Advertencia:
El capítulo es fuerte y no quiero herir a personas susceptibles, puedes abstenerse de leerlo; sólo lo haces bajo tu responsabilidad.

«Habla de tal forma que otros amen escucharte y escucha de tal forma que otros amen hablarte».

—¿Qué demonios hace esa mujer aquí? Maldición si se ha enterado algo esa estúpida me dañará la operación.... ¡TÍA!

—Dime Scáth.

Más tarde en la central.

Llegamos a la sala de archivo, nuestra oficina provisional a descargar los nuevos datos, cerramos la puerta con seguro para evitar que alguien se acercara a espiar.

No queríamos que se enterarán de nuestra nueva información ya que Gael me había trasmitido con total convicción; sus dudas al respecto de lo mal que estaban llevando el caso.

Tomé la grabadora que utilicé a escondida en el orfanato y rebobine en su totalidad la cinta y quedamos satisfechos con el resultado, teníamos los indicios de una prueba; sólo faltaba la llamada final y tendríamos el caso casi resuelto.

Gael estaba seguro que el hombre en esa oficina del orfanato era un eslabón muy importante.

Contentos con lo logrado, archivamos por separado nuestra investigación y escribimos informes del encargo que nos dio Kiev para cubrir nuestra dual investigación.

Concluido el día, dejamos las carpetas sobre el escritorio de Tessa para revisión.

Como siempre Tessa se encargaría de transcribir las anotaciones en los archivos de la computadora, y luego sería revisado por el jefe.

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También fué revisado por él y al leer la actualización de los informes quedó satisfecho, pero de igual forma iba a conseguir la manera de alejar a la psicóloga de sus asuntos.

En los calabozos profundos del orfanato se encontraban los huésped más cotizados del lugar y los hermanos McBlane.

Dos joyitas con la que les gustaba retozar; la hiena de Yury exquisitamente furiosa y el soso y sumiso de Dewit pobre tonto que de igual manera servía a sus propósitos.

Estaba excitado y necesitaba descargarse así que tomaría el orificio caliente de Dewit antes de que le reclamara su olvido, patético el hombre al fin.

Caminó con propiedad en la instalaciones húmedas del sótano porque conocía en su totalidad la inmensa mansión antigua en la que estaba instalado el orfanato.

Su madre lo había dejado botado en esas paredes a cargo de su tía, con el propósito de conseguir fortuna y pescar tal vez a algún millonario.

Pero antes de entrar aquí a la edad de 13 años, ya había conocido las bajezas de la prostitución, su propia madre lo había aleccionado entregandolo desde muy tierna edad a sus amantes y cobrando un dineral por su inocente culo infantil.

No le sirvió más cuando a los 13 ya no se dejaba; se los hacía a ellos y era él quien empezó a ganar dinero y no ella.

Así es que conocía perfectamente este lugar hasta que se fué a la guerra a prestar servicio.

Un lugar corrupto, donde el sexo era el mejor aliado del soldado y se creó una reputación; al fin es un negociantes uno muy bueno.

Aprendió en ese espacio de tiempo que a la guerra se viene a morir o a hacerse de dinero.

El escogió la segunda opción y por ello tiene más dinero del que pueda contar.

Todo gracias a sus operaciones clandestinas que empezó cuando prestó el servicio militar.

Nada comparado a lo que hacía de pequeño, esto era a grandes escalas.

Entró al cuarto de Dewit y lo encontró acostado y totalmente desnudo, suerte la suya a total disposición.

—Hola bebé —Lo despertó con un beso en su añiñada boca, pero aún así despertó en si una erección; anticipando el placer que estaba por venir —. Estas listo para mi.

Gimió su aceptación con ansia de sentirme enterrado profundamente en él.

No le dió ningún preliminar, se enterró con fuerza y soltó un doloroso alarido que hizo que se le hinchara más la polla con el placer.

Se estaba acostumbrado a que el dolor que él infligía se uniera a contribuir a su placer.

—¿Qué haces bruto?. Me estás lastimado.

—Cállate puta, o sabrás el verdadero valor del dolor.

Agarro su pene y lo apretó con fuerza haciéndole que jadeara de dolor y él de placer.

Seguía apretando su falo mientras él bombeaba en su interior y evitando que se corriera hasta cuando él lo decidiera.

Sintió sus sollozos y se enfureció con su debilidad humana; comenzó a bombear sus caderas con fuerza buscando solo su placer, taladrando profundamente su orificio negro.

—¡Basta! me haces daño.

—Cierra el pico —soltó su pene y agarró sus caderas aumentando sus embestidas consiguiendo su clímax.

Lo dejó tirado en la cama mientras me fue a asear, para quitarse su olor.

Al cabo de un rato regresó ya con la ropa puesta y lo encontró mirándole con odio.

—Eres un maldito, Yury tiene razon. ¡Tu no me quieres!

—¿Quién va a querer a un tipo tan patético como tú? — sus ojos refulgieron con dolor.

—¿Dónde está mi hermana?

—Está en el otro apartado al lado de... —fué interrumpido por Dewit.

—No. Te estoy preguntando es por Floury. ¿Dónde está Floury? Y más te vale que me digas la verdad.

—¿O qué? —soltó con una mueca de fastidio.

—Te vas a arrepentir.

—No me hagas reír. Tú amenazando —aulló de la risa, ese leche con pan atreviéndose a amenazarle, pero si no era capaz de soplarle a una mosca—. ¿Quieres saber? Pues te lo voy a decir, ella está muerta.

Se lo soltó sin anestesia, no le importaba su dolor ya pasaba de él; lo necesitó cuando empezó esto, para sostener adentro a sus hermanas y ya no le era necesario.

El muy hijo de puta se levantó con la suficiente rapidez que no vio venir el golpe a su mandíbula, dejándole aturdido por un buen momento.

Reaccionó al sentir los gritos de Yury y el llanto de un niño pequeño.

Salió inmediatamente pero el daño estaba hecho. Le gritó al ver lo que había provocado su ira.

—Maldito hijo de puta. ¿Cómo has podido hacer eso?

—Mi hermana y yo no te importamos, bueno aquí tienes uno menos. Uno valioso para tu negocio... muerto.

Vio rojo; su vista se tachó solamente de rojo.

Al final vio debajo de él un gran charco de sangre proveniente del hombre que momentos antes disfrutó y que ahora yacía muerto con el cuello roto al igual del niño que estaba tirado en el suelo al otro lado de la estancia.

Le escupió en la cara y se levanté del suelo —Grandísimo imbécil. ¡Tú! —le grite a Yury—. Haz que limpien esta porquería.

—Mataste a mi hermano —lo dijo con indiferencia mientras sus lágrimas corrían por su rostro por el niño sin vida que sostenía ahora en sus brazos.

Le señaló el bulto que sostenía —Se metió con mi mercancía —Empezó a caminar con sus pensamientos a mil, y se detuvo cuando se le ocurrió al ver a la criatura muerta mandar un mensaje efectivo.

****Al día siguiente en la central de policía.****

Gael y yo habíamos llegado temprano a la oficina con las ganas inmensas de seguir en el caso.

Tenía la certeza de conseguíamos por fin la solución y que estábamos a escasos pasos de encontrar a esos bebés.

Nos reunimos todo el grupo en la sala de reuniones al lado de la oficina de Kiev para exponer los casos en los que trabajábamos, como un informativo diario.

Se exponían los casos para resolver, aquí se conseguían las órdenes de cateo, de arresto y todo lo que fuera necesario.

Gael expuso el nuestro sin entrar en detalles de la doble investigación que teníamos, dejando satisfecho al comandante con su elocuencia.

Ya finalizado los informes y escuchando las palabras y órdenes de Kiev, entró Tessa con un pequeño sobre dirigido particularmente a mí.

—Siento interrumpir señor, pero llegó este sobre para María E —informó Tessa.

Tomé el sobre con un mal presentimiento que se adhirió a mis hueso, como un frío que repto por mi espalda.

Mire a Gael y él al ver mi aprensión se acercó hasta mi.

También sus instintos le pateaban. Todos los reunidos esperaban expectante al ver mi tensión.

Con manos temblorosa abrí el sobre que contenía una nota y una foto, empecé a leerla y el alma se me vino al suelo; miré la instantánea y pegué un alarido que estremeció a los presente.

Caí al suelo con fuertes sollozos que extremecian mi cuerpo, inmediatamente Tessa se agachó a mi lado y Gael sacó de mis manos el sobre con su contenido.

«Esto te pasa por acercarte demasiado, no lo dudes es uno de los tres que más buscas. ¡Alejate! Da un paso o dos atrás y quédate fuera de mis negocios.
En el que fuego juega en el fuego se quema»

Atrás está las coordenadas de la ubicación del cuerpo.

Gael miró la fotografía partiéndose le el alma al ver a la inocente criatura en el inicio de su vida; irremediablemente rota, viró para saber la ubicación del cuerpo.

Le enseñó la nota a Kiev y se agachó para tomar el mando de consolar a Lagartija.

—Gracias Tessa, déjamela a mi —Tess la soltó a mi cuidado y le susurré en su oído —. Cariño, sé fuerte tenemos que recuperarlo.

—No puedo, no me lo pidas; no puedo... —su voz rota me partía el alma, las olas de su dolor era esparcidas por el lugar tocando las fibras de todos los presentes.

—Lo sé mo chroí —María E al escuchar sus palabras no le importó quien le escuchara, sólo quería escucharlo para que alejara el dolor que tenía atenazado a mi entumecido cuerpo—. Sé que es difícil, pero debemos traerlo y realizar las pruebas de su... —Me conmovió que su entereza se agrietara al hablarme, sufría por mi y me hizo recomponer. Debíamos hacerle el ADN al bebé para ver a quien de las mujeres le pertenecía, después me derrumbaría cuando tuviera el resultado.

Me levanté despacio y mire a todos los presentes que entendían mi dolor.

—Vamos, necesito saber cuál de los tres es el niño.

Todos asintieron en concordancia y se movieron para rescatar el cuerpo.

Iba caminando de la mano de Gael y en mi pensamiento sólo estaba el niño que había visto en la foto y rezando con todas sus fuerzas que no fuera por el que más temía; Él suyo, el bebé que ella y Gael habían concebido.

Aquí les dejo el capítulo y el gran secreto de María E.
Sé que el capítulo es fuerte y doloroso. Para mí lo fué al escribirlo.
Espero una explosión de comentarios y estrellitas.
Le dedicaré el capítulo al mejor de los comentarios.