¿Alguna vez pensaste en lo bonito que son las caricias del que ama en silencio?

Manos curiosas que graban en la memoria táctil cada porción de piel que le es regalada. Atesorando sensible la textura y la tibieza.

—SeokJin, te sientes bien —murmura NamJoon debajo de mí y yo lo vuelvo a embestir con una estocada firme que me regala un jadeo ronco.

Esto era todo: la simpleza de dos chicos compartiendo un momento de sexo sin enredos sentimentales.

Al menos de su parte.

Bajo hasta su cuello besando y mordisqueando mientras mis caderas siguen trabajando en su culo y él, entregado completamente, va a mi encuentro.

Me gusta estar con NamJoon así, como ahora, que busca mis labios para que nos besemos todo lengua y soniditos húmedos, graciosos. Su saliva y la mía mezcladas y mojando nuestras barbillas. No es poesía, es sexo. Un acto de la naturaleza innata que nos indica que es momento de liberarse.

Por eso me dejo ir y colapso aplastando su cuerpo que sufre los espasmos del orgasmo que antes del mío llegó.

Unos instantes de silencio y paz. El remanso posterior a la pasión, donde no somos nada más que uno. Yo aún sin salir de su cuerpo, él entrelazando sus manos con las mías.

A NamJoon le da por ser cariñoso cuando termina y yo no estoy nunca negado a ello.

Luego, no me queda otra y me retiro. Él se da la vuelta, su frente perlada con sudor y las mejillas enrojecidas. La imagen del buen revolcón que nos dimos y yo soy simple torpeza. Pero no preciso verme sino darle a mis ojos aquel retrato de ensueño.

Mi corazón parece contener un puñado de aves que vuelan de prisa en el límite de mi pecho y entonces sé que no quiero a nadie más para compartir mi cama.

—Haré una audición la semana entrante —cuenta de pronto, apoyando su cabeza en la almohada y mordiéndose los labios mira al techo.

—¿Quieres que vaya contigo? —mi mirada recorre el pecho moreno con un hambre nada disimulado y él se cohibe, porque ya la calentura cesó y vuelvo a ser su amigo. Su hyung.

—¿No tienes trabajo? —contesta con una pregunta y antes de que dé respuesta agrega—, además iré con Da Hye, se ofreció a llevarme porque hará también audición.

La mención de su amiga me cae tan mal que me siento en la cama y le doy la espalda.

Vaya modo de recordarme que soy un idiota.

Porque mientras Kim NamJoon habla ilusionado de esa estúpida audición yo solo quiero que a DaHye la golpee un rayo.

Muy bien, Kim SeokJin, creyendo que en el futuro de Runch Randa hay espacio para tu amor.

Nota:

Con lo talentosa y bella que es DaHye, please, ningún rayo celoso para ella jaja

Bye :)