- ¡DESPIERTA DORMILONA!, (me grita Isa que ya se ha preparado para salir).

- ¿Qué horas son?.

- Las 3 pm, ¿es que no piensas trabajar? - me mira con esos ojos profundos de color café y con una voz más grave de lo usual-.

- Jajaja, ¡claro que voy a trabajar!, o ¿se te olvida qué día es hoy? hoy hablo con Hadad para comprarle mi libertad, no quiero permanecer un segundo más en esta ciudad.

Veo que Isa se entristece y me mira con dolor.

- Creí que no lo ibas a hacer, ¿piensas dejarme sola?. - Me dice Isa con lágrimas en sus ojos.

- Isa te quiero mucho, pero sabes que esto no es vida para mí. Hace tanto sueño con irme, cambiar de vida... me niego a resignarme a pensar que no hay nada mejor para mí, para ambas.

Miro a Isa con la esperanza de que venga conmigo.

- Sabes que no sé hacer otra cosa, ¡MIRAME!, en algunas ciudades y por el veto solo soy una rareza que debe erradicarse, ¿qué haría para vivir?.

El veto, había olvidado eso, fuera de Sedom un transgénero y todo lo que empiece con bi, lesv, homo, es castigado severamente. Pero a los que proclaman esa ley no les importa venir aquí a usar los servicios de todos ellos... o de prostitutas como yo.

Además está el problema de la marca, es un sello casi permanente que identifica a todo aquel que ha trabajado en la calle, el único que puede quitarlo es Hadad pero para hacerlo debes pagar una gran suma de dinero, por eso voy a verlo esta noche en su "oficina", el INFERUS BAR. Miro a Isa y le digo.

- Isa, sabes que hace 2 meses tomé la decisión de irme de aquí...tiempo en el que ahorré para que Hadad me quite este sello ya no soporto un minuto más en esta ciudad lúgubre que me consume cada día, la única persona que me importa eres tú pero también tengo sueños y quiero una familia, tengo que irme a donde nadie me conozca...es mi única oportunidad.

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Jota

Gabriel y yo hemos caminado todo el día buscando una pista que nos aproxime a Hadad, ya han pasado 2 meses desde nuestra llegada aquí, para poder subsistir vendimos el carro en que llegamos en el mercado negro - no queremos que ningún espía se dé cuenta de nuestra presencia-, hemos escuchado sobre un señor que domina la ciudad. Ahora recuerdo que Gabriel soborno a un policía para que nos dejara entrar, por ahora no tengo rastros ni de Hadad ni de ella y el tiempo se acaba. Esta noche vamos a probar en los bares, nos hablaron de uno muy famoso el "INFERUS BAR".