Capítulo O7

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Capítulo O7: Corazón solitario.

TaeHyung sintió sus ojos llenarse en lágrimas al ver aquella foto. Paseó la mano por el álbum, y suspiró. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí sentado? Sus ojos se fueron directamente al reloj en la pared, y después a su celular. Revisó la fecha, y era exacta. En pocas horas debería ir a clases. No pudo cerrar un solo ojo.

    Sus manos se fueron directamente a la repisa, rebuscando alguna cinta con el nombre correcto. Movía de lado a lado todo, hasta que la encontró. Perfectamente las letras "J.Yo" escritas en la tapa. TaeHyung sonrió feliz, yendo directamente hasta su viejo reproductor, encendiendo la televisión y poniendo el video.

    Muy bajito. No quería que JungKook lo escuchaste, no quería despertar a nadie o nada. Simplemente quería estar ahí, viendo a Jaehyun sonreírle a la cámara.

    "¡No! Deja de grabarme TaeHyung". Era una buena voz, por alguna razón era lo que más le gustaba de él, su voz. Era tan tranquila y siempre lo trataba con tanta amabilidad. Jae estaba hecho para actuar, TaeHyung lo sabía. También sabía que podría ser un gran director, y que podría ser un editor, y Jaehyun podía ser todo lo que él quisiera. Agradecía el día en el que le habló y le dijo que era demasiado guapo, el mismo momento en el que le pidió salir por favor en su video.

    —  Te extraño.

    TaeHyung movió los ojos por toda la sala en cuanto la cinta terminó. No duraban mucho. Jae jamás se dejaba grabar por más de diez minutos, tampoco le gustaba salir en la cámara. Pero a Tae le encantaba grabarlo, y mirarle mientras lo hacía y darle direcciones para hacerlo.

     Se detuvo en la fotografía de JungKook con su ex novia. Había regresado ahí. El castaño se puso de pie, descalzo, con el siguiente video corriendo por la cinta. Su pijama se movió de lado a lado, y en cuanto llegó a la repisa, tomó el cuadro entre sus manos. Sonrió por un segundo.

    — ¿Te molestaría si te digo que hay alguien que llama mi atención? Probablemente no.

     TaeHyung miró fijamente el cuadro por unos segundos, y terminó por dejarlo en el mismo lugar de antes. Se sentó cómodamente en el sillón, recargando la barbilla sobre sus piernas, sonriendo ante la imagen de la televisión.

    "YoonOh-"

    "Santo cielo, ya sabes que odio ese nombre, TaeHyung" el chico se movía de lado a lado en el vídeo, estaban cenando. Una cena poco formal de los mejores seis meses de su vida. El castaño recordó de inmediato toda la rutina de aquel día, pues era inolvidable. ¿Cómo olvidar a alguien como Jaehyun? "Deja de grabar. Dios, eres peor que mi mamá".

     Era tan feliz. Y lo sabía. Lo extrañaba tanto. Siempre fue parte de su corazón, siempre lo sería. Cerró los ojos un momento, escuchando la voz de aquel chico "Sí, sí, también me gustas, TaeHyung. ¿Ah?... Sí, sí, también te quiero, TaeHyung".

[...]

      JungKook se despertó a primer hora del día. Estaba listo para irse a trabajar, rebuscó la gorra del supermercado por todos lados, y cuando la encontró, se miró al espejo pensando lo bien que se veía. Aunque era un intento patético.

      Los últimos días se sentía tan enérgico y feliz. Tenía que ver con la relación que mejoraba paulatinamente; al menos TaeHyung no lo evadía, y conversaban de cosas como la comida, sobre animales o colores. TaeHyung a veces le contaba que veía películas interesantes, y también expresaba sus descontentos. Era interesante ver al mayor hablar con tanta iniciativa, lo hacía sentir algo privilegiado.

    Cuando salió de la habitación, dio un salto hacia atrás. Ikar se removió en su pierna, y después caminó hasta la mano de Tae, que colgaba del sillón de la sala. JungKook dio unos pasos hasta él, notando el desorden de su estante y el, al parecer, gran álbum de fotos entre sus brazos.

    — ¿TaeHyung?

    Él se removió en el sillón, con tranquilidad.

    — Oye... ¿TaeHyung? ¿Estás bien? —JungKook picoteaba por todos lados al chico.

    Estaba curioso, pero no quería ser entrometido. El mayor se movía de a poco y muy lentamente. JungKook se preguntó por qué había dormido en la sala teniendo una buena cama y habitación. Pensó en muchas posibilidades mientras seguía picándole el brazo, con ayuda de Ikar que estaba esmerado en conseguir caricias de la mano colgante y medio muerta de TaeHyung.

    "¿Resfriado? Resfriado... Puede ser calentura, tal vez no durmió bien, ¿estará enfermo?". JungKook llevó de inmediato una mano a la frente de Tae, y abrió la boca en una O gigante.

    — TaeTae, despierta. No me digas que estás muerto, no estoy listo para esto. Tienes temperatura, debemos ir al médico.

     TaeHyung abrió los ojos de a poco, topándose con la cercana mirada de JungKook. A diferencia de la reacción esperada, TaeHyung llevó una mano hacia el cabello de JungKook, acariciándolo suavemente.

     — ¿Q-qué...?

     — Te extraño, Jae.

     JungKook sumió las cejas, y soltó una risita. Probablemente seguía dormido.

     — TaeHyung, tú...

     Pero antes de que pudiera decir algo, la mano de TaeHyung bajó desde su cabello hasta su mejilla. El pelinegro se mantuvo inerte por unos segundos, quiero ante aquel suave tacto. Inclinó un poco la mejilla hacia la mano de TaeHyung, y la rozó con delicadeza. JungKook sintió una satisfacción demasiado fuerte y placentera, cerró los ojos disfrutando del tacto.

     — Regresa conmigo, Jaehyun. Por favor.

     El pelinegro tomó la mano de TaeHyung, y la quitó de su mejilla suavemente. Volvió a palpar la frente del chico, y suspiró. No sabía qué hacer. Caminó por el apartamento, en busca de algún termómetro y pastillas. También fue por pequeñas toallas y una pequeña cubeta con agua. Rebuscó un ventilador, y lo colocó a una distancia razonable.

     Alzó las cejas, tambaleándose en su lugar y corriendo hacia su teléfono. Ahí, le marcó a Lucas, diciéndole que no podría llegar y que se disculpara con el jefe Choi. También le marcó a BaekHyun, que dijo que iría tan pronto como pudiese. Se dio cuenta que era día de San Valentín, pero no hizo demasiado caso a eso.

     — Jaehyun...

    JungKook se sentó a un lado de TaeHyung, moviendo el paño frío sobre su frente. No entendía cómo podía TaeHyung seguir durmiendo si no estaba tan enfermo, la temperatura había disminuido (lo revisó mil veces), y también había un calor infernal.

    El chico estaba inerte, con una expresión dolosa y los ojos cerrados. JungKook lo miró unos segundos, dudoso de saber qué era lo que sucedía. No quiso pensar más en eso. Probablemente TaeHyung se desveló y por eso tenía un sueño tan pesado.

    — No importa —se dijo a sí mismo pasando una mano por el cabello de TaeHyung—. Mientras estés bien, no importa.

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