Capítulo 03

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Era la primera vez que salía con Beomgyu. Hueningkai había tenido razón en que él era un poco agradable. Él incluso había bromeado con Taehyun en el auto de camino al supermercado, aunque debía admitir que sus chistes eran bastante malos.

No es que Taehyun fuera un comediante, pero al parecer, Beomgyu sólo conocía chistes del humor de una anciana de cincuenta años. Y a pesar de que al inicio se había sentido algo incómodo estando a solas con él, Beomgyu realmente se había estado esforzando por crear un vínculo. Ni siquiera necesitaba hablar demasiado: Beomgyu había estado llevando la conversación desde que entraron al vehículo. Dejó de ser tan incómodo y Taehyun incluso bromeó con él.

Choi Beomgyu tenía veinticinco años. Había estado con Hueningkai desde los veintitrés y tenía un sentido del humor bastante curioso.

Para ser sinceros, Taehyun tuvo problemas para conectar con él al inicio, pero decidió no juzgar al libro por su portada. Quién sabe, tal vez Beomgyu era un gran blando bajo su exterior oscuro y controlador.

Aunque, por supuesto, todo apuntaba a que Beomgyu no era un blando.

—Eres increíblemente exigente —dijo Taehyun a Beomgyu— ¿Por qué no podemos llevar la más barata? —se quejó— Para ser honesto, no creí que fueras así de controlador. Eres exigente incluso con los precios —Beomgyu se encogió de hombros—. Sólo es una caja de leche. No comprendo por qué estamos discutiendo por ello.

Beomgyu sólo sonreía torcidamente mientras veía a Taehyun sacudir sus manos en el aire mientras hablaba.

Sonriendo, Beomgyu sacudió la cabeza.

—Sería mucho más simple si obedecieras mis órdenes y sólo llevaras el carrito —por supuesto: Beomgyu era realmente un controlador. Él insistía en revisar el precio por kilogramo en vez del precio que ponía la etiqueta.

Taehyun iba a protestar al respecto, pero fue interrumpido por la voz de Beomgyu:

—Iremos por vegetales, Hueningkai tuvo ganas de comer zanahorias esta semana.

—Hmm, iremos por ello entonces —murmuró Taehyun, frunciendo el ceño y siguiendo a Beomgyu—. Aunque sigo sin comprender tu manía por ver los precios. Sólo debes ponerlo en el carro y ya.

Beomgyu lo miró con un brillo extraño en sus ojos. Había escuchado tanto sobre Taehyun, y sin embargo, no había tenido la oportunidad de conocerlo hasta ahora. Sin mencionar que Hueningkai lo había puesto inquieto y nervioso cuando mencionó que tendría que salir con Taehyun, como si lo mirara y supiera lo que estaba pasando por su mente.

Joder.

¿En qué se había metido? Él no era ese tipo de hombre. De hecho, él no lo era. Beomgyu siempre había preferido ser honesto y directo, y le gustaba que la gente actuara de la misma manera.

—Espera un poco —dijo Beomgyu, dejando a Taehyun en el pasillo de vegetales antes de desaparecer entre la gente.

Para matar el tiempo, Taehyun sacó su teléfono y comenzó a enviar mensajes de texto a Hueningkai.

Hmm, él no contestaba... ¿Estaría bien?

Taehyun rápidamente hizo los cálculos en su cabeza y se dio cuenta de que probablemente estaría despertando. Y teniendo en cuenta que era un día domingo, Hueningkai se habría dormido de nuevo.

La cercana voz de Beomgyu hizo que Taehyun se estremeciera y lo mirara a los ojos. Podía notar el azul oscuro en sus iris.

—Encontré lo que buscaba.

Taehyun le sonrió amable.

Beomgyu murmuró algo que él no pudo oír.

—Vamos —hubo un silencio antes de que Taehyun hiciera una mueca de incomodidad— ¿Está todo en orden?

—Esa mujer no deja de observarte —le dijo a Beomgyu— ¿Crees que se acerque?

—No estoy seguro. Debe pensar que eres mi pareja o algo así, no creo que ella lo haga —miró a Taehyun con una expresión neutra.

—Por favor, no digas eso —dijo Taehyun débilmente—. Me siento como un infiel si lo dices tan directamente, Beomgyu.

—Bueno, viendo el lado positivo, nosotros prácticamente seremos algo como una pareja dentro de poco —dijo él—. Seremos buenos amigos.

Al darse cuenta de sus palabras, Taehyun se rió. Él no podía estar hablando en serio.

Beomgyu sonrió.

—Eso es algo bueno, ¿no? Haremos feliz a Hueningkai.

Taehyun sonrió también. Beomgyu debía saber que él tenía pocos amigos; dos para ser exactos, ya que en realidad Hueningkai debía haberse encargado de darle más detalles.

—Muy bien, vamos. Debemos regresar al departamento.

—Sí —vaciló Taehyun, mirando el carro—. Sí.

Beomgyu rió.

—No estés tan nervioso. Sé que puedo parecer un idiota, pero en el fondo no lo soy del todo. Soy un buen hombre, sólo no me hagas enfadar.

—Eso no es tan alentador —dijo Taehyun irónico antes de encoger los hombros y caminar hacia la caja.

Aquí vamos.

Avanzó junto a Beomgyu y sus manos se rozaron. Taehyun se puso rígido antes de sonreírle descuidadamente.

Tras pagar todo y salir del supermercado, se dirigieron hasta el estacionamiento. Beomgyu cargaba con las bolsas y Taehyun sólo caminaba a su lado en silencio. No había salido tan mal después de todo.

Taehyun iba sentado en el asiento trasero cuando sus miradas se cruzaron a través del espejo retrovisor. Nunca había visto ojos tan intensos. La mirada azul de Beomgyu le provocó escalofríos.

El silencio se alargó.

Cuanto más duraba, más inquieto se sentía Taehyun. La mirada de Beomgyu definitivamente podía llamarse intensa, lo cual no tenía ningún sentido. Si no lo supiera mejor, pensaría que Beomgyu estaba examinándolo, pero él tenía novio. Tenía novio y era completamente fiel.

¿Por qué me miras? Quiso preguntar.

Taehyun se aclaró la garganta un poco.

—¿Hay algo en mi cara?

Aún mirándolo fijamente a través del espejo, Beomgyu dijo:

—Te agrado un poco ahora, ¿no?

—¿Qué me delató? —bromeó Taehyun antes de poder arrepentirse.

Las cejas de Beomgyu se levantaron un poco, como si no pudiera creer que el tipo que parecía odiarlo el día anterior estuviera bromeando con él.

Taehyun encontró su mirada nuevamente. A él no le importaba realmente bromear con el novio de Hueningkai, después de todo, Beomgyu era sólo eso: el novio de su roomie. Era todo lo que Beomgyu significaba para él, pero, por desgracia, el tipo estaba siendo demasiado agradable con él.

—¿Tienes algo que hacer el jueves? —dijo Beomgyu, sin apartar la mirada. Permaneció fija en Taehyun.

Lo estaba haciendo sentir raro. Consciente de sí mismo. Extraño.

—Hasta donde sé, no —respondió Taehyun, llevando su visión a los dedos de Beomgyu alrededor de volante.

Beomgyu hizo un sonido pensativo y miró hacia el frente, arrancando el auto.

Taehyun exhaló. Echó un vistazo al vehículo antes de volver sus ojos a Beomgyu.

Tenía un buen semblante, debía admitirlo. Era atractivo, el toque rojizo en el cabello de Beomgyu agregaba algo distintivo a su apariencia.

—Pasaré por ti el jueves a las cuatro —dijo Beomgyu al fin, rompiendo el silencio.

Su mirada volvió hacia Taehyun.

—¿Por qué?

La expresión de Beomgyu estaba en blanco.

—Pronto será el cumpleaños de Hueningkai —dijo—. Me ayudarás a elegir su regalo.

—¿Por qué no simplemente lo llevas a cenar?

El silencio fue incómodo.

Como Taehyun no sabía absolutamente nada acerca de la relación de Beomgyu y Hueningkai, no podía estar seguro de si el silencio era bueno o no. Pero teniendo en cuenta lo dulces que eran ellos, era poco probable que fuera realmente malo.

Una mueca cruzó el rostro de Beomgyu.

—Visitaremos la nueva joyería que abrió en el centro comercial.

—Está bien. Estoy seguro de que encontrarás el regalo adecuado para él. En realidad, creo que Huening estará feliz con cualquier cosa.

Beomgyu lo miró atentamente cuando el semáforo cambió a rojo, como buscando las palabras.

Una extraña emoción parpadeó en los ojos de Taehyun.

—Lo sé —Beomgyu dijo—. Sólo quiero que sea especial. Ya sabes.

—Así que también eres cursi.

Beomgyu sólo rió bajo. Había cosas que no le gustaba demostrar frente a un extraño, pero Taehyun dejaba de sentirse tanto como uno.

—¿Entonces ahora somos amigos?

—Todavía no. Es nuestra primera salida. Necesitamos tiempo y...

—Ya entendí, señor perfecto.

La mirada que recibió de Beomgyu por interrumpirlo le causó gracia.

—Lo siento —dijo, dándole a Beomgyu su mejor mirada inocente—. Sigue hablando.

—Eso era todo, en realidad —prosiguió—: Visitaremos la joyería y luego reservaremos una cita en el restaurante a la vuelta del edificio —Beomgyu señaló el lugar cuando pasaron lo suficientemente cerca—. Cenaremos juntos —Beomgyu finalizó.

Taehyun mantuvo la boca cerrada y asintió, sus labios apretados para evitar sonreír.

La mirada de Beomgyu con los ojos encogidos en los líneas fue lo último que Taehyun vio antes de que llegaran al estacionamiento del edificio.

Se bajó del vehículo y ayudó a Beomgyu a cargar con las bolsas hasta el departamento. Sería descortés de su parte no hacerlo.

Miró alrededor del lugar y notó que Hueningkai no estaba.

Respirando hondo, sacó su teléfono y marcó su número. No hubo respuesta, y probablemente tendría que pasar más tiempo del necesario junto a Beomgyu mientras esperaban su regreso.

Iba a ser una larga tarde.

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