mi madre y converso con ella, solo hay un cuerpo que me excita y es el de mi prometido.

Realmente me estoy aburriendo, cierto que he bailado, pero sólo por que me dejen en paz, mi móvil vibra en mi pequeño bolso y lo saco, estoy desesperada por recibir algún mensaje de Cristian, de preferible que me diga que va a pasar a recogerme; mi decepción crece al ver un video de Cristian siendo arrastrado a su auto en compañía de Jack y Taylor, ¿Quién hizo el video? Es un número desconocido, como acto de venganza, emborracharse y no venir por mi me pongo a bailar y a tomarme cuanto chupito me ofrecen las chicas, mi cuerpo no da más y me ciento donde estuvieron las jefas de las familias, sólo quedamos Mia, Kate y yo.

A como puedo le envío un mensaje de audio a Sawyer para que venga por nosotras, no damos más. Le pido a Ryan que se encargue de mis amigas y que Sawyer me lleve al ático, en el camino recibo notificaciones del mismo número desconocido de antes, creo yo, las abro porque la curiosidad me carcome, las imágenes que recibo hacen que el alcohol me baje de sopetón, no lo puedo creer. Mis ojos arden, Cristian no me puede estar haciendo esto, debe ser un montaje o fotografías viejas de ambos, lo hacen para fastidiarme, para ponerme en contra del hombre que amo.

-Sawyer, puedes apurarte – No le pregunto le ordeno, él asiente con la cabeza.

Al llegar al ático bajo del auto sin esperar que mi guardaespaldas me abra la puerta, lo escucho caminar tras de mí. A como puedo digito el código de ingreso, las puertas se abren, entro en el reducido lugar en compañía de Luke, el no deja de analizarme, no obstante, se mantiene en silencio.

Al llegar a nuestra habitación esta esta entreabierta, la imagen que miro me deja en shock, un mareo me ataca estoy por caerme, sin embargo, los brazos de Luke me sostienen, Leila sonríe al saber que la observamos.

-Te lo dije Anastasia. Cristian volvería a mí. Ahora déjanos para que continuemos nuestra vida juntos –

-Ana – Es la única palabra que sale de la boca de Cristian.

-Señorita, Steele no tiene por que ver esto. Déjeme llevarla a casa de sus padres – Me pide Luke tomándome del brazo.

Me dejo arrastrar por él, no obstante, al cruzar por el estudio del que fue el amor de mi vida me detengo.

-Ya regreso – Le informo, me sigue.

Busco un sobre de papel, me quito el anillo de compromiso, no sé porque me pidió matrimonio si no me amaba, lo más seguro quería aumentar su patrimonio al unificar nuestras empresas. No le dejo nota no tengo palabras para expresar lo que siento en este momento, mi estomago me da un tirón, un sabor amargo invade mi paladar.

Sawyer me lleva en absoluto silencio a mi casa, entramos en silencio, a esta hora todos duermen, pero mi suerte parece no estar de mi lado ya que Elena esta sentada en la sala tomando algo; no estoy de humor para escucharla, pero su sonrisa no me pasa desapercibida.

Llego a mi habitación en automático me desnudo, para luego meterme en la ducha, sólo ahí me permito desmoronarme, no sé cuánto tiempo he paso ahí, hasta que escucho la voz de mi madre.

-Ana, ¿Qué ha pasado? ¿Has peleado con Cristian? – Ella me ayuda a levantarme, me niego a hablar, sólo sollozo.

- ¡Por Dios, hija, Háblame! – Niego.

-Sólo quiero dormir mamá, tal vez esto sólo sea un sueño –

La luz del día invade mi habitación, me acomodo en la cama comprobando que todo ha sido real, mis lágrimas bañan mi rostro y un espasmo me hace salir corriendo directo al sanitario para expulsar, no sé ni que, porque no he comido nada, desde ayer al mediodía.

-Yo sabía que el señor Grey no era para usted – La voz de Elena se hace presente desde la puerta del cuarto de baño. Creo que la perra esta feliz de mi desgracia.

-Elena, cierra tu boca o haré que Raymond te despida, limítate a hacer tu trabajo. Nadie te pidió que le trajeras el desayuno a Ana - La increpa mi madre.

-Lo siento señorita Steele, me retiro – Y con esa disculpa que ni ella se cree se larga de mi habitación.

-Madre no la quiero aquí, por favor – Le ruego a mi madre.

-Ana, me vas a decir ¿Qué ha pasado con Cristian? – Mi madre me pregunta mientras me ayuda a levantarme.

-Él me engaño, madre. Lo encontré en nuestra cama con Leila... ya imagínate-

- ¿Y él que te dijo? - Nada madre, ¿Qué iba a decirme? -

-No sé Ana es extraño, que no te dijera nada al verse descubierto. Le he visto como te mira, como te trata, Ana. El te ama y para lo sucedido debe haber una explicación. Ana escúchalo –

-No lo sé mamá, Leila me dijo algo que me tiene pensando, mi cabeza esta hecha un caos. ¿Papá lo sabe? –

-Supongo, pues salió muy temprano. A tu padre nunca le ha simpatizado Cristian – Se encoge de hombros.

Me como el desayuno a regañadientes, mi madre me acompaña mientras me ducho, me acuesto en la cama con la bata de baño, no tengo ganas de vestirme, mis fuerzas están minadas, por lo decido dormir, mi móvil no parado de sonar, mientras me duchaba por lo que decidí apagarlo y dormir.

Los días pasan mis padres me motivan a salir de mi habitación, claro esta que papá quiere que me distraiga con el trabajo y mamá a que vaya a hablar con Grey, he oído a mis padres discutir por esa situación y me acongoja saber que discuten por mí, pero mi cuerpo ha entrado como en un letargo.

Mi padre hizo que Luke y Rayan renunciaran a trabajar para Cristian, ahora son empleados de Steele Inc.; También Sawyer me hizo llegar hace dos días una carpeta con según él la verdad sobre toda esta situación, no la he leído porque simplemente tengo miedo de leer lo que ahí dice, no soportaría más dolor, mis ánimos están en sube y baja constante, no confío en lo que siento en este momento.

Mi padre me insta a volver a Londres y buscar una nueva vida, mi madre se niega en que acepte y yo también lo hago, esta en Londres sería sepultarme en vida haya no tengo familia ni amigos.

A la semana de lo sucedido decido leer los documentos que Luke me entrego y me llevo una sorpresa al saber que fue Cristian quien me los envió, leo documento tras documento, todo fue un montaje entre Leila y Jack, a Cristian el maldito de Jack lo drogo, Leila está en la cárcel y Jack está en fuga.

Pienso y pienso analizo todo, reconozco que me he comportado como una adolescente emocional, tengo que hablar con Cristian y que él me cuente como sucedieron las cosas, quiero escucharlo de su boca que todo fue un vil montaje de dos personas crueles que no les importa dañar a los demás con tal de lograr un propósito.

Me visto con el mejor traje que tengo y para la hora que es debería estar el Grey House, tomo mi bolso con lo indispensable y salgo de mi habitación. Tomo las llaves del auto de mi padre.

- ¿Señorita Steele dónde va? – Pregunta Ryan.

-Voy a salir e iré sola- Le advierto.

- ¡Ah y no me sigas- Le ordeno.

Entro al auto, lo enciendo para salir de la casa de mis padres a buscar a Cristian, durante el camino voy atando cabos, los strippers, drogaron a Cristian, para poder ejecutar su plan, los mensajes que Grey yo recibimos, la visita de Leila a la empresa, lo que no calza en esto es como accedieron al ático, parece que fue Jack que la hizo entrar.

Voy tan sumida en mis pensamientos que no me doy cuenta de los dos autos que tengo cerca de mi uno a mi izquierda y otro por detrás, ambos me golpean, ellos no me ven ya que las ventanas poseen vidrios polarizados; hacen señas para que me detenga, no lo hago piso el acelerador hasta el fondo, logro quitármelos por unos pocos metros, de pronto empiezan a disparar y me pongo nerviosa.

- ¡AY! – Grito de dolor una de las balas ha perforado la puerta y me ha dado en la pierna.

- ¡AY! – Vuelvo a gritar porque otra bala me ha dado en el brazo.

Comienzo por hiperventilar del miedo y del dolor que esta atacando mi cuerpo, la vista se me nubla por las lágrimas que estoy derramando, debí haber llamado a Cristian y pedirle que nos viéramos en casa, sin embargo, sigo acelerando para quitármelos.

En una curva un camión se me atraviesa trato de esquivarlos, pero pierdo el control haciendo que el auto de vueltas por la carretera, mi cuerpo se debilita y quedo inconsciente.



¡Hola Chicas! Espero estén bien. Aquí les dejo este capítulo nuevo. Este se lo dedico a mis fieles seguidoras y a las que no me siguen también.

Gracias infinitas.

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