El General Khan y los demás se encuentran reunidos en el cuartel, llegan informes de personas que se dirigen a la ciudad en busca de refugio; Lola ha podido infiltrarse en el sistema de comunicación de Gejena... lo que ha escuchado no es muy esperanzador, Gejena está reuniendo una legión de sus mejores soldados para atacar y arrasar con todos los criaderos; no quiere que quede rastro alguno de estas ciudades.

- ¿Qué propone General?. - Pregunta Leo.

- Bueno, ceñirnos a lo que ya había dicho... primero debemos prepararnos para recibir a los sobrevivientes, tenemos un plan de contingencia para estos casos pero creo que debemos ampliar la capacidad.

- Yo puedo hacerme cargo de eso. - Dice Larissa.

- Perfecto, habla con mi esposa... ella maneja los suministros de la ciudad y te podrá guiar, además tendrás a cargo a 20 hombres para preparar carpas y lo que haga falta para recibir a la gente. Debo poner en alerta roja al hospital.

- Yo le seguiré informando cualquier comunicación relevante General. - Dice Lola.

- General, permítame ayudarle reforzando las fronteras y colocando trampas por si logran entrar. - Dice Leo.

- Yo vigilaré los cielos, debo hablar con el pueblo de Drusila para ver si pueden mandar refuerzos. - Dice Gabriel.

Terminan de ultimar detalles y cada uno sale a preparar todo, quedan de encontrarse en la noche. Larissa se dirige a la casa del General y cuando llega encuentra a Gaia sentada en la entrada.

- Hola Gaia, ¿qué tal tu mañana?.

- Bien... creo.

- ¿Pasa algo?.

- Es que todo esto ha sido tan rápido, la muerte de Isa; descubrir que no soy tan normal como creía y... Jota.

- Ya entiendo, claro... viviste tantas cosas y de un momento a otro todo cambia... pero; dime la verdad... ¿qué sientes por Jota?, a propósito ¿dónde está?.

- Salió a buscar a Gabriel, Larissa... la verdad es que estoy confundida. Imagina mi situación, toda la vida o al menos desde que recuerdo he sido prostituta; he estado con muchos hombres que me han usado a su antojo. Nunca me permití sentir nada por nadie y... de un momento al otro llega este hombre diciendo que me ama, que nacimos para estar juntos y me mira de una forma que... aaaggg, me desarma por completo. - Las lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas.

- Creo que lo que sientes es amor Gaia. - Dice Larissa mientras pasa su brazo sobre ella intentando consolarla-. ¿Tienes miedo?.

- ¡NO LO SE!, no sé qué es el amor... y si fuera ¿que podría ofrecerle a Jota?, ¡MIRAME! solo soy una prostituta.

- Gaia, eres más que eso... eres una hermosa mujer y tienes todo el derecho a amar y ser amada; además... recuerda lo que hiciste por Gabriel, fue sorprendente... nunca lo había visto resplandecer así. Vamos, anímate...ven a ayudarnos a preparar lugar para recibir a los refugiados.

Gaia se calma y entra con Larissa, ambas van a buscar a Valentina, la esposa del General Khan. Valentina es una mujer de unos 50 años, con cabello blanco y una sonrisa tierna; una mamá en todo el sentido de la palabra, además tiene un carácter firme que le ha servido para llevar un matrimonio de 30 años bien vividos con el General y haber criado a 6 hijos que ya tienen sus hogares bien establecidos.

-¡Valentina!, el general me mandó a buscarte. - Dice Larissa.

Valentina sale de su alcoba y mira a las muchachas, para tener 50 es una mujer muy vital.

- Díganme chicas, ¿en qué puedo servirles?.

- El General me dijo que usted podría colaborarme para preparar las provisiones para la gente que llegue en busca de refugio, tenemos 20 hombres a nuestra disposición para armar las carpas y lo que haga falta para recibirlos.

- No se diga más...vamos a los graneros y preparemos raciones de comida, dile a los soldados que armen las carpas en la llanura a las afueras del centro de la ciudad, allí podremos defenderlos mejor en caso de un ataque.

Mientras tanto Gabriel y Jota se reúnen en el cuartel.

- Dime Gabriel, ¿pudiste comunicarte con tu aliado en la ciudad de Drusila, pueden ayudarnos?. - Pregunta Jota.

- Bueno...lo contacté pero me dijo que la ciudad estaba rodeada y que no encontraba a Náfal por ninguna parte; piensa que se encuentra con Gejena...así que deben venir para acá. Si Náfal está en esto, debemos pedirles a las ciudades que no han sido atacadas que evacúen y vengan lo más pronto posible para acá. Me pasé la mañana revisando desde el aire y todavía no se ve nada extraño, ningún vehículo aproximarse y tampoco gente.

- ¿Qué crees que deba hacer Gabriel, cómo puedo ayudar?.

- ¿Qué tal te ha ido con Gaia?.

- Todavía no me cree y no recuerda cómo usar sus dones, pero esta mañana me dejó besarla...fue tan hermoso, había soñado tanto con ese momento. - Dice Jota y Gabriel nota un brillo en sus ojos.

- Pero...eso es un gran avance ¿no?.

- No mucho, cuando la persona a la que amas no cree que puede ser amada...uno no sabe si ese beso realmente importó.

- Y ¿qué pasaría si no recordara...qué pasaría si simplemente no se enamora de ti?.

- Todo a su tiempo Gabriel, además no puedo obligarla a que me ame...ella tiene que sentirlo, solo el amor verdadero logrará que ambos acabemos de una vez por todas con Gejena y si no me ama de esa forma; pues no me temblará la mano para enfrentarlo con todas las fuerzas de las que soy capaz.

Gabriel mira la determinación de Jota.

-Yo estaré contigo siempre, aré lo que esté al alcance de mi mano para defenderte a ti y a todos los que están en esta ciudad.

Jota lo mira y estrecha fuertemente la mano de Gabriel, la decisión está tomada...de cualquier manera, preparados o no enfrentarán a Gejena y sus legiones.

En ese momento Lola entra corriendo.

-¡Destruyeron otra ciudad, al parecer Náfal va adelante matando a sus habitantes y después las legiones de Gejena terminan el trabajo destruyéndolo todo desde los cimientos!. No están dejando piedra sobre piedra.

Gabriel sale corriendo y alza el vuelo, Jota sale detrás junto con Lola...ambos corren buscando al general, cuando lo encuentran el General Khan está en una tarima dando un discurso, casi toda la ciudad se encuentra en la plaza y los demás escuchan el mensaje por radio.

-¡Pueblo de Nob!, estamos reunidos aquí porque vienen tiempos difíciles; Gejena y sus ejércitos están masacrando a la gente de los otros criaderos y destruyen las ciudades para que nadie pueda reconstruir, por esa razón les pido su colaboración para que reciban en sus granjas a todo aquel que llegue a la ciudad en busca de refugio, todo hombre fuerte y sano deberá pasar al cuartel para recibir dotación...todos y cada uno de nosotros deberá proteger a mujeres y niños...SOBRE TODO A LOS NIÑOS.

En ese momento Gabriel desciende y se para al lado del General, todo el mundo se asombra.

- Mi nombre es Gabriel y soy un Guardián Protector, necesitaré de toda su ayuda para defender la ciudad; no debemos dejar ninguna brecha ¿contamos con ustedes?.

Toda la gente grita y estalla en júbilo, ver a Gabriel ha inyectado fuerza y esperanza en sus corazones, Jota y Lola se alegran. El día ha terminado, es hora de ir a casa, mientras cenan todos comentan lo que han hecho, todavía hay paz y pueden gozar de un momento de alegría...al menos por un tiempo más.

Esa noche Gaia vuelve a soñar, esta vez se vejugando con la naturaleza, el agua corre por sus dedos y hace figuras en sumano, esta vez su sueño es tranquilo.,"᪂