Capítulo 17: Lagrimas Y Secretos.

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Sábado 7:20 pm
Roxana y Thiago.

Roxana enrollaba la pasta en su tenedor mientras lo miraba.

—No sabía que Timoteo era tu primo. –Dijo con seriedad sin quitarle la mirada.

—Si somos familia, gracias a mí encontró ese trabajo. –Le respondió sin interés mientras comía, hacía una breve pausa para bajar lo que comía. —No lo recibían en ningún lado porque estuvo en prisión.

Roxana masticaba lentamente y levantaba sus cejas asombradas, como una persona como Timoteo estaría preso, y ¿Por qué?

—Don César le dio la oportunidad y ya han pasado seis años desde aquel momento. –Enrollaba algo de pasta soltando una sonrisa.

—¿Cuánto tiempo estuvo preso? –Preguntó con curiosidad. —Y ¿Por qué? –Lo miraba con intriga.

Por la cabeza de Roxana pasaban aquellas palabras de Honey, "—No confíes en ningún hombre de esta empresa, todos son unos hijos de puta."

—Estuvo dos años casi tres. –Entre cerraba sus ojos tratando de recordar. —Fue por homicidio, por eso me preocupa tanto que esté tanto tiempo con él. –Dijo preocupado poniendo su mano sobre la de ella.

Roxana quedaba perpleja ante aquellas palabras, no lo lograba entender o creer, él es tan amable y tan buena persona, estaría en prisión por asesinar a alguien.

—A ¿Quién asesino? Y ¿Por qué? –Preguntó algo asustada y preocupada.

—Lo que yo sé. –Puso su mano derecha sobre su pecho, levantando sus cejas. —Fue a una mujer y la asesinó en su propia casa. –Le respondió con seriedad viéndola.

—No puede ser. –Susurró, preocupada perdiendo su mirada, le soltaba la mano a Thiago acercándola a sus labios asustada, girando su mirada de nuevo hacía él. —¿Estás seguro? –Preguntó con seriedad. —Es que no te lo puedo creer, él me ha dado una imagen tan increíble y buena de él. –Dijo perpleja y muy confundida.

—Si quieres puedes averiguarlo con sus antecedentes penales. –Le respondió con frialdad y seriedad mientras comía.

El presente.

—Quedé perpleja, quedé confundida. –Dijo algo nerviosa cruzando sus piernas.

Un corto silencio se hacía mientras ella se mordía el labio y perdía su mirada.

—Un día antes de la cita con Thiago lo dejé dormir en mi antigua casa, le metí seguro a la puerta, ya que Carolina. –Soltaba un suspiro al decir su nombre. —Me inculcó esa desconfianza total en los hombres, puede ser tu amigo, tu mejor amigo, pero jamás confíes en un hombre. –Dijo con seguridad poniendo su mano sobre su barbilla. —Desde ese día las cosas no volvieron a hacer iguales con Timoteo, creció en mí una gran desconfianza.

El pasado.

—¿Asombrada? –Preguntó él algo indiferente.

—Si, más que todo confundida, no sé qué pensar. –Le respondió confundida, poniendo su mano sobre su frente.

—Bueno, entonces no te diré otro secreto. –Se reía mientras terminaba su pasta.

—¿Cuál? –Preguntó curiosa viéndolo.

—Yo soy Timoteo, él es Thiago. –Dijo con frialdad y sin mucha importancia, dejando el tenedor sobre el plato.

—No te estoy entendiendo. –Le respondió algo confundida.

—Cambiamos de nombre, él usa el mío y yo el de él. –Le respondió indiferente, dejando el plato a un lado. —Lo hizo porque si llegaba a perder su empleo como camarógrafo, no volvería a aceptarlo por sus antecedentes, así que darían con los míos. –Levantaba sus hombros. —Yo puedo renunciar y vivir bien, pero la empresa que dio las mejores oportunidades de mi vida no puede dejar quebrar, yo soy la estrella. –Dijo algo egocéntrico soltando una risa al final.

Roxana soltaba un suspiro y seguía comiendo mientras se cruzaba unos pensamientos por su mente.

"Entonces Honey se refería a Thiago o Timoteo, pero ella se asustaba al verlo a él"

Ella levantaba su mirada viéndolo mientras masticaba lentamente.

—¿Estás bien? –Preguntó preocupado viéndola.

—Sí, es mucha información por procesar, gracias por la confianza en decírmelo. –Le respondió algo indiferente, levantando sus cejas. —Como que perdí el apetito. –Soltó el tenedor dejando una pequeña cantidad de la pasta.

Thiago la veía con preocupación y le tomaba la mano.

—No quiero darte la peor cita de tu vida, quieres salir al cine, ver un paisaje, conozco un lugar muy lindo dónde podrá olvidar todo lo malo por un momento. –Se expresaba con amabilidad sonriéndole.

Soltando un suspiro, lo dudaba, por un momento había tenido días pesados, la pelea con Carolina, los secretos de Timoteo, sería una buena idea darte un respiro y disfrutar por un momento la vida.

—Vale está bien, solo olvidaré todo por un momento. –Levantaba sus manos soltando una sonrisa.

Ambos se levantaban, Roxana organizaba rápido el desorden, Thiago lavaba su plato para que al final tomarla de la mano y salir de casa ayudándola a subir a su auto.

La noche apenas comenzaba en la ciudad, el primer lugar a que fueron fue aún bello parque que tenía un lago en el medio, la luz de la luna brillaba e iluminaba aquel parque, caminando algo apartado, ambos tocaban temas ocasionales, aunque Thiago llevaba la conversación.

Dando un paseo por el parque disfrutaba de la paz que daba aquel sitio.

—Por eso creo que el mundo sería mejor si no existirían cosas que separen tanto. –Dijo él con seriedad mientras caminaba.

—Cierto, ¿Qué la nacionalidad, la religión nos separan? –Preguntó curiosa mientras le prestaba atención.

—Así es. –Se agachaba tomando una botella de plástico del suelo. —Somos billones en este mundo, miles de personalidades. –Dijo emocionado mientras dejaba aquella botella en una caneca de reciclaje. —Pero naces con una nacionalidad, amas a tu país claro amo este país, pero. –Hizo una breve pausa. —Ser de aquí no me hace mejor que otro, o menos. –Hablaba con seriedad. —Quizás diferente por la cultura, pero todos somos lo mismo, carne con huesos y una conciencia. –La miraba mientras dejaba de caminar.

—Que profundo Thiago. –Le respondió algo asombrada, mientras dejaba de caminar al ver que él hacía eso.

Dos mujeres se le acercaban a Thiago pidiéndole una foto, Roxana sonreía ante la amabilidad que él tenía con sus fans, pero él no era un actor o un cantante, eso significa que esas dos mujeres...

Era mejor no pensarlo demasiado, soltando una sonrisa, esperaba que aquella inusual escena pasará.

—Algún día te va a tocar. –Dijo él con amabilidad, sonriendo, mientras se despedía de aquellas mujeres.

Ella se reía y lo veía.

—Lo dudo mucho. –Giraba sus ojos, sonrojada y con una sonrisa en su rostro.

Ambos le daban una vuelta aquel parque mientras platicaba de cualquier cosa sin quedarse en un silencio incómodo, luego de eso volvía al auto, Roxana no sabía a dónde la llevaría, pero parecía alejarse de la ciudad conduciendo cerca de la parte boscosa de la ciudad, el camino hacía que ambos se movieran de lado a lado por los huecos del lugar, subiendo una colina algo empinada, ella se sentía algo insegura por el lugar al cual la estaba llevando.

Se acercaba a un risco estacionándose cerca de la orilla, él se quitaba el cinturón de seguridad mientras la veía con una sonrisa.

—Ven, esto te gustará. –Dijo emocionado saliendo del auto.

Ella se sentía insegura, aún así salía a ver, quitándose el cinturón, salía del auto y lo veía a él cerca de la orilla.

Tímida y algo insegura se acercaba a él para ver de a poco las luces de la ciudad, era un paisaje hermoso y más arriba se lograba ver las estrellas que cubrían aquella noche en la ciudad.

—Thiago esto es hermoso. –Dijo ella asombrada viendo el paisaje.

—Vengo aquí cuando me quiero relajar. –La miraba de reojo mientras se sentaba en el suelo. —Ver lo pequeño que somos ante el universo. –Dijo en completa calma viendo el panorama.

Roxana lo miraba, se veía tan tranquilo mientras el viento le movía el cabello, soltando un suspiro, se sentaba en posición de meditación.

—Thiago, antes del porno, ¿Qué hacías? –Le preguntó curiosa viéndolo. —¿Quién es Thiago? –Preguntó aún más curiosa.

Él sonreía ante aquellas preguntas.

—Trabajé un tiempo como repartidor de pizza. –Le respondió sin mucho interés, viendo la ciudad. —Si no llegaba en quince minutos no me pagaba y era muy difícil en una ciudad tan grande. –Se reía viéndola.

—Y ¿Cómo llegaste al mundo del porno? –Preguntó muy curiosa sonriéndole.

—Hice un casting. –Soltaba una risa nerviosa. —Vi el anuncio por internet, pensé que era una broma igual, no perdía nada por ir, y aprobé. –Le respondió con calma y sinceridad.

Ambos se miraban, compartían una vida similar, pero con diferentes dificultades.

—De mi infancia no me gusta hablar mucho, tuve una infancia difícil. –Hacía una corta pausa. —Mi padre era mierda de persona, me dio una de las peores infancias.

Un corto silencio se hacía entre ambos.

—Tuve una hermana con la que compartí todos estos malos momentos, pero hace mucho que no sé de ella. –Fijaba su mirada en Roxana y le sonreía. —Mi padre se hizo rico, y mi adolescencia fue más suave por eso.

—Si eras rico, ¿Qué hacías trabajando de repartidor? –Preguntó con mucha duda sin quitarle la mirada.

—El dinero lo cambio, se creía poderoso por tenerlo. –Dijo algo molesto cerrando los ojos. —Empezó a tratarnos como un estorbo, como que lo necesitábamos para vivir. –Se lograba notar una leve molestia en su voz.

—Entiendo, y ¿Qué pasó? –Preguntó con cautela y curiosidad.

—Viví un tiempo con mi tía, la madre de Timoteo. –Hizo una breve pausa. —Thiago en ese entonces, el tiempo pasó y mi padre sé suicidio, se dio cuenta tarde que el dinero no puede comprar amor ni felicidad. –Se expresó con calma y un poco de interés.

—¿Heredaste algo?

—No, no dejo nada igual con mi trabajo, logré darle una buena vida a mi madre. –Abría los ojos viendo el cielo. —Ella también se fue años después, y nunca supo que era actor, era muy religiosa y me hubiera regañado como nunca. –Soltaba una risa levantándose del suelo, pegando su mirada en ella. —¿Qué hay de ti?

Roxana suspiraba y agachaba su mirada.

—Soy huérfana, crecí y me crie en un orfanato. –Dijo con sinceridad con su cabeza agachada mientras jugaba con el césped. —Al cumplir dieciocho me echaron como perro, así que mi cumpleaños dieciocho empecé a vivir en la calle. –Soltaba un suspiro. —Tengo una amiga que es como mi familia, como mi hermana. –En su voz se notaba cariño y estimación, con su mirada perdida viendo el cielo.

Ambos cruzaban miradas, él le prestaba atención en silencio.

—Ella para mí es como una hermana, crecimos en el mismo orfanato, ella sí tuvo la oportunidad de ser adoptada en esta ciudad, pero. –Hizo una breve pausa. —Creo que la echaron de casa, no volvimos a encontrar años después. –Dijo confundida moviendo su mano de lado a lado. —Así que a su diecisiete no volvimos a encontrar y no quería que ella volviera a un orfanato. –Soltaba una sonrisa algo nerviosa. —Así que ella con diecisiete y yo con casi veinte decidimos enfrentarnos a la vida, y hacíamos todo juntas.

—Vaya. –Dijo él asombrando, levantando sus cejas. —Haces sentir mis problemas como si no fueran nada. –Se reía un poco. —Admiro tu fortaleza.

Ella sonreía y se sonrojaba.

—No es nada, los problemas de cada uno no son ni más ni menos, solo son problemas. –Le respondió con honestidad, viéndolo mientras le sonreía. —Bueno, intente trabajar muchas veces, pero siempre mis "jefes" –Movía sus dedos haciendo comillas. —Tenían intenciones sexuales o me incomodaba así. –Se expresaba molesta girando sus ojos.

—Irónico que terminarás trabajando en esto. –Susurró él mirando el cielo.

Roxana lograba escucharlo, aquellas palabras si le llegaron a molestar soltando un suspiro levantándose.

—Se hace tarde, ya quisiera irme a casa. –Dijo ella sin interés estado algo molesta. —Quiero dormir y mañana descansar para trabajar el lunes con la mejor energía.

Thiago lo había notado, sabía que lo que dijo le había molestado, mientras la veía levantarse del suelo limpiando su ropa con su mano.

—Claro, vamos. –Extendía su mano.

Roxana lo miraba, se sentía algo incómoda, pero no sabría cómo actuaría él si rechazaba tomarlo de la mano.

Dedicándole una sonrisa lo tomaba de la mano para caminar hacía el auto donde él le abriría la puerta, un largo camino le esperaba rumbo a casa de Roxana.

El presente.

—Aquella cita había terminado mal, ese comentario me disgustó tanto, pero fue el primero de muchos. –Dijo con seriedad. —Thiago me gustaba, me hacía sentir esas mariposas en el estómago. –Sonreía. —Y si me aguante aquel comentario me hacía la difícil, él ya me tenía enamorada de cierta manera. –Se expresaba algo indiferente mientras se acomodaba en el sofá.

Soltando un suspiro se acomodaba el cabello dejándolo sobre sus hombros.

—Esa cita terminó con él llevándome a casa, nos despedimos y traté de no verme molesta, él se fue y ya en casa me sentía cansada. –Soltaba una sonrisa. —Fue una buena plática, era profunda e interesante, los lugares eran muy lindo, era más, lo bueno que lo malo o así lo llegué a pensar. –Levantando levanté sus hombros, sonreía.

El pasado.

Thiago se despedía y se marchaba en su auto, con sus manos firmes sobre el volante miraba el camino con atención.

—Es una chica difícil, pero va a caer a mis pies en algún momento. –Susurro acomodando el retrovisor viendo su mirada, soltando una sonrisa algo cínica.

Roxana veía como el auto se iba y entraba a su casa, cansada, encendía las luces, quitándose los tacones para al final descansar de aquella caminata.

—Como odio los tacones. –Dijo agotada dejándolos en su armario. —Y esto también. –Dijo algo molesta sacándose el sostén de su vestido lanzándolo. —Libertad. –Soltó un supieron mientras juntaba sus senos y los movía.

Con una pijama ligera y más cómoda, ella terminaba de organizar las últimas cajas y las últimas cosas en su nuevo hogar, entre caja y caja abría una dónde encontraba algo muy significativo para ella, era un viejo cuaderno, sosteniendo aquel cuaderno entre sus manos, lo miraba con nostalgia abriéndolo.

—Es nuestra lista de sueños. –Susurro al verlo. —Tener nuestra propia casa y nuestras propias reglas. –Susurró al leerlo mientras algunas lágrimas salían de sus ojos.

Cambiando de página veía otro de los sueños y promesas que tenían ellas para cumplir juntas.

—Viajar y conocer el país favorito de cada una. –Susurró leyendo con tristeza, soltando un suspiro, cerraba aquel cuaderno dejándolo dentro de la caja.

El presente.

—Ya estaba viviendo en mi casa propia, pero me sentía sola y vacía. –Dijo con tristeza, perdiendo la mirada. —Sin ella triunfar no era tan agradable, habíamos vivido tantas y habíamos pasado por tantas cosas que en el triunfo sin ella era agridulce. –Soltaba un suspiro. —Ese mismo día conocí otro de los antagonistas de mi historia, alguien que me destruiría disfrazando su daño con consuelo. –Soltaba un suspiro. —El licor.

El pasado.

Sentada en el borde de la piscina, con sus pies en el agua, moviéndolos con calma, se movía en ondas el agua de la piscina, con la botella de vino que había dejado Thiago y un vaso de vidrio a su lado, con su mirada en el celular veía el número telefónico de Carolina.

—Si la llamada no conecta o no contesta. –Soltaba un suspiro. —Es porque el destino ya no nos quiere como amigas. –Tomando aire, le marcaba, activaba el alta voz mientras miraba su celular.

De otro extremo de la ciudad, Carolina, sentada en su comedor, miraba el número de Roxana.

—A la mierda, el orgullo, ha sido mi mejor amiga. –Afirmaba con algo de tristeza marcándole poniendo su celular en la oreja.

Ambas estaban llamando, al mismo tiempo la llamaba, se conectaba haciendo sonar el mismo mensaje en ambos celulares, "El número que ha marcado se encuentra ocupado, inténtelo nuevamente." Ambas colgaban y suspiraban.

—Quizás ya tiene nuevos amigos. –Dijo Carolina con tristeza viendo su celular. —Debí abrazarla más fuerte cuando tuve la oportunidad.

Del otro lado de la ciudad, Roxana miraba su celular y movía sus pies en el agua.

—Qué puedo hacer en contra del destino. –Susurro algo triste mientras continuaba tomando vino.

Algunas lágrimas se resbalaban por sus mejillas de ambas, Carolina se la limpiaba haciéndose la fuerte, así era su personalidad, retirándose para ir a dormir.

Roxana veía como sus lágrimas caían en el agua de la piscina, con su cabeza agachada veía su reflejo en el agua mientras seguía tomando vino.

—¿Por qué no me da felicidad este logro? –Se preguntó así misma, cerrando sus ojos, pasando su mano por su rostro para secar sus lágrimas. 

Pequeño mensaje. 

Hoy es lunes festivo en Colombia, a pesar de eso subo este capítulo ya que no subí el 16 porque no tenía nada editado jajaja, así que solo aplace los tiempos, aviso también de paso, que en junio solo habrá 2 capitulo, El 20, 27 de junio y 4 de julio son lunes festivos, así que habrá capitulo hasta el 11 de julio y tranquilos no que abandone la obra o me quedara sin capitulo en realidad ya escrito 40 de los 69 capítulos que tiene esta obra, este tiempo lo usaremos para editar los capitulo escribir los capítulos y hacerle publicidad a la obra ya que aún no llega a las 1k a comparación de otras obras que he escrito y subido más rápido,  si terminamos esta obra estaremos escribiendo una nueva obra romántica. 

Si le parece injusto que mitad e inicios de julio no haya capitulo esto se compasará en septiembre donde no hay ni solo festivo. 

Y si Colombia es el país latino con más festivos son como 20 jajajaja

Los quiere Drakronn, recuerde seguirme para notificarles esto en una nota de autor en mi perfil y no en el mismo libro porque se ve medio feo. 

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