Capítulo 2

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Ciertamente ambos muertos estaban más que felices de estar de vuelta en cuerpos humanos. Resultó que Thomas Riddle Sr. había sido un verdadero bastardo con estos chicos y los había dejado tendidos en el suelo luego de golpearlos a una pulgada de su vida.

Ambos jóvenes habían entrado en coma y sus almas habían dejado sus cuerpos mortales minutos antes de que Morrigan y Arawn los llevaran ante aquellos cuerpos. Llevaban meses en coma y aunque sus cuerpos se habían reparado, sus mentes ya no pudieron regenerarse y Arawn les permitió seguir hacía el otro reino.

Dado que ambos jóvenes tenían la edad adecuada, Tom tenía alrededor de 29 años mientras Bella tendría alrededor de 24, próximamente a cumplir 25 días antes de Samhain. Ambos habían sido adoptados por Merope y Tom Riddle cuando eran apenas unos niños de 7 y casi 3 años. Merope había sido una madre protectora y amorosa que adoraba consentir a sus hijos y cuyos abuelos amaban en demasía.

Tan es así que cuando sus abuelos hicieron fortuna, le dejaron todo a ambos niños a pesar de no ser de su sangre. Thomas Riddle Sr. era un padre adusto y seco, pero no podía negarse que era buen padre... mientras vivió Merope. Cuando Merope murió en un accidente de auto poco antes de que Bella fuera a la universidad, Thomas se volcó en el alcohol y todo el dinero que había logrado ahorrar, se lo gastó en bebida.

Los padres de Merope ya habían muerto y Tom se convirtió en el guardián legal de su hermanita y evitó que Thomas usara su dinero, protegiendo a Bella de quedarse sin poder ir a la universidad. Thomas además cayó en las drogas y el juego y en pocos años se fue de casa, dejando a sus dos hijos solos y enfrentándose a una soledad abrumante.

Aun así, ambos chicos se dieron apoyo uno al otro y pudieron poner un negocio que estaba siendo altamente redituable, una tienda itinerante de Halloween. En unos pocos años podrían incluso darle batalla a Spirit Halloween si sus números seguían creciendo así.

Pero meses atrás, su padre regresó borracho a su casa de Salem y exigió le dieran dinero por una deuda muy grande que le debía a unos matones. Está de más decir que ninguno de los hermanos cedió y Thomas perdió los estribos, golpeando a su hijo mayor de forma tal, que lo noqueo en el acto. Luego procedió a golpear salvajemente a su hija, dándola por muerta y repitió la acción con su hijo mayor.

Una vez que las drogas despejaron un poco su cerebro, se dio cuenta de lo que había hecho y salió corriendo de ahí. Afortunadamente, un cartero observo al hombre correr, cubierto de sangre y el cartero llamó a emergencias. La policía dio con Thomas, quién se resistió al arresto y fue abatido a tiros cuando logró colarse a una tienda que vendía armas y amenazo a los policías con matarlos.

Thomas había sido declarado muerto en el sitio y los servicios de emergencia ya habían llevado a los Riddle a urgencias donde lograron estabilizarlos pero estaban en coma. Si no fuera por su fortuna, nunca habrían podido pagar las facturas médicas.

Así que ahora, Bellatrix y Thomas, ahora Bella y Tom, estaban en los cuerpos algo rígidos de dos jóvenes adultos y si no fuera porque los darían de alta hasta dentro de unos días, no habrían tenido tiempo de absorber los recuerdos de los dueños originales.

Después de todo, ambos chicos tenían amigos que conocían la personalidad de ambos y vieron por qué Morrigan y Arawn eligieron a estos dos, sus personalidades eran casi idénticas a las suyas. Bella era salvaje, impredecible y combativa, pero amorosa y leal con los que consideraba suyos y quizás un "poco" posesiva. Tom era protector, calculador y amaba a su familia, pero debajo de aquello, cuando quería, podía ser cruel y despiadado con aquellos que lo hubieran ofendido o dañado lo que consideraba, y a quién consideraba, suyo.

Una vez que fueran dados de alta, debían ayudar a que esos dos se convirtieran en pareja. Una tarea que no estaban felices de hacer en realidad.

~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~

La primera tarea que era localizar a sus objetivos, en realidad fue un asunto muy rápido. Más tardaron en abrir su tienda de vuelta, que Severus y Harry en entrar. Y desgraciadamente para los dos hermanos, fueron en distintos horarios.

Harry llegó temprano en la mañana, armado con varios dólares y llenando un carrito de compras completo que lleno de parafernalia variada, desde cosas para la cocina, hasta inflables para el jardín. La sonrisa sincera y las estrellas en los ojos, hacían tan fácil para Bella odiar a Harry, y a la vez sentirse miserable por lo fácil que cualquier otra persona podría relacionarse con él.

Por otro lado, Tom quería estrangular a Severus, quién llegó luego de la hora del almuerzo, ya que preguntaba hasta la más mínima cosa sobre cada adorno que escogía. Sus compras fueron excesivamente mesuradas, molestas... e informativas. Al parecer, Severus pareció complacido de que Tom supiera los simbolismos detrás de los adornos de Halloween más paganos y más cercanos a la cosecha.

Para Tom era tan difícil tener empatía con Severus y no era por que fuera una mala persona, sino todo lo contrario. Podía observar perfectamente que este Severus era exactamente igual que Meilyr cuando lo conoció hace tanto tiempo. Era una persona seca, pero noble, con una fuerte moral pero un pensamiento flexible y una sed insaciable de conocimiento.

La única con la que tuvo un comportamiento dulce y gentil fue con Heulyn, a quién Thomas llegó a ver una ocasión y fue la razón de que decidiera impulsar la guerra. El maldito bastardo había observado con tanto amor a Heulyn, que Thomas estaba seguro de que eran capaces de escaparse juntos, casarse y empezar su propio clan si los líderes no aceptaban su compromiso. Thomas no podía permitir eso.

Thomas amaba a Heulyn, no solo porque era la hija del jefe y futura líder del clan, sino por su forma de ser, su personalidad e inteligencia. Que ella fuera hermosa era solo algo extra, él amaba su interior. Él pensaba ser el único digno de ella y por eso odio tanto a Meilyr, porque él también fue digno.

Mientras estuvo atado junto a Bellatrix en aquella isla, pensó muchas veces en Heulyn y en como ella también había observado con ojos de amor a Meilyr. Ella lo amaba y él había lastimado a la única persona capaz de mover su corazón. Reflexiono mucho sobre su papel en su tragedia y descubrió que lo que más le pesaba en el corazón, fue haber destruido el corazón de Heulyn al haber tenido que matar a su amado.

Saber que él provocó tanto daño en la persona que más amaba, pesó demasiado en su corazón y en esta oportunidad, estaba dispuesto a ser un mejor hombre y dejar que Heulyn tuviera a Meilyr, y era esa la razón de no poder empatizar con Severus, pero si no puedes sentirlo, podías fingirlo. Tom sonrió a cada pregunta y ofreció sus conocimientos a cambio, esperando que Severus lo interpretara como amabilidad y al parecer, funcionó.

Bellatrix ni siquiera tuvo que moverse mucho y Harry ya la consideraba una potencial amiga, mientras Severus había hecho una tentativa relación laboral con Tom, ya que le comento que era historiador y Tom parecía conocer muy bien los simbolismos paganos y quizás podía apoyarlo con un escrito que encontró.

Ahora, si solo pudieran forzar una situación donde ambos se vieran obligados a interactuar juntos, tendrían más fácil su trabajo.

Había una cosa más que los hermanos podían explotar a su favor, ambos eran magos igual que Severus y Harry pero en un cariz diferente. La magia que podían ejecutar era más bien de la variedad sin varita, ya que ambos hermanos eran seguidores de la Wicca y cuando descubrieron sus poderes, se negaron a ir a Ilvermorny y optaron por la educación en casa.

Pasaron sus exámenes pero su entrenamiento lo llevaron con un chamán como tutor que les daba las lecciones que se esperaba de Ilvermorny, pero también la magia antigua de la tierra y los elementos.

Bellatrix era especialmente buena en conjuros, encantamientos e invocaciones mientras Tom era bueno en transfiguración, runas y pociones. Quizás podían explotar ese detalle con sus incipientes amistades, ya que ambos magos ignoraban que ellos dos eran mágicos también.

~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~

Harry estaba de vuelta en la tienda, esta vez intentando comprar todo el stock que había de dulces. Bella suspiro, pensando que el muchacho era muy entusiasta.

—Aquí cariño, déjame ayudarte con esto—Le dijo Bella, poniendo un carrito de super cerca.

—¡Gracias! no se me había ocurrido usar uno—Dijo Harry sinceramente, dejando caer en el carrito las múltiples bolsas de dulces que traía en sus manos.

Bella pensó que debía aprovechar la oportunidad para hacerse más amiga de Harry—También tenemos otros dulces en la trastienda que aún no hemos sacado, ¿Quieres verlos? —.

Harry soltó unas risitas—¿Eso no es injusto para los otros compradores? —.

—Bueno, no veo a ningún cliente que este comprando 10 cajas de Count Chockula, 3 cajas de Reese's Calabazas, casi toda la existencia de Candy Corn en todos sus sabores, 20 bolsas de gomitas temáticas, unos dulces mexicanos que trajimos de importación y al menos 1 caja de cada cereal temático que tenemos aquí—.

Harry se sonrojo—No quería que los niños se quedaran sin dulces—.

—¿Y los cereales? —.

—¿En serio me haces esa pregunta? Todos saben que las mejores versiones de estos cereales son las de Halloween. Las de navidad todas saben a menta—Dijo Harry con desparpajo y llevándose una mano al corazón dramáticamente.

Bella rió, era difícil no querer a este chico y más de una ocasión sus celos asomaban su fea cabeza, pero se recordaba a sí misma que si caía en el mismo patrón, toda esta oportunidad sería en vano y volverían a la isla, pero habrían condenado las almas de sus amados.

—¿Entonces? ¿Quieres ver que tenemos en la trastienda? —Harry se mordió el labio, pero acepto con un enérgico movimiento de asentimiento. Bella llevó el carrito con las compras actuales hasta detrás de la caja y llevó a Harry hasta la trastienda.

Harry pensó que se había muerto y luego subió al cielo. Cada rincón de una pared entera de la trastienda estaba cubierto de dulces de varios tipos, pero eso no era todo, eran de múltiples partes del mundo.

—¿Qué es todo esto? —Preguntó Harry con estrellas en los ojos. Bella sonrió ante la exuberancia del chico.

—Estos los sacamos hasta casi Halloween, apenas unos días antes. Normalmente se acaban en horas, porque son traídos directamente por nuestro proveedor—.

—¿Cómo se llama tal maravilla de proveedor? —.

—Honeydukes, Alan Honeydukes—.

—Nunca oí hablar de un dulcero con ese nombre—.

Bella rió—No es propiamente un vendedor de dulces. Él vende alimentos de importación pero comparte el amor por Halloween que tenemos Tom y yo, así que nos consigue estas preciosuras cada año pero he decidido mostrártelo porque veo que eres uno de nosotros—.

Harry abrazó a Bella quién no supo cómo responder, pero Harry no se amedrentó y la apretó un par de segundos antes de soltarla.

—Gracias, eres mi primera amiga que entiende. Todos mis amigos de aquí creen que soy alguna especie de chiflado por el Halloween pero no entienden. Incluso los...—Harry se tapó la boca antes de decir algo comprometedor.

—¿Incluso los mágicos? —Completó Bella conjurando una llama azul en sus manos.

—¿Eres una bruja? —Dijo Harry con sorpresa y luego con alegría—¡Eres una bruja! Oh, Dios, me estaba volviendo un poco loco por que sentí un poco de magia en la tienda, pero me convencí de que sería algún cliente. Oh Dioses, se siente increíble poder hablar con otro mágico que no sea un enano—.

—¿Enano? ¿Trabajas para los enanos? —Bella parpadeo sorprendida. Los enanos raramente trabajaban con los magos, incluso menos que los Goblins.

—¡Si! Ha sido todo muy divertido, veras...—Harry continúo hablando mientras Bella lo guiaba hacia una pequeña mesa que ocupaban ella y Tom para comer cuando estaban en la tienda.

Bella conjuro un juego de té y hablaron durante un buen rato de todo y nada, con solo pausas para atender la tienda de parte de Bella. Aunque ya era Octubre, realmente apenas estaban a principios y faltaban algunas semanas para Halloween, así que no había tanta clientela.

Fue fortuito que para la hora del almuerzo y habiendo decidido comer juntos, Severus Snape entrara en la tienda buscando a Tom para mostrarle un manuscrito. Tom no estaba pero Bella tuvo una inspiración divina.

—Tom no está, fue a traer un pedido nuevo de algunos adornos hechos a mano, pero ¿Quisieras esperarlo en la trastienda? En este momento solo estaba almorzando con un amigo—.

—No quisiera importunar...—Empezó Severus pero Bella lo atajó.

—Para nada, anda, vamos a la trastienda. Tom debería llegar pronto—Bella guío a Severus y le presento a Harry.

Bella estaba expectante... y siguió esperando, ya que fuera de un apretón de manos amistoso no hubo nada más. Eso ciertamente fue muy anticlimático, ya que Bella recordaba cómo había descrito Meilyr su encuentro con Heulyn, diciendo que fue como haber sido golpeado con algo, que en cuanto vio a la mujer, fue como si todo en su vida tuviera sentido y su propósito era claro, hacerla su esposa.

Severus pensó que Harry era un chico agradable y Harry que Severus era un poco serio pero se veía buena persona.

Al final, los 3 estuvieron terminando de almorzar en el caso de Bella y Harry y tomando un té en el caso de Severus. Tom llegó 20 minutos después de que Severus entró a la trastienda y habló con Severus sobre ayudarle con algunos otros escritos luego de haber interpretado el que llevaba, ya que su conocimiento de paganismo ciertamente ayudaría al hombre a interpretar los símbolos de forma correcta.

Bella estaba nerviosa ahora. Severus parecía más cercano a Tom y Harry más cercano a ella. Esto estaba mal. Necesitaban que esos dos se enamoraran pronto.

~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~

Esa noche, Bella durmió poco y mal, soñando constantemente con la isla donde estuvo confinada durante tanto tiempo. Más que eso, aunque no lo vio en persona, pudo ver el momento en que Meilyr murió a manos de Heulyn. La escena era desgarradora y aunque aún ansiaba ser la esposa de Meilyr, otra parte de ella deseaba que él hubiera alcanzado su deseo de casarse con Heulyn si podía volver a sonreír como lo hacía antes de la guerra.

Bella, antes Bellatrix, finalmente amaba a Meilyr más que a todo y fueron sus celos los que ocasionaron la caída de Meilyr y eso no podía personárselo a sí misma. Debería haber algo que pudiera ayudarle, pero no es como si hubiera una solución mágica...

En ese punto, en que su parte inconsciente llegó a la magia, Bella despertó y pensó en la palabra: magia. ¿Habría en la magia algo que pudiera ayudar con esos dos? Saliendo de su cama, fue hasta su grimorio y pasó con rapidez sus páginas, intentando localizar algo en los rituales.

No había nada. Pero finalmente tenía algo con que empezar a buscar. Fue hasta la biblioteca y empezó a buscar. El amanecer llegó y con ello la respuesta que buscaba. Un ritual para recordar vidas pasadas. Estaba enfocando el problema desde el ángulo equivocado. Ellos ya estaban unidos por el hilo de oro, solo necesitaban que ellos dos se dieran cuenta y alimentaran el vínculo.

Teniendo eso en mente, este ritual permitiría que recordaran su historia de amor y esos sentimientos se superpondrían a los que podrían desarrollar en esta vida. Con cada fragmento de información que sus mentes soñaran, sus sentimientos tenderían a crecer y empujarlos uno al otro. Era simplemente perfecto.

Una vez, hecho el ritual, ella y Tom solo deberían ponerlos juntos para que la cercanía física tejiera más grueso el hilo de oro hasta que fuera lo suficientemente fuerte para terminar de tejerlo.

Para la hora del desayuno, Bella había terminado de hacer el ritual y los dos muñecos de paja tenían hilos rojos tejidos entre sus cabezas y sus corazones. Un poco de magia infundida en ellos y estaba listo. Ahora solo debía hablar con Tom y ver que podían hacer para poner a esos dos juntos durante días.

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Severus estaba durmiendo plácidamente, soñando con una biblioteca enorme y llena de rollos de pergaminos. Podía ver en la lejanía a los barcos que traían nuevos cargamentos para el faro y otro tanto para la biblioteca. Este era un sueño que le gustaba mucho a Severus, ya que constantemente soñaba con él, siendo un bibliotecario en Alejandría.

Sin embargo, esta vez el sueño era diferente, porque en la lejanía, Severus observó a una joven vestida con una túnica de color verde bosque, con una claymore al costado y un largo cabello negro, suelto y volando con el viento. Ninguno de sus libros había despertado nunca un interés como esa figura menuda y tan contradictoria, pero fue aún más impactante cuando observó que volteaba y noto unos ojos verdes como esmeraldas.

De alguna forma, Severus había logrado llegar hasta donde estaba la hermosa mujer, cuyos rasgos se le antojaban familiares. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para pensar en ello ya que la mujer salió corriendo hacía algún lado y Severus no podía encontrarla, hasta que noto un rastro de algo parecido a una bruma de color dorado, que parecía un hilo de algún tipo.

Severus fue siguiendo aquel rastro dorado y el paisaje onírico cambio hacia una especie de acantilado, donde había una piedra enorme frente a un precipicio. La mujer que seguía estaba ahí, sentada sobre la roca y la claymore estaba ahora en el pasto que imitaba el verde de aquellos ojos.

—Tardaste en llegar Meilyr, ¿Qué te detuvo? —Pregunto aquella hermosa mujer, con un brillo de amor en sus ojos, dirigido a él.

—No lo sé, estaba en otro lugar y ahora estoy aquí—En algún lugar profundo, Severus sabía que él era Meilyr y ella era su amante—Heulyn, ¿Dónde estamos? —El nombre de ella, le vino fácilmente a la mente.

Heulyn rió y saltó de la roca hasta llegar a él. Severus no sabía cómo se veía pero observo en el reflejo de aquellos amados ojos que sus rasgos eran muy parecidos a como se veía actualmente.

—No lo sé amor, pero sé que estamos aquí por algo—Heulyn se volteó hacia el acantilado que daba justo al mar—Este lugar me es familiar. No se mucho, pero se quién eres y que significas para mi—.

Diciendo esto, Heulyn tomo a Meilyr de las manos y Meilyr la acercó hacía él, tomando sus labios en un suave beso, donde quería transmitirle todo su amor a la mujer que le robo el corazón. Cada beso que se daban sabía al más dulce vino que hubiera probado, y como todo lo bueno, pronto acabo aquel pedazo de cielo.

—Nos volveremos a ver Meilyr. Te lo aseguro—La hermosa mujer, Heulyn, desapareció entre sus manos en una nube de polvo dorado y Severus despertó con los primeros rayos del sol.

No recordaba mucho del sueño, pero si recordaba a la mujer y la promesa de volverse a encontrar. ¿Pero por qué su rostro se le hacía tan familiar?

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Harry Potter estaba durmiendo envuelto como un burrito. Incluso en verano lo hacía, no sabía bien porque, pero sus padres decían que era así desde que recordaban. Harry simplemente lo tomaba como una rareza de su persona.

Mientras estaba envuelto en su frazada favorita, llena de coloridas calabazas y muchas figuras alusivas a Halloween, su mente soñaba con un juego de quidditch. Harry hace años tuvo la oportunidad de fichar en un equipo profesional de quidditch pero él quería hacer otras cosas. Sin embargo, su amor por el juego jamás decayó y de vez en cuando iba a pueblos completamente mágicos a jugar uno que otro partido amistoso.

Esta noche el sueño era una repetición de un juego jugado el año pasado donde se reencontró con su viejo compañero de Hogwarts, Cedric, que acababa de tomar un aprendizaje en magia ritual. Los dos jóvenes organizaron rápidamente un juego y fue brutal la batalla entre los dos buscadores que habían sido rivales amistosos hasta que Cedric se graduó y ya nadie pudo ser un verdadero rival para Harry, excepto quizás Draco Malfoy.

Luego de ese juego donde el equipo de Harry ganó, pero apenas por unos puntos, Cedric y él cenaron y tuvieron algunos escarceos amorosos que no pasaron de una noche de pasión. El punto de su sueño estaba ahora en el momento en que Cedric estaba encima de él, besándolo con pasión apenas contenida y Harry se dio cuenta de que el hombre encima de él no era Cedric sino otro.

El rostro le parecía conocido y de alguna forma no veía nada raro en que primero estuviera besando a Cedric y ahora a este hombre. Tampoco sintió nada extraño dentro del paisaje onírico cuando la cama ya no era tal sino una especie de claro en algún bosque, a la luz de la luna y con flores aquí y allá.

El hombre seguía encima suyo y aunque ambos estaban vestidos, Harry sabía que no llevaba nada debajo de su túnica. ¿En qué momento su ropa paso de ser pantalón y camisa a una túnica color verde bosque? ¿Su cabello siempre había sido largo? Y más importante que eso, ¿Por qué ahora era mujer? Los pechos que ahora se levantaban hacia el cielo ciertamente no estaban esa mañana, pero todo paso a segundo plano cuando aquel hombre chupo uno de sus pezones por encima de su ropa.

—¿Estas segura Heulyn? Si hacemos esto, no podrás casarte con nadie más—Le preguntó aquel hombre al separar su pecaminosa boca de su maltratado pezón.

Ella acunó ese rostro amado con su mano, mientras él cerraba sus ojos—Más que nada amor, te amo más que a todo mi querido Meilyr. Quiero ser tuya—.

Harry sabía que él era Heulyn, la amante de Meilyr, que era este hombre y sus claymores estaban en algún lugar cerca, mientras ellos se demostraban su amor. Sus ojos negros la miraban con amor y deseo y sintió como sus manos levantaban su túnica hasta las caderas mientras él se colocaba en medio de sus piernas.

El dolor de su himen siendo roto cuando la penetraron, fue apenas un instante cuando el placer paso a recorrer su cuerpo. Las embestidas de su amado llenaban todos sus sentidos y más cuando el clímax los alcanzó, permitiendo sentir como su útero era llenado con el semen de su amante. Esa sensación de ser suya era todo lo que había soñado y más.

Esa noche se amaron dos veces más antes de que ambos tuvieran que partir a sus clanes y ambos esperaban pronto unir sus vidas. No podían imaginarse uno sin el otro.

Meilyr le dio un último beso a Heulyn antes de que ella subiera a su caballo. Cuando se separó, Meilyr simplemente le dijo—Me encontraras—.

Harry despertó inmediatamente luego de eso y con los ojos soñolientos, se dio cuenta de que el sol ya estaba despuntando. Se quitó su envoltorio de sabanas y frazada y se estiro como un gato de su parte superior.

Recordaba muchas partes de su sueño pero no los nombres y sobre todo, esos ojos negros sentía que ya los había visto, sabía que conocía ese rostro de algún lado. El rostro del amante que "la" había poseído durante ese sueño.

Tenía la sensación de que algo había cambiado pero no sabía bien que era.

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