"C y A Pierce"
Mansión Pierce, agosto 25 de 1992.
Artemis salió de las sombras quedando así enfrente de la entrada de la casa de Damián.
Un elfo doméstico a quien ella identificó como "Guba" el cuidaba de Damián cuando era un bebé según el le había dicho.
-Señorita Black, no sabía de su visita- Saludó dejándola entrar.
-Es sorpresa ¿Dónde está Damián? - Preguntó Artemis.
-En su despacho, pidió que no lo molestara nadie -
-Dudo que esa regla se aplique para mi-
Artemis siguió su camino y subió las escaleras hasta el último piso, tomó las escaleras al ático el cual Damián había convertido en su despacho privado en el que nadie entraba.
Artemis entró sin tocar y cerró la puerta, Damián ni siquiera levantó la vista de los papeles que leía.
-Clarissa te dije que no entraras aquí, hablaremos esta noche en la cena - Dijo.
-Yo no soy Clarissa mi Cuervo -
Damián levantó la vista de inmediato y vio a la chica con una sonrisa.
-Gracias al cielo- Dijo.
El elfo Guba apareció en el despacho y vio con temor a Damián.
-Mi lord, ella entró y no pude hacer nada- Dijo
-No pasa nada Guba, Artemis Black puede entrar, salir y disponer de cualquier cosa en esta casa, ella tiene tanta autoridad sobre ti y sobre todos como yo - Declaró Damián
-Me siento importante - Bromeó Temis
La pelinegra se sentó sobre el escritorio de Damián y tomó uno de los libros que el tenía por ahí regados.
-Cómo ordene mi señor -
-¡GUBAAAA! ¡PREPÁRAME UN BAÑO!- Gritó la voz de Clarissa desde alguna parte de la mansión.
El elfo se veía desdichado antes de atender el llamado de su ama.
-El pobre va a morir - Declaró Artemis- ¿Qué tu esposa no tiene manos para hacer las cosas? -
-Al parecer le cuesta demasiado y utiliza la excusa de su embarazo - Explicó Damián sentándose.
-¿Cuánto lleva ya? - Preguntó la chica Black.
-Seis meses-
-Estoy segura que se ve adorable con su barriga-
Damián sonrió ante la obvia burla de Artemis porque Clarissa no paraba de quejarse de lo gorda que iba a estar.
-En realidad... -
-¿Porqué tienes libros sobre embarazos?- Preguntó Artemis viendo qué todos los libros en el escritorio son del mismo tema.
-Por eso... Yo... Sospecho algo- Explicó
-¿Me dirás o te leo la mente? -
Damián se levantó y suspiró antes de sentarse junto a Artemis en el escritorio.
-Verás corazón, hace una semana ella se cayó en la ducha y no quiso ir al sanador - Explicó
-¿No insististe? -
-Lo hice, pero dijo que estaba bien y la verdad no me importó, pero ahora me he dado cuenta de algo y espero estar equivocado -
-¿En qué piensas D? -
Damián la vio a los ojos y tenía sus orbes azules cristalizados.
-El bebé no se mueve desde entonces -
Artemis abrió la boca mientras Damián intentaba secar sus lágrimas. La chica se quitó sus típicos guantes de cuero y los puso en el escritorio, secó las lágrimas de su amigo con cuidado mientras el intentaba contener las que no habían salido.
-Voy a ir por Allan- Dijo Artemis poniéndose de nuevo sus guantes.
Damián tomó su mano antes de que colocará el otro guante y besó el anillo que él le había dado y que Artemis utilizaba todo el tiempo.
-Qué sea Victoria, no quiero que el tenga esa carga - Pidió.
-Ya lo sé, pero vas a necesitar a Allan y Chris en esto-
-Solo te necesito a ti -
Artemis asintió, no tenía el corazón para irse así que rodeó el escritorio y se sentó en la silla de Damián.
Tomó pergamino y escribió notas a su tía para que viniera, a su hermano y a Chris para que ambos se presentarán lo antes posible.
-Gracias, no tenía la fuerza para hacerlo- Le dijo Damián mientras las lechuzas se alejaban.
-Yo siempre voy a ser la fuerte cuando lo necesites D-
-Lo sé A, pero aún así no dejo de agradecerte - Damián se levantó y secó sus lágrimas - Vamos, no quiero esperar aquí - Pidió
-¿A dónde iremos? -
-A tu cuarto, no lo has visto -
Ambos bajaron y Damián la guió por un pasillo hasta llegar a una gran puerta de roble con su nombre grabado en ella "Artemis Black"
-Me preparaste una habitación- Le dijo antes de abrazarlo.
-Creí que la ibas a necesitar si vas a pasar algunos días aquí-
-Nunca dije que iba a pasar aquí días, no soportaría tanto a tu esposa -
Damián se rió y asintió en comprensión, al entrar Artemis vio que todo estaba decorado tal y como a ella le gustaba, salvo el armario que estaba lleno de ropa de hombre.
-Puede que haya estado durmiendo aquí- Se explicó Damián avergonzado.
-Sí... Lo noté, gracias por esto Cuervo-
-De nada pequeña Grimm-
Una hora después Allan y Chris llegaron a la vez a la casa, entraron corriendo y un elfo diferente los recibió.
-El amo me pidió que les dijera que el y la ama Black los esperan en la habitación de la ama-
-¿De Clarissa? - Preguntó Chris.
-De Artemis- Corrió Allan obvio.
El elfo los guió hasta la habitación y ambos entraron encontrando a Damián con su cabeza en las piernas de la chica mientras ella lo acariciaba.
-Logré que durmiera hace unos 20 minutos así que no hagan ruido-
-Lo mataré - Murmuró Allan
-¿Qué pasó? - Preguntó Chris ignorando a Allan.
-Se los voy a decir ahora que esta dormido porque necesito que ustedes me ayuden a que el este bien ¿Entendido? - Ambos asintieron- Clarissa se cayó hace una semana y... El bebé no se mueve desde entonces-
Allan no necesitaba escuchar más para saber perfectamente de que se trataba mientras que Chris sólo bajó la cabeza con tristeza.
-¿Quiere que la... - Comenzó Allan.
-No, la tía Vic viene para acá, ustedes solo sean sus amigos ¿Entendido? -
-Mal momento para que Ross he Iván estén en África -
Allan y Artemis vieron a Chris.
-¿Qué hacen en África? - Preguntó Temis.
-¿Cómo es que Ross pensó que Iván sobrevivirá a África? - Preguntó Allan.
En ese momento Damián pegó un brinco al despertar y se levantó rápido.
-El bello Durmiente despertó - Anunció Chris.
-Muy gracioso ¿Hace cuanto llegaron? -
-Unos minutos, Chris nos contaba que Ross he Iván están en África - Contó Allan evitando la confesión de Artemis.
Damián se levantó y se acomodó el traje rápidamente, luego el cabello y luego evitó la mirada de Allan.
-Debo decirles algo-
Después de explicarles lo que pasó el elfo doméstico que recibió a los dos hombres entró de nuevo explicó que Victoria Zabini esperaba en el recibidor.
-Hazla pasar - Pidió Artemis.
-Sí ama-
El elfo salió de ahí rápidamente y corrió a traer a la señora Zabini a la habitación.
-¿Qué es tan urgente que tuve que dejar a mi hijo? - Preguntó entrando.
-Por favor, Blaise lleva un mes sin hablarte - Le dijo Allan.
-Y nadie lo culpa - Le dijo Artemis y el asintió.
Victoria vio mal a sus dos sobrinos y luego los ignoró mientras Damián le contaba y Chris la guiaba.
Al entrar en la habitación Clarissa estaba acostada con su vientre hacia arriba leyendo un libro.
-¿Qué hacen aquí? - Preguntó con algo de mal humor.
-La sanadora Zabini te va a revisar y no vamos a escuchar excusas -
-Nuestro hijo está bien - Recordó Clarissa.
Los otros tres eñse quedaron en el marco de la puerta sin deseos de entrar.
-Solo van a ser dos segundos querida- Aseguró Vic.
Clarissa pidió que todos, incluso Damián, salieran de la habitación.
-Respira D- Recordó Artemis cuando después de 5 minutos Victoria no salía y Damián aguantaba la respiración.
-¿Qué? Ah si-
Damián comenzó a respirar con normalidad mientras Chris intentaba calmarlo y Allan se acercó a Artemis.
-Algo no está bien - Murmuró viendo a la chica y ella asintió.
-Lo sé, las sombras no dejan de hablar-
Victoria salió de ahí y Artemis sentía su sangre correr muy rápido, su corazón latía mucho más rápido de lo usual y su sombra estaba nerviosa. La chica se acercó a Damián y tomó su mano.
-Lo siento Damián, los bebés no tienen latidos -
Damián bajó la cabeza de inmediato tratando de contener las lágrimas.
-¿Dijo bebés? - Preguntó Chris.
-Eran gemelas -
Damián salió de ahí caminando por el pasillo.
-Chris ve con Clary- Pidió Allan.
Chris dudó por unos segundos, estaba entre su hermano y su mejor amiga, pero sabía que su hermano no estaba solo en cuánto vio a Artemis correr tras el.
Chris entró en la habitación encontrando a su amiga llorando.
-Tendré que hacer una extracción- Le dijo Victoria a Allan.
-Lo sé, entra, yo te voy a ayudar, voy por el equipo-
Artemis siguió a Damián hasta su despachó y cerró la puerta al entrar tras de él.
-Quiero estar solo Artemis - Pidió.
-No, sólo quieres estar sin ellos, pero yo no soy ellos-
Damián se sentó en su silla y Artemis frente a él en el escritorio.
-De alguna forma lo sabía, pero quise creer que era mentira-
-Lo sé Damián -
-Eran dos niñas... Eran mis niñas -
Artemis se levantó y lo abrazó mientras el ocultaba su rostro en el vientre de la chica.
-¿Cuáles eran sus nombres? - Preguntó.
A ella le había ayudado mucho el llamar a su madre por su nombre, pues así sabía que fue una persona real y no sólo estaba en su memoria como si fuera un fantasma.
-No lo sé -
-Sí, lo sabes -
Damián se alejó y vio a Artemis a los ojos, tomó aire y se decidió a contestar.
-Alexia y Cristina -
Artemis sonrió, antes de abrazarlo de nuevo.
-Bien... Alexia y Cristina siempre van a estar contigo D-
-Ellas no me conocieron -
-Yo nunca conocí a mi madre, pero sé que Diana Avery - Black me cuida todo el tiempo -
Damián la abrazó aún más fuerte y comenzó a llorar como si fuera un niño pequeño.
Nota:
Ya extrañaba esta historia, pero en mi defensa ya la terminé todita 🥺
Me dolió mucho que Damián si quería a sus hijas, pero no las pudo conocer.
En memoria de Cristina y Alexia Pierce.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro