Náfal y sus hombres avanzan aniquilando a todo ser humano que salga a su paso, ya no importa nada... la orden es destruir. Gejena y su legión van detrás terminando el trabajo, el odio que sienten por las personas se manifiesta con libertad... en las calles solo ves sangre y cadáveres. Los pocos sobrevivientes se dirigen a la ciudad de Nob, donde han escuchado que les darán refugio y podrán protegerlos; se esconden en los bosques y caminos alternos a las carreteras para no ser vistos, las ciudades que no han sido atacadas se preparan para evacuar.

Gabriel cuida desde el cielo los caminos cerca de Nob y trae noticias al General Khan sobre los primeros avistamientos de personas buscando refugio.

- General debemos estar listos para recibir a la gente y por la cantidad que he podido ver, no vamos a dar abasto.

- Tienes razón Gabriel, debemos tener un plan alterno y ayudar a los habitantes de Tecoa que fueron de los primeros en ser atacados para que lleguen primero, por suerte hay túneles en las montañas que conectan tramos entre ciudades, esto lo hicimos con el fin de estar preparados para un ataque o para esconder a los niños cuando venían los reclutadores, voy a enviar a un equipo de 10 hombres para que comiencen a seleccionar a la gente que viene y que en camiones traigan a los heridos.

- Necesito ir más lejos, por ahora solo he vigilado los límites de la ciudad y los caminos principales, pero intentaré parar el avance de Náfal y su gente, al menos un poco para darles tiempo de llegar a los heridos y a los exiliados.

- Eso es muy peligroso Gabriel, te necesitamos aquí...tu presencia motiva a la gente, ¿piensas ir solo?.

- Tengo una pelea pendiente con Náfal desde hace mucho tiempo, creo que cuando se mira al espejo me recuerda... es hora de terminar lo que empecé. - Dice Gabriel mientras mira fijamente su espada.

- Es una locura Gabriel, sé que eres un protector pero no vayas solo...un soldado siempre necesita apoyo y lo sabes.

- Yo iré con él. - Dice Leo desde el otro lado de la oficina-. Puedo colocar muchos explosivos que acabaran con unos cuantos antes de llegar a la ciudad.

- Listo General, ya tengo apoyo...ahora voy a avisarles a Jota y a los demás, será cosa de 3 días así podremos hacer suficiente daño al ejército de Gejena...y evitaremos que lleguen tan rápido, recuerde que debemos hacer tiempo por si el pueblo de Drusila puede enviar refuerzos.

El General lo mira no muy convencido, no cree que los refuerzos lleguen pronto ya que la ciudad de Drusila queda al otro lado del continente; es muy poco probable que lleguen rápido.

- Bueno Gabriel, confiaré un tu buen juicio y les desearé lo mejor a ambos; nos vemos esta noche en la cena antes de que salgan de la ciudad.

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En un lugar en las montañas...

Mientras tanto Náfal ha preparado un lugar para descansar con sus hombres, sabe que la gente está yendo hacia Nob en busca de refugio y aprovecha el tiempo para recuperar fuerzas antes de seguir con la matanza, ha disfrutado mucho el ejecutar a niños y mujeres...además hace tanto tiempo deseaba erradicar de una vez por toda a todos los "gusanos" que profanan su mundo. Detesta a todo ser vivo, esta tierra era un muy bonito infierno antes de su llegada y aunque ahora se parece mucho a lo que fue, sin ningún ser humano...será todo un "paraíso".

- Jefe, ¿vamos a la próxima ciudad o nos vamos directo a Nob?. - Le pregunta su segundo al mando, sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Eh?, directo a Nob... allá los encontraremos a todos y podremos entretenernos con una muy buena matanza, por ahora comamos algo y descansemos, debemos estar fuertes para enfrentar a Gabriel; mi señor dijo que lo vio y que está con el hijo de Syra.

- ¿Un ángel protector y el hijo de Syra?, jajaja...se pusieron en "bandeja de plata"; aquí un protector no tiene energía suficiente para enfrentarnos, el mal es más poderoso que un protector.

- ¡NO TE CONFÍES!, tienen un arma poderosa contra nosotros, espero que aún no sepan cómo usarla...

- ¿Qué arma?.

- Ellos tienen a Gaia. - Dice Náfal en tono sombrío.

Todo su equipo se queda mirándolo incrédulo, se suponía que Gejena la había destruido hace mucho tiempo. Se miran unos a otros con cierto temor.

- Es importante llegar a Nob y destruirlos a todos, pero si ven a Gabriel, me lo dejan a mí... él y yo tenemos una lucha pendiente. ¿ Qué hay para cenar?.- Pregunta Náfal.

- Trajimos a unos muchachos muy tiernos, ya deben estar listos...tendremos una buena cena hoy.

Todos se ríen y se animan... hace tanto que no probaban carne humana, ya los críos jóvenes no abundan y han tenido que conformarse con carne de animales. Náfal sonríe y en su mente anhela encontrarse pronto con Gabriel, así podrá acabarlo de una vez por todas.