Capítulo 3

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Cristian

Sin consultarle a mis padres decidí enlistarme en el ejército, soy un cobarde por no hacerlo yo mismo. El problema es que he leído que si me suicido nunca veré a Ana y a mi hijo de nuevo, aquí en cualquier misión podría morir y solo así podría morir y encontrarme con ellos.

-Cristian, recapacita hijo. No lo hagas por Dios -Mi madre llora mientras le doy la noticia a mi familia.

-Lo siento madre ya lo hice, por lo que no hay marcha atrás. Dentro de tres días debo presentarme en la base aquí en Seattle -Mi padre abraza a Grace y a Mia que lloran sin parar.

-Hermano, creo que estas cometiendo un error. Sé que los has perdido. Eres muy joven tal vez algún día encuentres a una chica y puedas rehacer tu vida. No creo Ana quisiera que murieras -Elliot trata de hacerme cambiar de parecer.

-Hermano, para ti es fácil, tienes a tu chica. Yo perdí a mi chica y a mi hijo. Raymond me negó la oportunidad de demostrarle cuan sincero es mi amor por ellos -Lo miro a los ojos y él baja la cabeza.

-Hijo ya has tomado una decisión y no puedo oponerme, ya no. Solo te digo que debiste hablarlo conmigo antes. Solo quiero que recuerdes que te amamos y si no regresas el dolor no pasará ya estamos sufriendo por la partida de ellos. Si tú nos faltas será peor. Solo regresa por favor -Mi padre me abraza y comienza a llorar. No puedo prometer no volver.

El día llegó toda mi familia me acompañó, inclusive Kate, que está destrozada por la pérdida de su amiga. El idiota de Rodríguez vino hace unos días a reclamarme lo dejé que me golpeara todo lo que quisiera y luego se marchó. No debería de culparme. Él tiene parte de la culpa por poner a Raymond en mi contra. La verdad lo que creo es que él quería era que yo lo golpeara, se equivocó. Tendrá que vivir con la culpa, tanto como yo. Me despido de mi familia ya es hora de irme. Solo espero que en estos tres años de servicio pueda terminar con este dolor.

El entrenamiento es duro, el cual no me permite pensar mucho en mi dolor, por la noches todo el peso de mi dolor llega en forma de pesadillas, mismas que son interrumpidas por Luke, uno de mis compañeros de regimiento.

Las misiones con el pasar del tiempo se vuelven más peligrosas he viajado a medio oriente muchas veces me han disparado otras tantas, mi oficial mayor me quiere asesinar el mismo porque Luke se ha tomado como tarea personal salvarme el culo cunado lo que yo quiero realmente es morir.

-¡Maldita sea Grey! Si quieres morir solo disparate y ya. Pero no expongas a tus compañeros. Que tu desees morir no te da derecho de arrastrarlos contigo -Miraba al frente hacia la nada. Me pesaba y mucho, Taylor mi oficial mayor tenía razón. No quero llevarme esa carga también.

Después de casi tres años de servicio está sería mi última misión, era una misión de rescate de rehenes, en Afganistán, entramos en tres equipos lo que no sabíamos es que todo era una trampa había minas sembradas, bombas y franco tiradores, todo se convirtió en una locura hasta que todo se volvió negro.

-¿Por qué no despierta doctor? Lleva meses así -Esa parece la voz de Grace.

-Señora Grey, me temo que todo depende de él ahora. Sus heridas han sanado en setenta por ciento, ya debería haber despertado -Escucho la puerta abrirse y luego cerrarse.

-Cristian, si Ana estuviera aquí ella estaría molesta. Donde quiera que ellos estén no estarán felices de verte así hijo. ¿Qué hay de nosotros, Cristian? ¿Qué hay de lo que yo siento? Mia no deja de llorar, tu padre no quiso venir porque está molesto contigo igual que Elliot. Tienes que despertar, Elliot quiere que seas el padrino de su boda con Kate -Los sollozos de mi madre me pesan. Aún así mi dolor lo mengua, ninguna mujer se compara con ella.

"Cristian, ¿qué haces ahí? Deberías de estar buscándonos. Eres un cabezadura. Nuestro hijo te necesita, necesita un padre que lo guíe. Vuelve a nosotros por favor. No te des por vencido. ¡Lucha, lucha!"

Me despierto con lágrimas en los ojos, es una pesadilla. Ellos no sobrevivieron. Ese es mi subconsciente jugándome un maldita broma

-Cristian, no atentes más contra tu vida. Eres inteligente, canaliza ese dolor que sientes en actividades constructivas. Si algún día nos necesitas llámanos -Taylor se marcha junto a Sawyer que va en muletas.

El sueño con Ana llamándome me tiene alterado era tan real. Mi madre tiene razón si Ana viviera ya habría pateado mi trasero. Construiré mi sueño por ellos, por mi mujer y mi hijo.

Cuando me dan el alta toda mi familia viene por mí, solo lamento que los abuelos no hayan podido venir. El video que me enviaron fue tierno, al menos por parte de la abuelo, el abuelo solo quería patear mi trasero, aun así, los amo.

Decido retomar mis estudios en Harvard, a distancia. Aprendo lo básico. El dinero que tengo guardado me sierve para empezar con mi empresa, compro dos empresas ambas de tecnología, de cada una me dejo lo mejor. Andrea Parker será mi secretaria, he alquilado una pequeña oficina, luego contrato a Welch y Barnie. Uno será mi jefe en tecnología y otro mi jefe de seguridad.

Poco a poco mi empresa va creciendo. Hoy estoy viajando con Welch a Los Ángeles hay una empresa con la que quiero asociarme, es de telecomunicaciones, tienen lo último en tecnología, Barnie cree que con esa tecnología saldremos adelante con un proyecto que tenemos.

Regresamos a Seattle contentos y con un nuevo miembro en el equipo.

-Gracias, Ross por aceptar trabajar con nosotros -Le agradezco.

-Espero no arrepentirme, señor Grey -Ella son ríe.

Los siguientes dos años continúo consolidando mi empresa, he comprado un edificio donde tengo mis operaciones, en una de las gavetas de mi escritorio guardo con recelo las fotografías de Ana, la más especial fue de una ecografía que le hicieron el día que descubrieron su embarazo. Debí donar una cantidad honrosa de dinero para que me dieran una copia de su expediente médico y que el médico que la atendió ese día me explico como sucedió todo. Claro que lo hizo después de saber que yo era el padre del bebé de Ana.

-Cristian, hijo -Mi madre entra en mi oficina sin anunciarse.

-Buen día madre- ¿Qué te trae por aquí? -Ella suspira dramáticamente.

-Bueno, como nos visitas muy poco, he tenido que venir -La veo y tienen los ojos llenos de tristeza. Hace un año me mude a un pent-house en el Escala. Ir a la casa de mis padres me trae muchos recuerdos.

-Lo siento madre, he tenido que viajar -Me excuso.

-Bueno, tu hermana y yo tenemos una idea. Crear una fundación para madres jóvenes solteras en honor a Anastasia -Mis ojos arden. Por cosas como esta es que amo a mi madre.

-So...solo dime cuanto necesitas y te lo daré -Le dije.

-Nada, hijo. Solo queríamos tu permiso. El evento se realizará en dos semanas y se realizará cada año. Ya escogimos los hogares a los que vamos a ayudar -Me beso en la frente y se marchó.

Hoy es la gala de recaudación de fondos para "Young homeless mothers" Fundada por mi familia en honor a Ana y mi hijo. Mi madre sube al podio para brindar las palabras de bienvenida.

-Quiero agradecerles a todos por venir, mi familia y yo estamos felices de tener aquí. La finalidad de esta gala en ayudar a miles de madres adolescentes que son lanzadas a las calles por ser madres jóvenes. Con el dinero que se recaude hoy ayudaremos a diferentes hogares donde se les brinda apoyo a muchas jóvenes madres solteras y a sus hijos" mi madre derrama una que otra lágrima.

La actividad va entre subasta de obras de arte, fines de semana en lugares turísticos, por mi parte dono quinientos mil dólares, luego viene la subasta de bailes con señoritas de que han asistido a la gala. Esta es una idea de Mia y para dar el ejemplo ella está entre las participantes, también está Kate, claro esta bajo protesta de mi hermano.

La subasta termina con una recaudación de tres millones de dólares, los cuales serán distribuidos en los tres hogares. Felicito a mi familia por el evento, fue todo un éxito.

Me marcho a mi apartamento en estos dos años que llevo de fundada mi empresa, muchas mujeres se han acercado a mí, lamentablemente todas lo hacen por interés y más aun ninguna es mi Ana.

Miro el lugar se siente frio y vacío pese hay que hay mucho lujo.

֎֎֎

Me siento en mi escritorio, giro la silla y admiro el paisaje, la ciudad se ve pequeña desde aquí, cada día mi alma se enfría más, la impotencia de no poder encontrar a Ana me llena de amargura, si un día tuve un sueño y todo me llego de golpe, un policía le había dicho a mi padre que Carla y Raymond habían muerto, sin embargo, nunca dijo nada de Ana. Le pedí a Barnie y Welch que buscaran cualquier cosa, solo encontraron dos actas de defunción, la de Ana no estaba, no he logrado encontrar las tumbas porque no hay registros. He pagado una pequeña fortuna para encontrarlos y nada.

-Señor Grey, tiene la visita de dos personas que lo buscan -Andrea interrumpe mis pensamientos.

-¿Quiénes son? -Le pregunto sin ganas.

-El señor Jason Taylor y el señor Luke Sawyer -No esperé volver a saber de ellos.

-Hazlos pasar y que nadie me interrumpa -Ella sale y mis dos amigos entran sonriendo.

-Señores es un gusto verlos de nuevo. Tomen asiento. ¿En que puedo ayudarles? -Les sonrío a ambos.

-Bueno, vimos el anuncio que necesitas seguridad, así que hemos venido por los puestos -Confirma Taylor.

-¡Contratados! No necesito sus hojas de vida. Llamaré a Andrea -Le digo a ambos.

-Andrea, llama al jefe de recursos humanos, por favor -Ella asiente.

-Tengo un trabajo para ti Taylor. Quiero que trabajes con Welch, mi jefe de seguridad. Ustedes serán mi mis guardaespaldas y chofer. Irán conmigo a donde yo vaya. Y tu Taylor necesito de tu ayuda. Estoy buscando a Ana y a mi hijo o hija -Ambos me miran.

-¿No es que ella había muerto? -Pregunta Luke.

-Si, eso nos habían hecho creer -Le contesto.

-Y tu idiota que casi te matas, creyendo que estaba muerta -Me encojo de hombros ante las palabras de Taylor.

-Yo tuve que poner a salvo tu trasero idiota -Me reprocha Luke.

-En mi defensa creía que había muerto -Les cuento como se dieron las cosas, ambos se sorprenden.

-¿Qué interés tenía el policía en ocultar el hecho que la señorita Steele está vivía? -Eso me he preguntado todo este tiempo.

-¿Rastrearon el teléfono? -Pregunta Luke.

-No, no pudimos. La línea fue suspendida horas después. El expediente forense tampoco aparece y el de Anastasia aquí en Seattle también desapareció. Logre obtener una copia de la ecografía por la ginecóloga que la atendió el día que se enteró de su embarazo y eso porque la doctora es amiga de mi madre y reconoció a Ana -Me paso una y otra vez la mano por el cabello.

-Esto es muy sospechoso. Me da la impresión de que todo esto fue premeditado. ¿Los padres de tu novia tenían enemigos? -Pregunta Taylor.

-Ni idea, yo no era santo de su devoción de Raymond, sin embargo, mi padre si lo conocía. Raymond era abogado, renunció al Bufete de Hyde y Asociados. Para trabajar con mi padre. Al enterarse el embarazo de Ana declino y aceptó ser el fiscal General del primer distrito de New York, como saben nunca llegó -Todos nos quedamos pensativos.

-Creo que deberíamos viajar a New York, creo que ahí esta la calve -Concuerdo con Taylor.

-Debo concretar unos negocio en esa ciudad. Iremos los cuatro, Welch será de ayuda y Barnie trabajará desde aquí. Ahora les haré un recorrido por la empresa para que todos los conozcan -En efecto los llevo piso por piso, departamento tras departamento. En recursos humanos concretamos su contratación.

Taylor me habla de su esposa, que es una chef muy buena que no ha logrado conseguir trabajo. Le ofrezco el trabajo de ama de llaves a la esposa de Taylor, los dos trabajaran para mí, al igual que Gail y Jason, Luke vivirá con nosotros en mi pent-house. Serán mi personal de confianza.

Mi empresa en estos tres años ha crecido exponencialmente, convirtiéndome en uno de los hombres más ricos del país, mi apellido es reconocido mundialmente, ahora cuento con un avión privado que me permite viajar a donde yo quiera sin tener que tomar un avión comercial.

Durante dos días mi nuevo personal de confianza se instala en mi edificio, Gail se encarga de ordenar el departamento, así va reconociendo cada una de las áreas, me reúno con ella para darle las instrucciones de cómo me gusta que hagan mis cosas, desde la ropa hasta la comida. Le pido que ordene un cuarto con motivos infantiles, mi corazón me dice que por ahí esta mi hijo o hija, quien ocupara ese cuarto y Ana ocupara el principal junto a mí.

Me reúno con mi padre el día anterior al viaje le pido nombres de posibles contactos que podrían hablarme de quien le concedió el puesto a Raymond de Fiscal y ¿Por qué nunca se investigó su muerte?

-Busca al fiscal en jefe Lincoln. No es amigo mío. Estudiamos juntos en la universidad, él es quien debe haber hablado con Raymond Steele –

-¿Por qué quieres averiguar de esto hasta ahora, Cristian? -Mi familia no sabe lo que he averiguado, pero a mi padre no le puedo ocultar nada.

-Ana está viva, consecuentemente mi hija o hijo también. Solo encontré las actas de defunción de Carla y Raymond. Investigue al forense que las firmo; ahí me encontré con una pared. El hombre murió de un infarto mientras trabajaba. Así que no pude preguntarle de Ana. No hay registros de Ana o de su parto nada, es como que se la haya tragado la tierra -Mi padre se queda pensativo.

-¿A que viene todo esto? –

-He tenido pesadillas con Ana, me pide que la busque, que me están esperando. Que Está decepcionada por darme por vencido. Luego recordé la llamada telefónica que hiciste al móvil de Raymond y el policía que respondió. Eso fue extraño porque horas después el número fue desconectado y eso solo puede hacerlo su dueño y sabemos que Ray estaba muerto para ese momento. En la operadora de su servicio no hay registro de Raymond como cliente -Suspiré de impotencia.

-Si, todo es muy extraño. Ten cuidado hijo. Alguien está detrás de todo esto y tiene mucho poder. Han logrado cubrir sus huellas hasta el momento -Tiene mucha razón en sus palabras.

-Si padre, tendré cuidado. Ahora tengo personal de seguridad que me acompañará y por favor no menciones nada de esto, ni a mamá o se preocupará -Niega.

-A tu madre no puedo ocultarle nada, Cristian -Sonrío.

-Lo entiendo solo trata de no hacerlo todavía- Nos despedimos y él se marcha.

Al llegar a New York, nos registramos en el hotel, los cuatro en una sola suite para mayor seguridad.

Mi padre me había dado el número del despacho del fiscal Lincoln, por lo que decidí solicitar una reunión.

-Despacho del fiscal Lincoln -Una voz femenina contesta al otro lado.

-Señorita, mi nombre es Cristian Grey -Me presento.

-¿Cristian Grey? -Me estoy desesperando.

-Soy el hijo de Carrick Grey. Creo que el fiscal y mi padre se conocen. Le solicito una cita con el señor fiscal -No la dejo hablar.

-El señor Lincoln tiene su agenda ocupada todo este mes señor Grey -¿Me está jodiendo?

-Señorita, dígale al fiscal quien le llama. Estoy tratando de hacer esto de la manera correcta, no me haga utilizar mis influencias porque le pesaran -Lanzo mi amenaza.

-Veré que puedo hacer. Espere por favor -Mis tres acompañantes me miran.

-El señor Lincoln lo atenderá mañana a las diez de la mañana -Sonrío con suficiencia.

-Bien, gracias -Cuelgo y los tres niegan sonrientes.

-Esa chica debe haberse mojado en la ropa, por el miedo -Luke se ríe.

-Vete a la mierda, Luke -Me dirijo a mi habitación. Estoy muy cansado.

Al día siguiente tomamos nuestros desayunos, dejo a Barney en el hotel tratando de investigar, este hombre es uno de los mejores hackers del mundo. Taylor y Sawyer me acompañan.

Al llegar a la oficina del fiscal Lincoln, soy anunciado con el fiscal quien me recibe en su despacho.

-Joven Grey, es un gusto recibirle, aunque no tengo idea en que le puedo ayudar -Lincoln estrecha mi mano.

-¿Le recuerda algo Raymond Steele? Quiero saber muchas cosas de él y su familia -El hombre traga grueso.

-Bueno, no sé como puedo ayudarlo -Algo oculta.

-Bueno, resulta que él y mi padre, Carrick Grey. Creo que conoce a mi padre. Se iban a asociar. Luego de un incidente en que estuvo involucrada su hija Anastasia cambio de parecer y se marchó. Mi padre le llamo al día siguiente que se fue de Seattle -Le narro los hecho omitiendo nuestra relación parental.

-Es extraño, porque no hemos podido localizar el registro de llamadas y mucho menos los expedientes del caso -Lo miro a los ojos.

-Bueno no sé que tengo que ver con ello -Esto no me huele bien.

-Quiero saber, ¿por qué si Raymond iba a ser fiscal de esta ciudad no se investigo la muerte de él y su familia -El hombre tiembla.

-Porque se tomo como un accidente. Un descuido de parte de Raymond -No creo en lo que dice.

- Su hija Anastasia. ¿Dónde está? -Lo veo fruncir el ceño.

-No sabía que tuviera una hija -Esta vez muestra sorpresa.

-Es unos meses menor que yo. Mi madre la veía como a una hija. Mi hermana y mi cuñada eran sus amigas y la han extrañado todo este tiempo. Mis padre quieren que regrese -Lo miro a los ojos.

-La verdad no sé que puedo hacer -Me dice sin mostrar ningún interés.

-Bueno podría indagar porque todo registro de ese accidente desapareció. Raymond iba a ser fiscal de esta ciudad, él vino porque usted le ofreció el puesto -Me encojo de hombros, no le voy a dar explicaciones de como me enteré de esa información .

-Bien no le prometo nada. Trataré de indagar al respecto, ese caso debe estar cerrado -Me levanto.

-Creo que debería reabrirlo -Le estrechó la mano y nos marchamos.

-No le creo nada, Cristian -Expresa Taylor.

-Creo que sabe algo -Teoriza Luke.

-Debemos tener cuidado. Si el accidente de los Steele fue provocado. Quien lo hizo debe estarnos vigilando -Se preocupa Taylor.

En el hotel llegamos, Barney me informa que logro conseguir los videos de las cámaras de vigilancia cercanas al accidente, el día de la muerte de los Steele.

-¡AQUÍ! ¡AQUÍ! -Señala Barney la pantalla de su portátil.

-¿Qué encontraste? -Le interroga Luke.

-Miren, es el accidente. El Auto sale de la intersección, lo impacta del lado del copiloto. Por eso la señora Steele murió al instante. El auto gira hasta estrellarse en el paredón. Del auto salen dos personas miran dentro del auto y luego se marchan -Mi ira crece. Si, los esperaban.

-Alguien los esperaba, no cabe duda. El ¿Por qué? Solo el señor Steele la sabría -Acota Taylor.

-Y con ello arrastró a Anastasia y a mi hijo -Digo molesto.

-Miren de nuevo -Nos pide Barney.

Las ambulancias llegan, miramos como como sacan un cuerpo al cual meten en una bolsa, esa es Carla. Luego a Raymond y por último a mi Ana. Los meten en una ambulancia a cada uno y se los llevan mientras el cuerpo de Carla es llevado en el carro del forense.

-Anota el número de las ambulancias, si puedes. Luego averigua si están en servicio, así como el personal que viaja en ella -Barney asiente en silencio. ¿En qué estaría metido Raymond?, porque no me queda duda que todo esto fue por él.

A la mañana siguiente, Barney sigue analizando los videos de carretera y así poder una identificación facial de los policías que atendieron el accidente, principalmente el que respondió al móvil de Raymond.

-Iremos a buscar en los precintos de bomberos y ambulancias de este distrito las unidades que atendieron la emergencia, no creo que el personal misteriosamente haya muerto -Informa Taylor.

-Yo iré a hablar con el jefe de policía de este distrito. A lo mejor recuerde algo -Les informo.

-Cristian, no creo que sea prudente que andes solo por ahí -Sugiere Taylor.

-Ustedes estarán buscando esas ambulancias y yo a los policías. No quiero quedarme en esta ciudad de por vida -Soy contundente en mis palabras.

Después del desayuno, cada uno toma rumbo según lo hablado me dirijo al primer precinto policial de la ciudad, ahí me reúno con el jefe de policía.

-Si recuerdo ese accidente, recién había sido nombrado en mi puesto de jefe. Indagamos si había familiares que pudieran reclamar los cuerpos, como sabrá no los encontramos. Los cuerpos fueron cremados, la joven Steele fue entregada a servicios sociales por ser menor de edad el momento de recuperarse, de ahí no sé más nada de ella -Me da información importante que desconocía.

-El día del accidente, mi padre llamó a Raymond. Un policía respondió a la llamada y nos dijo parte de la información del accidente. ¿Podría hablar con él? -La verdad presiento que este policía sabía algo que nosotros no.

-Si me enteré del hecho. Al oficial se le hizo una amonestación por haber brindado información de un accidente a desconocidos. Después de ello se vio involucrado en hechos delictivos por los que fue condenado, hace unos meses murió en una escaramuza en la cárcel -¡Mierda! Todos los que pueden responder a mis preguntas mueren.

Me marcho cuando ya he recibido la información que me podía brindar el jefe de policía, lo difícil es ir a la oficina de servicios sociales y que me den la ubicación del hogar de acogida al que enviaron a Anastasia.

Mientras conduzco voy mirando a ratos el retrovisor, por si algún vehículo extraño me sigue. Para cuando el semáforo se pone en rojo, recuerdo que mis abuelos viven en esta ciudad y llevo varios años en que no los visito, eso haré antes de regresar a Seattle. El semáforo cambia a verde, voy a arrancar y otro auto me impacta haciéndome perder el control. Trato de soltar mi cinturón cuando, percibo una sombra en mi ventana del pasajero. Esta es rota por alguien; estoy aturdido y no puedo ver con claridad todo me da vueltas.

-Deja de investigar la muerte de Raymond Steele o iremos por Anastasia -El hombre se marcha y a mi la oscuridad me envuelve.

Una voz suabe y conocida me llama, me pide que me calme. Trato de abrir los ojos, pero el dolor es fuerte principalmente el de mi brazo izquierdo y la cabeza.

-Soy Anastasia le voy a atender -Me dice esa voz conocida.

Abro los ojos, ahí está ella mi ángel de ojos azules, la mujer que amo, la madre de mi bebé.

-Ana, Ana eres tú -Le hablo, sin embargo, es como si no me conociera. Ella le habla a alguien más, sobre shock, hospital. No la vuelvo a ver porque otra vez la oscuridad se apodera de mí.

-Es que este idiota no se cansa de poner su culo en peligro -La voz molesta de Luke se escucha lejana.

-No creo que esto haya sido culpa de Cristian. Oíste a los policías, el auto que lo golpeo se dio a la fuga y luego lo encontraron en llamas en un callejón -Comenta Taylor.

-No lo fue, eso fue solo un aviso -Les digo sin abrir los ojos.

-Por fin despierta, señor Grey -Escucho la voz de Barney.

-Llevas una semana durmiendo -Se ríe Luke.

-La vi, la he encontrado. Anastasia es paramédico. Taylor búscala, por favor irán tras ella. Me lo advirtieron -Los tres se miran entre sí.

-Cristian estás delirando -Taylor trata de tocar mi frente, cuando los médicos ingresan a mi habitación.

-No, no lo estoy. La vi antes de perder la conciencia -Le confirmo.

-Por favor salgan necesitamos revisar el paciente -Pide el médico.

El médico me realiza una serie de pruebas para estar seguro de que mi cerebro está bien, me indica que no tengo fractura en el brazo, solo lo tengo lastimado. Me indica que he estado sedado por una semana solo para descartar algún daño cerebral. Que podré marcharme mañana por la mañana. Cuando él y las enfermeras salen dos de mis acompañantes ingresan.

-¿Dónde está Taylor? -Pregunté a los dos.

-Se fue a confirmar la información que le diste -Dice Luke.

Unos minutos después Taylor viene serio y eso me preocupa.

-¿Qué sucede? -Lo increpo.

-Sucede que estas en lo cierto, mostré la foto de Anastasia a la recepcionista de emergencia y confirmo que es paramédico. La conoce. No quiso darme la dirección, soy un desconocido -Mierda.

-Eso será fácil, solo debo de tener acceso a una computadora y lo podré averiguar -Sugiere Barney.

Me doy el alta médica bajo protesta del doctor, nos marchamos al hotel y en nuestra habitación Barney se dedica a buscar la dirección de Anastasia.

-Encontré el expediente de la señorita Steele que tenía servicios sociales -Por fin tenemos información que sirva.

-Solo me interesa su dirección -Barney teclea algo en su portátil, luego me entrega un papel con la dirección, al leerlo no lo puedo creer.

-¿Qué sucede? te has puesto pálido -Pregunta Taylor.

-Sé dónde está. Quiero ir ahora -Me levanto un poco mareado.

-No, no estás bien, Cristian -Luke trata de detenerme.

-Ellos irán por Ana y mi bebé, de paso también le harán daño a personas que quiero -Continúo caminando y los tres me siguen.

-Taylor llévanos a esa dirección, por favor -Así lo hace. Miro la hermosa casa en la que conocí a los Grey, fue mi casa de acogida cuando fui rescatado por servicios sociales, los abuelos Trevelyan me amaron como a su nieto, ellos me enseñaron junto a los Grey lo que es el amor de familia.

Salgo del auto, me siento avergonzado por venir hasta hora llevo años sin verlos, no he sido un buen nieto. Si fuese más agradecido hace tiempo tuviera a Ana y a mi bebé. Toco el timbre y procedo a anunciarme.

-Soy yo, Cristian -El portón se abre de inmediato. Le hago señas a los chicos para que me esperen mi corazón late errático esperando ver en cualquier momento a mi bebé.

-Cristian, muchacho. Es un gusto verte -Mi abuelo Theo me abraza.

-También el mío abuelo, ¿y la abuela? -Ella aparece y en cuanto me ve comienza a llorar.

-Lo siento, siento no venir tan seguido -La abrazo y beso su cabeza, ella llora en mi pecho.

-Me alegro verte, mi niño. Miro alrededor y veo solo fotos nuestras, sin embargo, en la chimenea miro las que más llaman mi atención, cuando la abuela me suelta mis pies cobran vida propia y me llevan a la chimenea. Miro la fotografía de mi nena, con un hermoso bebé en sus brazos y las compuertas de mis ojos se abren derramando infinidades de lágrimas.

-¿La conoces? -Pregunta mi abuelo y yo asiento con la cabeza.

-Es mi novia y mi hijo -Es lo único que puedo decir.

-¿Cómo? -Preguntan ambos.

-Es una larga historia. ¿Dónde? ¿Dónde está mi hijo? -Pregunto porque no lo veo ni lo escucho.

-Está por llegar del jardín de niños -En eso escuchamos el sonido de un autobús.

-Iré por él dice la abuela -Se marcha.

-Cristian, hay una cosa que no sabes de Anastasia -El abuelo me mira preocupado.

-¿Está con alguien más? -Digo con amargura

-¡No! Ella no recuerda nada después del accidente. Recibió terapias por varios años hasta que desistió -Cuenta el abuelo, hasta que lo veo, el torbellino de mi pequeño ingresa con una hoja de papel en mano, se detiene al verme. Es una replica mía, solo que tiene los hermosos ojos de su madre.

-Abu, ¿quién es él? -Mi hijo me mira de pies a cabeza, desconfiado.

-Yo, soy am... -El abuelo me interrumpe.

-Teddy, él...él es tu papá. Que ha venido a visitarte -Yo lo miro.

-Papi ¿Tu deberás eres mi papi? -Mi hijo se lanza a mis brazos, ambos lloramos por tenernos y conocernos.

-Teddy, ve a cambiarte. Tu papá estará aquí cuando regreses -Mi hijo se separa de mí, sale como bala a lo que creo es su habitación.

-Tranquilo muchacho el niño lleva meses preguntándole a Anastasia por ti -Mi abuelo se encoje de hombros.

-Abuelo, ¿a qué hora regresa Anastasia? -Él mira su reloj.

-Hoy regresa a las ocho de la noche -Suspiro, faltan muchas horas, apenas son las dos de la tarde.

-¿Habrá algún problema si me quedo con mi hijo? -Pregunto como un ruego.

-Me preocuparía si no lo hicieras. Mientras tanto quiero que me cuentes como se conocieron y porque Ana estaba en esta ciudad y no en Seattle; así lo hago. Juego con mi hijo, lo doy su cena, para luego darle su baño, luego lo duermo para al final ponerlo en su cama.

-Abuelo, quiero llevarlos conmigo, sin embargo, a como están las cosas no sé si Ana querrá hacerlo. Ellos están en peligro, incluso ustedes también, me han amenazado de no seguir investigando la muerte de sus padres, de insistir vendrán por ustedes -Me paso las manos por la cara.

La puerta de la casa se abre, dejándome ver a una exhausta Anastasia, al voltearse sus ojos se conectan con los míos.

-¿Qué hace usted en mi casa? -El desconcierto en la voz de Ana me aguijonea el alma. De verdad no me recuerda.

-Anastasia, cariño ven siéntate con nosotros. Este joven tiene muchas cosas que hablar contigo -La abuela toma a Ana de la mano para tomar asiento frente a mí.

-Anastasia, tu no me recuerdas, pero yo soy... -Unos impactos de bala hacen que todos nos lancemos al suelo interrumpiendo nuestra conversación.

Definitivamente debemos irnos.

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