Capítulo XXVI

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"C y A Pierce"

Mansión Pierce, agosto 25 de 1992.

Artemis salió de las sombras quedando así enfrente de la entrada de la casa de Damián.

Un elfo doméstico a quien ella identificó como "Guba" el cuidaba de Damián cuando era un bebé según el le había dicho.

-Señorita Black, no sabía de su visita- Saludó dejándola entrar.

-Es sorpresa ¿Dónde está Damián? - Preguntó Artemis.

-En su despacho, pidió que no lo molestara nadie -

-Dudo que esa regla se aplique para mi-

Artemis siguió su camino y subió las escaleras hasta el último piso, tomó las escaleras al ático el cual Damián había convertido en su despacho privado en el que nadie entraba.

Artemis entró sin tocar y cerró la puerta, Damián ni siquiera levantó la vista de los papeles que leía.

-Clarissa te dije que no entraras aquí, hablaremos esta noche en la cena - Dijo.

-Yo no soy Clarissa mi Cuervo -

Damián levantó la vista de inmediato y vio a la chica con una sonrisa.

-Gracias al cielo- Dijo.

El elfo Guba apareció en el despacho y vio con temor a Damián.

-Mi lord, ella entró y no pude hacer nada- Dijo

-No pasa nada Guba, Artemis Black puede entrar, salir y disponer de cualquier cosa en esta casa, ella tiene tanta autoridad sobre ti y sobre todos como yo - Declaró Damián

-Me siento importante - Bromeó Temis

La pelinegra se sentó sobre el escritorio de Damián y tomó uno de los libros que el tenía por ahí regados.

-Cómo ordene mi señor -

-¡GUBAAAA! ¡PREPÁRAME UN BAÑO!- Gritó la voz de Clarissa desde alguna parte de la mansión.

El elfo se veía desdichado antes de atender el llamado de su ama.

-El pobre va a morir - Declaró Artemis- ¿Qué tu esposa no tiene manos para hacer las cosas? -

-Al parecer le cuesta demasiado y utiliza la excusa de su embarazo - Explicó Damián sentándose.

-¿Cuánto lleva ya? - Preguntó la chica Black.

-Seis meses-

-Estoy segura que se ve adorable con su barriga-

Damián sonrió ante la obvia burla de Artemis porque Clarissa no paraba de quejarse de lo gorda que iba a estar.

-En realidad... -

-¿Porqué tienes libros sobre embarazos?- Preguntó Artemis viendo qué todos los libros en el escritorio son del mismo tema.

-Por eso... Yo... Sospecho algo- Explicó

-¿Me dirás o te leo la mente? -

Damián se levantó y suspiró antes de sentarse junto a Artemis en el escritorio.

-Verás corazón, hace una semana ella se cayó en la ducha y no quiso ir al sanador - Explicó

-¿No insististe? -

-Lo hice, pero dijo que estaba bien y la verdad no me importó, pero ahora me he dado cuenta de algo y espero estar equivocado -

-¿En qué piensas D? -

Damián la vio a los ojos y tenía sus orbes azules cristalizados.

-El bebé no se mueve desde entonces -

Artemis abrió la boca mientras Damián intentaba secar sus lágrimas. La chica se quitó sus típicos guantes de cuero y los puso en el escritorio, secó las lágrimas de su amigo con cuidado mientras el intentaba contener las que no habían salido.

-Voy a ir por Allan- Dijo Artemis poniéndose de nuevo sus guantes.

Damián tomó su mano antes de que colocará el otro guante y besó el anillo que él le había dado y que Artemis utilizaba todo el tiempo.

-Qué sea Victoria, no quiero que el tenga esa carga - Pidió.

-Ya lo sé, pero vas a necesitar a Allan y Chris en esto-

-Solo te necesito a ti -

Artemis asintió, no tenía el corazón para irse así que rodeó el escritorio y se sentó en la silla de Damián.

Tomó pergamino y escribió notas a su tía para que viniera, a su hermano y a Chris para que ambos se presentarán lo antes posible.

-Gracias, no tenía la fuerza para hacerlo- Le dijo Damián mientras las lechuzas se alejaban.

-Yo siempre voy a ser la fuerte cuando lo necesites D-

-Lo sé A, pero aún así no dejo de agradecerte - Damián se levantó y secó sus lágrimas - Vamos, no quiero esperar aquí - Pidió

-¿A dónde iremos? -

-A tu cuarto, no lo has visto -

Ambos bajaron y Damián la guió por un pasillo hasta llegar a una gran puerta de roble con su nombre grabado en ella "Artemis Black"

-Me preparaste una habitación- Le dijo antes de abrazarlo.

-Creí que la ibas a necesitar si vas a pasar algunos días aquí-

-Nunca dije que iba a pasar aquí días, no soportaría tanto a tu esposa -

Damián se rió y asintió en comprensión, al entrar Artemis vio que todo estaba decorado tal y como a ella le gustaba, salvo el armario que estaba lleno de ropa de hombre.

-Puede que haya estado durmiendo aquí- Se explicó Damián avergonzado.

-Sí... Lo noté, gracias por esto Cuervo-

-De nada pequeña Grimm-

Una hora después Allan y Chris llegaron a la vez a la casa, entraron corriendo y un elfo diferente los recibió.

-El amo me pidió que les dijera que el y la ama Black los esperan en la habitación de la ama-

-¿De Clarissa? - Preguntó Chris.

-De Artemis- Corrió Allan obvio.

El elfo los guió hasta la habitación y ambos entraron encontrando a Damián con su cabeza en las piernas de la chica mientras ella lo acariciaba.

-Logré que durmiera hace unos 20 minutos así que no hagan ruido-

-Lo mataré - Murmuró Allan

-¿Qué pasó? - Preguntó Chris ignorando a Allan.

-Se los voy a decir ahora que esta dormido porque necesito que ustedes me ayuden a que el este bien ¿Entendido? - Ambos asintieron- Clarissa se cayó hace una semana y... El bebé no se mueve desde entonces-

Allan no necesitaba escuchar más para saber perfectamente de que se trataba mientras que Chris sólo bajó la cabeza con tristeza.

-¿Quiere que la... - Comenzó Allan.

-No, la tía Vic viene para acá, ustedes solo sean sus amigos ¿Entendido? -

-Mal momento para que Ross he Iván estén en África -

Allan y Artemis vieron a Chris.

-¿Qué hacen en África? - Preguntó Temis.

-¿Cómo es que Ross pensó que Iván sobrevivirá a África? - Preguntó Allan.

En ese momento Damián pegó un brinco al despertar y se levantó rápido.

-El bello Durmiente despertó - Anunció Chris.

-Muy gracioso ¿Hace cuanto llegaron? -

-Unos minutos, Chris nos contaba que Ross he Iván están en África - Contó Allan evitando la confesión de Artemis.

Damián se levantó y se acomodó el traje rápidamente, luego el cabello y luego evitó la mirada de Allan.

-Debo decirles algo-

Después de explicarles lo que pasó el elfo doméstico que recibió a los dos hombres entró de nuevo explicó que Victoria Zabini esperaba en el recibidor.

-Hazla pasar - Pidió Artemis.

-Sí ama-

El elfo salió de ahí rápidamente y corrió a traer a la señora Zabini a la habitación.

-¿Qué es tan urgente que tuve que dejar  a mi hijo? - Preguntó entrando.

-Por favor, Blaise lleva un mes sin hablarte - Le dijo Allan.

-Y nadie lo culpa - Le dijo Artemis y el asintió.

Victoria vio mal a sus dos sobrinos y luego los ignoró mientras Damián le contaba y Chris la guiaba.

Al entrar en la habitación Clarissa estaba acostada con su vientre hacia arriba leyendo un libro.

-¿Qué hacen aquí? - Preguntó con algo de mal humor.

-La sanadora Zabini te va a revisar y no vamos a escuchar excusas -

-Nuestro hijo está bien - Recordó Clarissa.

Los otros tres eñse quedaron en el marco de la puerta sin deseos de entrar.

-Solo van a ser dos segundos querida- Aseguró Vic.

Clarissa pidió que todos, incluso Damián, salieran de la habitación.

-Respira D- Recordó Artemis cuando después de 5 minutos Victoria no salía y Damián aguantaba la respiración.

-¿Qué? Ah si-

Damián comenzó a respirar con normalidad mientras Chris intentaba calmarlo y Allan se acercó a Artemis.

-Algo no está bien - Murmuró viendo a la chica y ella asintió.

-Lo sé, las sombras no dejan de hablar-

Victoria salió de ahí y Artemis sentía su sangre correr muy rápido, su corazón latía mucho más rápido de lo usual y su sombra estaba nerviosa. La chica se acercó a Damián y tomó su mano.

-Lo siento Damián, los bebés no tienen latidos -

Damián bajó la cabeza de inmediato tratando de contener las lágrimas.

-¿Dijo bebés? - Preguntó Chris.

-Eran gemelas -

Damián salió de ahí caminando por el pasillo.

-Chris ve con Clary- Pidió Allan.

Chris dudó por unos segundos, estaba entre su hermano y su mejor amiga, pero sabía que su hermano no estaba solo en cuánto vio a Artemis correr tras el.

Chris entró en la habitación encontrando a su amiga llorando.

-Tendré que hacer una extracción- Le dijo Victoria a Allan.

-Lo sé, entra, yo te voy a ayudar, voy por el equipo-

Artemis siguió a Damián hasta su despachó y cerró la puerta al entrar tras de él.

-Quiero estar solo Artemis - Pidió.

-No, sólo quieres estar sin ellos, pero yo no soy ellos-

Damián se sentó en su silla y Artemis frente a él en el escritorio.

-De alguna forma lo sabía, pero quise creer que era mentira-

-Lo sé Damián -

-Eran dos niñas... Eran mis niñas -

Artemis se levantó y lo abrazó mientras el ocultaba su rostro en el vientre de la chica.

-¿Cuáles eran sus nombres? - Preguntó.

A ella le había ayudado mucho el llamar a su madre por su nombre, pues así sabía que fue una persona real y no sólo estaba en su memoria como si fuera un fantasma.

-No lo sé -

-Sí, lo sabes -

Damián se alejó y vio a Artemis a los ojos, tomó aire y se decidió a contestar.

-Alexia y Cristina -

Artemis sonrió, antes de abrazarlo de nuevo.

-Bien... Alexia y Cristina siempre van a estar contigo D-

-Ellas no me conocieron -

-Yo nunca conocí a mi madre, pero sé que Diana Avery - Black me cuida todo el tiempo -

Damián la abrazó aún más fuerte y comenzó a llorar como si fuera un niño pequeño.

Nota:

Ya extrañaba esta historia, pero en mi defensa ya la terminé todita 🥺

Me dolió mucho que Damián si quería a sus hijas, pero no las pudo conocer.

En memoria de Cristina y Alexia Pierce.

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