—Los días siguientes estuve muy triste, pero el trabajo debía continuar, terminé los videos de los bailes y en los que me masturbaba. –Dijo con seriedad cruzando sus piernas. —Ya tenía que hacer los vídeos teniendo relaciones y no me sentía lista. –Hizo una corta pausa. —Aún. –Se expresó con seriedad y asombro.

Soltaba un suspiro y sonreía.

—Las cosas con Timoteo se volvieron diferente, no me gustaba hablar con él, lo ignoraba, ya no graba con él. –Dijo con algo de tristeza poniendo sus manos sobre sus labios. —Lo traté con mucha indiferencia si me hacía sentir desconfianza, pero me hacía sentir mal también porque para mí era una buena persona. –Suspiraba perdiendo la mirada. —Me volví un poquito más cercana a Thiago, pero conservaba mi distancia. –Soltó una pequeña sonrisa.

Viernes 2:30 pm

Roxana.

Timoteo dejaba una botella de agua sobre la mesa mientras Roxana sostenía un libreto entre sus manos leyendo lento, su lectura había mejorado en los últimos días, soltando corto suspiro, ignoraba a quien tenía a su lado, él la miraba y se apartaba, mientras se alejaba a la sala de edición Roxana lo miraba con algo de tristeza y duda.

—¿Estás segura de esto? –Preguntó Honey con curiosidad estando a su lado.

—Claro, te lo había prometido. –Le respondió amable y con una sonrisa, dejando el guion sobre la mesa.

—Grabaremos en diez minutos. –Dijo ella con dulzura y una sonrisa alejándose.

Roxana le sonreía y salía de la sala de descanso, en su camino se topaba con su jefe que la veía con una sonrisa.

—Roxana, querida. –Dijo emocionado dándole un abrazo.

—Don César. –Dijo algo sorprendida respondiéndole el abrazo. —¿Por qué estás tan alegre? –Preguntó ella con curiosidad separándose.

—Tus números están generando muchas ganancias para esta compañía. –Le respondió con alegría sonriéndole. —Tanto que ya estamos haciendo algunos arreglos por aquí. –Sonreía moviendo sus manos al hablar.

—¿Podríamos hablar de un aumento? –Preguntó con inocencia y timidez, acompañado de una sonrisa en su rostro.

César se reía con aquella pregunta.

—Me encanta lo decidida que eres, espérate unos cinco meses y estaremos hablando de eso. –Dijo con amabilidad tocando la del hombro. —Gracias por formar parte de este equipo. –Se expresó con calma y amabilidad.

—Es con gusto, señor César. –Le respondió con amabilidad sonriéndole.

Ambos se despedían y seguían su camino, en ese mismo lugar estaba Cat y Blue que la miraban con envidia, la veían como la nueva favorita del lugar tan rápido.

—Buenas tardes Roxy, te ves hermosa hoy. –Dijo Cat con amabilidad levantando su mano sonriéndole.

—Gracias, Cat, tú te ves preciosa hoy. –Le respondió amable, sonriéndole.

Mientras Roxana se alejaba caminando, ambas la miraban.

—¿Qué le ven a esa boba? –Preguntó Blue molesta viendo a lo lejos a Roxana.

—Ya su fama pasará, solo es una estúpida con suerte. –Le respondió Cat igual de molesta mientras cruzaba sus brazos.

Roxana llegaba a uno de los sets donde veía a un joven camarógrafo que alistaba la iluminación y las cámaras.

—Buenas tardes. –Dijo ella con amabilidad al entrar.

—Buenas tardes, Roxana. –Le respondió con la misma amabilidad.

—Ay, disculpa, olvide tu nombre. –Dijo ella apenada, viéndolo mientras se sentaba en una mesa, con su celular en sus manos.

—No te preocupes, no es necesario que lo recuerdes. –Le respondió él con una sonrisa. —Ya todo está listo, cuando las dos quieran empezar.

—Claro, dame un momento. –Le sonrió dándole una leve mirada viendo de nuevo su celular.

Aquel chico seguía preparando algunos pequeños detalles mientras Roxana se tomaba una foto, poniendo su brazo izquierdo debajo de sus senos para hacerlo resaltar más, un beso y guiño de ojo la hacía sentir sensual, mientras la imagen se subía con el texto "Pronto nuevo video 🔥🤭" miraba sus mensajes y sus seguidores, los comentarios de su última foto.

La mayoría de los comentarios era diciéndole hermosa, alagándola, entre los comentarios se topaba con un comentario de un usuario femenino que decía "Los hombres las prefieren putas" le molestaba aquellos comentarios, la irritan hasta que joven camarógrafo llamaba su atención.

—Disculpa, no te escuché. –Dijo apenada bajando su celular.

—Te decía que está listo tu vestuario y que Honey ya viene para acá. –Repitió amable viéndola a los ojos.

—Gracias. –Le respondió algo incómoda junto a una sonrisa.

El presente.

—Si me importaban mucho los comentarios, los me gusta. –Sonreía apenada. —Los seguidores, me molestaba que una foto mía no llegará a los cien mil, me gustas. –Dijo en tono burlón levantando sus cejas. —Pero los comentarios negativos estaban ahí, no me acostumbraba a ellos, extrañamente a pesar de tener miles comentarios positivos. –Soltaba un suspiro. —Te fijabas más en los negativos. –Soltaba una risa nerviosa.

Tomando un vaso con agua y bebiendo un poco de aquel vaso, lo dejaba de nuevo sobre la mesa.

—Estaba empezando a cambiar mi actitud, esta es una de parte que no me gusta de mi historia. –Dijo apenada sonriendo. —Pero maduras como figura pública a futuro. –Sonrió levantando sus hombros. —Aquel día tenía que hacer mis primeras escenas sexuales con alguien, iba a hacer una escena lésbica. –Hizo una breve pausa. —Memorice el guion y en ese momento mi carrera empezó a despegar, en ese vídeo nació Roxy Foxy en el mundo del sexo.

El pasado.

Roxana y Honey estaban vestidas con una camiseta escotada y una falda muy corta que resaltan sus piernas, aunque Roxana llevaba una máscara de gata como de costumbre, con el guion en sus manos, Roxana se rascaba la cabeza.

—Somos dos compañeras de clase, y estamos haciendo tarea. –Dijo sin mucho interés leyendo.

—Así es, si quieres improvisar adelante. –Le respondió el joven camarógrafo viéndolas a ambas.

—Hagamos esto entonces. –Dijo Roxana completamente decidida.

Ambas tomaban asiento, se acomodaban en una mesa con cuaderno y útiles escolares, Roxana tomaba un lápiz y jugaba con él entre sus dedos.

—Tres, dos, uno, acción. –Dijo con seriedad el chico haciendo con sus dedos aquellos números mientras contaba.

Soltando un suspiro ambas Honey tomaba un libro de matemáticas abriéndolo, se acomodaba los lentes.

Llevaba varios minutos grabado dónde Honey se esforzaba por enseñarle matemática a Roxana, ambas se sabían sus diálogos de memoria, aunque hacía breve pausa para leerlo, la escena debía durar siete minutos donde hubo coqueteo entre ambas, muchas poses provocadoras a la mirada, llegando a los últimos minutos de la corta historia.

—Vas a reprobar la clase si no prestas atención. –Dijo Honey con seriedad ocultando la mitad de su rostro en el libro.

—¿Qué han hecho las matemáticas por mí? –Le preguntó indiferente mientras sostenía y jugaba con el lápiz entre sus dedos.

—Son importantes. –Se expresó ella molesta bajando el libro. —Sin ella no podrías sumar, ni restar, o saber las cantidades que necesitas. –Apartaba la mirada molesta haciendo mover levemente su cabello. —No sé por qué te ayudo, si mereces reprobar la materia. –Dijo indiferente y molesta levantándose.

Honey tomaba algunos libros para llevarlos entre sus brazos, Roxana se levantaba y la abrazaba por la espalda, le apretaba el seno izquierdo y se le acercaba al oído.

—Eres buena en matemáticas. –Le susurro cerca del oído.

Honey se sonrojaba respirando lento, aquello no formaba parte del guion.

—Pero, vi que en clase de anatomía estás reprobando, quizás necesites una clase más. –Hizo una corta pausa susurrando. —Privada. –Le beso el cuello chupando lentamente.

Roxana la hacía apoyarse sobre la mesa mientras le besa el cuello, con sus manos empezaba a desabotonar la blusa botón por botón, se logran ver los senos de Honey entre la blusa, le comenzaba a chupar el cuello con más intensidad, Honey le respondía estiraba su cuello mientras se sonrojaba, Roxana comenzaba a tocarle los senos y los movía en círculos.

—Detente. –Susurro Honey cerrando los ojos.

Roxana continuaba chupándole el cuello, metiendo su mano entre su sostén, le apretaba los senos y los movía dejando el pezón entre sus dedos.

—Aaah. –Gimió con timidez sonrojándose. —Debemos estudiar. –Susurró sin poner resistencia.

—Te voy a dar una clase privada. –Le respondió en un susurro, pasando su lengua por su cuello. —Que no olvidarás.

Aquel joven camarógrafo caminaba mientras buscaba los mejores ángulos para grabarlas, ambas se estaban besando con intensidad mientras Roxana le movía y le acariciaba los senos.

—Pero no necesito clases extras. –Susurro moviendo sus manos por la mesa, apoyándose con dificultad sobre la mesa.

Algunos lápices caían al suelo con aquel movimiento de manos, movía algunos libros y sonaba algunas hojas al doblarse.

Roxana le apretaba el seno derecho y le jalaba lentamente el pezón mientras le chupaba el cuello.

—No es que la necesite. –Le susurró y le subió la falda con su otra mano. —Es que la quieres. –Le daba una nalgada y le chupaba el cuello con intensidad.

Con la respiración nerviosa de Honey se comenzaba a notar mientras Roxana la tocaba desde las nalgas a los senos, sin avisar ella se giraba y se miraba de frente teniendo sus labios cerca.

—¿Vas a seguir hablando? O ¿Me la vas a dar. –Dijo lentamente aquella palabra pasando su mano por su cabello. —La clase? –Le preguntó coqueta susurrando cerca de los labios.

Aquella palabra hacía sonreír a Roxana que deslizaba su mano por su pecho, pasándola suavemente por sus senos.

—Te daré una buena clase de lengua. –Le respondió susurrando, pasando su dedo índice por sus labios. —Española.

Roxana la agarraba de las nalgas cargándola, Honey no se esperaba aquella reacción, solo la abrazaba por el cuello y se aferraba con sus piernas, sosteniendo aquella chica delgada con su mano izquierda, Roxana con su mano derecha lanza todos los cuadernos y materiales al suelo, las hojas flotaban en el aire antes de caer al suelo, acostando a Honey sobre la mesa le chupa el cuello mientras le subía la falda.

La reacción de ambas sorprendía al chico que las grababa, no sabía si estaba actuando o realmente se traía ganas, aún así permanecía en silencio haciendo su trabajo.

Roxana le besaba el cuello y comenzaba a descender con calma, le besaba los senos y los comenzaba a chupar, le lamía los pezones y con la punta de su lengua los movía en círculos, la miraba mientras la respiración de ella se agitaba y la abrazaba con más fuerza con sus piernas.

Roxana comenzaba a bajar, se deslizaba entre las piernas de ella y le besaba el abdomen lentamente y pasaba su lengua por su vientre plano que se movía agitado por su respiración.

Al llegar al medio de su pierna levantaba su falda y deslizaba su lengua lentamente por su vagina, la reacción de Honey era casi instantánea, movía sus piernas al sentir su lengua y la miraba gimiendo suave, Roxana movía su lengua de arriba abajo mientras le acariciaba las piernas bajando sus manos lentamente por sus muslos.

La escena cambia, ambas ya estaban semidesnudas, lo único que llevaban era sus faldas enrolladas en su vientre y sus medias veladas, llevaba ya casi diez minutos de grabación y faltaban más.

Ambas estaban sobre la mesa, con una pierna sobre la pierna de la otra, agitadas y gimiendo a la par, se miraba, sus senos se movían por el choque de sus cuerpos, lo hacía cada vez con más intensidad.

—Aaah, aah, si, si, que rico. –Gimió agitada Honey mientras hacía fuerza con sus brazos para no caerse de la mesa.

El cuerpo de ambas sonaba con cada choque que tenían, sus partes íntimas ya estaba húmeda y de color rojo, estaba completamente dilatadas.

—Aaah, aaah, mierda. –Gimió Roxana agitada. —¿Con qué te gustan las clases extras? –Le preguntó muy agitada viéndola mientras se mordía los labios.

Honey solo podía responder moviendo su cabeza diciendo "Si" mientras se sonrojaba y se mordía los labios no podía seguirle la intensidad a su compañera, llevadas por el momento Roxana acercaba su mano al abdomen de ella aumentando la intensidad de los choques.

La mesa soltaba algunos rechinidos y aquel joven camarógrafo sonreía ante todo lo que había visto de ambas chicas, seguía haciendo su trabajo tomando los mejores ángulos.

Muy atrevida y llevada por el momento, con su dedo pulgar movía en círculos el clítoris de Honey que ya estaba expuesto y estimulado, al sentir el tacto de la yema del dedo de su compañera soltaba un gemido.

—Aaah, no puedo más. –Gimo agitada echando su cabeza hacia atrás.

Su vagina se humedece más, sus piernas se movían como un reflejo por el placer que estaba recibiendo, en un breve momento ambas se detenían, ambas estaban sudando y agotadas.

Sin previo aviso, Honey se sentaba sobre Roxana tomándola de las mejillas besándola con lengua, Roxana quedaba sin reacción y solo le pasaba la mano por la espalda, sus senos se juntaban y se frotaba entre ellos, el camarógrafo tomaba las últimas tomas de aquel beso y de cómo terminaba sus senos juntos.

—Y corte, ha quedado perfecto. –Se expresó emocionado viendo a ambas chicas que se detenían. —Que bien actúan juntas. –Dijo con asombrado con su mirada perpleja.

Ambas chicas se miraban y se sonrojaban.

—Somos profesionales, sabemos hacer nuestro trabajo. –Respondió Honey con seriedad mientras se baja de la mesa cubriéndose los senos.

Roxana se sentaba sobre la mesa y se cubría los senos con su mano derecha.

—Puedes traerme una toalla, no me gusta estar sudando. –Dijo sin mucho interés viendo aquel chico.

—Claro, con gusto. –Le respondió con amabilidad y una sonrisa.

Ambas se quedaban solas, Honey le daba la espalda, tenía su mirada perdida y sus mejillas sonrojadas.

—Eso fue...

La interrumpió Roxana con seriedad.

—No lo menciones, es solamente trabajo. –Le respondió, sería sonrojándose. —Simplemente, fluyó y pasó y ya es trabajo. –Mencionaba algo nerviosa levantándose de la mesa.

Ambas se miraban fijamente y sonreían.

—Espero que tus números mejoren con esto. –Se mencionaba amable Roxana con su mirada en su compañera.

—Estoy segura de qué. –Le respondió con timidez haciendo una breve pausa perdiendo su mirada. —Sí. –Susurró.

El camarógrafo llegaba con dos toallas para ambas chicas que las recibía tapándose el cuerpo con ellas.

—La estuve viendo desnuda casi una hora y media. –Dijo algo confundido viéndola. —¿Por qué se cubren? –Preguntó con algo de ironía en su voz.

Ambas chicas lo miraban mal, su comentario le había dado tanto disgusto, Honey trataba de no prestarle atención y se retiraba caminando rumbo a la ducha.

—Una cosa, chico. –Dijo sería Roxana viéndolo. —Eso que acaba de decir fue tan estúpido y molesto para una mujer. –Lo tomaba de la barbilla y lo miraba con seriedad. —Mírame siempre como mujer, sé profesional y evita comentarios así. –Le susurraba algo molesta, viéndolo de la misma forma. —Puede que sea actriz porno, pero sobre todo sigo siendo mujer, y mi profesión no me quita valor como mujer y tampoco me obliga a estar desnuda enfrente tuyo mientras no esté trabajando. –Se expresó con mucha seriedad y firmeza, soltándolo.

—Disculpa. –Le respondió apenado.

—Solo vete y deja esos comentarios tan pesados. –Se expresaba molesta, extendiendo su mano izquierda, señalando la salida, sosteniendo su toalla con la otra mano.

El chico apenado se retiraba, Roxana cerraba la puerta del set, poniéndole seguro, soltando un suspiro, cerrando levemente los ojos por su molestia.

—Hombres. –Susurró molesta.

Las duchas estaban separadas por un muro y tapada con una cortina, Honey ya se estaba duchando mirando de reojo a Roxana cuando ella entraba.

El presente.

—Esa ducha entre ambas fue incómoda, un silencio entre las dos, solo el agua de la regadera sonaba. –Dijo con seriedad cruzando sus piernas. —No sería la última vez que grabaría con ella, y si lo admito. –Soltaba corta risa. —Nada fue actuado, realmente me prendí como fuego. –Se sonrojaba. —Y creo que eso se notó e hizo que el vídeo fuera un éxito.

Ella tomaba algo de agua pasando su lengua por su labio superior.

—Ese día, note mucho la ausencia de Timoteo, él nunca haría comentarios de tan mal gusto, era bastante profesional. –Soltaba un suspiro. —¿Puedo ir a abofetear a mí yo del pasado? –Preguntó con algo de humor riéndose con timidez.