21.

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—Trae eso de ahí —le dijo HoSeok mientras analizaba otras cosas que tomaba con sus manos para observarlas a detenimiento.

YoonGi dejó las bolsas que HoSeok le hizo cargar y se dio la vuelta para buscar lo que le pedía el omega.

—¿Qué me pediste? —Preguntó dandos cuenta que ya había olvidado lo que andes le dijo el omega y HoSeok le pegó con su mano en la cabeza, sin usar mucha fuerza, pero lo suficiente para no sentir la necesidad de golpear a YoonGi.

—Mejor trae naranjas, espero que si sepas cómo son —dijo sonriendo y el sarcasmo obvio en su tono de voz. YoonGi le miró mal y se encaminó a donde estaban las naranjas y tomar una de las bolsas para ir metiendo naranjas al azar.

—¿Ese chico es tu omega? Vaya suerte que tienes chico, él es muy lindo —YoonGi levantó su mirada cuando la voz de una mujer se escuchó cerca de él.

A su lado estaba una mujer escogiendo naranjas también, pero ella se había detenido cuando vió a HoSeok y el lindo gesto que tenía en sus labios por haber dejado caer una de sus bolsas.

—No es mi omega —dijo YoonGi y la mujer le miró asombrada.

—¿No? Lo siento, pensé que lo eran porque se ven lindos juntos, además que pocas veces se ve a un alfa haciendo las compras con un omega.

—Entiendo —dijo algo apenado, ya que las palabras de la mujer calaron dentro de su pecho, además de que le dió algo de vergüenza.

La mujer le sonrió y se fue de ahí mientras que él volvió con HoSeok y se paró a su lado, ladeó su cabeza para ver el rostro de HoSeok desde su perfil; vio sus labios rosados y bien cuidados, sus ojos cafés con un hermoso brillito, su piel blanca y su perfilada nariz. Era hermoso, eso no lo podía negar, pero de cierta forma, le agradaba más el rostro de JiMin.

—Oye, Yoon —le llamó HoSeok sin dejar de ver las verduras de su cesta solo para no ver la cara del alfa.

—¿Sí?

—Mi hermano... JiMin, ¿te gusta? —Los ojos de YoonGi se abrieron de sorpresa y carraspeo incómodo.

—Cállate.

HoSeok se rio de él y le puso una mano en el hombro.

—Me lo acabas de confirmar, tarado.

YoonGi entrecerró sus ojos y le vio desde abajo –ya que HoSeok era más alto que él– con molestia.

—Mucha confianza como para apenas conocernos, ¿no crees? —Le dijo cuando escucho que le llamo tarado.

—Ahora que lo pienso —dijo el omega ignorando exitosamente a YoonGi—, JiMin hablaba mucho de ti, decía que era muy difícil acercarse para ser tu amigo... o algo más —susurró de manera inaudible para YoonGi—, decía que eras muy lindo, pero que tú carácter a veces arruinaba eso —YoonGi se rió y HoSeok le miró sorprendido y sin creerlo.

—Por todos los dragones, sabes reír —YoonGi se rió aún más de sus palabras de abuela y se alejo de él tomando la cesta para pagar.

En su corto camino pensó las cosas, HoSeok acababa de decir que JiMin hablaba de él y recordó los incontables coqueteos del menor hacia él, las veces que hacía sus manos rozar «accidentalmente» cuando caminaban juntos o cuando se pegaba a su cuerpo «sin querer».

Sus ojos se abrieron demasiado y casi dejo caer sus compras cuando entendió todo, cuando entendió por qué quería tener a JiMin cerca.

JiMin le gustaba. Era demasiado idiota de su parte darse cuenta hasta ese punto donde todos lo sabían y era demasiado evidente pero la oscura venda en sus ojos no le dejo ver lo mismo que todos a su alrededor.

—¿Puedo llamar a unos amigos para comer con ellos? —Le preguntó YoonGi mientras cortaba las zanahorias que HoSeok le había obligado a cortar ya que no estaba haciendo nada.

—¿Tienes amigos?

YoonGi le miró mal y suspiró profundamente.

—No soy tan amargado como crees, NamJoon fue de mis primeros amigos, su pareja literalmente sólo me habló y entro a mi casa y NamJoon también tiene un hermano. Se puede decir que ellos son mis únicos amigos —dijo y HoSeok sonrió pasando una mano por su cuello pensando si algún día YoonGi también lo contaría como un amigo más en su vida.

—La pareja de NamJoon... ¿es SeokJin hyung?

—¿Lo conoces? —Interrogó YoonGi y HoSeok asintió sonriente solo con la mención del omega mayor.

—Nuestra madre lo adora, es como su sexto hijo —río y YoonGi se ahogó con la pedacito de zanahoria que se había comido.

—¿Sexto?

—¿No sabías? En total somos seis hijos —YoonGi se quedó pensando y bostezó dejando las bolsas ya listas para sacar todo lo que habían llevado.

—¿Qué se siente tener hermanos?

HoSeok le miró tan asombrado que su cuerpo se tensó, hubiera imaginado cualquier pregunta menos esa y es que sabiendo el pasado del alfa no supo si de verdad era correcto responder.

—¿No tienes hermanos?

—De sangre no, NamJoon es como mi hermano, pero yo fui hijo único —le explico y HoSeok dejó la carne cocinando para luego ir y sentarse en una silla junto a YoonGi.

—Es lindo, a excepción de cuando toman tus cosas sin permiso y te hacen molestar.

—Me hubiera gustado tener por lo menos uno, cuando era niño me sentía muy solo y no tenía amigos, a NamJoon lo conocí hasta que tuve entre catorce o quince años.

—Quisiera gritarles a los que te hicieron sentir mal, eras sólo un niño —espetó HoSeok demasiado molesto recordando que su hermana MiYeon sufrió por eso mismo también, debido a eso la omega se había vuelto reservada con todos menos su familia y en casa no era un tema que les gustará hablar.

—Era algo obvio que no me aceptarían, pensaban que era arrogante y agresivo por ser hijo de los líderes de mi raza. —Se encogió de hombros cuando menciono a sus padres y la manada—. Fue difícil, pero de alguna forma supe sobre llevarlo.

Gruñó cuando sintió un golpe en su nuca y un pellizco en su brazo dejando una marca roja que resaltaba mucho de su piel pálida.

—¡¿Por qué haces eso, estúpido?!

—¡Debiste buscar un maldito amigo, por lo menos a un perro o un canario, no es bueno que un niño este lleno de soledad cuando debe ser feliz y sobre todo en esos años!

—¡¿Y crees que era fácil?! ¡Lo intente miles de veces e incluso una vez me golpearon!

—¡Pues hubieras tomado una piedra o un palo y les devolvías el golpe!

Entre gritos de reclamos infantiles, YoonGi comenzó a llorar, se sentía tan aliviado de al fin poder contar eso a alguien que no fuera NamJoon, se sintió libre por un momento, mientras que HoSeok se asustó pensando que lo hizo sentir mal y de inmediato negó con su cabeza repitiendo que lo lamentaba.

Pero era lo contrario, YoonGi estaba demasiado agradecido, luego se encontró entre los brazos del omega mientras lloraba de alegría, alivio y tristeza.

El omega se puso de pie cuando a su mente vino el recuerdo del concejo y el trato que había hecho con ellos hace casi cuatro meses. Se sentó en la orilla de la cama y pensó las cosas con tanta profundidad que su cabeza comenzó a doler, se sentía atascado, frustrado, era como si el mundo tuviera una conspiración contra él.

—Maldita sea... —murmuró en palabras vacías al viento mientras se ponía de pie. Porque al igual que aquella inconformidad con el asunto del concejo, también estaba preocupado por la salud de YoonGi.

Hacía unas horas que SeokJin había ido a su casa y le contó que YoonGi había tenido una recaída emocional pero que se dió cuenta que había alguien con él y que esa persona era su hermano: HoSeok.

Se había sentido confundido en ese momento pero cuando pasó un poco de tiempo supo que algo había pasado con YoonGi y debía de entender las razones para que su hermano tuviera que estar ahí.

Del armario tomo un gran abrigo negro que le llegaba casi a las rodillas, llevaba una camisa con cuello de tortuga blanca y jeans negros con unas roturas en las rodillas y sus botas negras de cuero. Se veía realmente bien y sabía que no era solamente porque el frío era insoportable allá afuera, tal vez y solo quería pasar un tiempo agradable con el alfa, saber si podría obtener un «te ves bien» de sus labios y poder sonreír a su lado.

Así que sin más se encamino y salió de la casa avisándole a su madre y a MiYeon para luego cerrar la puerta detrás de sí.

Las pequeñas nubes de humo blanquecino salían de sus labios cada que exhalaba el aire, sus manos se movieron casi instantáneamente a las bolsas de su abrigo buscando conseguir un poco más de calor, no era tan tarde, tal vez las seis o siete de la tarde, pero en esos días el frío había llegado con mas fuerza que otros años.

En su camino a la casa de YoonGi se encontró con algunas personas que lo conocían, los saludo amablemente y siguió, pues algo le decía que YoonGi estaba mal y necesitaba compañía. Tal vez sólo era su dragón queriendo proteger a su compañero destinado, o tal vez era su parte humana sintiendo la necesidad de cuidad de él. Ya no lo sabía.

Se dio cuenta que estaba al frente de la casa cuando la estruendosa risa de su hermano llegó a sus oídos y su ceño se frunció al notar que cada vez reía más.

—¿Qué lo hace reír tanto? —Se pregunto en susurros que nadie más escucho además de él mismo. Tocó la puerta y las risas de su hermano dejaron de oírse y luego la puerta fue abierta.

—¿JiMinie? —Le dijo su hermano y lo abrazó levemente para luego dejarle pasar.

—Hola, vine a ver a YoonGi —dijo sonriendo sintiendo también la calidez de la casa gracias a la chimenea encendida.

La casa se veía tan diferente, parecía tener incluso un poco más de vida, ya que YoonGi tenía en todo momento las cortinas cerradas y apenas salía de casa, por lo que podrían incluso pensar que la casa estaba abandonada.

HoSeok volvió a reírse cuando recordó a YoonGi, JiMin le miro extrañado y su hermano le tomó de la mano para guiarlo a la cocina.

—Mira —le apunto a donde estaba YoonGi al lado de la isla de la cocina, JiMin no soporto y de sus labios salió una gran carcajada.

YoonGi tenía incluso muy pequeños trozos de verdura entre el cabello y tenía una especie de salsa roja embarrada en la mejilla junto a la punta de su nariz manchada de harina. Todo por haber intentado ayudar a cocinar.

YoonGi le había sonreído levemente cuando noto su presencia, después de eso HoSeok y JiMin terminaron de hacer la cena.

A HoSeok termino por ganarle el sueño y se quedó dormido en uno de los sofas que había. JiMin se sintió un tanto incómodo con YoonGi ahí, mientras que el alfa intentaba buscar un tema para poder acabar el silencio sepulcral que se hizo presente.

—¿Por qué? —Dijo JiMin de repente y los oscuros ojos del alfa le miraron sin entender.

—No entiendo a que te refieres, JiMin —le dijo y el peli plata sonrió dolido.

—¿Por qué a mi hermano lo aceptas tan bien contigo y a mí me tratabas de la mierda? —Dijo y YoonGi sintió una gran punzada en su pecho cuando los ojos de JiMin dejaron de tener ese hermoso brillo y en su lugar se llenaron de lágrimas.

—JiMin... lo siento mucho —dijo cabizbajo—, sé que te hice daño, y hasta ahora me doy cuenta de eso, pero estaba pasando por un momento peor que antes, donde no podía salir de mi propio dolor, no me justifico con eso, sólo... lo siento, yo... —JiMin abrió sus ojitos sorprendido cuando vio a YoonGi comenzar a llorar y esconder su rostro entre sus manos.

—YoonGi...

—Lo siento, lo siento, lo siento tanto JiMin... De verdad lo lamento —comenzó a decir entre sollozos y JiMin se levantó para abrazarlo por la espalda.

Le ayudó a levantarse suavemente y lo llevo a la parte de arriba de la casa para no despertar a HoSeok.

Y cuando llegaron a la habitación de YoonGi, lo que sorprendió de gran manera al omega, fue que YoonGi se aferró con fuerza a su camisa,pp escondiendo su rostro en su cuello mientras seguía llorando y le pedía perdón entre sollozos que ya no podía detener.

—JiMin, sé que fui un estúpido contigo, y no sabes lo mucho que me arrepiento de eso... p-pero por favor no te vayas tú, no te alejes.

¿Por qué?

¿Por qué le pedía eso con tanto dolor?

Tal vez YoonGi estaba cansado de perder tanto en su vida. Tal vez quería sentirse querido por alguien que no fuera NamJoon, SeokJin y TaeHyung.

Y que aunque los tenía a ellos tres, seguía sintiéndose tan solo.

Y al parecer para sentirse mejor, JiMin era tan importante que con solo tenerlo junto a él su dolor disminuía.

—JiMin... no te vayas —le rogó sin poder dejar de llorar.


Quién adivine en qué mes cumplo años tiene el siguente capítulo dedicado ;)

Los amo bebés. 💜

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