I. Across the Love

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Canción del capitulo: Back for you de One Direction

Somos de la misma materia de la que están hechos los sueños —Willian Shakespeare.

En el momento en el que Blue Notes une sus manos una encima de la otra pareciera durar horas, como cuando se deja cargar el celular antes de ir a dormir.

Un minuto que parece una hora y las breves palabras de ánimo que se dan, significan todo. Una mano sobre la otra como una rodaja de pan sobre la otra, como las varillas que sostienen cada bloque de cemento en una construcción. Un minuto que parece una hora les da toda la energía y todo el valor necesario para salir hacia adelante a mostrar el esfuerzo que por años estuvieron construyendo juntos como banda.

Era como estar a punto de dar una declaración amor, ir al encuentro de las personas que los han apoyado y mostrar todo lo que había dentro ellos de manera tan sincera y urgente que parecía no haber espacio para dudar de que estaban haciendo lo correcto.

"El cielo es solo el comienzo".

Han repetido esa frase muchas veces, pero ese día se sentía más especial que nunca. Lo que no podían tocar fue lo que les hizo partir a ese momento donde realmente estaba por darse su verdadero comienzo. Caminar uno detrás del otro y el escenario oscurecido era un verdadero cielo donde Blue Notes iba a debutar como los rayos de sol que atraviesan las nubes con determinación.

Un calor en el pecho de Jungkook emergió como si hubiera tomado aguardiente, su corazón latía con fuerza y no porque tuviera miedo, estaba realmente emocionado, estaba a punto de vivir esa noche como si fuera su última.

Cyrus marca con las baquetas de la batería y las luces se encienden, los gritos traspasan los auriculares de Jungkook y ahí es cuando forma los primeros acordes de la canción. En el momento en el que su voz traspasó la malla del micrófono y salió por las bocinas, supo que había valido la pena y de sus ojos querían saltar lágrimas de felicidad, quería reír y así lo hizo cuando llegaron las líneas de Jimin. Cada respiración era una recompensa, pero aún más ver los rostros felices de quienes estaban frente a ellos.

Todo era hermoso, todo lo que hicieron se había convertido en algo hermoso. La intensidad de la batería, el sonido sutil pero exquisito del piano, las vibraciones de la guitarra eléctrica, la profundidad del bajo, y las voces que cantaban en conjunto al público que gritaba y hacía retumbar el espacio pequeño pero rebosado de energía, de esa energía que contagia y que los llenaba de felicidad.

Las luces, el sudor que corría por su pecho y la adrenalina, podían sentir las emociones a flor de piel. Era como un sueño, algo irreal, y ellos no solo eran parte de eso tan hermoso, sino que eran los protagonistas.

═══🎸 『🍸 °*• •*° 🍸』━🎸═══

A las 12 del medio día todo el rastro de la calidez del sol era disipado por la velocidad que adquiriría la brisa cuando Jungkook iba en su moto a su encuentro con Taehyung. Desde que este llegó de Londres se encontraba inmerso en su nueva oficina, donde no dejaba de tener reuniones y conversaciones importantes con los inversionistas que había contactado en su viaje, por lo que el pelinegro se había habituado a cocinar un almuerzo no solo para él, más bien para compartirlo con Taehyung que solía descuidar su alimentación por aquellas cuestiones en las que se ensimismaba por su trabajo.

Para su suerte sabía cuál era su agenda y que dentro de una hora visitaría uno de los bares donde ahora se empezará a vender Aeken Tazzys y su objetivo era llegar antes para pasar algo de tiempo con su novio y verlo disfrutar de la comida que el hacía con mucho esfuerzo para que fuera comestible.

Estacionó la moto frente al pequeño edificio que ahora tenía el nombre de Tazzys en un pequeño letrero pegado a la pared junto a la puerta de entrada. Jungkook entró sigilosamente encontrándose con la secretaria que siempre lo recibía, subió las escaleras hasta llegar a la oficina del hombre que se encontraba sentado detrás de su escritorio notablemente frustrado con su atención en el ordenador.

—¿Llegué en mal momento? —preguntó Jungkook cerrando la puerta detrás de él.

—Oh créeme que necesitaba que me sacaras de este tormento, ¿que te parece un par de besos antiestrés de esos que me das en las noches que dormimos juntos?

—Ya sabemos cómo terminaron esos besos la última vez que lo hicimos aquí, así que... ¿Qué tal si comes primero?

Jungkook dejó la comida en la mesita frente al sillón pegado a la pared y saludó a Taehyung con un beso de pico antes de sentarse en el sofá porque sabía que, si rodeaba ese escritorio para saludarlo con un beso, se quedaría sobre su regazo y lo próximo que sucedería es que el terminaría jadeando contra su boca y que su secretaria casi los encontrara a punto de quitarse la ropa. Eso no podía pasar otra vez, o moriría de vergüenza.

—No tienes que hacer esto de cocinar, lo puedo hacer yo.

—¿Esta es tu manera sutil y sin ofender de decirme que mi comida es mala? —preguntó mientras acomodaba los platos sobre la mesita.

—No, no me parece que tu comida sea mala —consideró Taehyung al ponerse de pie—. Solo quiero llevarte comida a ti también al trabajo.

—No es necesario, puedes pagármelo con otra cosa —expresó en un susurro. Taehyung terminó sentándose a su lado viendo como la comida estaba acomodada fuera de la lonchera.

—¿Pagarte?, ¿Cómo quieres que te pague, honey?

—No lo sé, ponte creativo.

—Dame ideas.

Jungkook le sonrió al darse cuenta hacia donde quería llevar esa conversación. Siempre era lo mismo, el llevándolo al borde de la perdición, haciéndolo sonrojar y siempre coqueteando. No podía resistirse a sus encantos, nunca.

Durante el poco tiempo que sus miradas se encontraron, a Jungkook no le dio tiempo siquiera a formular una respuesta cuando su novio ya estaba sentándose a horcajadas sobre su regazo. Como era de costumbre, llevaba sus zapatos de vestir impecables, sus pantalones formales, junto a su camiseta marrón por encima de su cuello tortuga verde, y con todo aquello estaba sobre él de la manera más provocativa posible.

—¿Recuerdas esa ropa interior de encaje que vi? —cuestionó Jungkook dejando caer sus manos sobre la cintura de Taehyung, quien se apoyaba de los hombros del menor.

—Sí, claro.

Taehyung lo miró a los ojos esperando que este terminara la idea, pero lucía muy avergonzado para formularla por completo. No dejaba de ser tímido a pesar del tiempo que tienen conociéndose.

—No me quejaría si la usaras o me dejaras usarla a mí —terminó de decir.

—¿Me has imaginado con ella puesta?

—De todas las maneras posibles.

—Pues saquemos esas fantasías de tu imaginación y hagámosla realidad algún día —consideró Taehyung acercándose peligrosamente al rostro de Jungkook hasta hacer que sus labios rozaran—. ¿Te parece?

—Me parece.

Jungkook fue el primero en terminar con el espacio entre ellos y lo movió más cerca de su cuerpo en busca de más contacto. Se dijo mentalmente que debía detenerse si la puerta estaba sin asegurar y tenía a Taehyung sobre sus piernas, besándolo con fiereza como si no hubiese un mañana.

Taehyung era adicto a sus labios, a cómo se siente ese piercing contra su boca. A como Jungkook empujaba su lengua contra la suya en un beso desenfrenado, sus manos tocando su cabello largo y los de Jungkook bajando lentamente por su espalda baja hasta posicionarse en sus nalgas. Estaba obsesionado con sus besos, así que no le importaba tanto como a su novio el que su secretaria los encontrase en un momento como ese.

—Tengo que irme, quedé con Jimin para almorzar juntos —dijo contra los labios de Taehyung, quien lo tomó por el cuello para volver a unir sus bocas en otro beso.

—Que espere un momento.

—Yo lo invité... lo menos que... puedo hacer es... llegar a tiempo —dijo en medio de los besos ansiosos controlados por su novio.

—Mmm uno más y te vas —masculló antes de tomar su labio inferior y darles un ligero chupón.

—Si continúas besándome así no me iré a ningún lado más que a...

—Hey, hey, no digas nada sucio aquí o tendrás que atenerte a las consecuencias de lo que hagas —señaló Taehyung al separarse de los labios del pelinegro que lo miraba con una sonrisa llena de complicidad.

Toda esa despedida en la puerta de su oficina se extendió por dos minutos más. Ninguno quería dejar ir los labios del otro.

—Te amo, come bien y escríbeme cuando llegues a casa —susurró Jungkook con su mano en la cintura del hombre que lo miraba sonriente.

—Te amo más, conduce con cuidado —expresó dejando un último beso corto en sus labios—. Gracias por la comida.

Antes de salir del edifico vio su chat con su mejor amigo, quien probablemente ya estaba cerca del lugar en el que quedaron de verse. Así que condujo por todos los atajos que pudo para llegar a tiempo, pero de todos modos, Jimin llegó primero que él, como era costumbre en él.

Jungkook fue quien tuvo la iniciativa de invitarlo a almorzar juntos durante su tiempo de descanso en el trabajo, que no era mucho, pero suficiente como para llevarle comida a su novio y tener una comida con su mejor amigo.

Desde que compartieron sus notas en navidad, ha tenido un pensamiento distinto en cuanto a sus amigos, especialmente con Jimin que es a quien conoce desde hace más tiempo. Hace mucho que no se juntaban de esa manera, sólo para pasar tiempo juntos o hablar de cualquier cosa que no fuera únicamente de la banda.

Jimin siempre ha sido demostrativo en cuanto a su cariño hacia él, así que sentía que lo menos que debía hacer era ser un poco más expresivo y hacerle saber que le importa. Su mejor amigo se merece que él le demuestre su afecto.

—Dos minutos tarde —fue lo primero que dijo Jimin en medio del abrazo—. Pero te perdono porque eres tú y hace mucho que no salíamos.

—Perdón, Taehyung me distrajo más de lo esperado.

Jungkook eligió un restaurante de comida que quedaba cerca de la pastelería y que podía costearse sin remordimientos. Era sencillo y la comida era deliciosa, además de eso sabía que vendían el platillo favorito de Jimin, con lo que acertó ya que eso fue lo que pidió.

A pesar de que siempre se veían en los ensayos, hablar con él como solían hacerlo antes de que empezaran a tocar en Tazzys. Estar frente a Jimin en un momento más tranquilo, como lo es un almuerzo juntos, se dio cuenta del brillo que tenía su amigo. Se notaba que estaba feliz, que estaba alimentándose bien y especialmente durmiendo las horas necesarias.

En definitiva, ya le hacía falta ver a su mejor amigo así de radiante.

—Me gusta verte así.

—¿Cómo?

—Sano, en una relación sana, con alguien que te ama y haciendo lo que amas —detalló Jungkook.

Jimin solo sonrió como un tonto enamorado, porque realmente se sentía en esa nube de enamoramiento desde que formalizó su relación con Namjoon.

Todo se dio durante un desayuno, tan espontáneo como lo era casi todo con su actual pareja, y le encantaba que fuera de esa manera. Que no planeara las cosas, pero que de todos modos le saliera todo tan bien, era así de auténtico y diferente a él.

Jimin acomodaba el desayuno en su comedor de cuatro sillas, donde Namjoon estaba sentando tan solo con un par de pantalones cortos y el pecho al descubierto. Se había quedado a dormir en su apartamento después de una noche alocada y claramente sin planear. Ninguno de los dos tenía planeado pasar la noche juntos después de una presentación de Blue Notes en Tazzys.

No acostumbraban a dormir juntos, si lo hacían, pero no  era frecuente, así que tomar el desayuno juntos tampoco estaba en su rutina. Era por esas mismas razones que Jimin se esforzó esa mañana en hacer un buen desayuno para su invitado especial.

—Me gusta esta nueva dinámica —admitió Namjoon después de haber comido al menos la mitad del desayuno preparado por Jimin.

—¿La de desayunar juntos? —preguntó Jimin acomodando su cabello con una sonrisa ladina y su mirada puesta en el hombre sentando frente a él que masticaba con tanto gusto que su mandíbula se marcaba más de lo normal.

—Si —susurró—. Me acabo de dar cuenta, que es un momento tan cálido que no quiero que compartas otros desayunos así de íntimos con otras personas solo porque yo estoy evadiendo mis sentimientos.

Jimin se quedó paralizado mirándolo sin lograr entender a qué se refería exactamente, pero al mismo tiempo notando a dónde iba esa conversación después de esa confesión.

No supo que decir. Solo se quedó callado bajo la mirada hechizante de Namjoon. Tenía sus cejas levemente alzadas, con una sonrisa socarrona que mostraba sus hoyuelos.

—¿Qué tal si formalizamos lo que tenemos? —cuestionó Namjoon, y la simple pregunta hizo que Jimin casi escupiera el jugo que se tomaba.

—¿Que? —preguntó sorprendido—. ¿Qué dices?, ¿estás durmiendo todavía?

—No, estoy muy despierto. Tanto que no me quedaré con estos pensamientos para mí por miedo a que tú no quieras tener algo serio después de lo que te pasó con esa chica. Ahora dime, ¿quieres o no?

—Vaya, ni siquiera me has dado tiempo de pensarlo, ¿así de repente? —preguntó limpiando la comisura de sus labios.

Claro que a Jimin le gustaba esa nueva dinámica, le gustaba despertar rodeado por sus brazos, escuchar su voz ronca decirle "buenos días", ducharse juntos y desayunar juntos a medio cambiar.

Todo con Namjoon era tan relajado y sencillo, que a veces no parecía real. Todas las relaciones anteriores que tuvo eran simplemente muy complicadas, así que estar con alguien como él que hacía cosas inesperadas, era toda una aventura que disfrutaba en todo el sentido. Le gustaba que el fuera la definición de "vivir el momento".

No iba a negar que se había imaginado junto a él en una relación amorosa en más de una ocasión, pero se echaba para atrás porque prácticamente era el manager de la banda y eso podría traer conflicto de intereses.

—Si quiero —expresó sin detenerse a pensar mucho en ello, sabía que si lo hacía era muy probable que dijera que no cuando en realidad sí que le gustaba ese hombre, más de lo que pensó que alguna vez le gustaría un chico.

Ahora estaba en una relación con él y no se arrepentía de nada. Eran diferentes en muchas cosas, pero toda esa diferencia es lo que hacía la relación interesante. Le gustaba aún más saber que su semblante cambió para bien y que su mejor amigo lo haya notado sabiendo que, la razón detrás del nuevo brillo en sus ojos y su apariencia más relajada, se debía a Namjoon.

—Me dijiste que estabas trabajando en una nueva canción, ¿Ya puedo saber de qué trata? —preguntó Jimin mientras llegaba su comida.

—Bueno, ahora que terminé de superar lo de Ji-seok, escribí una canción sobre él —señaló—. Creo que me hacía falta plasmar esos sentimientos.

—Yo también estuve componiendo algunas melodías, luego te las mostraré.

Jungkook estuvo a punto de pedirle a su amigo que le contara más de su proceso creativo, pero se retractó porque se supone que no estaban allí para hablar de trabajo por más que se tratara de algo que les apasionara a ambos, en ese mismo momento la vibración de su teléfono sobre la mesa los interrumpió. Creyendo que se podría tratar de Taehyung o su hermana, se llevó una sorpresa al ver el nombre de Namjoon en la pantalla.

Su expresión cambió totalmente al escuchar la voz apagada de Namjoon y su petición fue lo que hizo que su piel se erizara.

—Reúne a la banda en mi casa, por favor —fue lo último que le pidió después de decirle que tenía una mala noticia.

—Era Namjoon —expresó Jungkook algo incrédulo por la corta llamada—. Quiere que nos reunamos en su casa, ¿sabes algo?

—No, él no me cuenta todo, hay cosas que nunca se cómo las maneja y habló de lo que tiene que ver con la banda —contestó—. Pero, ¿Por qué te llamó antes a ti?

—No te pongas celoso ahora, sigo siendo el líder de Blue Notes, pequeño.

—Hace mucho no usabas ese apodo conmigo —dijo riendo.

Jungkook quiso sonreír también, pero sabiendo que Namjoon les tenía una mala noticia a todos, empezaba a crear una nube negra de pensamientos en su mente.

Luego de haber almorzado con Jimin, donde el resto de la conversación fue guiada por él, se despidieron luego de haber quedado en que se reunirían en la casa de Namjoon después del trabajo.

Pasar lo que quedaba del día con esos pensamientos lo distrajo mucho de su trabajo, y cuando llegó al mismo edificio donde vivía él, se encontró con sus compañeros en la entrada, con el mismo semblante de preocupación que era consciente el mismo tenía.

Desde que supo que recibiría malas noticias, pensó en todas las posibilidades.

Caviló en el hecho de que quizás Namjoon ya no quisiera ser su manager de gratis o tuviera que renunciar a ellos por cuestión de tiempo con su verdadero trabajo y eso le preocupa mucho por varias razones. Jungkook pensó que, si no tenían a alguien como él, no sabría cómo liderar las cuestiones de la música en ámbito corporativo y también manejar todo lo que hay que hacer detrás.

Desde que saludó a sus demás compañeros en la entrada del edificio, pensó en que otras cosas deberían hacer para darse a conocer. ¿Presentarse en más bares, buscar otros festivales de música, ubicar otras plazas en los que puedan hacer busking?

En cuanto Namjoon los recibe en su casa, Jungkook notó su expresión seria, misma que ha visto poco en él. Demasiado callado. Todos se sientan en silencio en uno de los sillones, extrañamente Jungkook se sentó solo en medio del sofá de dos plazas mientras que Jimin ocupó uno de los muebles de butaca, Cyrus y Hyun-jin en sofá lateral de dos plazas también.

Su anfitrión les ofrece algo de tomar tranquilamente, como si el ambiente entre ellos no fuera bastante tenso. Todo el ruido que se escuchaba venía del exterior y de los pasos de Namjoon dirigiéndose a abrir el refrigerador.

Jungkook desvió su mirada hacia Jimin con la esperanza de que este realmente supiera algo, pero, él se notaba igual de preocupado que el resto. Cuando sus miradas se encontraron, el pelinegro susurró para sí mismo un "perdón" recibiendo como respuesta una expresión confundida.

Jungkook dirige su mirada hacía la pequeña cocina donde se encuentra Namjoon por el cambio repentino de un absoluto silencio al ruido de botellas chocando como si estuviera buscando entre ellas la correcta. Para sorpresa de todos, como si fuera el martillo que dicta la sentencia de lo que está a punto de decirles, la base de una botella de champaña resuena en la encimera, misma que fue tomada entre sus manos y destapada con bastante algarabía dejándolos a todos más confundidos por la repentina acción. Ellos que esperaban una mala noticia, vieron el rostro de Namjoon cambiar drásticamente de uno serio a uno muy feliz.

—¡Tenemos contrato! —gritó mientras la champaña rodaba por sus manos.

—¿Hablas de un contrato con una disquera? —preguntó el rubio que se puso de pie emocionado con los ojos muy abiertos de la sorpresa, mientras que sus compañeros seguían atónitos.

—¡Pero claro que sí! Creo que hoy es la primera vez que les miento sobre algo para darles una noticia tan genial —expresó con una sonrisa.

Jungkook se queda con la mirada en blanco sin poder creer lo que acababa de escuchar todos los pensamientos que estaba teniendo en cadena se esfumaron, desapareció toda preocupación. Desde su lugar vio como sus amigos celebraban: Cyrus gritaba "Lo logramos" y zarandeaba a Hyun-jin por los hombros en quien ya se avistaban las lágrimas por sus mejillas enrojecidas. Jimin se levanta de su lugar emocionado hasta llegar Namjoon quien recibió sus besos con una sonrisa igual de radiante.

En ese momento que cayó en la realidad, y asimiló el hecho de que una disquera finalmente les estaba dando la oportunidad, de que ahora estaría a un paso de lograr cumplir su sueño.

Sintió su pecho lleno de una felicidad desbordante, una emoción que golpeó su cuerpo de repente notándose en las lágrimas que empaparon sus mejillas sin que se diera cuenta. No pudo controlar la cantidad de emociones que llenaron su interior al saber que todo el sacrificio que ha hecho finalmente podía asegurarse a sí mismo que valió la pena cada uno de ellos.

Rápidamente apartó aquellas lágrimas de emoción de su rostro antes de que sus compañeros se dieran cuenta, pero fue en vano ya que en el momento que se percataron de sus lágrimas rebeldes, corrieron hacia el con emoción y lo rodearon en un abrazo grupal lleno de energía que le fue contagiada y no pudo evitar saltar junto a ellos, mientras gritaban "¡Blue Notes!", girando en círculos como niños pequeños.

La sala se llenó de risas y volvieron abrazarse los cuatro antes de desviar la atención hacia Namjoon, quien tenía su mirada puesta en Jungkook que se encontraba en medio de sus amigos. Su vecino abrió sus brazos con una sonrisa sin mostrar sus dientes y Jungkook a él, listo para recibir el abrazo.

—Felicidades, hyung —expresó Namjoon mientras palmeaba su espalda.

—Gracias por esto —susurró Jungkook—. De no ser por ti no habría sido posible.

—Créeme que todo el trabajo lo hicieron ustedes, de no ser por el talento y la dedicación no se hubiera presentado la oportunidad —señaló.

Ambos volvieron su atención al grupo que no dejaba de hablar de las cosas que harían ahora que podrían grabar en un estudio.

—Muy bien, ahora hablemos de ese contrato que todavía no firman —señaló Namjoon llevándolos al centro de la sala de estar.

—Pero si firmaremos —aseguró Hyun-jin con orgullo mientras volvía a sentarse junto a Cyrus.

—Lo han ofrecido, pero tenemos que ver si nos conviene o no. Todavía no conozco las bases legales, solo recibí la solicitud y una llamada.

Todos estaban muy emocionados, y se podía notar en la enorme sonrisa en sus rostros. No es que Jungkook no lo estaba, el de alguna manera aun no podía creer que había una posibilidad de empezar a grabar su propia música en un estudio, de dar conciertos, de tener el auspicio de una empresa. Se acabaron las noches tocando en los bares, y tener que usar su propio dinero para lograr hacer algo, como ejemplo buenos videos para llamar la atención de las personas en las redes sociales.

A pesar de toda la alegría que sentía, se reservó la noticia hasta el fin de semana. Sentía que si se emocionaba y salía de lo racional podría hacer el ridículo, así que Jungkook prefirió esperare esa reunión con el manager de la disquera, se sentiría más seguro cuando su firma estuviera en ese contrato.

En muchas ocasiones le picaba la lengua y deseaba mucho contarle a Taehyung, pero se contuvo y espero su momento para dar la buena noticia. Además, tenía muy presente que la primera persona que se enteraría de ello sería su padre, desde que tocó en la boda de su hermana, recordaba las palabras exactas de su progenitor: "Espero que puedas tener éxito en la música algún día", y desde su última conversación con él, sabía que todavía no le tenía fe a que le fuera bien en la música o que siquiera conseguiría llegar a ser contratado por una disquera.

Jungkook estaba ansioso por reunir a toda la familia y decirle a su padre en la cara que lo estaba logrando y aunque todavía no era alguien exitoso, estaba mucho más cerca de serlo. No, no buscaba su aprobación, pero todo lo que siempre ha querido es que su padre le dijera al menos una vez en su vida: "Estoy orgulloso de ti".

Los nervios se mantuvieron en su cuerpo desde que se alistó para ir a esa reunión. Se preocupó mucho por su apariencia y todos en realidad querían dar una buena primera impresión. El edificio se encontraba en el centro de la ciudad, junto a altos rascacielos, donde las personas que caminaban por aquellas calles iban vestidos con trajes y maletines.

Era ese lugar por el que solo pasaba sin prestar mucha atención y por el que transitaba poco ya que normalmente era una zona de grandes empresarios, artistas y actores. Podría decirse que las veces que estuvo por esas calles fueron cuando iba con sus padres a asistir a alguna premier o cuando él mismo fue invitado a una por haber participado en una serie.

Namjoon fue quien lideró todo el camino hacia el interior de CTC Entertainment y detrás de él iba Jungkook, sintiendo como su corazón latía desbocado con cada paso que daba. No podía dejar de mirar a su alrededor, esperaba encontrarse con discos colgados de alguna banda o cantantes solitarios como en otras agencias, pero no había nada de eso allí, únicamente actores y modelos.

Gran parte de las cuestiones legales fueron dirigidas por Namjoon, mientras que él y sus compañeros de banda solo se miraban entre si hasta que el señor Park Minhwan, un hombre alto en sus cuarentas, se dirigió a ellos específicamente, relatándoles la razón de aquella reunión.

Un contrato, pero... ¿Por qué ellos?, ¿qué fue eso que los hizo elegibles? Es lo que Blue Notes se preguntaba. Esa pregunta fue respondida más rápido de lo que se imaginaron y sin que tuvieran que pronunciarlo en voz alta. Y es que, fueron observados de manera minuciosa por el señor Park desde que tuvieron esa presentación especial en Tazzys precisamente para un "caza talentos" y fueron rechazados por el mismo.

Les explicó que se tardaron mucho tiempo observándolos para tomar una decisión, ya que son una empresa de entretenimiento, pero como disquera son nuevos en el mercado, fue en ese momento que tuvo sentido el hecho de que no tuvieran a sus artistas musicales colgados de las paredes, lo que quería decir que si ellos firmaban ese contrato serían los primeros.

Por la misma razón de que tendrían un nuevo lanzamiento como disquera, querían construir una buena base con un grupo de música que fuera diferente y que tuviera algo que ofrecer. Saber que fueron elegidos porque cumplían con ese requisito les hizo sonreír, aún más tras saber que lo que les hizo tomar la decisión final fue el hecho de que ellos tocaron sus propias canciones en el festival de música, agregándole a eso la buena respuesta del público y los comentarios positivos en su página en las redes sociales.

Firmaron ese contrato, ellos realmente tenían un contrato musical y aun después de tomarse alguna que otras fotos comerciales firmando, Jungkook sentía todo tan irreal y al mismo tiempo muy emocionante al punto que no dejaba de sonreír.

—Nos pondremos de acuerdo con los horarios para que empecemos a grabar ese álbum y ajustemos otros detalles —le dijo Minhwan a Namjoon mientras los acompañaba a la salida—. Chicos, nos vemos el lunes a primera hora, les tendremos preparados sus estudios y les presentaremos el resto del equipo de producción. Vengan cómodos porque tenemos mucho trabajo que hacer.

—Gracias, señor Park —dijeron los cuatro al unísono lo que hizo que se riera por haber coincido en la respuesta, incluso en la reverencia.

—¿Jungkook? —la voz de alguien más mientras salían del edifico llamó su atención.

Al darse la vuelta, aun con sus manos sobre los hombros de Cyrus que caminaba a su lado, se encontró con la sonrisa radiante de su compañero de facultad.

—¡Ingyu! —expresó Jungkook acercándose al chico para saludarlo con un abrazo—. ¿Qué tal?, ¿qué haces aquí?

—Lo mismo pregunto —replicó sin dejar de sonreír.

—Con mi banda acabamos de firmar un contrato con la disquera, ¿trabajas aquí? —preguntó entusiasmado.

—¿De verdad? Felicidades —lo felicitó volviendo a abrazarlo—. Si, trabajo aquí. Supongo que nos veremos seguido ahora.

—Sí, fue bueno verte otra vez —señaló Jungkook despidiéndose con una reverencia—. Nos vemos luego.

—Me debes un café, té escribiré cuando esté libre —expresó mientras movía su mano en forma de despedida.

En el instante que se dio la vuelta se encontró con una mirada casi amenazadora por parte de sus compañeros, casi la misma reacción que tuvo Taehyung la primera vez que se encontró con Ingyu en la calle.

—¿Qué? Es mi amigo —se apresuró en decir antes de subirse a su moto.

—A nosotros no nos saludas así —se quejó Jimin.

—Porque a ustedes los veo a diario.

Jungkook nunca había estado tan emocionado de darle una noticia a su familia, su felicidad era tan notable que su hermana en cuanto llegó a casa de sus padres, donde acordaron que se reunirían, le preguntó qué era eso tan importante que todos debían estar ahí.

Cargó a su sobrina por un momento, jugó con ella mientras su madre les servía aperitivos. Seokjin cargaba a la pequeña mientras el le hacía caras raras para hacerla reír.

En el momento que su padre bajó a su pequeña reunión, todos se acomodaron estratégicamente en la sala de estar, Jungkook en el medio y su padre a su lado en el sillón grande que acostumbraba a usar. Cuando tuvo la mirada de su padre sobre él fue cuando sus nervios aparecieron y con ellos las preguntas de cómo sería su reacción.

Ya no sabía siquiera por dónde empezar, así que simplemente soltó lo que tenía en mente sin pensarlo mucho.

—Acabo de firmar contrato con una disquera.

El chillido de su hermana fue lo primero que se escuchó en medio de aquel silencio donde toda la atención estaba en él. Seokjin lo abrazó de costado felicitándolo antes de que su hermana prácticamente se le lanzara encima y lo hiciera levantarse del sofá para abrazarlo con fuerza.

Una sonrisa se hizo presente cuando su madre apareció frente a él con los ojos cristalizados, lo tomó de sus hombros y lo abrazó dándole pequeñas palmadas en la espalda. Debido a la altura, tuvo que inclinarse para recibir el abrazo que se sintió tan cálido. Hace mucho tiempo que no se sentía de esa manera con ella, cerró sus ojos mientras apoyaba su barbilla del hombro de la mujer que le susurró: "Sabía que lo lograrías".

En ese pequeño abrazo cargado de esas palabras que significaban mucho para él, sintió el amor de su madre. Un afecto que realmente, aunque no lo dijera en voz alta, extrañaba.

Cuando su madre lo dejó ir, Jungkook puso su atención en el hombre que ahora estaba de pie a su lado, esperando algún tipo de reacción más que solo un rostro inexpresivo.

Se sintió algo extraño al ver la sonrisa de su padre que se fue agrandando a medida que se acercaba más a él. Se sintió extraño cuando este lo abrazó por un tiempo más prolongado que su madre, Jungkook hizo ademán de alejarse, pero él lo apretó más entre sus brazos llevando una mano a su cabeza y acariciando la zona con un cariño que no recordaba haber recibido de su padre nunca.

—Me alegro por ti —masculló—. Estoy orgulloso de que hayas encontrado tu camino.

Jungkook apretó sus ojos cuando su padre aún lo abrazaba, no quería llorar. No quería demostrarle que, si era bastante sensible, no quería llorar frente a su familia. Simplemente quería mantener aquellas lágrimas dentro de su cuerpo.

—Vamos a dejarlos solos un momento —escuchó a su madre decir y posterior a ello, la puerta corrediza hacia el patio exterior siendo abierta, hasta que hubo un total silencio.

—Gracias —masculló Jungkook en un hilo de voz.

—Perdón si no he sido el padre que deseas tener, me cuesta ser expresivo, pero estoy haciendo un esfuerzo para demostrarte que te amo y que no te juzgo como crees que lo hago —masculló separándose de él tan solo un poco—. Y claro que estoy orgulloso de ti, pensé un poco acerca de tu afición por la música, hablé con tú madre de ello y sabes que ella me dio una lección en cuanto a eso, hizo que me diera cuenta de lo feliz que eres desde que iniciaste tu propio camino en lo que te gusta.

Jungkook solo asintió mirándolo a los ojos. No fue hasta que este pasó sus pulgares por su rostro que supo que aquellas lágrimas que estaba reteniendo ya estaban deslizándose por sus mejillas.

—Perdón —musitó limpiándose las lágrimas y sorbiéndose la nariz.

—El único que debe pedir perdón aquí soy yo —expresó su padre—. No te cohíbas de mostrar tu sensibilidad, hijo. Ser sensible no es malo, aunque hayas entendido eso la última vez que hablamos. Eres así porque eres humano y sientes todo con devoción, eso te hace una persona amorosa y empática, muchos quisiéramos poder tener esas cualidades.

Esta vez quien lo abrazó fue Jungkook y se sintió tan bien permitirse que sus lágrimas rodaran por su rostro mientras su padre los abrazaba. Se asintió tan bien saber que él si lo amaba, a su manera, pero lo hacía. Que no era una decepción y que en cambio estaba orgulloso de él.

Se quedó por más tiempo con ellos, comió toda la comida que su madre preparó para él. Después de toda esa avalancha de emociones, Jungkook estaba más que hambriento.

Lo primero que hizo al salir de la casa de sus padres fue encontrarse con Taehyung en el bar. La reacción de su novio cuando le contó sobre su nuevo logro no fue menos de lo que imaginó que sería.

Taehyung lo llenó de besos en medio de risas y palabras como: "Eres el mejor", "Mi guitarrista favorito", y "te amo". No importó que aún quedaban algunas personas en el bar y a él mucho menos. Estaba más que feliz de recibir todo ese amor de su pareja.

Iniciar el día sabiendo que llegaría al que sería su nuevo lugar de trabajo hizo que todo a su alrededor resultara hermoso. Los árboles que se movían a causa del viento, el frío del invierno que aún permanecía, incluso las calles concurridas.

En su primer día como "artista nuevo", se sorprendió cuando a cada uno le dieron un estudio pequeño que luego podrían decorar como quisieran. Le dieron un recorrido por todo el edificio y se dieron cuenta de que, aunque era una empresa de entretenimiento que estaba iniciando en el ámbito musical, se notaba que estaban bien posicionados.

Bastaba con ver la cantidad de cosas que ellos podían hacer allí. Tenían un gimnasio, una cafetería, un salón de lectura de guion, salones para sesiones de fotos, oficinas administrativas, una sala de descanso. La disquera se encontraba en el tercer piso y allí ellos tenían sus estudios, y todas las comodidades que no pensaron que tendrían tan pronto.

Cada uno tuvo que renunciar a sus antiguos trabajos, por supuesto que ya no serían la banda que tocaría en Tazzys. Taehyung tuvo que buscar otros músicos y Eun-joo otro mensajero para su pastelería.

No eran un grupo de idols, por lo que su entrenamiento como banda fue un tanto diferente, todo estaba enfocado esencialmente en clases de canto alternadas con las clases de baile, no para que tuvieran una coreografía, sino más bien para saber cómo desenvolverse en el escenario, si bien ellos ya han estado en un escenario, no tenía la experiencia completa y claro que necesitaban esas clases.

Empezaron a pasar mucho tiempo en la empresa, en reuniones discutiendo detalles de su primer álbum, los conceptos, las fotos, agregándole a eso las clases que tenían a diario. La emoción de estar creando algo propio que saldría al público, es lo que los mantenía con la suficiente energía como para aguantar la nueva carga de trabajo como artistas.

Fue entonces cuando empezaron a grabar el álbum y Jungkook no podía estar más feliz de sentirse tan cómodo al estar más involucrado que el resto con todo el tema de producción, no porque supiera más que ellos o fuera mejor, sino porque era el principal compositor de la mayoría de las canciones. Se sentía como en sus aguas, como que ya había dejado de nadar contra la corriente y estaba yendo en una dirección de aguas pacíficas y refrescantes.

Jimin fue parte de la mayoría de las composiciones melódicas en conjunto con Cyrus que tenía las mejores ideas en cuando a sonido. Mientras que Hyun-jin tenía bastante claro de cómo se organizaría el álbum, desde que título podrían utilizar hasta cuál sería el orden cronológico para contar la historia de su primer álbum que llamaron Across the Love.

Jungkook empezó a quedarse más tiempo en su estudio, al que todavía no se acostumbraba a tener, perfeccionando la letra y la melodía de las canciones. Se encontraba en una racha de inspiración y le costaba salir de esa burbuja, caminaba de un lado a otro en ese pequeño cuarto que poco a poco ha ido decorado con las cosas que le gustan; chasqueaba sus dedos y en muchas ocasiones se frustraba cuando lograba obtener la letra que quería o una melodía que quedara bien con lo que tenía en la cabeza.

Una de esas noches, salió algo aturdido por el largo tiempo que estuvo dentro del estudio grabando con Cyrus algunos sonidos que necesitaban para Like Home, misma que fue seleccionada como la canción principal del álbum, Jungkook aceptó la invitación de su amigo Ingyu a tomar ese café que muchas veces rechazó.

Durante cinco meses estuvieron preparando su primer álbum y entrenándose para ser la banda de rock que siempre soñaron ser. Aunque para Jungkook no era la primera vez que se involucraba en sesiones de fotos o estando frente al lente de una cámara de video con todo un equipo detrás dando instrucciones, para el resto de sus compañeros era algo completamente nuevo.

Fue una experiencia interesante incluso para Jungkook participar de manera activa en un video musical de sus propias canciones, donde era protagonista junto a sus amigos; fue divertido tocar parte de Like Home en el escenario de un teatro en donde la pareja del video musical iba a verlos tocar.

Les gustaba que el concepto fuera tan doméstico, solo una pareja que vivía juntos, cocinando juntos, bailando juntos en la pequeña sala de su hogar. Despidiéndose para ir al trabajo, teniendo citas llenas de risas, los abrazos en la cama, y los te amo.

Jungkook tuvo el atrevimiento de sugerir algunas cosas que el mismo había experimentado con su pareja, todo lo que quería es que el video se acercara lo más posible a su propio sentimiento cuando escribió la canción pensando en cómo sus días junto a Taehyung se volvieron aún mas cálidos desde que se mudaron juntos.

Si algo le gustó cuando terminaron de ver el video todos juntos en el salón, es que el director si agregara su sugerencia de terminar con solo la melodía de la canción de fondo, la pareja volviéndose a encontrar en su pequeña casa después del trabajo y comiendo juntos en el comedor.

—Qué bueno es estar en casa —expresó la chica.

—Tu eres mi hogar —replicó el hombre dejando un beso en la mejilla de ella.

El álbum estaba completamente listo, su concepto de fotos, todos los videos de promoción, así que los ensayos de las presentaciones que la empresa tenía planeado para ellos empezaron.

Ahora la razón de volver a casa tarde no era quedarse grabando o escribiendo canciones, sino todos los ensayos en los que debía estar. Sabía que Taehyung se encontraba igual de ocupado que él, pero desde hace un poco más de un mes que ha sido el que llega tarde a casa y no el que tiene un bar.

La decisión de mudarse juntos surgió exactamente después de que Jungkook firmara contrato con la disquera. Ambos sabían que el tiempo de verse sería muy mínimo, a menos que vivieran juntos, eso y el hecho de que desde que Taehyung volvió de Londres uno de los dos siempre terminaba durmiendo en la cama del otro.

La idea de despertar juntos, de compartir un desayuno antes de iniciar el día, de verse todas las noches al volver a casa, no era una mala idea. No fue algo muy planificado, en realidad ambos tomaron la decisión de que lo mejor sería que Jungkook llevara sus cosas al apartamento de Taehyung, un lugar que era suficientemente espacioso para ambos, no necesitaban más.

Esa noche, estacionó su moto junto al Cadillac de Taehyung, saludó al portero de la entrada del edificio. Abrió la puerta sigilosamente y de esa misma manera se quitó los zapatos en la entrada antes de caminar hacia el pequeño pasillo que daba a la habitación que ahora compartían.

—¿Estás despierto? —preguntó Jungkook al ver que las luces de la recámara estaban encendidas.

—Sí, no puedo dormir sin ti —expresó Taehyung cubierto por las sábanas blancas, con sus gafas de lectura puestas mientras su laptop de trabajo reposaba sobre sus piernas.

Jungkook se inclinó hasta juntar sus labios con los de su pareja en un corto beso. Se notaba que Taehyung quería irse a dormir y también sabía que era cierto el que no lo haría si no estaban juntos en la cama.

Siempre que él llegaba tarde a casa, Taehyung buscaba la manera de mantener su cabeza despierta y que mejor manera que en trabajo Así que todas las veces que Jungkook llegaba tarde a casa, lo encontraba en el sofá con un montón de papeles o en la cama, notablemente con sueño, pero con su ordenador cerca.

—Me ducharé rápido —declaró.

Tomó del armario un par de pantalones cortos. Mientras se duchaba y limpiaba los dientes, escuchó la voz de Taehyung preguntarle cómo le fue. Ese día estaba particularmente más cansado que el resto de la semana y le hacía sentir mejor que al siguiente día estaría libre y Taehyung también, por lo que sus planes eran quedarse en casa todo el día a menos que su novio quisiera hacer otra cosa.

—Mucho mejor que ayer, tuvimos una pequeña pelea hoy, pero nada que no se pueda resolver —expresó Jungkook mientras se secaba el cabello con la puerta del baño abierta, mirando de reojo como Taehyung guardaba su laptop y dejaba sobre la mesita de noche sus gafas.

—¿Fue muy fuerte?

—No, es tema de vestuario con el que Jimin no está de acuerdo —señaló—. ¿A ti como te fue?

—Bien, mi trabajo no es tan emocionante como el tuyo —expresó hundiéndose entre las sabanas—. Hoy tuve que echar a un tipo borracho que estaba haciendo un escándalo y arruinando la música en vivo de los nuevos músicos.

—Déjale ese trabajo a los guardias, para eso les pagas —le sugirió Jungkook acostándose a su lado en la cama luego de apagar las luces encendidas.

—Lo sé, honey.

—Perdón por llegar tan tarde a casa—susurró—. La agenda es cada vez más apretada, el gran día se acerca y queremos que todo salga perfecto.

—No te preocupes, botoncito de oro —expresó hundiendo su rostro en el cuello de Jungkook—. Sé que estás trabajando duro, pero no quiero que te canses mucho.

—Tengo miedo de que esté demasiado ocupado como para pasar tiempo contigo —admitió abrazándolo más a su cuerpo.

—No pienses mucho en ello. Nos veremos cuando se pueda, además, siempre volverás a casa ¿no?

—Sí, siempre volveré a ti.

Siempre volverá a él, ese era su consuelo.

Durante los cinco meses que Jungkook ha estado preparándose para lanzar el álbum, Taehyung no se atrevió a decirle en voz alta que también tenía miedo de que ninguno tuviera tiempo de verse porque sabía que su novio necesitaba todo su apoyo emocional en ese momento crucial de su vida por el que tanto ha esperado y trabajado arduamente.

Mientras se acurrucaba debajo de los brazos de Jungkook, llegan a su mente esos momentos que han tenido juntos desde que viven bajo el mismo techo, desde que el tiempo que comparten juntos es poco en comparación al que tenían antes.

Entre sus recuerdos predominaban todas esas ocasiones en las que Eun-joo dejaba a su hija al cuidado de ellos. La bebé ya se había encariñado con el después de todos esos días en los que fue su niñero junto a su tío Jungkook.

Aunque él siempre quiso tener un hijo, no sabía si sería buen padre o si sabría cómo cuidar de un hijo, pero que cuidar la niña de la hermana de Jungkook ocasionalmente le dio una idea de cómo sería si fuera papá. A pesar de que esa niña no era de él, las veces que la ha cuidado junto a Jungkook o sin él, le ha dado a entender que si tiene la capacidad de poder cuidar de un hijo si lo tuviera.

Nadie más que el mismo conocía lo mucho que le ha ayudado cuidar la sobrina de Jungkook. A sanar esa herida que dejó su matrimonio y que, aunque no pensaba mucho en ello, seguía allí, recordándole de vez en cuando lo único con lo que no ha tenido éxito.

Esos momentos con la niña le ayudaron a sanar ese momento traumático que vivió con Juwon al no poder adoptar.

La imagen de Jungkook dándole el biberón a la pequeña le hizo sonreír, o cuando le hacía caras raras mientras la acostaba en la cama boca arriba, cuando le hablaba mientras la cargaba en sus brazos y encendía la televisión para ponerle caricaturas como si ella fuera a responder las cosas que le decía.

—Minha, vamos a ver Pororo, ¿te gusta ver Pororo con tío? —preguntó Jungkook sentando a la pequeña entre sus piernas, quien sólo aplaudía con sus manos—. Claro que te encanta.

—Creo que le molesta el listón en el cabello —comentó Taehyung sentándose junto a ellos en el sofá—. Vamos a quitarte esto princesa.

El balbuceo de la niña mientras le quitaba el listón morado en su pequeña coleta, hizo que sonriera y que ella también lo hiciera.

—Sí, estás más cómoda ahora, ¿no? —cuestionó acomodando su cabello en su frente—. Sigue viendo Pororo con tu tío.

—Dile gracias tío Taehyung —expresó Jungkook tomando las manitas de la niña, pero esta hizo pucheros en chango se puso de pie con el fin de organizar el bolso de Minha antes de que Seokjin pasara a recogerla.

—Parece que quiere que te quedes a ver Pororo —señaló Jungkook—. No la hagas llorar, lindo, es tu sobrina también, tienes que complacer sus berrinches. 

—Eso parece.

Siempre que cuidaban a Minha juntos, Taehyung se cuestionaba si Jungkook querrá tener hijos también o casarse algún día. Quizás él trataba a la niña así de bien porque era su sobrina y solo la tenían a sus cuidados por un tiempo, solo obtenían el lado bueno de estar al cuidado de una niña de nueve meses.

═══🎸 ━━『🍸 °*• ♫Jungkook♫ •*° 🍸━🎸════

Finamente el álbum salió a la venta, Across the Love ya estaba en todas las plataformas digitales. Ahora teníamos un canal oficial manejado por la empresa, un vídeo musical y una cantidad de álbumes que tenemos que firmar para su primera venta.

Y aun estando a un paso de cumplir su sueño, seguía siendo irreal.

Después de varios meses de lucha, y podría decir que hasta de lágrimas que solo la música puede provocar y días donde la frustración se sobreponía sobre nuestra pasión finalmente estábamos aquí. A pesar de la felicidad que llevaba por dentro recibir las atenciones que se nos estaban brindando era algo que jamás había experimentado, y sabía que los demás sentían lo mismo.

Comentábamos entre nosotros: "Ahora somos como noble de la realeza" "¿Dónde encuentran a personas que puedan hacer todo esto tan naturalmente?" "¿Habrá academias que se especialicen en cómo tratar a los artistas como príncipes?".

Nos tratan tan bien que pensé que para quien ha luchado sin el amparo de nadie, el mínimo detalle podía ponerme muy tímido y rígido, sin embargo, me sentía agradecido y aliviado, de que a todos, sin excepción, nos cuidaran y nos hicieran reír cuando todo parecía absurdo.

Aquella mañana lo único que mis amigos y yo hicimos por nosotros mismos fue despertar y ducharnos. Aunque nos habían presentado el esquema del día, quienes estarían con nosotros, ver como tenían el desayuno preparado fue lo menos impresionante de lo que pasaría a continuación.

Un grupo de 7 personas habían preparado todo para nosotros, desde los calcetines que nos íbamos a poner hasta como debía ser estilizado el cabello de cada uno. La ropa y el maquillaje fue escogido según una prueba de colorimetría que nos habían hecho previamente, un día cualquiera en la agencia y justo en este momento le veía el sentido.

La previsión de todas esas cosas para simplemente resaltar los atributos de cada uno me parecía demasiado impresionante. Nos dirigíamos hacia Mnet K-POP, donde íbamos a presentarnos en el programa de música M countdown y parecíamos ser guiados por una mini tropa de chicas y chicos habituados a estar entre tanta gente. La realidad nos abrumó a todos cuando vimos que muchos grupos se aglomeraban en un mismo sitio y otros muchos ayudantes desalojaban los camerinos.

Para cuando entramos al que teníamos asignado eran ya las 9 de la mañana y nuestra presentación era a las 11. Por lo que de inmediato todo lo que había preparado se replegó en cuestión de minutos. Nuestros atuendos estaban enganchados con los zapatos que correspondían a cada quien y nos ayudaron a cambiar.

Me sentía avergonzado de tener que hacerlo mientras las chicas y chicos que nos esperaban para maquillarnos y peinarnos sacaban todo de las maletas mientras apurados hacíamos nuestro mejor esfuerzo por ser tan rápidos como ellos.

Sentados frente a los espejos, todos parecíamos más pálidos de lo que ya éramos. Mis manos y mis pies se enfriaron, y aunque todo lo que ponían en mi cara lo hacían con delicadeza solo pude relajarme cuando el último secador de pelo dejó de hacer ruido.

A las 10:40 entró Namjoon con una sonrisa que parecía un reflector. Por alguna razón dejé de sentir miedo cuando nos pidió que nos agrupáramos.

—¡Gracias por el arduo trabajo! —exclamó acompañado de unas cuantas reverencias hacia el equipo y nosotros imitamos su acción.

—Chicos —volvió a hablar esta vez con un tono más suave. —Me tomaré hoy el atrevimiento de dar unas palabras antes que su líder. Ya en 18 minutos estarán en el escenario y me cercioré personalmente de que cada detalle de la escenografía fuera digno de ustedes, pero más que eso, que los representara.

» Todo lo que han hecho al día de hoy no fue solo suerte, consiguieron esta oportunidad porque trabajaron para ello. He caminado con ustedes y también he crecido, hoy es solo el principio de llevar su pasión al próximo nivel.

» Valor no les ha faltado y hoy no será la excepción. Sé que tienen miedo, pero allá afuera están esperándolos personas que los han apoyado, gente orgullosa de todo lo que han hecho. Sus cuerpos responderán a todo lo que han estado ensayando. ¡Vamos! —exclamó finalmente poniendo su mano en mi hombro y en el de Jimin, que terminó formando un abrazo grupal.

Así partimos nuevamente por los pasillos concurridos, mis piernas se movían por inercia. Mi mente estaba completamente en blanco y todo el sonido que podía ser escuchado era el fuerte latir de mi corazón.

En el momento que juntamos nuestras manos frías, en la oscuridad sentí como nos transmitíamos confianza. Todo parecía negro, pero en mi corazón había una llama. Ni siquiera se quién me ayudó a poner la guitarra en mi hombro y en cuestión de segundos estaba en aquel escenario, brillante y azul. Ahora entendía a qué se refería Namjoon.

Mi voz salió clara, mis manos y las manos de mis amigos no estaban petrificadas. Estábamos tocando nuestra música y los gritos eufóricos del público frente a nosotros se mezcló con la melodía de Permission to Love.

"I give myself permission to love", cantaba yo

"Permission to love love", respondían ellos al unísono. Nuestras fans lo estaban haciendo por nosotros. Veía sus sonrisas, como agitaban sus brazos, como formaban corazones con sus manos y carteles con mensajes de aliento. Todo pasaba ante mi como un sueño, pero las miradas de Jimin, Cyrus y Hyun-jin, me decían que no, que todo eso era real.

Después de un cambio de vestuario tocaron dos canciones más: Like Home y Outro: Fly high para finalizar. Capturé con mis ojos una vez más la escenografía, las luces azules que se proyectaban en forma de aviones de papel en el piso y la pantalla led del fondo que proyectaba hermosamente nubes y la letra: "We fly high, cause our love it's stronger" última frase del coro final que pertenecía a Jimin.

Se esparcieron por doquier confeti plateado y plumas blancas. Las lágrimas brotaron de mis ojos y en cuanto se apagaron las luces volvimos al backstage donde nos volvimos a abrazar, pero en esta ocasión había una silueta que me esperaba y que no estuvo antes de subir que subiremos al escenario.

Jungkook miró a su alrededor que estaba lleno del equipo de producción, vestuario y escenografía. Estaban todos allí, pero su atención se quedó únicamente en aquellos ojos almendrados y brillosos que lo miraban con una sonrisa orgullosa.

Se acercó a él casi de manera apresurada, estaba tan feliz en ese momento, que no se cohibiría de abrazar al hombre que ama por miedo a que alguien se diera cuenta de que era más que conocidos o más que solo un par de amigos.

Necesitaba sentirlo en sus brazos, tener su aroma cerca y escucharlo decir esas palabras que salieron de su boca en cuanto lo abrazó dejando caer sus brazos por encima de sus hombros, permitiéndole a Taehyung arropar su espalda.

—Estoy tan orgulloso de ti —masculló—. Estoy muy feliz por ti, lo hiciste increíble.

—¿Por qué lloras? No llores o harás que yo entre en llanto en frente de todos —expresó Jungkook al ver sus mejillas húmedas.

—No puedo creer que una banda de este calibre tocó en mi bar —expresó limpiándose las lágrimas.

—Estoy seguro que mucha de la gente que vino aquí hoy, nos conocieron en tu bar —señaló manteniendo un poco de distancia entre ellos—. Te debemos mucho mielcito.

—Ahora que serán famosos debería cobrárselos —señaló sonriente mirando como las personas a su alrededor empezaban a tener su atención en ellos.

—Te amo —susurró Jungkook mirándolo a los ojos.

—Y yo a ti, honey.

Sus manos picaban, deseaba tanto tomarlo de las manos, besarlo y volver a abrazarlo. Pero no lo hizo, tuvo que conformarse con un abrazo corto, casi amistoso, un par de sonrisas y un te amo que solo ellos podían escuchar.

¡Show Me Your Love ya está ahí!

Wow, estábamos tan ansiosas como ustedes de publicar este nuevo capítulo. Espero que les haya gustado tanto como a nosotros. Iniciamos con un capítulo largo, con todos los detalles necesarios para ponerlos al día con todo lo que está pasando en esta nueva etapa de nuestros protagonistas.

Namjoon y Jimin están oficialmente en una relación, ¿Qué les pareció la manera en la que se dio todo entre ellos? El padre de Jungkook y este finalmente hicieron las pases, ¿Qué opinan de la manera en la que el padre de Jungkook abordó todo?

Por otro lado, Blue Notes sacó su primer álbum. Jungkook y Taehyung se mudaron juntos, ¿qué tan difícil creen que sea su relación ahora que Jk estará más ocupado?, ¿creen que habrá celos por parte de Tae? Los leo.

Adelanto del próximo capitulo: —Y dime... ¿estás destrozado por el trabajo o por otra cosa? —cuestionó alzando sus cejas.

Nos seguimos leyendo pronto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro