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Termino con su ducha para salir enrollandose su toalla en la cintura y dirigiéndose hacía su cuarto con el cabello aún goteando y la espalda no tan seca.

Se acerco a su armario para sacar la ropa que se pondría el día de hoy, urgeo un poco para terminar decidiendose por un saco negro, con una camisa de color gris con unos pequeños bordados en esta, un pantalón de vestir un poco ajustado de un color verde militar y por último unos zapatos del mismo color que su camisa.

Colocó la ropa en la cama y continuo por secarse el cabello con la toalla dejándolo alborotado por el movimiento de la misma.

Se comenzó a vestir colocándose las prendas en orden, para después ir hacia el espejo para lavar sus dientes y peinar su cabello.

Tomo su pasta de dientes y su cepillo, haciendo así lo correspondiente, para después tomar la secadora y un peine para dedicarse a arreglar y dar forma a su cabello. Colocó un poco de gel en su peinado para terminar y salió del cuarto no sin antes colocarse un cinturón en el pantalón.

Echo un último vistazo a su habitación antes de salir por la puerta y bajar las escaleras, a media escalera se encontró a Yoongi quien al parecer ya había terminado la cocina.

-pero bueno ¿por qué tan formal?- dijo este ojeandolo de arriba para abajo con una sonrisa en su rostro.

-no lo sé... ¿se ve bien?, digo si se ve mal puedo subir de vuelta y cambiarlo, puedes opinar al respecto. ¿Cómo lo ves tú?, se ve bien ¿cierto? o no...- toco las prendas de su ropa mientras lo decía de una manera nerviosa, aunque no sen notara Jungkook era una persona muy indecisa, y vaya que tenía sus razones.

-ya...- dijo el mayor sosteniendole las manos- se te ve bien, te ves genial jk.

Se dedicaron una pequeña sonrisa, y se volvió a sentir culpable, ¿Se lo debería de decir?, ¿es mejor no hacerlo?.

-Bueno vamos, te acompaño hasta la oficina director Jeon.

-jaja, está bien señor min, me puede acompañar.

Bajaron las escaleras para llegar a la planta baja, el mayor tomo su saco y se lo coloco encima para salir junto con el menor por la puerta, Jeon tomo las llaves y cuando ambos habían ya salido cerró la puerta para abrirse paso entre la puerta y la reja.

Salieron a la calle en su totalidad y empezaron a caminar hacia la oficina de Jungkook. Jungkook caminaba del lado derecho y su amigo del izquierdo, caminaban a un paso que ambos aguantaban, y en todo el tramo del camino ninguno dijo nada, se mantuvieron en silencio mirando a su alrededor con delicadeza.

Después de un rato ambos llegaron a aquella gran puerta de la INV...

-bueno aquí es donde terminó yo, vamos entra, anda- dijo el mayor haciendo ademán con sus manos hacia adelante indicando que entrara.

-no... no quieres ¿quedarte un rato, suga?- aquel nombre era parte del pasado de este, muchos lo conocían pero no todos sabían con exactitud a quien le pertenecía.

-no pequeño, yo tengo cosas que hacer también, vamos entra ya que se te hará tarde.

El menor tan solo asistió metiendo sus manos en los bolsillos de su saco, y girandose para quedar con la vista frente a aquella puerta.

Escucho unos pasos alejarse y se dió cuenta de que su amigo se está marchando ya. Por la misma vía por la que habían llegado.

-ADIOOS- alcanzo a gritarle antes de que se alejara más.

Este no volteo para despedirse, tan solo levantó una mano a su lado haciendo ademán de que habia escuchado.

Jungkook entro en aquel edificio sin muchas ganas de que las dos chicas de siempre se le acercaran con aquella actitud tan feliz para darle las noticias.

Sin mucho entusiasmo empujó la puerta que tenía enfrente y se adentro en el edificio, dio algunos pasos y a lo lejos escucho aquellos tacones hacia el que indicaban que  jiyu y Rebeka se acercaban a él. Antes de que  lograrán estar lo suficientemente cerca para hablar las detuvo.

-no estoy de humor ¿vale?, ¿podrían darme las noticias mañana?- ni siquiera volteo para decirlo solo siguió caminando, pero aquellas chicas sabían que se refería a ellas.

No lo dijo en un tono grosero pero si imponente, al fin y al cabo era su jefe.

Las chicas asintieron en silencio, cosa que jungkook no pudo ver, y se alejaron lentamente con el sonido de sus tacones tocando la madera acompañándolas.

Justo cuando el chico pelinegro estaba llegando al elevador para durijirse a su oficina sintió una mano en su hombro derecho, creía saber de quién era pero no volteo hasta que el elevador se abrió y el subió, girando así por completo y viendo así el rostro de aquella persona.

-se-señor Jeon, se que no quería que le dieramos noticias pero...

-solo dilo jiyu, quiero subir- dijo este señalando con el dedo índice hacia arriba, y una media sonrisa en su rostro.

-bueno vera, le llegó otra carta sin datos, solo las iniciales de la anterior, creí que debía de saberlo o bueno que quizás es importante, vaya para ser ya dos cartas del mismo destinatario debería de serlo.

Seguido de esto extendió su mano con la carta en esta haciendo así que el pelinegro la tomara entre sus manos,
guardó silencio para después salir del elevador dándole la espalda al chico al que le entrego aquella carta

-jiyu!- dijo el que estaba dentro del elevador

La pequeña chica solo volteo y alzó los ojos en manera de que continuará.

-gracias...- dijo por último mirando la carta que tenía en la mano y levantando la vista para dirijirle una pequeña sonrisa a la chica enfrente suyo.

-no hay de que señor Jeon, para algo trabajo aquí... no tiene que agradecerme- dijo la chica dando una pequeña reverencia antes de que la puerta del ascensor se cerrará enfrente de ambos.

Jungkook tan solo se dedicó a apreciar la carta mientras que subía por aquel elevador, la ojeo por ambos lados y volvió a ver aquellas iniciales. "K.T"

Sonrió al verlas de nuevo, después de varias semanas y de lo sucedido un día anterior se había sentido todo como una bala que le dió directo al pecho. Y ahora esta carta aunque no podría llenarle el agujero que la bala había dejado... lo tapo, por lo menos lo tapo, fue como una curita encima de aquel agujero.

Tocó con las yemas de sus dedos el nombre como si con ello pudiera sentirlo a él, como si a quien tocará fuera a él.

Llegó al tercer piso y las puertas del ascensor se abrieron de par en par, dándole el paso así al lugar en el que un día anterior todo había sido apagado.

Guardó la carta en su bolsillo de forma rápida y se dirigió hacia su oficina como acostumbraba a hacerlo, vio todo igual nada diferente a la rutina, sonrió y saludo a algunos que se encontraba siempre, y también a su secretaria.

Después de algunos pasos más llegó a las grandes puertas y el letrero que indicaba que esa era su oficina y sin mucho vacileo entro dentro de ella, paso y inspeccionó todo, como si hubiera estado afuera por 10 años cuando tan solo fue un día. Complacido al ver que todo estaba en su lugar, se dirigió hacia su silla y se sentó en ella.

Estiró sus brazos un poco hacia arriba antes de prender la computadora y ver la pila de hojas y periódicos que tenía enfrente suyo.

Acomodó un poco el escritorio dejando así un espacio en el centro de este, echo esto se dedicó a checar en su computador algunas cosas que tenía pendientes para después disponer toda su atención en su escritorio y todas las hojas que tenía por revisar.

Tomo las hojas una por una y reviso detalladamente los artículos, notas periodísticas,  entrevistas entre otros que su periodico publcaria proximamente.

Disfrutaba su trabajo aunque muchas veces era cansado el hacer lo mismo todos los días y no salir ni un poco de la rutina, no estaba harto solo un poco cansado, sentía que le faltaba aquella chispa que hacia que las personas se sintieran completas, aquella que hacia que las personas despertarán con una sonrisa, aquella que le daba sentido a la vida de una alma vacía... quizás solo necesitaba compañía.

Después de algunas horas estaba casi llegando al final de la pila de hojas que se encontraba revisando, algunas de estas las había tirado directamente a la basura, algunas otras fueron señaladas con plumas de distintos colores mientras que otras pocas pasaron sin problema a otra pila que mantenía las que ya estaban revisadas, con suerte terminaría antes de la hora de la comida, aunque hoy no tenía muchas ganas de salir.

Cuando estaba por acabar sintió que la cabeza le empezaba a doler y la vista se le nublaba de la nada.

Palmeo su bolsillo derecho en busca de aquella cajita pequeña que contenía sus pastillas pero para su sorpresa no estába. Busco por todo el escritorio con un poco de dificultad por la mala visión con la que contaba en ese momento, abrió todos los cajones, movió todas las hojas y archivos que se hallaban encima de este... pero no encontró nada

-mierda, mierda, MERDA!- grito eso último con un dolor punzante en la cabeza.

Tenía miedo de que si intentaba pararse de su sitio su cuerpo le jugará una trampa y terminara por desmayarse... de nuevo. Ya no se podía permitir eso, su puesto era algo que tenía que cuidar y aunque el era el de mayor rango ahí, en cualquier momento se lo podían arrebatar y más si piensan que empieza a ser incompetente para el puesto.

- ¿come puoi essere un tale idiota jungkook?- susurro para si mismo mientras hacia un último esfuerzo por buscar las pastillas por todas partes, era lo último que le quedaba de opción.

Respiro Ondo tratado de mantener la cabeza fría al no encontrarlas por segunda vez, ahora le temblablaban las manos también, y podía sentir como su labio hacia lo mismo, mientras que su pecho se retenía al tomar el aire de una forma para nada regular.

-no ahora, no ahora por favor- intentaba hablar con el mismo, diciéndose que parará, que le diera un respiro. Que se detuviera.

Pudo sentir su propio pulso al tomarse una mano con la otra intentando clamar los temblores de las mismas, aunque fue en vano y hasta parecía que habían aumentado un poco más en ves de reducirse.

No había nada por hacer, no lo podía detener por si solo... ya no.

Intento ponerse de pie separándose un poco de la silla, sintió como el suelo se le movió, cómo todo dio un vuelco de la nada.

Apretó los ojos y un poco los puños intentando tomar un poco más de fuerza para dirigirse a la puerta, tan solo serían unos pocos pasos hasta allá, solo tenía que ezforzastse un poco más, solo una vez mas.

-vamos Jeon, solo una más, dame una más.

Tomo la fuerza que creía necesitar y empezó a caminar hacia la puerta, aunque eran unos pocos pasos lo sintió infinito y el no podía ir más rápido, era un infierno

¿A che punto la tua vita è diventata l'inferno Jeon?

-jungkook por dios siéntate, espera ven aqui- escucho una voz que era muy conocida, era la voz de lo que el llamaba hogar, era Yoongi

-por dios, mira te traje tus pastillas vamos ven aquí campeón- sintió como unos brazos le rodearon la espalda baja para intentar llevarlo hasta su silla de nuevo intentando que el no hiciera tanto esfuerzo, o mejor aún este fuera nulo.

-¿que haces aquí minie?- pregunto el menor sin mucha fuerza con un hilo de voz, si el no llegaba quizás estaría llorando ahora mismo por la impotencia de no poder llegar hasta aquella puerta.

El mayor solo agito una pequeña caja de alumio, está emitió un ruido, varias cosas pequeñas chocaron dentro de ella haciendo así que sonara como una maraca o algo por el estilo.

El menor le dirigio una pequeña sonrisa, llegando a su asiento y recostando su espalda en el mientras que Yoongi sacaba una pequeña botella de agua de un estante a su lado.

-veamos, ¿cuántas de estás te tengo que dar jk?. Del uno al diez describe tu malestar por favor- dijo este con un tono burlón en la voz que hizo que el que se encontraba sentado diera una pequeña carcajada ahogada.

Eso es lo que el quería, verlo sonreír. verlo bien, Vederlo essere felice...

-solo necesito dos, o bueno eso es lo que tomo siempre- menciono el que sentía dolor extendiendole la mano abierta con la palma apuntando hacia arriba con una pequeña cuenca en esta.

El mayor asintió y abrió la pequeña cajita sacando 2 pastillas de color blancas un poco grandes y depositandolas en la mano del contrario. El que las recibió las coloco en su boca lo suficientemente atrás para poder pasarlas con el agua

Yoongi le acercó la botella de agua ya abierta a la comisura de sus labios inclinandola un poco para que así este pudiera sorber y pasarse las pastillas que se hayaban ya dentro de su boca.

El mencionado trajo duro y paso las pastillas haciendo que estás resbalaran por su garganta sin mucho problema.

- y bueno, que pensabas al salir de la casa sin tus pastillas?- menciono el que se encontraba cerrando la botella de agua y la pequeña cajita que contenía las pastillas.

-bueno, no me fijé, no creas que me las he dejado a propósito

- bueno ese no me fijé te podría costar la vida jk, debes de prestar atención, aunque se que hoy fue un mal dia.

- si, no te preocupes no volverá a pasar

- ay, ay... ¿que harías tú sin este bello ser llamado Yoongi? morirás de aburrimiento o ¿quizás de un ataque de ansiedad crónica combinado con una sobrecarga de antidepresivos en tu cuerpo? tal vez nunca lo sabremos.

- jaja ya basta... muchas gracias Minnie, de verdad.

- no te preocupes, para eso estoy aqui, siempre estaré aquí, aunque a veces no me veas- dijo mientras ojeba las hojas que tenía el pelinegro en su escritorio- deberías de comer algo, estás adelgazando, vamos yo invito

Le tendió la mano, a lo cual el menor no tardó en responder tomando también la mano del contrario levantándose así con un leve tirón que este le dió.

Se sentía mejor, las pastillas que tomaba eran verdaderamente fuertes y aliviaban las cosas en un segundo, aunque le hagan sentir alivio solo lo estaban matando, solo le acortaban aquello que llegaría al fin y al cabo.

"-jeon si no paras de automedicarte quizás solo acortes ti tempo, de verdad que no creo que lo valga.
- no se preocupe doctor, estaré bien..."

Salieron de aquella oficina uno guiado por el otro hacia  el elevador que se encontraba en pocas palabras al frente de ellos. Yoongi presiono el botón dando así aviso de que alguien en el piso tres solicitaba el elevador.

El elevador llegó tan solo unos segundos después de que el botón fuera presionando, haciendo que ambos entrarán en este. se encontraba vacío así que podían acaparar todo el espacio que quisieran sin quejas o regaños por ello.

Después de unos minutos llegaron a la planta baja en donde todos se encontraban haciendo algo, mientras caminaban hacia la puerta algunos se acercaban un poco solo para hacer una reverencia y marcharse.

Al llegar a la puerta el mayor de ambos la empujó dejando así la salida libre, a lo cual el menor salió volteando para ver al contrario repetir la acción.

Caminaron en completo silencio por la calle principal, en los ojos de aquel chico pelinegro se veía el cansancio, la tristeza y el dolor de cargar con todo ello solo.
Mientras que en la del castaño tan solo había preocupación, mucha preocupación y un increíble sentimiento de impotencia. Aunque no quisiera admitirlo el sabía que algo no iba bien.

Algo no estaba yendo bien.

Y así caminaban dos chicos con la mirada más que vacía, y con un infierno encima. A ambos se les acababa el tiempo...ambos vivían un infierno...

-y bueno ¿a dónde quieres ir a comer Jungkook?- dijo el de ojos un poco más pequeños intentando cortar un poco aquella atmósfera que se había tornado alrededor de ambos.

El menor levantó la mirada hacia su lado izquierdo encontrándose con los ojos de su amigo, se había sumergido en su propio mundo por lo cuál no había escuchado ni una sola palabra.

-ah?- dijo con los ojos muy abiertos y la boca en forma de "O"

-que ¿a dónde querrás ir a comer?, se de algunos sitios buenos pero no sé que quieres hoy...

-ah!, mmm, bueno ¿por qué no elijes tu? llévame a dónde crees que me gustará comer. Yo te sigo. - intento decir con emoción en su voz, intento sonar más animado está vez.

Al mayor se le iluminaron los ojos, en verdad quería elegir el. Asintió rápidamente y le dió un leve empujón en el hombro a su acompañante indicándole así que empezará a caminar con el, este entendió enseguida y se apresuró siguiendo al que iba enfrente.

Quizás ambos se esforzaban mucho por el otro. Quizás ninguno quería ver al otro mal. Pero, ¿alguno lo podía evitar realmente?

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