30.

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—Algo no está bien aquí, Tae —le dijo JungKook y el alfa lo volteó a ver sin entender lo que estaba diciendo de un momento a otro con el miedo palpable en su tono de voz.

—¿A qué te refieres? —Le pregunto curioso y entonces el padre de JungKook se detuvo abruptamente haciendo que quienes iban detrás de él chocarán entre sí con fuerza.

—Tenemos que escondernos, busquen un lugar rápido —dijo y aunque nadie entendió qué ocurría hicieron lo que se les pedía, confiaban en el instinto de los White para su protección y si tanto el padre como el hijo decían que algo estaba mal era porque realmente algo pasaba.

_No hay mucho donde esconderse —dijo Félix cuando aterrizó junto a ChangBin en un terreno medianamente despejado.

Muchos del grupo tuvieron que volver a su forma humana ya que el espacio se terminó y no quedó de otra. Se quedaron callados durante varios minutos, esperando solamente a alguna señal que les dijera que algo o alguien estaba cerca de ellos.

HoongJoong estaba por proponer que salieran nuevamente ya que se estaban retrasando y sería más difícil llegar si la oscuridad se profundizaba, pero se detuvo a tiempo cuando vio a un gran dragón de mitad dorada y mitad blanca aterrizar en el campo despejado.

—¿Dónde están? —Todos se sintieron asustados cuando vieron a otros cuatro dragones bajar junto al primero, dos de ellos quedaron bastante cerca del lugar donde se escondían y los nervios de todos aumentaron.

—De repente los perdimos de vista, no le diremos nada a JaeHyun o seguramente mataría a uno de nosotros —dijo el de dos colores y los otros comenzaron a volar suavemente levantando hojas y tierra a su paso.

El miedo quedó lantente en sus pechos mientras esperaban a que los dragones se fueran y entonces tuvieran la oportunidad de seguir adelante.

—Yuta y WooYoung, vayan al frente con San para poder protegerlo, es el que mejor conoce el camino, los demas iremos atrás y cuidaremos todo a nuestro alrededor, no podemos dejar que nos vean otra vez —les dijo YunHo y mientras algunos salían para volver a su forma animal, los otros los cuidaban de cualquier peligro que siguiera cerca.

Aunque lo tenían casi a su lado.

Su mano no pudo llegar a tiempo para sujetar a BeomGyu cuando el castaño ya estaba corriendo al lado del rubio para ayudarlo.

El pecho del omega se sintió lleno de dolor cuando vio a TaeHyun en su forma animal y derramando sangre por las múltiples heridas en su cuerpo y rostro. Uno de los dragones tenía sujetada su ala con su hocico mientras apretaba con fuerza y el dragón se removía de dolor mientras el otro dragón usaba su fuego contra él y dejaba heridas a lo largo de su cuerpo.

—¡TaeHyun! —Gritó el omega con terror y el dragón de escamas cobrizas se giró tan solo un poco para ver al castaño correr hacia él con una desesperación tan notoria que su alma dolió al saber que él estaba causando ese dolor y angustia en el omega.

—¡TaeHyun! —Le gritó nuevamente y el dragón intento ponerse de pie, pero los otros dragones le sujetaron con más fuerza e hicieron que las heridas que ya tenía comenzarán a punzar con un dolor enorme.

—¡Vete, BeomGyu! —Logró gritarle y un tercer dragón llegó junto a los otros, se distinguía fácilmente por las escamas grises y ojos negros.

—¿Problemas? —Dijo y uno de ellos negó mientras reforzaba su agarre en el cuello de TaeHyun.

—Solo aquel omega escandaloso que no deja de gritar y llorar por está basura —le apuntó y el recién llegado sonrió con burla mientras comenzaba a caminar en dirección a BeomGyu, quién se había detenido a medio camino al notar que con cada paso que daba, más dañaban a TaeHyun.

—Vaya, sabía que los Hell eran hermosos, pero JaeHyun nunca me dijo cómo eran ustedes —dijo y el cuerpo de BeomGyu se quedó paralizado cuando el gran dragón se posó al frente suyo, mientras esa extraña mirada se clavaba en su cuerpo y hacia que los nervios corrieran por su cuerpo.

YoonGi salió en silencio por la ventana para no alertar a los dragones que estaban con TaeHyun y BeomGyu, sabía que ellos dos no podrían solos, necesitaba ayudarlos, tampoco tenía la certeza de saber cómo estaban los demás y por qué había tantas explosiones, lo más seguro era que estaban defendiéndose, pero tarde o temprano terminarían agotados y sería incluso más difícil escapar luego.

—¡Déjalo! —Su mirada se elevó rápidamente cuando escucho a TaeHyun gritar eso y vió que el dragón tenía a BeomGyu tirado en el piso y su pie presionando su torso con fuerza para no dejarlo escapar, el castaño intento quitarlo de encima, pero nunca había podido aprender correctamente cómo transformarse y siempre terminaba por salirse de control justo como le pasaba a YeonJun, ellos parecían ser los dos más inestables a la hora de mostrar sus formas animales.

Se comenzó a quitar la ropa casi con desesperación al ver que BeomGyu comenzó a sangrar por la boca de la gran presión que se ejercía sobre él casi rompiendo sus costillas haciendo que hilos carmesí cayeran por las comisuras de sus labios. El dragón que lo tenía bien agarrado se rió de su vago intento por liberarse y los que tenían a TaeHyun comenzaron a torturarlo más mientras tenía que ver como BeomGyu sufría.

—¡Sólo transformarte, BeomGyu, solo hazlo! —Le gritó desesperado y el omega comenzó a llorar mientras cerraba sus ojos y comenzaba a seguir los pasos para transformarse, tenía miedo, si no podía controlarse no sólo atacaría a los Moon y Sun, sino que también podría atacar a sus amigos inconscientemente como paso antes. No podría reconocer a nadie y vería solamente la neblina roja que solo desesperaba a su dragón.

—No quiero hacerlo... perderé el control otra vez... —se susurró y de repente un dolor se instaló en su brazo derecho, un dolor tan grande que lo hizo gritar y sollozar, el dragón había mordido con tanta fuerza su brazo que sintió cómo se rompieron los huesos y cada desgarre qué hacían los dientes afilados del dragón desgarrando su piel.

Sus ojos se cerraron del gran dolor y lo único que alcanzo a ver antes de caer inconsiente fue a un enorme dragón negro con escamas escarlata y ojos de un color tan profundo como la misma sangre fresca.

Sonrió entre todo el dolor que sentía al haber reconocido a YoonGi en su forma animal, supo que al ver ese gran poder y altura que poseía, tal vez sus oportunidades de ganar eran más altas.

Después de que los dragones se fueran, ellos habían decidido seguir su camino, pero el mal presentimiento que tenía JiMin hizo que todos aumentarán la velocidad haciendo que a ese ritmo llegarán mucho más temprano de lo esperado.

—¿Cuánto falta para llegar? —Le preguntó Yuta a San y el omega suspiró mientras seguían el camino.

—Con está velocidad unas tres o cuatro horas, avanzamos mucho desde hace un rato —dijo y de repente se detuvo al oír gruñir a JiMin.

—¿Qué pasa? —Le pregunto YongGuk a su hermano y JiMin comenzó a respirar con dificultad.

—Algo esta pasando, no es nada bueno... t-tenemos que apresurarnos, por favor —dijo mirando a San y HoongJoong asintió decidido.

—WooYoung y Yuta, ustedes irán con San y JiMin a los campos de entrenamiento lo más rápido posible, MinGi y yo sabemos un poco sobre cómo llegar, váyanse ahora —los mando y Yuta ayudó a JiMin mientras seguían volando con mucha más rapidez que el resto del grupo.

San entendía muy bien aquella desesperación que carcomía a JiMin, pues él también la sintió cuando su padre intento alejarlo de WooYoung por no ser un «alfa digno y poderoso» para su hijo. Eran situaciones totalmente distintas pero el sentimiento de impotencia era el mismo.

—Vamos a llegar, JiMin, no te preocupes —le dijo y el omega platinado asintió, confiando en las palabras que le decía el miembro del concejo.

A ese punto no sabía qué más pensar aparte de «tengo que ayudarlo, tengo que salvarlo», le dolía saber que su historia estaba llena de altibajos donde las caídas eran las más difíciles para poder recuperarse, no entendía por qué les pasaba esto a ellos solo porque YoonGi era un Hell, era el único dragón que quedaba en pie de su raza, los Moon y Sun no se esforzaban ni un poco en comprenderlo y habían destrozado el hogar de YoonGi, aquel donde muy posiblemente vivió con su primer amor, donde se reunía ocasionalmente con NamJoon, SeokJin y TaeHyung, un hogar donde hizo un nuevo amigo: HoSeok y donde YoonGi quería mostrarle a JiMin cada lugar y contarle al menos un viejo recuerdo de esa casa.

Pero ahora estaba destruida, hecha añicos y lo único restante eran las cenizas del fuego, la aldea no sufrió daños mayores y el concejo había dicho que una vez recuperarán a YoonGi le darían todo para que construyera un nuevo hogar, uno donde pudiera dejar solamente buenos recuerdos.

La vieja casa en parte se había llevado un sinfín de noches dolorosas, noches de llanto y desesperación.

Yoon, solo espera un poco más. Pensó al borde del llanto, con el dolor oprimiendo su pecho y nublando su vista.

Solo resiste un poco más.

Su mente se sumió en un profundo silencio justo después de ver a YoonGi en su forma animal y la manera en que tiraba al dragón al suelo con tanta fuerza que la tierra bajo sus pies pareció temblar, escucho golpes y gruñidos potentes que enviaron miles de escalofríos por todo su cuerpo antes de caer inconsiente y dejar de oír todo lo que pasaba.

El único testigo de aquella batalla tan violenta fue TaeHyun, observando como los dragones que lo tenían agarrado a él lo dejaban de lado para auxiliar al suyo, intentaron quitarle a YoonGi, pero se detuvieron en seco cuando vieron los dientes afilados como dagas rodear el cuello del Moon y apretar con tanta fuerza que lograron oír los huesos crujir y la sangre comenzó a escurrir de inmediato entre los colmillos de YoonGi, la mirada sangrienta que les envío fue suficiente para hacerlos retroceder aún más en su lugar.

Parecía como si YoonGi fuera poseído por un demonio, la forma en que los veía y el como parecía disfrutar de la sangre entre su boca no era normal, JaeHyun nunca les había dicho lo aterradores que eran los Hell, tampoco les advirtió sobre esa gran sed de sangre que liberaban al ver que dañaban a los suyos. Todo ese tiempo se sintieron poderosos solo por tener a cinco Hell en mal estado y débiles, nunca se habían detenido a pensar que tenían la muerte justo en sus narices si esos chicos decidían sacar ese enorme poder que ocultaban.

YoonGi se enderezó cuando soltó el cuello flojo del Moon, su altura superó la de los otros dos y cuando estaba por atacar, justo entre ellos dos cayó un Hell con escamas naranja cobrizo, poco después y encima del Hell aterrizó un Sun que lo agarró por el ala y sacudió intentando romperle la ala.

YoonGi lo reconoció como Kai al ver las grandes cicatrices debajo de su mandíbula y sin pensarlo se dejó ir sobre el Sun y hacer que su cuerpo cayera con rudeza sobre unas piedras que estaban cerca, no entendía de dónde venía esas enormes ganas de matar a todos aquellos que hicieron sufrir a su raza entera, aquellos que le quitaron todo e intentan hacer lo mismo con Kai y los demás. No podía permitir que más sangre se derramará por la simple idiotes de necesitar más poder.

Todos quedaron estáticos cuando YoonGi gruño con tanta fuerza y potencia que sus oídos dolieron y solo dejo un doloroso pitido en sus oídos.

Todo fue sangre después, viendo como YoonGi agarraba el ala del Sun entre sus dientes y la sacudía con fuerza desmedida casi arrancándola, los ojos de todos se abrieron en terror cuando el ala se rompió por la mitad y vieron el hueso sobre salir, se fueron sobre YoonGi para detenerlo cuando el Hell puso su pie en el ala recién partida, pero fue demasiado tarde cuando YoonGi gruñó con fuerza y destrozó el cráneo del Sun con su otro pie.

TaeHyun y Kai comenzaron a temer cuando notaron la inmensa sed de venganza en los ojos de YoonGi, parecía no estar en sí mismo y en su lugar solo quería matar a todo aquel Moon y Sun que se le atrevesara.

Solo buscaba matarlos y acabar con ellos, justo como lo hicieron con su raza.


En mi biografía están mi cuenta de respaldo y secundaria por si quieren seguirme por allá.

Los amo bebés. 💜

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