Capítulo 24 El Orfanato.

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VOY A TRATAR EN LO MAXIMO POSIBLE SUBIR LA HISTORIA CADA DIA. EL DIA QUE SE ME HAGA IMPOSIBLE LES AVISARE Y ENCONTRARAN EL CAPITULO EL PROXIMO DIA.

ESTE CAPITULO VA DEDICADO A @johadeleon05

«No escogemos las situaciones difíciles y dolorosas, pero si podemos decidir salir de ellas, y hacerlo».

                                       TESSA DOUGLAS.

Tessa me abrazó al salir de la oficina y se paralizó al fijarse en la marca que Gael me había dejado momentos antes.

El muy ladino me tiene el cuerpo tatuado de marca posesivas, yo había evitado hasta ahora que me dejara marcas más visibles; pero fallé en mi noble intento.

Me abrazó fuertemente y me susurró al oído convencida firmemente que el dueño de esas marca no era más que su detective sexy y caliente como ella se empeñaba en llamarlo.

—No conseguirás hacerme cambiar de idea, lo sé y punto. Además estás diferente desde unos días hacia acá. Y ya tengo la razón. Él es la razón.

Me subí el cuello de la camisa para evitar que alguien más vea la prueba de mi idilio, levante la mirada y frente a mi estaba el objeto culpable de mi vergüenza y le envié dardos con mis ojos; lo único que conseguí fue un guiño de sus hermosos ojos y una sonrisa sabiohanda. A la par de una carcajada de parte de mi loca amiga.

—¡Suficiente! Yo me voy ya —mirando a Gael le preguntó— ¿Vienes?

El aludido asintió

—Mañana tenemos una reunión Lagartija; nos vemos Tessa —camino hacia la secretaria y le soltó un beso en la mejilla, susurrando le dijo a esta —. Portate bien Tessa y ve por lo tuyo, consiguete uno igual —señalado la marca de Maríe.

Ahora el turno para avergonzarse fue para ella. Al recomponerse soltó muy risueña.

—Amiga te lo digo una sola vez; a este no lo sueltes —concluyó contundentemente.

Con esas palabras perforando mi mente salimos de la estación.

Al día siguiente después de un ejercicio saludable dentro de la ducha, nos cambiamos y me dirigí a la cocina a preparar el desayuno para los dos.

Ya sentados en la mesa, Gael aprovechó para informarme las deducciones que a las que llegó cuando tuvo en sus manos los archivos de Yury y Floury McBlane.

—No entiendo porque los archivos públicos no fueron anexados a los folios del caso.

—Explicate Gael.

—Cariño, cuando se está investigando lo primero que buscas son los datos de tus sospechosos. ¿Cierto?

—Si.

—Bien, aquí en este caso no los pusieron y eso es un error. Tal vez en esos datos consigas una pista. Si yo hubiera estado desde el principio en este caso, ese hubiera sido mi principal línea de trabajo.

—Pero no entiendo, a ver... yo estaba aturdida en ese tiempo, yo iba a donde me llevarán y seguía a mis compañeros como autómata; la verdad no revisaba los archivos, no tenía mente —calló antes de seguir revelando detalles de sus difíciles días donde había llegado al fondo oscuro de la depresión; sacudió su cabeza y continuó sin revelar parte de su secreto —. Al fin no los revisé.

—Bueno, no sé cómo se maneja aquí pero omitieron los archivos personales de las hermanas.

—Dime que trae esos archivos, ¿que te llamó la atención de ellos?

—Las hermanas tienen un a un hermano mayor llamado Oísim del cual no se sabe a ciencia cierta su paradero y que ellos eran muy unidos.

—¿Él será el hombre malo del que hablaba Floury?

—No lo creo, te hubiera dicho que era su hermano. En ese momento difícil en el que quería redimirse antes de morir, deseaba dejarte en claro la única información que tenía.

—Y lo hizo, me dió esperanza.

—Vamos a ir al orfanato para hacer un poco de investigación, ellos estuvieron ahí y pudieron crear lazo para cuando fueran adultos; ya que no fueron adoptadas.

—Dime, ¿Porqué crees que pudieran crear alguna especie de lazo?

—No lo creo, estoy seguro. Así fué que conocí a Lucas.

Su confesión me impactó, había facetas que no conocía del hombre. Él quedó mirando expectante a mi reacción.

—No se que decir, perdóname pero nunca imaginé que hubieras estado en un orfanato y menos cuando me hablaste de la herencia de tu padre.

—Esa sería una historia para otro momento. Ahora termina el desayuno, no queremos perder esa entrevista.

—Ya la termino —contesté como niña obediente.

Tiempo más tarde en las afuera de la ciudad cerca del orfanato de Santa Dipma.

En la última media hora en nuestro camino Gael me dijo que íbamos a ir de encubiertos; como una pareja de casados que no podían tener hijos.

Me entregó un folio el cual yo revisé; en el se encontraba nuestra supuesta historia y la memoricé con el objetivo de estar preparada.

—Lucas envió los datos al centro de adopciones nacionales de Irlanda y ellos lo refirieron a el orfanato. En específico a este orfanato.

—Tienes todo cubierto por lo que veo aquí Gael.

—Si mo chroí. En los últimos años fueron enviados muchos casos para adopción y en los registros no reflejan la equidad de casos aceptados con los enviados.

—Bueno no todos pueden ser aprobados.

—El caso es que encontré una cuenta a nombre personal de la madre superiora.

—¿Qué tiene de raro eso?

—El Orfanato es una institución privada que sobrevive de los casos aceptados de adopción y reciben una comisión por los gastos de papeleo y trámites por cada uno de ellos, la cual le deben presentar al fisco para efectos de impuestos que anualmente se debe pagar.

—Por lo tanto tienen su cuenta de banco oficial. ¿Cierto?

—Exacto. Los sueldo de las humildes hermanas vienen de esa cuenta. El caso es que la cuenta de la madre superiora es a título personal y con un saldo muy elevado —le mostró la cuenta y María E se asombró con la cifra.

—Pero si no han aprobado los casos, ¿Cómo es posible que genere ese saldo?

—Por ello es que estamos aquí —guardo los documentos de la investigación en la guantera del carro y dirigió el auto alquilado a la entrada del edificio blanco de tres pisos.

María E llevaba puesto unos anteojos gruesos de Carey que ocultaba sus hermosos ojos miel y el cabello fuertemente recogido en su nuca.

Ambos vestíamos como una pareja de la clase media -alta.
El representaba a un químico farmacéutico y yo a una maestra.

Nos hicieron un tour por las instalaciones del lugar, era deplorable el sitio a pesar de encontrarse limpio.

Vimos a toda clase de niños, de todas las edades pero a ningún bebé o por lo menos en edades de 1 a 3 años.

La hermana que nos hizo el recorrido tenía el ceño fruncido por mis demandas, le aclaré que era los requisitos que se habían estipulado en la solicitud.

Después del recorrido fuimos recibidos por la superiora que tenía en su escritorio la carpeta de nuestro caso. La iba revisando mientras nos hacía una serie de preguntas, entre ellas nuestros sueldos y capacidad económica.

Las preguntas correspondientes a la entrevista.

—Me ha dicho la hermana Lucía que buscan a niños más pequeños de los que tenemos aquí.

—Así es superiora —respondí yo, ya que fuí yo quien exigió tal demanda.

—Lo siento —le puso el sello de no aprobado a nuestro folio—. Pero no tenemos a ese niño que quieren con esas características.

Me puse a llorar inmediatamente con una actuación digna de un Oscar agarrando las manos de Gael y el inmediatamente me abrazó tratando de calmarme.

—Tranquila mi amor, buscaremos en otra parte; moverse cielo y tierra para darte lo que quieres.

—Pero es el cuarto al que asistimos y no tenemos suerte, no tenemos suerte; quiero un bebé y lo quiero ya. No sé haz algo... paga lo que sea, pero dame un bebe. Te lo pido —mis sollozos eran tan suaves y desgarradores.

—Lo siento madre superiora por presenciar esto... a mi esposa...

—No se preocupe señor —le atajó con una sonrisa—. Puede que tengamos una solución, me permiten un momento.

—Claro, bien pueda.

Al responderle Gael, la madre salió por una puerta lateral y la dejo un poco abierta en donde se podía apreciar que la monja hablaba con alguien pero el marco me impedía ver quien era su acompañante.

—¿Puedes ver a la persona que está con ella?

—Si. Está con un hombre, Lagartija. Están discutiendo por nosotros. ¡Al fin!

—Al fin, ¿Qué?

—Al fin he podido ver su cara, pero no me atrevo a hacerle una foto. No importa trataré de hacer un retrato y lo pondré en la base de datos. Ven acurrucate a mi, ya viene ella.

La superiora entró en la habitación y cerró la puerta por donde entró momentos antes.

—¿Están dispuestos a hacer lo que sea para tener a un bebé? —fué la pregunta que Gael esperaba y a la que yo no daba crédito.

El respondió primero —Si. Lo que sea para que mi mujer esté felíz.

Maldita sea, nunca debo apostar en contra de este hombre.

Lo que acaba de presenciar era una prueba de lo increíble detective que era.

No se le escapaba ni una.

Que Dios la cogiera confesada, cuando ese hombre se enterara de su secreto.

—Les avisaré cualquier novedad —con esas palabras nos despidió la madre superiora.

—¿Pero podrá ayudarnos? —le pregunté antes de salir.

—Claro que si, sólo que va a hacer con un gran incentivo; asi les voy a ayudar. Esperen mi llamada. —Fue su respuesta calculadora.

¡Bingo!. La teníamos, Gael tenía razon. Siempre había conexiones.

Salimos del orfanato y ya en el carro sacudiendo mi cabello me quite el moño y tambien los anteojos.

Nunca me imaginé que desde una ventana alguien me observaba.

Y yo lamentaría profundamente ese hecho.

BIEN AQUI LES DESEO ESTE CAPÍTULO, ESPERO QUE LE GUSTE POR FAVOR DEJARME SUS COMENTARIOS Y LAS ESTRELLITAS QUE CREO SE MERECE LOS QUIERO MUCHO. NO QUIERO LECTORES FANTASMAS, SINO LOS FANÁTICOS QUE SÉ QUE SON.

MENCIÓN ESPECIAL PARA @AnaBatista2.
TE DIJE QUE ME GUSTA COMO TRABAJA TU MENTE.
SACÓ LA CONCLUSIÓN CORRECTA DE QUIEN ES MI VILLANO.
NO ME REVELES EL SECRETO, VALE.

BIEN NOS VEMOS PRONTO.

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