Estaba nervioso y desconcertado. No había podido concentrarse en su trabajo durante todo el día con el simple hecho de pensar que después de un tiempo, al fin Suga se encontraba en casa.

Sabía que había reaccionado de muy mala manera con él aquella mañana, pero no lo pudo evitar, la responsabilidad de la renta y el hospital de su tío lo mantenían estresado todo el tiempo y esa mañana no había sido la excepción.

Sin embargo, ahora se encontraba reflexionando sobre su comportamiento, pues Suga en ningún momento se mostró hostil con él por su actitud, ni lo había ofendido y es por eso que el recuerdo de Suga se mantenía fijo en su corazón. Lamentablemente no tenía tiempo para pensar en ello, pues tenía que actuar como un adulto si quería que su tío al momento de despertar lo felicitara por haber hecho un buen trabajo.

-Ey, Minnie, ¿En qué tanto piensas?

La voz de uno de sus amigos lo había sacado de sus pensamientos, quien después le dio un cariñosa palmada en su espalda, animandolo a hablar sobre lo que le sucedía.

-Hyung... Estoy algo preocupado...

-¿A qué se debe? ¿Tu tío se encuentra bien?

-Sí, sí, afortunadamente él está bien.

-¿Entonces?-inquirió, al mismo tiempo que preparaba un par de bebidas alcohólicas.

-Es mi ex novio.

-¿El chico del que dices que no supiste nada desde que fue a Estados Unidos a rehabilitación?

-Sí-suspiró.-Esta mañana cuando estaba por salir, llegó al departamento. Y yo siento que me porté muy hostil y grosero con él.

-Bueno, sé que estás molesto con él porque dices que se fue y no se comunicó contigo, pero, ¿Hay algo en especial por lo que te hayas comportado hostil con él?

-El preguntó por mi apariencia y me prohibió salir a la calle, diciendo que era por mi bien, entonces yo me molesté y le reclamé el que no estuviera ahí cuando lo necesité...

-Uuuy, estuvo intenso.

-Sí. Pero lo que me llamó mucho la atención es que él dijo que era mi novio y que no iba a permitir que saliera con esta ropa por mi bien...-soltó otro suspiro, esta vez aún más largo que el anterior-. Yo dejé de considerarlo mi novio desde hace tiempo. Y no por qué ya no lo ame, sino porque tengo cosas más importantes en las cuales enfocarme...-mencionó, al mismo tiempo que se dedicaba a realizar su trabajo en la barra.

-¿Seguro que es sólo por eso?-le preguntó JungKook al menor, sabiendo que no era el único motivo, y lo pudo confirmar cuando JiMin suspiró una vez más-. A mí se me hace que creíste que ya había encontrado a alguien más y por eso decidiste olvidarte de él y de su relación antes de "descubrir" que ya tenía a alguien más...-realizando comillas con sus manos, logró balconear a su amigo, quien sólo se rindió y asintió.

-Bien, tienes razón. Hyung. Creí que ya había encontrado a alguien y por eso no pedía hablar conmigo cuando marcaba... Aunque aún no descarto esa posibilidad.

-¿Es en serio, JiMin?-entrecerró los ojos, buscando intimidar a su amigo, quien sólo alzó sus hombros-. Si llegó diciendote que era tu novio significa que te ha mantenido presente. Además, tú me dijiste que él había decidido estar en rehabilitación porque no quería introducirte en malos pasos y para mí eso es una gran muestra de amor.

-Pues sí, pero de nada sirvió... acabé justo donde él no quería que estuviera.

-Bueno, puede que sea cierto, pero en parte, porque no haces nada malo, sólo trabajas aquí. Además, yo estoy aquí para protegerte...-sonrió con orgullo, sintiéndose como un hermano mayor, sin embargo, JiMin sólo se limitó a sonreír levemente.-¿Por qué esa cara?

-Porque los dos sabemos que no puede protegerme de lo inevitable...-dijo, causando que la sonrisa del pelinegro también se desvaneciera-. Pero se lo agradezco, Hyung.

-Si algún día ese idiota llega a propasarse contigo, créeme que te protegeré a garras y dientes...-dijo, causando una risita en el pelirosa.

-Gracias, Hyung. Es el mejor.-le dió un pequeño abrazo antes de dirigirse hacia una de las mesas del antro que había preparado su Hyung previamente.

No se alegraba de trabajar en un lugar así, pero al no tener su preparatoria terminada, es lo mejor que había conseguido para poder suplir sus gastos, aún y cuando una parte del hospital se pagaba anónimamente, la renta del departamento seguía siendo demasiado alta.

Lo único bueno de su trabajo era la paga y el tener a su Hyung, quien siempre lo apoyaba y lo motivaba cuando sentía que no podía más.

En parte, tenía resentimiento con Suga porque este se encontraba libre de las responsabilidades con las que fue obligado a cargar, pero si era cierto lo que decía cuando se refería que SeokJin nunca le había dicho nada, lo perdonaba, pues el no sabía nada. Además de que en lo profundo de su ser sabía que el Suga que amaba, nunca huiría de las responsabilidades, no como su padre...

Es por eso que había decidido que llegando al departamento, hablaría muy seriamente con él...

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S

u turno al fin había terminado y mentiría si dijera que no estaba nervioso de encontrarse con Suga después de un tiempo y claro, después de la pequeña discusión que habían tenido en la mañana. Pero sabía que tampoco podía huir, no cuando ambos dormían en el mismo departamento.

Abrió la puerta del departamento, encontrándo el departamento totalmente iluminado, lo cual le extrañó un poco, pues ya se había acostumbrado a llegar y que el departamento se encontrará totalmente oscuro y solo...

-¿Suga?

Aquel llamado había salido de su boca sin pensarlo, lo cual lo llegó a asustar por un momento, sin embargo continúo su llamado, esperando que todo se hubiese tratado de su imaginación y que aquel amor que había dejado en su pasado no hubiese regresado realmente.

Al principio no recibió ningúna respuesta, lo cual le hizo suspirar de alivio. Probablemente se había arrepentido y ya se encontraba de nuevo en Estados Unidos. Se acercó hasta un sofá, para después tirarse sobre este y suspirar de cansancio ante su largo día, y justo en cuanto cerró los ojos para descansar, lo escuchó...

-¡Por acá!

De inmediato abrió sus ojos, preguntándose si había escuchado bien y Suga aún se encontraba en el departamento, cuando de pronto lo volvió a escuchar... Fue entonces que decidió correr hacia las escaleras para confirmar que se trataba de Suga, y efectivamente así fue. Sólo que no le gustó lo que sus ojos veían, Suga se encontraba en la habitación de SeokJin, rebuscando entre papeles que ahora se encontraban esparcidos por la alfombra.

Había prometido mantener la habitación de su tío intacta hasta que él volviera y justo ahora Suga se encontraba arruinando su promesa.

-¡¿Qué haces?!-exclamó con molestia.

-Estoy buscando unos papeles importantes.

-¡No! Dejá de buscar, estás haciendo un desorden y prometí que está habitación estaría intacta para cuándo regresara SeokJin.-aquello hizo que el contrario dejara de leer los papeles que tenía, para levantar la mirada y mirar al pelirosa-. ¿Qué?-preguntó JiMin ante la mirada que le daba Suga.

-¿Qué hay del "papí"? Yo era quien le decía SeokJin, no tú.- se pusó de pie, encarando al pelirosa.

-Cuando despierte lo llamaré así, por lo pronto es SeokJin. La única familia que me quedaba y que prefirió matarse antes que quedarse conmigo...

-JiMin, tú no entiendes-...

-¡Él que no entiende aquí eres tú!-lo interrumpió ferozmente-. Ñ¡No deberías estar haciendo nada aquí porque no te necesito y cuando lo hice no estuviste aquí para mí!

-¡¿Crees que fue mi culpa no saber nada de lo que estaba pasando?! SeokJin en ningún momento lo mencionó, en ningún momento me dijo que NamJoon había muerto, ni que tú te encontrabas mal, de ser así yo hubiera venido inmediatamente a verte, a verlo... Y una parte de mí cree que por ese motivo no lo hizo... Pero no me culpes a mí. ¡¿Acaso crees que no sufro al ver qué todo lo que tuve y no aproveché ya no está?!-sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, dejando a un JiMin sin palabras-. SeokJin debería estar en la cocina, preparando algo delicioso y tú...-lo miró, sintiendo una daga en su corazón cuando vio los ojitos del pelirosa, mismos que ya no brillaban como antes, sino que se encontraban apagados de tanto llanto.- Tú deberías estar enfrente de la televisión, comiendo helado y riendo por cualquier estupidez que dijeran...-y sin más comenzó a llorar, siendo observado por JiMin en silencio. Se colocó de cuclillas sobre el suelo, abrazándose a sí mismo mientras rogaba que todo fuese una pesadilla.

A JiMin le dolió tanto verlo sufrir de esa manera, porque ya había sufrido de esa manera, ya había rogado para que todo fuera una pesadilla, pero no fue así y tampoco alguien estuvo ahí para consolarlo, así que tampoco pudo consolar a Suga.

-Lamentablemente esto no es una pesadilla...-le susurró, para después dirigirse a su habitación y cerrar la puerta, dejando a un Suga totalmente destrozado sobre el suelo.

Estaba destrozado, sí, pero eso no significaba que no se fuera a levantar para recuperar aquello que era suyo y que le habían quitado...