20.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¡HoSeok, llegó una carta para ti! —Le gritó YongGuk desde abajo cuando recogió el correo para llevarlo al interior de su casa. Su hermano bajó las escaleras enredado en una manta que se arrastraba cada que caminaba, tenía el cabello revuelto y las mejillas totalmente rojas, se le veía claramente que se acababa de levantar y eso que ya eran las doce del día.

—¿De quién? —Le preguntó sin poder abrir bien sus ojos y su hermano le dio la carta mientras se reía de él.

—¿Y ese aspecto tan tierno? —Dijo moviendo el cabello de su hermano hacia arriba y soplar en sus rostro.

—No hagas eso. Y no soy tierno —le dijo camino al sofá para tirarse ahí y abrir la carta con los ojos entrecerrados al mirar el nuevo símbolo del concejo dibujado al frente de la carta.

Omega Park HoSeok, lamentamos tener que pedirle esto tan repentinamente y sin un previo aviso, pero querernos pedirle un favor que favorecerá a su familia y a la aldea.

En aquel párrafo sus ojos se comenzaron a abrir lentamente, sintiendo una especie de vértigo cuando se hizo mención de su familia en aquel pedazo de papel, nunca tenía buenos presentimientos cuando alguien se ponía a hablar de su familia o raza, ya que al ser de los pocos dragones más fuertes, solían tener muchos enemigos o personas con malas intenciones rondando a su alrededor.

Cómo usted sabe, su hermano Park JiMin, fue elegido para enamorar al único dragón Hell que queda vivo. Pero debido a algunos problemas no está funcionando como debería de ser, es por eso que le pedimos este favor.

Con cada palabra que seguía leyendo su corazón se aceleraba más y más, ¿qué tenía que ver él con YoonGi? Sentía que se estaba metiendo en problemas y aunque no era así el sentimiento no abandonaba su pecho.

Queremos que por favor usted se haga amigo de YoonGi, queremos que lo ayude a sanar el dolor de su pareja fallecida y mostrarle que puede confiar en usted. Sabemos que esto no será fácil, así que si quiere una recompensa a cambio de esto puede decírnoslo.

—¿HoSeok? ¿Estás bien? —Le dijo su hermano poniendo su mano sobre su hombro. El omega se había quedado viendo la carta por varios minutos sin una expresión legible en su rostro, solamente se le quedaba viendo como si intentará descifrar algún mensaje oculto de aquel pedazo de papel.

—El concejo... quiere que sea amigo de YoonGi —fue lo que le dijo y el alfa parpadeo sorprendido mientras se sentaba a su lado.

—¿Por qué?

—Dicen que YoonGi necesita un amigo, que aún no está preparado para enamorarse otra vez.

—¿Y quieren que tú lo ayudes? No lo sé, suficiente fue para mí tener que ver a JiMin tan desanimado por ese alfa como para verte a ti también de esa forma —dijo YongGuk frunciendo su entrecejo con molestia, no quería ver a sus hermanos lastimados por un alfa que no sabía socializar o superar el pasado.

—Sabes... creo que a mí también me hace falta un amigo —dijo HoSeok en un susurró que apenas se pudo oír gracias a la cercanía en la que estaban—, YoonGi necesita superar su pasado y ser feliz... yo no sé lo que sea bueno para mí, pero tal vez de verdad pueda hacerme amigo suyo si lo intento —le dijo y cuando vio que su hermano abrió la boca para hablar, le tapo con su mano e inhaló profundamente.

—Me voy a cambiar, iré a visitar a YoonGi.

YoonGi suspiró cansado mientras llevaba la taza de café a su boca y tomaba un sorbo para dejarla nuevamente en la barra de la cocina, su mente divagaba entre miles de pensamientos que cada vez tenían menos sentido a su parecer. Por alguna razón su mente no dejaba de pensar en JiMin, en su sonrisa y en como sus lindos ojos azules se iluminaban con cualquier mínimo gesto, en su mente estaba bien plasmado el color carmesí de sus labios y ese pequeño diente que estaba fuera del orden de su dentadura.

Enredó sus dedos entre las hebras azabaches de su cabello, el cual ya estaba muy largo y claramente podía amarrarlo. Había un vacío doloroso en su interior, ya no sabía si era por la falta de MinHo o porque su dragon estaba comenzando a anhelar a JiMin y su presencia junto a él.

—Odio toda está maldita situación —maldijo e hizo puño sus manos hasta que los nudillos se marcaron y las venas se resaltaron en sus brazos.

Ya estaba siendo algo imposible no pensar o anhelar sentir a JiMin, extrañaba sentir el calor de su cuerpo como aquella vez cuando casi tuvieron algo en casa de Félix, de una u otra forma se arrepentía de haber tratado tan mal a JiMin y rechazar por lo menos su amistad, pues de no haber sido por aquellos momentos de estupidez y orgullo podría por lo menos tener a JiMin a su lado en momentos como ese donde se sentía vacío y sin motivos de seguir.

Sin querer sus ojos se llenaron de lágrimas, se sentía solo y quería compartir un poco de ese maldito dolor que sentía con alguien, pero ni tenía a nadie que no estuviera harto ya de escuchar el mismo problema de siempre.

A su mente vino la sonrisa de MinHo y por más que quiso aquel gesto no le trajo tranquilidad, al contrario, pareció aumentar su dolor y angustia.

Cuando estaba por apoyarse en sus brazos para poder llorar libremente, escucho como alguien tocó la puerta de su casa haciendo que su humor empeorará aún más.

—¿Quién mierda es ahora? —Se pregunto mientras caminaba con pesadez entre el pasillo hasta llegar y abrirla con fastidio.

—¡H-hola! —Su entrecejo se frunció cuando le llamaron de manera tan alegre y amistosa. Su vista se enfocó bien y delante de él vio a un chico más alto que él de cabello castaño y gran sonrisa que parecía un corazón.

—Soy...

—Sé quién eres —le dijo y se recargo en la puerta ya que su cuerpo se sintió cansado de repente.

—Oh... ya veo —dijo el omega con nerviosismo y carraspeo antes de volver a sonreír y mirar a YoonGi o al menos hacer el intento.

Su sonrisa se borró casi inmediatamente cuando su vista noto lo delgado que estaba YoonGi, la palidez de su piel ya no era un tono tan natural, sino algo enfermizo, su ropa no ayudaba en su aspecto ya que era dos o tres tallas más grande haciendo que se viera demasiado delgado.

—¿Ya comiste algo? Es casi la una de la tarde —le dijo y YoonGi recordó su café.

—Estoy tomando café, ¿por qué?

HoSeok llevo sus manos a su cintura y no pidió permiso o al menos no verbalmente ya que su mirada basto para que YoonGi le cediera el paso al interior de la casa, tomó el brazo de YoonGi y lo llevo hasta la cocina luego de buscarla con su mirada.

—¿Qué estás haciendo? —Dijo el alfa sin entender su actitud.

—Un café no es comida, no te llena, debes comer algo que de verdad sea comida —le resaltó la última palabra y YoonGi rodó los ojos recordando exactamente a SeokJin en ese chico.

Le daba algo de gracia la situación en la que estaba, pues HoSeok parecía una versión de SeokJin cuando lo obligaba a comer.

—¿Dónde están las cosas para cocinar?

—¿Qué cosas? —HoSeok rodó los ojos y se sentó en la silla mientras lo veía con reprobación.

¿Qué cosas? —Dijo burlándose—. Los utensilios, las verduras, arroz, carne, yo que sé —se explico y YoonGi se sentó en la silla.

—Nunca cocino o al menos no con frecuencia.

HoSeok quería sacudirlo de los hombros, ya que eso explicaba su apariencia tan delgada y hasta casi enfermiza.

—Ponte zapatos, vamos a salir a comprar las cosas.

—No tengo ganas —dijo y HoSeok le tomó del brazo haciendo que caiga al piso y literalmente comenzó a arrastrarlo por la casa hasta que llegaron a las escaleras.

—Si no te levantas te voy a subir arrastrando —le amenazó y YoonGi gruño poniéndose de pie preguntándose si aquella confianza era tan natural en los Park o solamente HoSeok era alguien exigente.

—Cómo jodes, me caes mal.

—Cállate y sube, sé que no te caigo mal —una sonrisa se salió de los labios de HoSeok y YoonGi se dio la vuelta para ir por los dichosos zapatos.

Tal vez lo que necesitaba era la compañía de HoSeok para mejorar su humor, aunque el omega fuera testarudo y gruñón –en el buen sentido–, porque la falta de socialización había llegado a un punto donde le fue difícil incluso entablar un tema de conversación normal, pero al parecer HoSeok era tan amigable que no hacía falta buscar un tema para hablar.

HoSeok parecía un rayito de sol, uno que brillaba lleno de alegría y se cuestionó si aprendiendo de la compañía de alguien más podría tratar mejor a JiMin y ser ahora él quien diera el paso para acercarse.

Porque YoonGi necesitaba un amigo más en su vida y HoSeok era la persona indicada mostrarle que dar y recibir amor era una de las mejores cosas que había en este mundo.

Explico algo.

En esta historia no busco sólo reflejar el amor de pareja, también quiero mostrar el amor propio y familiar.

YoonGi necesita amarse a sí mismo, pero para eso debe de tener confianza en las personas y abrirse más para poder entablar una amistad, aquí es donde entra Hobi.

¡Muchísimas gracias por los 504 seguidores! Lloro brillitos de amor.

Edit 2023: En ese tiempo tenía 500 seguidores y ahora son 4.24K

Los amo bebés. 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro