▪Lobo disfrazado de carnero▪

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-Entonces mañana haremos el trabajo de historia- hablo un pelirosa mientras caminaba de la mano con una pelirubia un poco mas bajita que él.

La chica solo asintió y se acercó a él.

-Debo irme ya, mis padres si me ven contigo me gritarán- dijo con pesar.

-Odio que nuestros padres sean enemigos, por su culpa nuestra relación es secreta- dijo el pelirosa mientras abrazaba a su novia.

-Cuando cumpla los 18 nos iremos lejos de ellos y seremos felices- la chica sonrió.

-Tienes razón, ya falta solo algunos meses- ambos se miraron fijamente con una sonrisa en sus rostros, se acercaron poco a poco y unieron sus labios en un lento beso, demostrando por medio de eso el amor que ambos se tenían.

-¡¡Lucy!!- un grito hizo separar a la pareja, la rubia miró hacia atrás y el terror se plantó en sus rostro. Sus madre la había visto, la había descubierto.

-¡¡Natsu!!- el grito de otra mujer hizo que el pelirosa volteara a ver, era su madre.

Las señoras se acercaba a paso veloz hacia sus hijos, y los cogieron del brazo de manera brusca.

La chica soltó un quejido de dolor, y su novio no lo paso por alto.

-¡La está lastimando!- grito y la señora lo miro como poca cosa.

-Guarda silencio muchachito, ¡tu a ella nunca más la volverás a ver!- grito la señora mientras lo empujaba levemente.

-¡Tu a mi hijo no lo vas a empujar Heartfilia!- grito la otra señora, ambas se miraron con odio puro -Por culpa de tu hija, mi Natsu está más rebelde, ella tiene la culpa!- grito mientras jalaba del brazo de su hijo, separandolo de su novia -¡y tu jovencita, nunca más lo volverás a ver!

-¡Natsu!- grito la joven rubia mientras su madre se la empezaba a llevar.

-¡Luce!- el chico también grito el nombre de su amor al ser jalado por su madre. Extendió su mano libre tratando inútilmente cogerla.

La rubia imitó su acción, tratando de alcanzarle.

Hasta que ambos se perdieron de vista, sus madres los habia llevado por caminos contrarios. Una lágrima silenciosa bajo por su rostro.

[...]

-¡Ouch!- se quejo de dolor al ser arrojada a la cama con brusquedad.

-¿¡Se puede saber qué hacías con ese delincuente Lucy Heartfilia!?- grito la rubia mayor mirándola con enfado.

-¡Él no es ningún delincuente! Tiene nombre y se llama Natsu Dragneel- grito la chica defendiendo a su novio.

-Bajame la voz, soy tu madre y me debes respeto- la chica se levanto de la cama y miró a su madre con odio.

-¡Tú! ¡No eres mi madre!- grito la chica pero recibió una bofetada de parte de la rubia mayor, el golpe había sido tanto que la había echo caer al suelo.

-¡No te reconozco, tu no eres mi hija, eres una niña rebelde!- grito mirándola.

-...- la chica solo se quedo callada, a causa de aquel golpe, su mejilla había quedado muy roja.

-No le diré nada de esto a tu padre, no quiero que de enfade por estas tonteras tuyas- dijo mientras se volteaba y caminaba a la puerta.

-No es justo...- susurro pero su madre la escucho y detuvo su caminar -Que por la rivalidad de ustedes con los padres de Natsu nosotros no podamos estar juntos-

-Esto queda aquí, no lo volverás a ver, desde ahora el chófer te traerá y llevará a la escuela, le pagare a los profesores para que no hablen ni hagan trabajos juntos y le diré al director que te cambie de salón- dijo y salio por la puerta.

Las lágrimas en el rostro de la joven hicieron aparición.

De pronto un mensaje le hizo distraer de su dolor, cogio el celular y leyó lo que decía.

"Está noche iré a tu habitación, ten tu ventana abierta"

De: Mi príncipe pelirosa.

Una sonrisa de alivio se formó en el rostro de la joven, al menos no todo estaba perdido.

[...]

Pov Lucy:

Acababa de cenar hace unos momentos, les desee buenas noches a mis padres y subí a mi habitación a "Descansar". O eso era lo que quería que mis padres creyeran.

Me vestí con un babydoll color rojo con toques de negro que Erza me había regalado hace unos meses atrás.

Y me senté al medio de mi cama, cogi un libro y me dispuse a leer para matar el tiempo de espera.

[...]

De pronto un ruido en mi ventana me hizo desconcentrar de mi lectura. Me levanté y mire por la ventana.

Una sonrisa seductora se formó en mi rostro, aunque por dentro me sentía muy nerviosa y ansiosa a la vez, como el de sentir que estas a punto de hacer una travesura.

Subió por mi balcón, tal cual decía el cuento de rapunzel a excepción de que no usaba mi cabello para escalar.

Ahí estaba él, el amor de mi vida. Con ese cabello muy original color salmón y esa vestimenta tan elegante.

Me recorrió el cuerpo con su mirada, me hacia sentir avergonzada por la forma tan atrevida en que vestía.

Pero trate de no tomarle demasiada importancia y concentrarme en lo que pasaría a continuación.

Sin perder el tiempo se acercó a mi dándome un beso tierno al principio pero luego con el pasar de los segundos se torno uno mas apasionado y lujurioso.

Sentí su lengua pidiendo permiso en mi boca lo cual se lo concedí.

Sus labios sabían muy dulces como un caramelo adictivo. Un gemido se escapó de mi al sentir su mano acariciar mi muzlo derecho, por reflejo junte mis piernas.

Dentro de mi me preguntaba... ¿que tan lejos iremos está noche?

Nos separamos por la falta de aire, un hilo de saliva unía nuestras lenguas y un sonrojo adornaba nuestras mejillas.

Sus manos se dirigieron al comienzo de su polera que llevaba y se la quitó, dejando su abdomen bien trabajado a mi vista. Me mordí mi labio inferior, quería probar ese sexy tórax.

Me acerco a él colocando sus manos en mi cintura.

Me empezó a dar besos por mi cuello, de vez en cuando sentía una pequeña presión, seguramente me estaba dejando una que otra marca allí. Un grito pequeño de dolor se escapó de mis labios, me había mordido muy fuerte.

-N-no seas tan brusco Natsu- pedí, era mi primera vez haciendo esto.

-Perdóname Luce, es que...estando tú así me provocas que lo sea- dijo mientras poco a poco bajaba sus besos hasta la altura del comienzo de mis pechos.

-¡Ah!- grite y enseguida me tape la boca con la mano al pensar que mis padres pudieron escucharme. Esperaba que por lo menos las pastillas para dormir que les di con sus bebidas surgiera un buen efecto.

-Shhh... no grites tanto Luce, no queremos que tus padres se enteren- una mano de él bajo acariciando mi pequeño botón sensible.

-N-no, ahí no Natsu- dije, cogiendo su brazo con mi mano tratando de evitar que siguiera con su placentera tortura.

Pero él seguía con su cometido, empezó a jugar con mi intimidad, rozando sus dedos por encima de mis bragas un poco húmedas.

-Sabes que yo soy alguien muy curioso cariño- dijo con una sonrisa pícara, logrando sonrojarme aun más.

Poco a poco me quito el Babydoll dejándome casi desnuda.

Me cargo y me llevo a la cama, donde me recostó con sumo cuidado.

-Ahora eres toda mía Lucy Heartfilia- dijo con una mirada lasciva.

Después de esto, sabia que ya no habría marcha atrás, pero eso era lo de menos, ahora solo quería ser suya, y más aún si esta sería la última vez que lo vería.

Yo no quería que él hiciera todo el trabajo, pensé que también el debía disfrutar.

Me sentó en la cama y recosté a Natsu en ella, luego me puse encima de él y empece a besarle el cuello.

-Perdóname si te muerdo o te lastimó, pero te confieso que siento tanto amor por ti- dije miradolo con pena.

-No te preocupes, puedes seguir- dijo mi novio mientras enterraba su cara en mi cuello dándome algunos besos.

Acaricie un poco su pecho, sin dejar de darle algunos besos en su cuello. Él suspiraba indicándome que lo hacía bien.

Mi mano bajo desde allí hasta el comienzo de sus pantalones me sentí nerviosa al instante, nunca había echo nada parecido y tenia miedo que lo hiciera mal.

Respire tratando de calmar mi nerviosismo, pase la mano por encima de aquel bulto y escuche otro suspiro pero más fuerte, esto fue buena señal.

Empecé a acariciarlo por encima de la tela sacando mucho más sonidos de placer de su boca.

Con un poco de valor deslice su prenda interior hacia abajo, sacandosela por completo dejando a la vista su miembro.

El sonrojo que llevaba no podía ser más notable, me levanté de él y baje hasta estar a la altura de su miembro.

En ningún momento deje de verle a los ojos y él tampoco dejaba de ver los míos en todo ese transcurso, trague saliva al ver de forma directa uno por primera vez, ¿Eran así de grandes?

Cogi aquel falo entre mis manos y saque mi lengua, esperaba hacerlo bien.

Empecé a lamer la punta despacio, sacando suspiros a Natsu.

-L-Luce...- susurro con un rostro de placer, más no le di importancia y seguí con mi trabajo.

Ahora me dedicaba a lamer desde la base hasta la punta, era extraño...pero me agradaba.

¡Pervertida! Me grite mentalmente al pensar y hacer este tipo de cosas.

-T-trata... Mmm...- trato de decir mi pelirosa -D-e meterlo todo en tu boca... ¡Mmm!-

-¿Meterlo? ¡Esto no cabría en mi boca!- pensé sin dejar mi labor. O bueno... no lo sabría si no lo intentaba, en estas ocasiones odiaba ser una ignorante en estos temas.

Respire tratando de calmarme y estar relajada, poco a poco metí lo que pude en mi boca sin dejar de mirar a Natsu. Este tenía los ojos cerrados respirando por la boca, me sentía poderosa al saber que yo era la culpable de aquel placer que sentía.

No llegue a meterlo todo, así que con una mano frotaba lo que no cabía en mi boca, empecé a sacarlo y meterlo en un vaivén lento.

-M-mueve tu... lengua- obedecí y mientras sacaba y metía su miembro, movía mi lengua y frotaba la cabeza del falo.

-Luce... voy a...- entendí lo que decía, así que acelere mi ritmo sacando un gemido ronco a Natsu mientras sentía un líquido tibio empapar mi boca.

Me aparte cuando terminó, bebí el líquido de Natsu, sabía un poco amargo pero no me quejaba.

Volví a subirme encima de él, ambos nos mirábamos con una sonrisa en nuestros rostros.

Acercó una mano en mi mejilla y la acarició mientras se sentaba, impulso mi rostro para adelante tratando de besarme.

Voltee el rostro dejándolo con una mirada confusa.

-¿Que sucede?- me pregunto.

-No me beses ahora... acabo de...- susurre dando a suponer lo que quise decir.

-Eso no me importa- me susurro mientras unía nuestros labios en un beso suave, sin dobles intenciones.

Poco a poco me recostó en la cama dejándome de nuevo debajo de él.

-¡Ah!- exclame al sentir a Natsu rozar con mi intimidad.

-Quiero entrar Luce...- me miró a los ojos y yo asentí con la cabeza.

-Estas muy mojada pequeña...- susurro cuando paso uno de sus dedos por mi feminidad sacándome un suspiro.

-¡N-no digas esas cosas!- exclame con mi rostro sonrojado.

-¿Tienes aun vergüenza? ¿después de hacerme correr en tu boca? Encima que luego de eso te bebiste mi semilla- me miró con un rostro juguetón, él a pesar de las circunstancias lograba sacarme de quisio.

-¡E-eso es normal! Era mi primera vez haciendo eso y encima me sacas en cara lo avergonzada que estoy cuando tú... ¡Ahhh...¡- me hizo parar de retarlo cuando empezó a rozar su erección en mi intimidad.

-Shhh, luego hablaremos de eso- me dijo mientras seguía con su jueguito -Ahora lo que quiero es que de esa boquita solo salga gemidos-

Poco a poco empezó a entrar en mi, solté un gemido de dolor y enrolle mi mano en la sábana tratando de reunir fuerzas.

[...]

Pov Natsu:

Cuando sentí una barrera interponerse en mi camino, mire a Lucy y ella solo asintió mientras yo de una estocada ingresaba en ella.

La abrace tratando de darle consuelo, le daba unos besos en la mejilla y en su boca.

El interior de Lucy era fascinante, era apretada, se encontraba húmeda y estaba caliente.

Reuní mucha fuerza de voluntad al no empezar a moverme dentro de ella, sentía sus paredes acomodarse a mi, a la misma vez sentir como presionaban y succionaban mi falo.

-Ahh...- gemi sin quererlo.

-N-natsu... ya puedes moverte- susurro mientras me miraban con lágrimas en sus ojos. Yo las seque de inmediato

-¿Segura? ¿ya no te duele?- pregunte preocupado, me sentía mal por provocarle ese dolor.

-Segura, solo muévete despacio...hasta que me acostumbre- Yo asentí y empecé a mover mis caderas contra los de ella.

En la habitación solo se escuchaban gemidos de parte de Lucy y míos.

El verla de esa manera, gritando mi nombre mientras gotas de sudor resbalaban por su frente, ver sus ojos cerrados mientras aspiraba aire de manera rápida, me hacia querer darle mas. Pero no, esperaría a que ella fuera la que me lo pidiera.

-N-natsu...¡M-más!- como si me leyera la mente me lo pidió y yo sin dudarlo la complaceria.

Me separe de ella, antes de que Lucy se quejara, la levanté conmigo y la cargue hasta apoyarla de espaldas a la pared, y de una estocada me metí en los más profundo de ella, solté un gemido bajo al sentir tal placer y ella grito sin poder contenerse.

La empecé a embestir de manera rápida sacando más gemidos subidos de tono por parte de Lucy.

-Shhh Luce, tus padres nos pueden escuchar- dije tratando de prevenir que sus padres nos descubrieran.

-N-no te preocupes por eso... ¡Ahh! E-estan bajo la sustancia de una droga p-para dormir- me explico con dificultad. ¿Enserio mi chica fue capaz de eso? Me sentí un poco feliz al saber que significaba mucho para ella pero al mismo tiempo un poco decepcionado por que eso estaba mal.

Decidí no tomarle importancia y seguí con lo mio. Poco a poco sentía el clímax más cerca, pero no quería terminar hasta que Lucy estuviera satisfecha.

-¡N-natsu! Ya no puedo...-hablo con esfuerzo, cogi sus dos piernas las enrolle en mi cintura.

-¡A-ahhh! ¡N-natsu!- ¡Mierda! Sentía como entraba mucho más profundo que antes.

-E-eso Luce, S-sigue gritando mi nombre, no sabes como me pones- dije con una sonrisa pícara mientras seguía embistiendola.

Me senté en la cama y empecé a moverme más rápido, sentía las paredes internas de Lucy contraerse, sabia que ya estaba cerca del clímax.

-¡N-natsu! ¡Me c-corro....!- grito

-H-hagamoslo junto Luce, solo aguanta un poco más- ella asintió y empezó a saltar sobre mi, yo la ayudaba encontrandola en cada estocada y cogiendo su cintura.

De pronto una nube de placer nos envolvió, ambos gritamos el nombre del otro mientras sentía como me vaciaba dentro de ella.

Las paredes internas de Lucy me succionaban y apretaban. Ella grito al momento de alcanzar el clímax.

Yo seguía moviéndome pero de forma lenta, dejando que toda mi semilla se derramará en su interior, hasta quedarme seco.

Me recosté en la cama dejándo a Lucy encima mio aun sin separarnos. Ella se quedo dormida. Se vía tan pacífica e inocente.

Envolví mis brazos en su cuerpo y le di un beso en su frente ligeramente sudada.

-Te amo Lucy- susurre quedándome dormido.






















Continuará...

¡Gracias por leer!

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Mei_Dragneel.

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