Morkskog: El Misterio

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Título: Morkskog: El Misterio

Autora: Karmaagudo

Categoría: suspenso y paranormal

Estado: En curso.

Morkskog, Morkskog, Morkskog... Toda una "cajita de sorpresas". Esta historia me complicó un poco bastante —inserte risas—, la existencia. Me hizo cuestionar incluso mi habilidad para reseñar y criticar, porque cuando creí que la autora omitía o no sabía algo, bastaba con leer párrafos más tarde y darme cuenta que no, que era un asunto intencional, lo que me llevó a seguir leyendo. Mi bloc de notas estaba vacío, y cuando más entrevistaba a la autora, más vació estaba. Me hizo preguntarme: ¿Y ahora qué le digo a la autora?

Pero finalmente, entre lo que la autora me respondía al privado en mi acoso constante, fue conectando mis pensamientos, y aprendí algo de ella también, y es que está en pleno uso de sus facultades en relación a lo que escribe. Tiene el control, y créanme que no lo soltará tan fácil.

Bueno, la autora no es una autora, sino un autor llamado Manolo, tiene 47 años, y me agradeció por haber compartido mis datos porque es asesino a sueldo y Wattpad le ayuda con eso. Ok no —inserte risas de nuevo—, conste que cunado lo leí me quedé (o.O), pero sabía que solo bromeaba. Y le dejo eso, para que sepan que Carmen Martines, es una persona real y con buen sentido del humor. Yo, personalmente, conecté de inmediato en la entrevista. Tiene 22 años de edad, es española, pero vive en Colombia. Le gustan las películas de acción, y le chiflan las historias en la categoría fantasía y suspenso. Es Psicóloga, y actualmente hace voluntariado aquí en Sudamérica. Tiene fijación por la naturaleza, específicamente los animales, y le gusta pintarlos. En relación a Morkskog, reveló que su historia la pensó entre los 14 a 15 años de edad, pero tomó énfasis la idea cuando tenía 19 años. Y no fue hasta los 20 que comenzó escribirla.

Morkskog: El Misterio, trata la vida de Adeline Leroux, una joven chica que vive en Grymbym – Suecia, y que tiene un pasado trágico, envuelto en una soledad insostenible que le hace tener una perspectiva del mundo, conforme a lo que ha sufrido y experimentado en silencio. Al encontrarse fortuitamente con Alex —un niño que parece estar lejos de serlo—, eventos extraños comienzan a ocurrir en la mansión en la que ella vive, desde el momento en el que decide hospedarlo. Alex esconde algo, y aunque Adeline no quisiera involucrarse demasiado con este —ante su intento fallido de no sentir empatía por este—, termina involucrada hasta el cuello en un misterio que va más allá de lo que la naturaleza humana alcanza a ver con la vista.

Es un libro escrito en primera persona, con un mensaje enfático sobre la importancia que tenemos cada uno de nosotros, como personas, de ser percibidos como alguien de gran valor. En la entrevista, Carmen reveló que no tener esa mirada por parte de los demás puede llevarnos al psicoticismo o incluso a la crueldad más absoluta de nuestras acciones; por lo que su frase "Lo peligroso de un monstruo en tu armario no es que salga, sino que aprenda a vestirse como tú", cobra sentido, cuando se observa la dualidad del "Ser" entre quienes somos, lo que queremos ser, y lo que debemos mantener controlado.

El escrito posee una voz narrativa fuerte, dominada, que le da una absoluta profundidad y redondez al personaje de Adeline, que te deja absorto desde el primer capítulo. Hay buena ortografía, algún que otro detalle con los signos, pero nada que no nos permita disfrutar de su libro. El suspenso está presente, en lo personal, sigo curioso sobre el misterio que se ha planteado en el libro. En primeras instancias, pareciera darte a entender que la historia tiene un solo "hilo", pero en realidad, tiene varios, lo que nos hacer saber que Adeline no es la única protagonista.

Hay excelente uso de los tipos de textos, es decir, narrativos, descriptivos, explicativos, argumentativos, entre otros. Si lo lees en voz alta, te das cuenta que no hay cacofonías, lo que le da fluidez a la lectura. A medianos rasgos, hay matices que dan señales de ser de España, y no solo eso, sino el enriquecimiento cultural que posee, antes tantas referencias de todo tipo de obras, desde arte, historia, literatura y elementos actuales que lo hacen rico, y convertirse en una historia que no solo está para contar una trama, sino para demostrar que es una lectora ávida, y que, sino eres de esos, posiblemente te pierdas entre sus líneas al intentar entender sus referencias. Es un escrito de una lectora-escritora, para verdaderos lectores.

De forma muy personal, te felicito. Es un excelente libro. Pero no lo es, por la historia que tratas o lo inédita que pueda ser, o lo creativa, lo es por la fuerza en la "voz" que tiene para contar lo que quieres decir. Mi profesora de literatura, cuando me leía, decía que estaba bien, pero que no era yo. Eso me frustraba, porque argumentaba que "¿cómo no era yo, si fui yo quién lo escribió?". Pero al leerla a ella, en sus escritos, comprendí con el tiempo a lo que se refería. Y es que, la sensación que tiene que dar el libro para quienes lo lean, es como si tú, en tu persona, estuvieras narrando la historia. Que cualquiera de tus amigos, al leerlo, te reconozca de inmediato.

Y ese es el fuerte de todo autor reconocido, sobre todo los clásicos: La capacidad que han tenido para impactar en el mundo, de tal forma, que han trascendido en el tiempo. Es decir, hoy casi nadie lee a Shakespeare, pero es que no hace falta leerlo para conocer sus historias. Increíblemente, J.K. Rowling, aunque no es considerada una autora clásica, porque no es tan antigua, se ha convertido en una influencia de impacto. Porque, aunque nadie vea Harry Potter, la gente que no ama su mundo, conoce de que va la historia. Allí entendí a mi profesora. Todo escrito que hagamos, debe sonar y escucharse con nuestra voz. De hecho, si al leer esto no sientes mi voz, he fracasado como redactor de este texto.

En tu caso, noté que tu libro lo tiene. Tiene tu vos. Y para la edad que tienes, la verdad me impresionó y afirmó mi amor propio, por muchos escritores españoles. Es que siento que de verdad lo hacen bien, y merecen la corona de ser la Madre Patria de la lengua española, aunque eso no signifique que los que no son de allí no tenga mérito.

Por eso, ahora que hablaré de ciertos aspectos que, en mi opinión —nótese lo subjetivo—, quiero que observes esto como un punto más que alguien te da, un consejo, o simplemente como nada para tomar en cuenta (también es válido).

La verdad, tuve que leer mucho y releer, y entrevistarte más, para entender cuales eran tus objetivos y a donde quería llegar, de modo que pudiera tener una opinión más clara para darte. Y solo hasta que me sentí satisfecho, es que me atreví a hacer este escrito.

En primer lugar, y por algún motivo, la fuerza de tu voz que se muestra en todo el libro, no está presente ni en el prefacio ni en el capítulo "00". Lo que hace que, en el momento que llegamos al capítulo 01, de inmediato sentimos un cambio brusco. Como si dos personas distintas estuvieran escribiendo el libro. Fue tanto mi confusión, que pensé por un instante que escribías en segunda persona —y siendo honesto, me alegré demasiado porque una de las narrativas más complejas para escribir es la segunda persona—. No obstante, no era así, era una narrativa que comenzó en segunda persona, pero que terminó siendo en primera.

Y eso no está mal, lo que está mal, es cambiar el estilo —tu voz o la voz de Adeline—. En mi opinión, creo que debes evaluar como vienes hablando desde la perspectiva de Adelina, y transmitir esa misma esencia de su personalidad, tanto en el prefacio como en el capítulo 00. De esa manera, garantizarás que, quienes inicien tu libro, lo culminen. Porque si se enamoraron desde el prefacio por tu estilo, la seguirán amando. En cambio, es un juego cruel para el lector que crea que hablarás en tu libro como el prefacio y el capítulo 00, y cuando llegan al capítulo 01, se encuentra con una realidad diferente. Algunos seguirán, pero otros lo abandonarán con un resentimiento (nótese el drama en mis palabras).

En segundo lugar, durante todo el texto, tienes frases u oraciones, con demasiado énfasis que logran interrumpir la lectura. ¿Qué quiero decir?, comienzas redactando un párrafo, con una línea de pensamiento, y luego lo cortas abruptamente con un punto y aparte, y la siguiente frase que viene con el mismo hilo de pensamiento la colocas separado. Lo mejor, es hacer uso de los dos puntos (:) para crear el énfasis que desea, y procura que no sean demasiadas frases, sino una o dos. Sé, que tu intención es causar un "deje" de suspenso, pero no es la mejor técnica para hacerlo.

Trabaja el suspenso, revelando de a pocas verdades, y que a medida que aparezcan y surjan interrogantes que el lector se pueda hacer para sí mismo, mezclados con eventos y situaciones que mantengan a los lectores interesados y deseosos de descubrir qué sucederá a continuación. Controla el ritmo de tu narración para aumentar gradualmente la tensión. Alterna entre momentos de calma y momentos de acción o revelación para mantener a los lectores en suspenso. Utiliza frases cortas (pero no demasiadas) y párrafos concisos para generar una sensación de urgencia. Pon a tus personajes en situaciones de riesgo o peligro constante. Esto generará ansiedad en los lectores, ya que se preocuparán por el destino de los personajes. Asegúrate de que los peligros sean creíbles y que los personajes enfrenten obstáculos difíciles de superar. Sorprende a tus lectores desafiando sus expectativas. Introduce giros inesperados en la trama, revela información sorprendente o cambia el destino de los personajes de manera inesperada. Esto generará intriga y mantendrá a los lectores desconcertados y enganchados. Utiliza descripciones detalladas y evocadoras para establecer un ambiente inquietante o amenazador. Puedes aprovechar la oscuridad, la soledad, el mal tiempo o cualquier otro elemento que genere una sensación de tensión en la historia. Elige cuidadosamente tus palabras y utiliza un lenguaje descriptivo y evocador para crear imágenes vívidas en la mente de los lectores. Esto ayudará a intensificar la atmósfera y a mantener el suspenso a lo largo de la obra.

Y sabes, sé que la mayoría de estas cosas las conoces, pero quise recordártelas, para entrar en otro asunto:

La narración en primera persona. La narración en primera persona, es la narración primordial para todos los que suelen iniciar en la escritura. No es que sea más fácil, sino que es la mejor para causar sensaciones. Cuando somos lectores, y pasamos a convertirnos en escritores, queremos transmitir las mismas sensaciones que sentimos cuando leímos aquel libro o aquel otro, y eso no está mal, pero como tu y yo detestamos un personaje demasiado dramático, sé que me entenderás el siguiente consejo:

Cuídate de omitir el escenario o llevar a la supremacía los sentimientos del personaje o sus pensamientos. En la vida real sabemos que, los silencios, también son respuestas o también hablan. Lo que quiero decir, es que muchas veces no necesitamos que nos digan "me siento feliz", sino a través de la escena, acciones, contexto, y desarrollo, podemos decir "Ah, Adeline está feliz", pero no porque lo leímos, sino que lo intuimos con la escena que muestras. Cuando se profundiza demasiado, para no decir se exagera, en querer mostrar los sentimientos de mi personaje principal, podemos caer un dramatismo teatral que lo lleva a convertirse en una persona en extremo sensible. Y, sabemos que, en la vida real, las personas demasiado sensibles nos agobian. Y lo menos que queremos es, precisamente, agobiar al lector por la hipersensibilidad. Ojo, no digo que sea el caso de Adeline, pero es un consejo que te doy como escritora de narración en primera persona.

Lo que, si vi un tanto problemático, es que hay tantos textos comparativos en algo tan simple, que sí, abruma un poco. Es decir, todo a lo que Adelina se expone, tiende a compararlo. Sé y noto, que es parte de su personalidad, una mezcla de sátira sobre como ella se siente en la vida que, a lo más mínimo, lo compara con un hecho sobre lo que ella conoce, lo compara y lo expresa. Pero sin darse cuenta, Adelina cae un monólogo que, lectores que buscan averiguar el misterio, terminan abrumados y cansados al darse cuenta que, "el hecho", o lo elementos para descubrir tal misterio, llegan demasiado lentos. Además, el hecho que posea tantas referencias es bueno, pero no significa que todos los lectores las entiendan todas, de modo que, de vez en cuando, terminará perdiéndose un poco.

Y el monólogo de Adelina es tal, que incluso se pierde el contexto. Y con contexto, me refiero a la ambientación. El capítulo que más me comprendió entender donde estaba situada Adeline, fue el capítulo 01 y el 02. Luego, veo que comienzas a corregir un poco, y comienza a ser fácil seguir las transiciones del personaje de un lugar a otro. Ten cuidado con eso. Es decir, no olvidar la importancia de detener el monólogo de pensamientos de Adeline, comparativos, para tomarte el tiempo de describir un ambiente, que no sea abrumador, pero sí necesario. El mejor ejemplo, entre escena que vi, me pareció que la llegada de la mansión y cuando miran el cuadro donde comienza a sospechar que el niño afirmaba que vivía en el bosque.

Otra cosa, en relación a las transiciones entre un escenario y otro, es que hay párrafos demasiados simbólicos. Y el simbolismo es genial, pero hay que tener cuidado. Yo, personalmente, creo que las transiciones deben ser claras, simples y cortas. El que se pierda entre una transición a otra con esa estrategia, es porque no está leyendo realmente. No es lo miso que diga: "Cuando llegaron a la mansión..." a que diga "cuando llegaron a la hermosa estructura, que hablaba entre susurros su propia historia y antigüedad..." Si, el segundo suena "bonito" o "estilizado" o el adjetivo que te transmita, pero se cae en el riesgo que los lectores pacen por alto ese simbolismo sobre una mansión antigua, y se pierdan en el contexto, preguntándose: ¿Y en que momento dejó las calles y llegó a la mansión?

Cuarto lugar, tiene que ver con los diálogos. Aquí veremos dos cosas: Uno, debes aprovechar más el recurso de los diálogos. No hagas de Adeline un ente más solitario de lo que es. A menos que esa sea realmente tu intuición. Sin embargo, si hay momentos en la que pueda interactuar como cualquier persona normal con alguien, no estaría mal demostrar tus diálogos. Y segundo, so sé si conozca este aspecto, pero aquí vamos: debes saber que existen dos tipos: abiertos y cerrados. Los cerrados, básicamente son los que intentamos acortar, porque tal vez no aporten algo interesante o realmente necesario, por ejemplo: "Cuando Asmos observó a la chica, le dijo que estaba feliz de encontrarla, y que, si la volviera a ver nuevamente, le cortaría la garganta"; como se observa, nunca abrí la conversación, solo resumí lo que ocurrió. Esto solo se hace, cuando lo que se cuenta, realmente no es importante para el objetivo de la historia y no se busca cansar al lector con elementos que no aportan nada a su enfoque. En cambio, el dialogo abierto, "abre" literalmente la conversación, por ejemplo:

—¡Que feliz estoy de verte! —le dijo Asmos a la chica, con una sonrisa maliciosa. Su semblante cambió. Ya no fingía aquella felicidad—. Si vuelvo a verte de nuevo, te cortaré la garganta.

—¡No, por favor! —chillo ella, arrastrando sus vestidos por el fango, al intentar huir.

Con esto, que me fue demasiado confuso y tuve que preguntarte directamente, lo noté especialmente con "el duende", que de hecho lo subrayas en negrita. Así como lo presentas en tu escrito, da entender que el duende está hablando, pero que todos los que están en esa escena lo están escuchando. Y sé, por lo que leí, que solo Adeline lo entiende. Nuevamente con mi honestidad, me intrigaba más el duende que Alex —xD—, porque como te comenté, no estaba claro si era Adeline hablando con ella misma, o era un duende real, o la chica tenía esquizofrenia, o si Alex era el duende —todavía lo pienso—. Anyway, lo que quiero decirte en relación al duende, es que, si esa conversación está sucediendo solo en la mente, usa las comillas en vez de la raya larga, y deja esta, solo para abrir los diálogos.

Con respecto a la cursiva, creo que no hay necesidad de mostrar estos elementos en cursiva, a menos que enfatices, usando los dos puntos (:) una escena del pasado o un recuerdo. Pero si hay un subtitulo que menciona una fecha histórica, para narrar algo en el pasado, lo mejor es trasladar esto como un capítulo aparte. Si no, usa el poder narrativo para mostrarlo como si el personaje lo estuviera recordando, y así no se interrumpe, nuevamente la lectura.

Por último, no sé si se observe más adelante, pero sigo intrigado en el pasado de Adeline. Por más que entendí la personalidad de Adeline, su pasado, todavía me sigue pareciendo un misterio. Necesitaba un poco más para entender porque su perspectiva tan drástica sobre las personas y el mundo en general.

Y bueno, esto es todo, Carmen. La verdad, me costó mucho juzgar tu obra porque me pareció que estaba tan bien escrita, con tan buenas técnicas de escritura, con tan buena ortografía y, sobre todo, con tanto poder en la voz narrativa, que me fascinó. Sin embargo, dándome el tiempo suficiente para leer, fue descubriendo las cosas que te planteé. Creo que es un libro que vale la pena verlo en una librería. Por lo que noté, también tienes lectores, y eso es bueno. ¡Aprovéchalos! ¡Haz que se enamoren de ti!

Esta ha sido mi humilde opinión, así que muchos éxitos.  

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