Capítulo XXIII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Blaise"

Alexander veía a Theo, que estaba sentado frente a él con la mirada pérdida mientras analizaba su vida.

-Hijo- Llamó y el lo vio- ¿Estas bien? -

Theo bajó la mirada de nuevo y lo pensó por unos segundos.

-Tú y la tía Victoria - Comenzó y Alex asintió - Blaise es mi ¿medio hermano? - De nuevo su padre asintió- Y además de todo jamás amaste a mamá-

-No, Theo, eso no es lo que quise decir. Tú madre era una mujer muy... - Alexander utilizaba toda su creatividad para encontrar una palabra.

-Puedes decirlo padre, era frívola, egoísta, mala madre, mala esposa y muy mala persona, yo lo sé y tú lo sabes- Habló Theo.

Alex le sonrió a su hijo y lo despeinó.

-A veces olvido que tienes 12 y no 40-

-El tío Reg dice que me parezco a él, siempre muy maduro- Se alegró el castaño.

-El tiene razón, pero no me cambies de tema Theodore-

-¿Qué quieres que te diga? -

-No lo sé hijo, di algo, lo que sea-

Theo pareció pensarlo un momento.

-No compartiré mis juguetes o mi habitación con Blaise- Sentenció.

Alex sonrió y abrazó así hijo.

-Quiero decirte que el no lo sabe aún, Theo, y no creo que Victoria quiera que lo sepa así que debes guardar el secreto hasta que hablemos con él y también a que decida que hacer-

-¿El debe decidir? -

-Por supuesto hijo, es su vida-

-Pero tú eres su padre-

-Sí, pero Severus lo crió, Victoria es su madre y también el debe decidir si me quiere en su vida -

-¿Estas preocupado por eso? Porque, tal vez, el no quiera estar contigo o porque ambos, Blaise y la tía Vic, no quieran-

-Sí, pero ellos deben decidir, es hora de dormir hijo, sube a tu cuarto he iré a arroparte en unos minutos-Pidió el mayor de los Nott.

Theo dudó un poco antes de levantarse y dirigirse a la salida de la sala, sin embargo se volteó a ver a su padre, sabía que estaba triste, pero se controlaba frente a él.

-Yo creo que Blaise merece un buen padre y nadie es mejor en eso que tú- Aseguró Theo antes de irse.

.    .   .

Alex sabía que no debía fumar tanto como lo hacía, era malo para su salud, mal ejemplo para su hijo, que ahora eran hijos, y tenía constantes peleas con Athenea por ello.

La señora Black no dejaba de llamarlo "Chimenea andante" y le prohibió a su hermano fumar cerca de su sobrino he hija, eso después se extendió a Pansy y Amaya por petición de Alana y luego a Draco y Ginny por petición de Lucius, ya por último Victoria se lo había pedido hace meses, le rogó que dejara de fumar, pero se negaba.

No tenía otra forma de quitarse el estrés de encima, él sentía liberación cada que lo hacía porque era el único momento en que los demás lo dejaban solo.

Ahora no era la excepción, estaba en el balcón de su casa fumando su quinto cigarrillo del día por los nervios que tenía.

-Odio ese olor- Declaró Regulus colocándose frente a el.

-¿Y qué haces aquí entonces cuñado? -

-Athenea dijo que si no logro que, y cito "Tengas pantalones para ir a hablar con Victoria y dejes de ser una nenita" entonces dormiré afuera por un mes-

Alex sonrió por primera vez desde que habló con Victoria.

-Sí, ella tiene ese efecto en las personas- Respondió sin ánimos.

-Alexander debes hablar con ella-

-¿Y qué le diré Reg? No le puedo decir que aproveché que estaba borracha y en un momento de debilidad para sacarle una verdad que luchó 12 años en guardarme -

-No con esas palabras, dile que hablaste con ella y te lo dijo-

-Ella no me va a creer-

-Bueno pues ve y enfrenta las consecuencias de tus acciones Alexander-

-Sería más fácil si Nea lo hiciera por mi-

-Debes madurar Alex, no siempre va a estar Athenea para cuidarte y arreglar tus problemas, algún día ella se va a cansar - Advirtió Reg.

-Es que yo realmente no se como vivir sin ella ¿Sabes? Y ahora tampoco sé cómo hablar con Vic, ni cómo ver a Blaise a los ojos, ni siquiera supe que hacer cuando vi la decepción en los ojos de mi hijo cuando le dije que le fui infiel a su madre-

Reg suspiró cansado, sabía que Alex nunca fue ni será la persona más madura del mundo, pero merecía una oportunidad.

-Bien, voy a ser tu hermano por esta vez, pero solo esta vez- Comenzó Regulus - No debes planear como hablar con Victoria, búscala y dile lo que sientes por ella desde hace más de 20 años, dile lo que realmente sientes, no lo que escribes en un papel-

>>Blaise... El es un buen chico, créeme, te va a perdonar, no tienes realmente mucha culpa aquí, pero debo decir que estábamos muy ciegos para no verlo<<

Alex sonrió y asintió ante esto.

-Hasta Artemis se dio cuenta-

-Mi hija es muy perceptiva, me da mucha más vergüenza que Draco, despistado, Malfoy lo supiera y nosotros no-

>>Pero como decía, debes hablar con él y decirle lo que realmente quieres, darle opciones, tratarlo como tu hijo, porque es lo que es<<

>>Y sobre Theo... Alex él es muy maduro para su edad, él sabe que en un matrimonio hay altibajos y que se cometen errores, por ahora va a estar herido, pero lo va a superar<<

Alex suspiró y asintió, tiró el cigarrillo por el balcón.

-Gracias a Merlín, ya me estaba ahogando- Habló Regulus tosiendo.

-Iré a casa de Vic, si Athenea o Theo preguntan diles qué no me esperen- Pidió el de ojos verdes.

-¡Tío Alex! -

Artemis de nuevo se materializó frente a las sombras que rodeaban la entrada del balcón.

-¡Artemis! - Regañaron los dos hombres.

-Solo pasaba por aquí y escuché casualmente tu predicamento y vengo a ayudar- Respondió la chica.

-Bien dilo - Pidió Alex.

-Dos cosas, lleva flores -

-Victoria odia las flores- Recordó Alex.

-Son para Blaise- Explicó la niña - Y número dos no vayas a la casa Zabini, ellos están en la mansión Prince-

-¿Y tú como sabes? - Preguntó Reg.

Artemis sonrió y comenzó a entrar en la casa.

-¡Artemis! - Llamó Reg.

-Puede o no que mande a mis sombras a investigar cuando me interesa una información - Respondió con simpleza la niña antes de entrar.

-Esa niña me llena de orgullo- Declaró Alex antes de irse.

.   .   .

El señor Nott se apareció frente a la mansión Prince, se acercó a la entrada y un elfo apareció.

-Tengo órdenes de no dejarle entrar señor Nott- Explicó el pequeño elfo.

-O te quitas o te lanzo a ese lago- Respondió Alex señalando al lago.

-Órdenes son órdenes- Recordó el elfo.

-Y yo te retiro esa orden- Habló Amaya.

La pequeña Parkinson bajaba por la ladera de la casa con una sonrisa. Se instaló frente al elfo y lo vio de mala gana.

-¿Hablé en chino? ¡Déjalo entrar! - Exigió la niña.

Rápidamente el elfo le dio paso a Alex que entró y vio a su sobrina.

-¿Porqué te obedece? - Preguntó - Creí que le era fiel a Severus-

-Y lo es, pero por alguna razón siempre que vengo aquí me hace caso y sigue mis órdenes - Amaya comenzó a caminar de vuelta a la casa seguida por su tío.

-¿Y qué haces aquí? - Preguntó el mayor.

-Theo me escribió, dijo que Artemis le dijo que viniera aquí y que estuviera atenta a la entrada, dijo que cuando fuera necesario debería dejarte entrar- Explicó.

-Esa Black es muy lista- Murmuró Alex.

Ambos entraron en la casa de Severus sin hacer mucho ruido, sabían que el debería estar en su laboratorio al otro lado de la mansión, pero alguien podría decirle.

-¿Y él no sabe qué estas aquí? -

-No realmente, di la orden de no decirle a nadie de mi presencia, ahora debo irme a distraer al tío Sev-

-¿Qué harás? -

-Preguntas sobre pociones, le encanta hablar de eso con alguien que entiende-

La niña castaña subió al laboratorio de Severus, en el otro extremo de la casa y en el cuarto piso.

-¿Y ahora donde voy? - Se preguntó el pelinegro.

Suspiró y decidió ir a ver a Victoria, supuso que está se encontraría en su habitación así que ahí se dirigió.

Al entrar la encontró sentada en un sofá leyendo un libro mientras tomaba té para la resaca.

-Severus ya te dije que estoy bien, solo me duele la cabeza - Habló la mujer sin ver quien era.

-Lamento desilusionarte, pero no soy el murciélago de las mazmorras - Respondió el Nott entrando.

La sangre de Victoria se congeló, su cuerpo se tensó y no tenía el valor de mover su cuello unos centímetros para confirmar la identidad de esa voz.

-¿No respondes? - Preguntó Alex sentándose frente a ella.

Victoria lo veía con algo de enojo con claras señales de recordar todo lo que pasó ayer, pero sin querer decirlo en voz alta.

-¿Qué? Creíste qué el elfo me iba a detener? - Bromeó Alex.

-Odio la flores - Declaró Victoria viendo el ramo en manos de Alex.

-Que bien porque estas no son para ti, son para Blaise-

Victoria lo vio con una ceja alzada y luego rodó los ojos.

-Y ahí está la prueba de que no conoces a mi hijo en lo absoluto, el odia las rosas, sus flores favoritas son los tulipanes y tiene que ser verdes como sus ojos o no le gustan-

Alex vio el ramo con una mirada de confusión, sin embargo tomó su varita y lo cambió por completo.

-Está listo- Contestó.

-Lárgate de aquí- Pidió Victoria tratando de volver a su lectura.

-Vic... Quiero hablar, de verdad-

La morena vio a Alex con algo de desconfianza.

-Bien, tienes 5 minutos-

-Soy el padre de Blaise, merezco más de 5 minutos-

-No, el padre de Blaise es Severus-

-¡Porqué no me diste elección! ¡De haberlo sabido... -

-¡De haberlo sabido ¿Qué?! ¡¿Qué ibas a hacer?! ¿Ibas a abandonar a tu familia? ¡No! -

-¡Pude haber estado con él! ¡Y contigo también! -

-No me hagas reír Alexander, ni siquiera eres un padre para Theo, el te admira y respeta sí, pero quien lo crió siempre ha sido Regulus-

Alexander la vio con una mirada de dolor y enojo.

-Quiero que te vayas ahora mismo, no quiero que le hables a mi hijo y no quiero que lo veas tan siquiera -

-¡El también es mi hijo! -

-¡No! Su padre es Severus Snape, yo soy su madre y el lo tiene que saber nada-

-Ya es tarde-

Los dos adultos voltearon a ver al niño en la puerta. Blaise los veía a ambos con lágrimas en sus ojos.

-No quería espiar, estaban gritando muy fuerte- Se defendió el niño.

-Mi amor, no deberías estar aquí- Dijo Victoria acercándose a él.

Son embargo cuando se acercó Blaise la separó de inmediato.

-Eres una mentirosa- Le dijo con enojo.

-No Blaise, tú madre solo quería protegerte- Comenzó Alex en defensa de  Victoria.

-¡No te metas! - Gritaron ambos Zabini.

Blaise dirigió de nuevo su atención a su madre.

-¡Me dijiste que mi padre había muerto!- Reclamó.

-Lo sé bebé, lo siento-

-¡Me hiciste llorar y extrañar a un hombre del cual no llevo su sangre! -

-Lo siento Blaise- Se volvió a disculpar Victoria.

-¿Y eso de que me sirve ahora? -

Blaise salió de la habitación dando un gran portazo antes de irse.

-¡¿Ves lo que provocas?! - Le gritó Victoria a Alex antes de salir tras su hijo.

Alex se quedó ahí, viendo las flores con tristeza, nada salió como lo planeó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro