25.

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—¡JiMin!

Las voces eran cada vez más audibles, sus ojos seguían sin poder abrirse como era debido y cada vez sentía más dolor en todo su cuerpo, la pesadez en sus párpados era tanta que se volvía casi imposible poder abrirlos.

—¡JiMin!

Su cuerpo dió un brinco al sentir unas manos en sus hombros y los gritos de su madre y hermanas. Vió que a tan solo unos centímetros estaba su madre con el rostro bañado en lágrimas y a MiYeon abrazando a Irene mientras ambas lloraban.

—¡Oh por Dios! —Dijo su madre al ver sus ojos azulados abrirse y lo abrazó con cuidado de no lastimarlo más de lo que estaba.

Su rostro se giró a la dirección donde se habían llevado a YoonGi y comenzó a llorar sin poder detener los sollozos que salían de su boca. Seguían en la casa de YoonGi, o en lo que quedaba de ella al menos. Recordar lo que pasó hace tan poco hizo que los sollozos se volvieran más fuertes y buscará aferrarse al cuerpo de su madre.

MiYeon e Irene se acercaron a él y vieron con miedo las heridas de su cabeza y cuerpo entero.

—Ese maldito... ¡Jamás debimos dejarte acercar a ese estúpido Hell! ¡Esos malditos están condenados! —Le gritó su padre y él sólo negó mientras hacia el intento de abrazar a su madre.

—Ji-JiMin —le dijo Irene y se arrodilló para poder acariciar su cabello platinado intentando sonreírle, pero ella sabía que su dolor seguía aumentando al saber que YoonGi no estaba a su lado, podía verlo en sus ojos y comprendió ese amargo sentir.

—¡No volverás a acercarte a ese alfa! —Dijo su padre ardiendo en furia cuando vio las heridas en la mayoría del cuerpo de su hijo.

—¡Papá ya basta! —Le dijo MiYeon cuando vieron y escucharon a JiMin comenzar a llorar más fuerte que antes por la serie de sus palabras.

—Él me defendió... él me intentó defender, papá —dijo JiMin para hacer a su padre entrar en razón.

—Tú mismo lo dijiste, sólo lo intento y mira cómo estás ahora —dijo su padre apuntándole e Irene intento detener a su hermano cuando buscaba ponerse de pie con la cantidad de heridas que seguían sangrando.

—JiMin, espera... —dijo ella y su madre negó mientras la abrazaba a ella y dejaban a JiMin ir al frente de su padre.

—Papá, te respeto y lo sabes, siempre he hecho lo que tú me digas, pero está vez no lo haré, quiero a YoonGi y si tú me impides verlo entonces tampoco me verás a mí por mucho tiempo —dijo con firmeza y su padre alzó la mirada retante, esperando ver la debilidad en los ojos de zafiro de su hijo.

—No verás más a ese estúpido Hell —le dijo y JiMin sonrió entristecido.

—¿En serio lo crees?

—JiMin detente, ¡Park JiMin ven acá! —Gritó su padre cuando el omega se dio la vuelta y camino a donde estaba el concejo reunido a varios metros de ellos.

—Hyungs —les llamo y vió que todos estaban heridos, pero había algunos que lo estaba más que otros.

—Hola, JiMin —le dijo HoongJoong poniéndose de pie y jadeó al sentir un dolor en su espalda, cayendo sobre una de sus rodillas y siendo sostenido por uno de sus amigos.

—No se mueva, por favor —dijo el omega y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver que ellos intentaron defender a YoonGi a toda costa y aún así salieron heridos.

¿Entonces cómo hubiera quedado él? Tal vez hubiera muerto, no quería pensar en eso, pero parecía ser la idea más lógica.

La fuerza de sus pies se fue y lentamente se dejó caer en el césped hasta quedar arrodillado y tapó su rostro cuando comenzó a llorar. HoongJoong se levantó y agarrando bien su manta abrazo a JiMin con uno de sus brazos.

—Lo vamos a encontrar JiMin, te lo prometo.

Su vista no podía ver nada debido a la oscuridad del pasillo por donde JaeHyun le llevaba a empujones. Era un lugar oscuro y húmedo, se sentía asfixiante y con cada paso que daba sentía las ganas de correr a buscar aire limpio.

—¿Cómo son ellos? —Le dijo YoonGi a JaeHyun y el otro lo detuvo y lo azotó sobre la pared haciendo que el aire de YoonGi saliera de sus pulmones.

—Como dije, ellos son cinco, todos son chicos y dos de ellos son omegas, son jóvenes aún —le dijo y YoonGi bajo su mirada al sentirla llorosa—. Todo esté tiempo pensaste que eras el último Hell, ¿verdad? Ellos también pensaban lo mismo hasta que te mencioné —dijo el alfa y volvieron a caminar hasta que llegaron a una puerta grande de metal, se veía pesada y lo confirmó cuando tres hombres necesitaron abrirla utilizando su fuerza animal.

JaeHyun le dio un empujón a YoonGi y lo hizo caer al suelo mientras él pasaba a la habitación. De repente se oyeron cadenas moverse y YoonGi levantó su mirada para intentar ver algo.

—Chicos, él es YoonGi —dijo burlón el alfa y dos hombres tomaron a YoonGi del suelo para sentarlo en una silla, las luces fueron encendidas de repente y la visión del alfa quedó cegada por unos minutos hasta que pudo abrir sus ojos.

Levantó su cabeza y frente a él estaban cinco chicos atados con cadenas y sentados en sillas al igual que él. Su vista se sintió tan cansada y llorosa por las lágrimas que no pudo evitar dejarlas salir.

Tantos años pensando que estaba solo, que los Moon y los Sun habían acabado con su familia, con su raza.

—YoonGi, déjame presentarse a estos Hell, pero antes de eso te contaré un poco la historia de ellos —dijo y se sentó en una silla que estaba libre—, fue cuando la guerra apenas daba inicio, los Moon y Sun peleaban sin detenerse contra los de tu raza, comenzaban a darnos problemas y las cosas se estaban poniendo mal para nosotros —dijo y suspiró profundamente—, mientras unos peleaban yo estaba con otro grupo buscando a algunos niños para llevarlos con nosotros e intentar descubrir los secretos de tu raza, como saber de dónde viene tanto poder por ejemplo. Entramos a una casa y vimos a un alfa protegiendo una habitación, fue fácil matarlo porque estaba solo y pendiente de esos niños —uno de los chicos que estaba atado comenzó a intentar hablar y pataleo con furia, pero JaeHyun lo ignoró y siguió con su relato—, abrimos el lugar y dentro vimos a cinco niños pequeños intentando no ser vistos, decidí que ellos serían necesarios para mis futuros experimentos, por lo que los traje conmigo y al salir vimos que solo quedabas tú llorando por un omega muerto, estábamos por matarte pero más razas aparecieron y comenzaron a buscar sobreviventes entre los otros, nos fuimos y esa fue la última vez que logré verte hasta hace un tiempo.

Nuevamente el chico de antes comenzó a moverse con fuerza para llamar la atención del alfa y JaeHyun se levantó y se puso detrás de ellos.

—YoonGi, ellos son: Choi YeonJun, Choi SooBin, Kai Kamal Huening, Kang TaeHyun y Choi BeomGyu.

Los chicos veían a YoonGi sin expresión en su rostro.

Al parecer habían perdido la esperanza hace mucho tiempo.

Mi niños son los Hell que "sobrevivieron"

Los amo bebés. 💜

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