XII. Contigo en la distancia

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Canciones del capitulo:

Happy de Day6

R U Mine? de Artic Monkeys

No hay bella melodía, en que no surjas tú. Ni yo quiero escucharla, si no la escuchas tú, es que te has convertido en parte de mi alma, ya nada me consuela, si no estás tú también —Christina Aguilera.

Tomar impulsos. Jungkook se convenció de que estaba impulsando su vida hacía un destino llamado libertad o al menos una parte de ella.

Su destino parecía estar lejos al horizonte, entre altas nubes y un sol cálido que rodeaba las montañas de aquella deseada libertad de amar. Impulsarse parecía sencillo tanto como se veía más cerca a través de un monoculares aquella posibilidad de ser libre de una prisión en la que el mismo decidió estar.

Tres pasos atrás fueron necesarios para tomar ese impulso junto a la persona que amaba.

Jungkook se despidió de Minha antes de bajar al estacionamiento de visitas que usaba mientras se quedaba en casa de su hermana. Miró a su alrededor para asegurarse de que no había nadie observándolo.

Ya tenía una semana desde que él y Taehyung dejaron de vivir bajo el mismo techo y dormir en la misma cama. Mientras él se quedó en casa de su hermana ya que quedaba mucho más cerca del estudio que la casa de sus padres, Taehyung se quedó en casa de sus mejores amigos.

Hace días que ya no se sentía perseguido, es por ello que esa mañana decidió ir temprano al estudio en su moto y no usar uno de los autos de la empresa. Le gustaba sentir la brisa mover su cabello que sobresalía del casco, y la calidez del sol en su piel.

Estuvo a punto de entrar a la agencia en su moto y se detuvo una calle antes al ver a una chica de cabello con mechones negros y un móvil de última generación en las manos. Sacó su móvil para tomarle una foto antes de que notara su presencia y se la envió directamente a Namjoon quien no tardó en responder.

Namjoon
Si estás solo, entra directo al estacionamiento privado, no dejes la moto afuera y no hables con ella.

Esa fue toda la confirmación que necesito para saber que era ella. La misma fan que lo ha estado siguiéndolo y que expuso su relación.

Guardó su móvil una vez más y continuo su camino hacia el interior del edificio.

—¡Oppa! —vociferó la chica, a quien Jungkook solo miró a los ojos y continuo su camino.

No fue hasta que ella prácticamente se lanzó hacia él.

—Jungkookie, te he extrañado, hace mucho no te veía, sabía que ibas a estar aquí —vociferó tirando de su camiseta, tuvo que apartarle su mano para poder seguir hacia el interior.

No llegó a pensar que los escoltas iban a tener que salir a quitársela de encima. Cuando finalmente pudo estacionarse se dio cuenta de que ya no era seguro salir sin su escolta asignado, ni mucho menos en su moto. Ya estaba bajo la obligación de usar los coches de la empresa.

Se sintió horrorizado mientras subía el ascensor enviándole un mensaje a Namjoon para que supiera que estaba bien. Sabía que estas cosas le sucedían a las figuras públicas, pero no tenía idea de que sería así de espantoso tener a una persona siguiendo sus pasos para divulgar esa información con otro grupo que hacia ese tipo de cosas bajo la excusa de que lo aman, cuando ese amor rozaba la obsesión de una manera descarada.

Al salir del ascensor saludo a algunas personas que tenían agenda ese día, se supone que él no tenía nada que hacer ese día, por tanto, ninguno de los demás integrantes tampoco, es por ello que le pareció raro ver a Jimin salir de la sala de reuniones.

—Hey, ¿qué haces aquí? —preguntó Jimin en cuanto noto su presencia.

—Estoy componiendo algunas canciones —señaló digitando la clave de su estudio—. Entra.

No estaba en sus intenciones ser borde con su mejor amigo; sin embargo, seguía algo aturdida por lo ocurrido en la entrada del edificio.

—¿Sucedió algo abajo? —cuestionó Jimin.

Jungkook solo se limitó a contarle lo sucedido en la entrada del edificio mientras digitaba el código de acceso de su estudio. En ese momento se enteró de que ella también estuvo siguiendo a Jimin cuando iba en el coche de la empresa.

—¿Te mudaste ya? —preguntó su mejor amigo sacándolo de sus pensamientos.

—No, Taehyung se queda con Yoongi y Hoseok, yo estoy en casa de mi hermana —expresó—. Estoy viniendo mucho aquí, creo que tengo por lo menos tres canciones terminadas.

—Muy bien, yo también he compuesto algo, creo que podríamos sacar otro álbum pronto si seguimos así —declaró Jimin sentándose en el sofá de cuero.

—Si, no estaría mal, pero ya eso es decisión de la empresa —expresó Jungkook acomodándose frente al piano que tenía en frente.

—¿Taehyung como está? —preguntó Jimin.

—Quisiera decir que bien, pero se que no está tan bien como asegura —replicó Jungkook—. No está yendo al bar, está trabajando remoto, y yo se que el detesta estar encerrado todo el tiempo, así que...

—Si, debe ser difícil —susurró Jimin—. Pero solo es cuestión de esperar para que hagan algo contra ella.

—Si —masculló Jungkook—. ¿Y tú cómo estás Jim?, ¿todo bien con Nam?

—Yo estoy bien, estamos bien —susurró—. Aunque...

—¿Aunque?

—Quiero hablar contigo de algo antes de que se anuncie para todos los demás.

Jungkook se dio la vuelta prestándole atención a Jimin, expectante a sus próximas palabras. Por la seriedad en su rostro supo que se trataba de algo serio.

No pudo evitar asustarse cuando las palabras no le salían. Jimin por lo general no le daba vueltas a las cosas y era bastante directo.

Las próximas palabras de Jimin después de varios suspiros, lo dejaron petrificado en su silla, ahora quien no podía decir nada era él.

—¿Que?

—Hyun-jin y yo haremos el servicio militar ahora —repitió Jimin al ver la expresión perpleja de Jungkook.

En cierta forma le sorprendía que ellos hayan decidido tomar aquella decisión, pero al mismo tiempo entendía la razón que su mejor amigo le explicó, ahora que estaban tan en el ojo público por noticias controversiales que inevitablemente afectaban a la banda, realmente era lo mejor.

Él tenía que volver a tener algo de equilibrio en su vida, además de que después de que se confirmara su relación era necesario que ellos como banda se tomaran un tiempo para aligerar el cotilleo y que la gente dejara de hablar de su relación y su sexualidad. Algo que no pasaría de la noche a la mañana, pero entendía que en un año y medio las cosas serían distintas.

—¿Estás seguro de que quieres hacer esto ahora? —cuestionó Jungkook mirándolo a la cara—. Es decir, es algo que eventualmente tenemos que cumplir, yo lo hice, pero no fue nada fácil Jim.

—Si, no puedo huir de ello para siempre o esperar a que me llamen —declaró—. Puede que no esté completamente listo, pero tú y yo sabemos que este es el mejor momento para hacerlo.

—Si lo es, pero no quiero que te obligues a ti mismo a hacerlo solo por las circunstancias que me involucran directamente a mí —consideró Jungkook.

—Sabes que esto iba a suceder en algún punto, así que preocúpate por arreglar tus cosas, de mantener la relación con Taehyung y de seguir componiendo mucha música para cuando volvamos —le sugirió Jimin.

Esas fueron las últimas palabras de Jimin respecto a ese tema, ambos se quedaron por horas componiendo juntos la canción. Estaban seguros de que podían hacer de ella una buena canción para mantener la atención en su música y no en su vida privada, por lo que decidieron no dejar la habitación hasta que estuviera terminada.

Jungkook tomó su guitarra y comenzó a tocar unos acordes. Jimin se unió a él con su voz, improvisando una melodía. Las horas pasaron mientras ellos trabajaban incansablemente, componiendo y afinando cada detalle de la canción.

La letra surgió de una conversación franca y directa mientras Jungkook aun tocaba aquella melodía con agilidad en sus dedos; hablaron del sexo desde su experiencia, se rieron por las cosas que salieron de sus bocas como confesiones de las cosas que han hecho en pareja, el sentimiento de libertad estuvo presente.  Eran mejores amigos y hace mucho tiempo que no compartían ese tipo de momentos de confianza con el otro y que mejor que hacerlo mientras componían juntos.

Había un ritmo contagioso y una energía cruda en la música.

Finalmente, después de varias horas de trabajo, la canción estaba terminada. Jungkook presionó el botón de reproducción y ambos se quedaron en silencio, escuchando atentamente su creación. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en sus rostros mientras la música llenaba la habitación. Sabían que esta canción, con su letra provocadora y su ritmo pegajoso, prometía ser un éxito.

—Esto va a causar un poco de controversia, ¿no crees? —comentó Jimin sonriente.

—Definitivamente, pero eso es lo que la hará destacar —respondió Jungkook compartiendo la misma emoción con su mejor amigo.

El siguiente día llegó rápidamente, y con él, una reunión de equipo. La banda se reunió en una sala de conferencias, esperando de Namjoon la noticia de la que ya todos estaban enterados. Su mánager les explicó de manera detallada cuál sería su agenda durante los próximos días, grabaciones de mucho contenido se aproximaban, el suficiente para entretener a sus fans por un corto tiempo y así mantener la presencia de la banda, aunque dos de sus integrantes estén en el servicio militar.

—Cyrus, sé que planeas irte a Canadá durante ese periodo.

Cyrus asintió, confirmando sus planes.

—Jungkook —dijo Namjoon, dirigiendo su atención a él—, este es el momento perfecto para que te concentres en componer las canciones para nuestro próximo álbum. Además, te sugiero que aproveches este tiempo para encontrar un lugar más privado donde puedas vivir.

Jungkook solo asintió comprendiendo que los demás ya han compartido con el productor algunas composiciones y letras, sin embargo, él ha estado trabajando en muchas cosas al mismo tiempo y no estaba seguro de querer sacar a la luz algunas de las canciones que escribió por las emociones del momento y por lo personales que eran la mayoría.

Tuvo en cuenta que cada paso que diera ahora debía ser para proteger lo que más amaba: su música y su relación con Taehyung.

Durante toda la semana su agenda estuvo llena de nuevas responsabilidades y cada día que pasaba extrañaba más a Taehyung, aunque hablaban cada noche, extrañaba su aroma y escuchar la suavidad de su voz por las noches antes de dormir, no a través de una llamada.

Esa noche estaba exhausto por la cantidad de cosas que grabó con la banda, no podía negar que se divirtió en el proceso, como tampoco podía ignorar el hecho de que las cosas aún no se concretaban respecto a la fan que seguía apareciendo en la agencia, por suerte siempre iba con su escolta y en un auto de la agencia.

Jungkook colocó el código de acceso en la puerta y en cuanto entró escuchó la risa de Minha, miró la hora en su reloj y se dio cuenta de que ya eran las diez de la noche, por lo que era extraño que la pequeña estuviera despierta a esa hora.

—¿Minha sigue despierta? —cuestionó mientras se quitaba los zapatos en la entrada.

Antes de obtener una respuesta, alzó su mirada para ver el motivo de la risa alegre de Minha y se sorprendió al ver la presencia de Taehyung jugando con la pequeña. Jungkook terminó de dejar sus zapatos en la entrada cuando su novio se puso de pie con la niña en sus brazos.

Taehyung le sonrió mientras se acercaba a él y Jungkook acortó la distancia entre ellos abrazándolo sin poder contener su emoción de verlo.

—Te extrañé mucho —le susurró Taehyung al oído.

La cercanía de su cuello en su nariz, le permitió apreciar su aroma natural que le hacía sentir tan bien, tan cálido, tan íntimo.

—¡Tío! —chilló Minha atrapada entre ellos mientras aún se abrazaban.

Ambos se rieron, maravillados de que la pequeña hubiera dicho "tío" por primera vez. Jungkook besó suavemente la frente de Taehyung y luego la mejilla de la niña en sus brazos.

—No quiso irse a dormir hasta ver a su tío Jungu, menos si el tío Tae ya estaba aquí con ella —expresó Seokjin al pie de las escaleras que llevaban a las habitaciones.

—Pero ya tiene que dormir la princesa —indicó Eun-joo saliendo de la cocina con uno de los vasos antiderrame de su hija.

—La puedo hacer dormir —comentó Taehyung, sonriente.

—¿Seguro? —preguntó Eun-joo, con una ceja levantada—. Ustedes tienen que hablar, ponerse al día, uno que otro beso, ¿no?

—¡Eun! —se quejó Jungkook.

—Bueno, no he dicho una mentira —comentó encogiéndose de hombros.

—Está bien, yo puedo hacerla dormir, prometo que no jugaré más —dijo Taehyung, tomando el pequeño vaso de las manos de su cuñada sin dejar de sonreírle.

—Bueno, se tardará al menos 25 minutos en dormir. Saldré en ese tiempo para ver que esté en los brazos de Morfeo —añadió Eun-joo, siguiendo a Seokjin por las escaleras.

Se sentaron en el sofá de la sala de estar, Jungkook observaba a Taehyung con adoración mientras alimentaba a Minha, quien bebía el vaso antiderrame con ojos soñolientos.

Había algo en la forma en que su novio cuidaba de la niña que le llenaba el corazón de ternura y al mismo tiempo le causaba algo de aflicción ver la manera en la Taehyung miraba a su sobrina y cuidaba de ella con tanto cariño.

Jungkook escaneó su rostro y se dio cuenta de que este estaba tan sumergido en hacer dormir a Minha que siquiera se dio cuenta como lo observaba. Fue en ese momento cuando notó el brillo en su mirada y aquella sonrisa que le dedicaba a la niña que ya empezaba a cerrar sus ojos.

Lo supo entonces. Taehyung seguía deseando ser padre y quizás lo anhelaba mucho más que antes.

—Te ves bien con ella —susurró Jungkook.

Taehyung solo le sonrió conmovido y continuó meciendo a Minha hasta que esta se quedó completamente dormida en sus brazos. Jungkook se acercó más a él y rodeó sus hombros con un brazo, ambos mirando como la pequeña se quedaba completamente dormida.

Eun-Joo bajó las escaleras con cuidado y se encontró con una escena enternecedora: Jungkook acariciaba la cabeza de Minha mientras Taehyung la mecía suavemente. Una sonrisa se dibujó en el rostro al verlos tan cómodos.

—¿Se ha dormido? —preguntó Eun-Joo en un susurro, acercándose a ellos sigilosamente.

—Sí —respondió Taehyung en voz baja.

Eun-Joo se inclinó para recoger a Minha de los brazos de Taehyung, quien le entregó a la niña con cuidado.

—Gracias — le agradeció sonriendo afectuosamente . ¿Podrías ayudarme con algo en el cuarto de Minha, Jungkook?

—Claro, ¿dónde está Seokjin? —preguntó levantándose del sofá.

—Se está duchando —respondió su hermana mientras se dirigía a la habitación de Minha.

Una vez que Eun-Joo acomodó a Minha en su cuna y la cubrió con una manta, se volvió hacia Jungkook y le susurró:

—¿Tae te ha hablado sobre tener hijos?

—Mmm... no exactamente, ¿por qué? —cuestionó en voz baja.

Su pregunta lo tomó por sorpresa, aunque sospechó que lo llevó con ella para algo como eso, ya que no había nada que pudiera hacer en la habitación de su sobrina que su padre no pudiera hacer más tarde.

Eun-Joo lo miró con seriedad mientras terminaba de acomodar a su hija.

—Creo que lo hará dentro de poco, si no lo haces tú —masculló, ajustando la manta de la niña—. Puedo notar cómo mira a Minha y cómo te mira a ti. No seas tonto y date cuenta, hermanito, ese hombre quiere una familia.

Jungkook suspiró, sintiendo el peso de sus palabras. Era plenamente consciente de ello y durante los últimos dos años de Minha era más que evidente.

—Lo sé.

—¿Lo sabes?

—Es decir, sé que él siempre ha querido tener una familia. Incluso lo intentó, pero... ¿no crees que estamos en un momento difícil como para pensar en eso ahora?

Eun-Joo asintió, comprendiendo su punto de vista, tenía buen argumento, pero de todos modos no dejó de lado el consejo que quería darle a su hermano menor.

—Sí, lo están. Pero no lo estarán para siempre y el tiempo sigue pasando, Jungkook —señaló—. Si él ya intentó una vez ser padre con su exesposo, quizás está esperando que tú seas quien inicie esa conversación, ya que, de los dos, eres quien probablemente no esté listo para ello.

Jungkook frunció el ceño, prestándole atención a sus palabras.

—¿Crees que él no quiera decírmelo por eso?

—Sí, pero en cuanto estén más equilibrados, puedes... no lo sé, sacar el tema y hacerle saber qué es lo que quieres con él en un futuro. No tiene que ser ahora mismo, ¿sabes? —declaró Eun-Joo—. Ya tienen tres años juntos, creo que eso es suficiente como para saber qué quieres a mediano plazo, ¿no?

—Es que... no lo sé —susurró Jungkook—. O sea, sí sé que quiero estar con él, pero es todo un dilema en mi cabeza. No podría pensar en ello con todo lo que está pasando.

Eun-Joo le sonrió y le dio una palmadita en el hombro.

—Bueno, cuando las cosas se calmen, piénsalo y díselo —masculló, cerrando la puerta detrás de ella.

Cuando Jungkook bajó las escaleras para volver con Taehyung notó que este estaba de pie en la puerta, sosteniendo su móvil. Parecía estar preparándose para irse. Sintió una punzada de tristeza al darse cuenta de que la noche estaba a punto de terminar y su novio tendría que irse a casa de sus mejores amigos pronto.

—¿Ya te vas? —preguntó acercándose a él.

Taehyung levantó la mirada del móvil y asintió ligeramente.

—Sí, ya es muy tarde. No quiero incomodar más a tu hermana

Jungkook sonrió y tomó suavemente la mano de Taehyung. No lo iba a dejar ir tan fácilmente, lo mínimo que merecía era pasar un momento a solas.

—Quédate un rato más conmigo, ¿sí? —le pidió—. Vamos al balcón a relajarnos un poco —indicó Jungkook apuntado con su barbilla el balcón cerca de la sala de estar.

Taehyung dudó un momento, pero luego asintió dedicándole una sonrisa. Ambos se dirigieron al balcón, cerrando la puerta detrás de ellos para tener más privacidad. Se recostaron juntos en el suelo de madera, mirando las estrellas que brillaban en el cielo claro.

—No tienes idea lo mucho que te extraño, miel —susurró apoyando su cabeza sobre el pecho de Taehyung, algo que le gustaba hacer con frecuencia antes de irse a dormir y que le estaba faltando en los últimos días.

—Yo también te extraño mucho, honey —respondió con una sonrisa suave acariciando el cabello de Jungkook—. Esta semana ha sido tan agotadora sin ti cerca.

—Lo sé, ha sido difícil para mí también. Pero al menos hemos podido trabajar en algunas cosas. Jimin y yo terminamos una nueva canción. Creo que va a ser un éxito.

Jungkook decidió no contarle sobre la decisión de Jimin y Hyun-jin, no le haría bien a Taehyung saberlo todavía. Lo haría en un momento en el que no estuviera tan vulnerable.

—Eso es genial, amor —expresó Taehyung—. Yo también he estado ocupado. He estado buscando lugares para mudarnos, pero no he encontrado nada disponible aún.

Jungkook entró en su lugar y lo miró a la cara con esperanzas, pero al verlo acostado a su lado y mirándolo de esa manera, sólo se le ocurrió unir sus labios en un beso.

Después de estar acostumbrado a besarlo todos los días, sentir sus labios después de semanas sin la suavidad de su boca contra la suya, era simplemente glorioso.

—Yo también estoy buscando donde mudarnos —admitió al separarse de sus labios, pero sin alejarse mucho de su rostro—. Solo necesitamos un poco más de tiempo y las cosas se solucionarán.

Taehyung asintió, mirando las estrellas, disfrutando de la calma que le brindaba Jungkook. Tenerlo en sus brazos, sentir su aroma y escuchar su voz en un tono bajo, era como un oasis. Cómo estar flotando en las aguas de la tranquilidad.

Desde esa noche las visitas de Taehyung fueron más constantes, a veces solo se quedaban en el balcón y hablaban hasta que llegara el sueño y se despedían. En la mayoría de esas ocasiones, uno de los dos terminaba haciendo dormir a Minha, incluso hasta la llevaban a su habitación juntos.

Cuando lo extrañaba demasiado, Jungkook aprovechaba las noches o los días que iba a grabar muy temprano para visitar a Taehyung justo antes de que empezara a trabajar. Consideraba que los horarios no eran los mejores para los dueños de la casa, pero eran los mejores si quería evitar ser perseguido.

Sus visitas y conversaciones nocturnas en el balcón se redujeron cuando Taehyung dejó de trabajar remoto y volvió a su oficina porque ya no soportaba la idea de estar encerrado en casa de sus mejores amigos, como si fuera algún tipo de prisionero.

Taehyung se encontraba en su oficina, intentando concentrarse en el trabajo. Llevaba horas revisando documentos, tratando de distraerse de la constante sensación de agobio que lo acompañaba desde que tuvo que mudarse temporalmente a casa de Hoseok y Yoongi.

El ambiente silencioso de la oficina le proporcionaba una paz relativa, pero aun así, no podía evitar sentirse inquieto y de alguna manera egoísta por no esperar un poco más tiempo antes de salir a arriesgarse a ser perseguido y que más cosas de él fueran reveladas por esa chica.

Lo ponía muy nervioso solo imaginarse que alguien podría estar siguiendo sus pasos y filtrar esa información en internet. Era aterrador. 

Se sintió un poco más aliviado cuando hace pocos días recibió la noticia por parte de Jungkook de que su acosadora fue citada a un interrogatorio, por lo que cada día que pasaba, esperaba noticias de lo que sea que fueran a hacer con ella.

Solo debían esperar la resolución del juez que llevaba el caso y Taehyung esperaba que fuera arrestada para él sentirse relativamente en paz.

Mientras revisaba un documento, su móvil vibró en el escritorio. Al ver la notificación, su corazón dio un vuelco. Era un mensaje de Jungkook.

Jungkook
Miel, le dieron una sentencia de 3 años por violación de la información personal, acoso y difamación. Solicité una orden de restricción para protegernos de futuros actos de acoso.

Tuvo que leer el mensaje más de una vez para asegurarse de que no estaba imaginando lo que leyó. La noticia lo dejó sin aliento, estaba emocionado, feliz por aquella noticia que tanto estuvo esperando.

Luego de ver el mensaje, notó la hora y decidió comprobar si había algún comunicado oficial de la empresa.

Rápidamente entró a la página oficial de la empresa. Allí, en letras destacadas, estaba el comunicado que decía que la persona responsable de filtrar información de la vida privada de Jungkook y su pareja había sido arrestada por infringir la privacidad del artista. La empresa también mencionaba que la acusada debía pagar una multa elevada.

Un torbellino de emociones lo invadió mientras leía el comunicado completo. Con manos temblorosas, entró a las redes sociales y se encontró con que todos hablaban de la noticia. Había una combinación entre la indignación hacia MoonieGem y mensajes de apoyo a él y Jungkook.

Decidió llamar a Jungkook para confirmar la noticia. Marcó el número rápidamente y esperó.

—Honey, dime, ¿de verdad la arrestaron? —preguntó Taehyung en cuanto la llamada fue descolgada.

—Si, lo acabo de ver con mis propios ojos —declaró—. Confío que su grupito dará un paso atrás o lo pensará dos veces antes de querer hacer lo mismo que ella viendo las consecuencias a las que tendrán que enfrentarse.

—No puedo creerlo... ¿De verdad todo esto está terminando?

—Sí, parece que sí. Al menos, esa parte —indicó en un tono de voz suave—. Sé que aún tenemos cosas que resolver, pero esto es un gran paso.

No sólo era un gran paso, estaban quitándose un enorme peso de encima, uno que estaba cayendo sobre sus hombros hasta causar heridas. Pudo soportar semanas lejos de Jungkook, poco contacto con el exterior, ver cómo la gente hablaba de su relación como si los conocieran o tuvieran derecho de juzgar lo que tenían.

"Está claro que está con Jungkook por dinero"

"¿Por qué estaría con él por dinero si es dueño de un bar muy famoso? Eso no tiene sentido, búscate una vida".

Pero también muchas otras lo defendían a pesar de sólo saber lo que esa fanática obsesionada divulgó y eso le hizo sentir un poco mejor en medio de todo el tornado a su alrededor.

En ese preciso momento que vio las imágenes de cómo la policía se la llevaba esposada, sintió un gran alivio en su corazón. Fue como soltar el aire que estuvo sosteniendo durante tanto tiempo.

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El sol brillaba intensamente aquella mañana y les rodeaba un ambiente de mucho movimiento mientras subían las últimas cajas al camión de mudanza. Era domingo y Taehyung sintió algo de nostalgia al dejar el pequeño apartamento en el que inició una etapa de su vida junto a Jungkook.

Miró a su alrededor el apartamento completamente vacío, el mismo lugar en el que compartieron besos, noches y días de placeres, risas, comidas deliciosas, uno que otro momento gracioso, como aquella vez en la que Jungkook confesó saber sobre la lencería de su novio o cuando recibió, sin intención de hacerlo, medio desnudo a los mejores amigos de Taehyung.

Cerró las ventanas que daban al pequeño balcón donde se encontraban la mayoría de sus plantas y el recuerdo de Jungkook saliendo de la recamara con su cabello desordenado llegó a su mente y sonrió. Su sonrisa se volvió melancólica al recordar también su primera discusión.

Ese día estaban cerrando un capítulo difícil de sus vidas para comenzar uno nuevo.

—Amor, está todo listo, ¿no quedó nada? —La voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos.

—Está todo en orden, vamos —susurró Taehyung.

—Iré justo detrás de ti en la moto, ¿bien? —cuestionó mientras salían del edificio.

Taehyung solo asintió y acomodó las plantas que decidió llevar en su auto para evitar que no se estropearan. Por otro lado, su madre se encontraba en el asiento copiloto de su auto, lista para acompañarlos a la nueva casa que ella misma rediseñaría.

Desde que su acosadora fue encerrada, Jungkook se apresuró en buscar un lugar, no soportaba una noche más sin dormir junto a Taehyung, ya se había acostumbrado a ello, así que su falta de presencia en su cama prestada por su hermana, le estaba afectando cada vez más.

Sin esperárselo y casi como si se tratara de un ángel, su madre se ofreció a ayudarlos a encontrar un lugar apto para una celebridad, después de todo sus padres eran actores conocidos y sabían perfectamente dónde buscar y cuáles eran los contactos y las relaciones que debían mover para ello.

No se imaginó que su madre fuera a tomarse la tarea tan en serio y por primera vez en mucho tiempo sintió que ella le estaba dando algo valioso. La última vez que sintió una conexión tan fuerte, fue cuando ella le regaló su primera guitarra.

Gracias a una amiga del mundo del espectáculo, su madre consiguió para ellos un apartamento en un condominio en Cheongdam-dong, tenía todo lo que ellos más necesitaban en ese momento, privacidad y seguridad.

A pesar de que él y Taehyung estuvieron allí antes, no dejaba de sorprenderles lo tranquilo que era todo a su alrededor, tenían una tarjeta de acceso exclusiva para los residentes del lugar. El vecindario cerrado era conocido por su exclusividad.

Los edificios tenían una arquitectura contemporánea con líneas rectas y una fachada predominantemente gris. Jungkook se detuvo frente al edificio mismo que estaba enumerado junto a la puerta de cristal y metal con el número 22.

Ninguno pudo evitar sentirse emocionado y aliviado mientras bajaban todas las cosas del camión y que fueron dejando en su nuevo hogar. Por primera vez, sentían que podían tener un espacio donde vivir sin el constante miedo de ser perseguidos o acosados.

No sólo estarían cómodos, sino que podrían volver a sus rutinas sin problema alguno. Jungkook podría correr por el parque y las áreas de acceso compartido, podía usar el gimnasio mientras que Taehyung podría aprovechar las áreas verdes para leer sus libros favoritos durante sus tiempos libres, o tomar el té tranquilamente en el balcón sin miedo a ser fotografiado por algún fan de su pareja.

Sin lugar a duda su nuevo hogar estaba en una zona lujosa y privilegiada, pero sin llegar a tocar lo extravagante, sólo lo suficiente para ambos.

—Este lugar es increíble —comentó Taehyung, mirando a su alrededor con admiración.

—Sí, lo es —respondió Jungkook tomando su mano—. Aquí podemos construir una nueva vida, sin miedo y con mucho amor.

Taehyung le dedicó una sonrisa que hace mucho tiempo no recibía de él y sintió un gran alivio en su corazón al ver ese brillo en su mirada que no era a causa de lágrimas, tristeza o desesperación, sino más bien de esperanza y amor.

Charlotte admiró el interior del apartamento con emoción y un montón de ideas de todo lo que podría hacer para darle aún más vida.

—¿Ya sabes cómo lo harás? —cuestionó Taehyung al ver la sonrisa de su madre mientras tomaba fotografías de partes específicas del apartamento.

—Considerando las cosas que me dijiste que querías, creo que haremos algo precioso aquí —señaló la mujer acercándose a ellos—. La cuestión aquí es, ¿cuánto me pagarán?

Jungkook se echó a reír por la expresión de Taehyung ante el comentario de su madre y le dio una palmada a su novio antes de dejarlo discutir con su madre los precios del diseño de interior que le haría a su nuevo hogar.

—¿Y me piensas cobrar? —cuestionó Taehyung algo indignado—. Hey tú, no huyas cuando se habla de dinero.

Jungkook se encogió de hombros mientras sacaba algunas cosas de las cajas de cocina.

Claro que te voy a cobrar, y que conste que no será al precio de mercado —señaló Charlotte volviendo a hablar en inglés—. Eres mi hijo y la otra vez no te cobré por dos razones, estabas en un mal momento con lo del divorcio, pero ahora estás perfectamente en lo económico y compartes las finanzas con tu novio que es una celebridad, por Dios Kim Taehyung, no te quieras aprovechar.

Taehyung dejó salir un bufido y se cruzó de brazos al igual que su madre.

—No tengo problemas para pagarlo —declaró Jungkook desde la cocina, con la boca llena de pan con mermelada de fresa.

—Mitad y mitad —declaró Taehyung—. Haz la cotización madre, pero no abuses sólo porque lo haces para una celebridad.

—De hecho, no lo soy —señaló Jungkook en defensa propia, pero todo lo que obtuvo como respuesta fue una mirada fulminante por parte de su novio y su suegra.

Solo fue cuestión de varias semanas para que ellos terminaran de instalarse por completo en el apartamento que fue hermosamente decorado por Charlotte, tanto que incluyó el diseño en su portafolio.

El apartamento era de una habitación espaciosa, organizado de forma abierta y fluida, con una transición suave entre la sala de estar, el comedor y la cocina. La cocina está ligeramente separada del resto del espacio por una isla y del comedor por una pequeña barra o península, que también funcionaba como una encimera.

Su nueva mesa de comedor era rectangular con una encimera de mármol, acompañada de dos sillas y un banco.

Los colores eran neutros combinados con los claros beige. La pared principal de la sala de estar donde reposaba la televisión era de un color gris oscuro que creaban un contraste interesante con el techo blanco y el suelo de madera clara.

La iluminación era cálida y acogedora proveniente de una lámpara de techo central y luces empotradas.  Además de que los generosos ventanales proporcionaban luz natural y una justa al exterior junto a las plantas que decoraban el balcón.

Cambiaron el antiguo mueble de cuero marrón por uno de cuero negro mucho más grande, acompañado de una mesa de centro de vidrio y metal, junto a estantes de metal negro decorado con fotografías de ellos y uno que otros jarrones con flores o plantas.

Taehyung estaba más que satisfecho con lo minimalista pero sofisticado que lucía el apartamento, colocó su tocadiscos junto a la televisión y del otro lado la pequeña estantería con los discos que coleccionaba, incluidos los dos álbumes de Blue Notes, ambos firmados.

Jungkook volvió a seguir su agenda de grabaciones con mucha más energía desde que volvió a dormir mucho más tranquilo y sin tantas preocupaciones. La banda tenía muchas cosas que hacer, especialmente cuando la canción que él y Jimin compusieron juntos iba a salir dentro de pocos días junto al vídeo musical.

El set de grabación estaba lleno de actividad y emoción mientras Blue Notes filmaba su nuevo video musical. Las cámaras se movían frenéticamente, capturando cada ángulo de la actuación energética de la banda. Jungkook concentrado en sus acordes, Cyrus movía sus brazos sintiendo la vibras de la guitarra y Jimin se apoderaba del micrófono, y Hyun-Jin tocaba el bajo contagiado por la energía de sus compañeros.

Todos estaban enfocados en su música y esa canción marcaba el inicio de una nueva etapa, una que estaba llena de palabras explícitas, mucha energía, mucha batería y muchos acordes casi furiosos por parte de Jungkook.

En medio de esta bulliciosa escena, Taehyung apareció en el set cargando una bolsa de comida. Jungkook, al verlo, sintió una oleada de felicidad. La presencia de su novio siempre lograba calmar sus nervios y darle una sensación de hogar.

Aquella tarde Taehyung decidió visitar a Jungkook después de haber llegado a casa y encontrarse con una nota en la aplicación que su novio aún utilizaba, esta vez diciéndole que lo amaba y que le encantaría verlo en el set de grabación si aún tenía ánimos de salir después del trabajo y allí estaba.

Durante el primer descanso de las tomas que hacían ese día, Jungkook dejó su guitarra de lado y abrazó a Taehyung. Quien le entregó el túper de comida recién hecha que llevó exclusivamente para la banda; sus sospechas de que habría comida en el set fueron confirmadas, pero de todos modos los compañeros de banda de su novio no rechazaron más comida.

Mientras Jungkook se sentaba a comer, Taehyung se quedó cerca, observando la filmación en la que ahora algunos actores participaban en el patio exterior de la enorme mansión en la que estaban.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Jungkook notara algo que le quitó su calma. Uno de los asistentes de producción, un joven con una actitud demasiado amigable comenzó a conversar con su novio. Lo que inicialmente parecía una charla inocente pronto se convirtió en un flirteo descarado.

El guitarrista observó con creciente incomodidad cómo el asistente se inclinaba demasiado cerca de Taehyung, riendo y tocando su brazo de manera casual pero insinuante.

Los celos comenzaron a burbujear en el pecho de Jungkook. Cada risa y gesto del asistente se sentían como un desafío. Estaban a punto de volver a filmar dentro de la casa, en medio de la sala lujosa vacía y ambientada con sus instrumentos, por lo que una de las maquilladoras se acercó a retocar su maquillaje, pero su mirada seguía fija en Taehyung y el asistente de producción.

Sin poder contenerse, Jungkook se levantó y se dirigió hacia ellos mientras apretaba su mandíbula.

—¿De qué se ríen tanto? —cuestionó Jungkook en cuanto llegó a su lado.

—Él me está comentando algo que sucedió en el set cuando empezaron a grabar —comentó Taehyung sonriente, pero su sonrisa fue desapareciendo al ver la seriedad de su novio.

—¿Y se conocen o algo? —preguntó colocándose detrás de Taehyung con la mirada fija en el chico frente a él.

—No, honey, él estaba con los chicos dando instrucciones, luego se fueron a comer lo que traje y me quedé hablando con él —le explicó Taehyung.

—Ya, digo, por la cercanía parece que son muy amigos.

La respuesta de Jungkook hizo que Taehyung se diera la vuelta para encontrarse con el pecho inflado y los hombros erguidos de su novio. Estaba mostrando una posición bastante territorial en ese momento, algo que no era usual en él.

—Honey, tranquilo —susurró mirándolo a los ojos, por suerte su mirada se suavizó cuando se encontró con la suya.

—Tranquilo estaré, puedes ver la última grabación desde allí en cuanto termine podemos irnos a casa juntos —indicó Jungkook señalando el otro extremo del set.

En ese momento el director anunció que volvieran a sus lugares y Taehyung presenció como Jungkook tocó los últimos acordes casi como si estuviera a punto de romper las cuerdas de la guitarra.

Durante el camino a casa, miró de reojo a Jungkook que recostaba su cabeza de la ventanilla del auto con el ceño levemente fruncido, aún conservaba el maquillaje que utilizó para el vídeo musical, así que sus labios se notaban algo rojizos.

Volvió a mirar a Jungkook cuando se detuvo en un semáforo y se percató de cómo este se mordía el interior de la mejilla hasta el punto de hacer que sus pómulos se marcaran y sus cejas estaban aún más juntas.

—¿Qué fue eso que pasó allá? —cuestionó Taehyung. Era evidente que algo le estaba molestando.

—¿Qué cosa? —preguntó aún con su mirada en el frente.

—Casi golpeas a ese chico solo porque me dirigió la palabra —comentó girando casi todo el volante para entrar a otra calle, lo que hizo que Jungkook se distrajera y se perdiera en el movimiento sutil de sus manos.

—No solo te estaba hablando, eso fue un coqueteo descarado —declaró ladeando su cabeza hacia Taehyung.

—Lo asustaste mucho. Es muy joven como para intentar algo conmigo, ¿no crees? —preguntó Taehyung empujando su cabello hacia atrás.

En la próxima cosa que Taehyung hiciera mínimamente provocativa, sabría que estaba haciéndolo a propósito para despistarlo de sus recientes celos y hacer que se olvidara de aquello.

—Bueno, él es joven, tú eres atractivo y además te gustan jóvenes —indicó Jungkook.

—En pocas palabras me estás diciendo viejo.

—No, estoy diciendo que ese tipo es un atrevido que vio la posibilidad contigo, aun estando yo ahí.

Jungkook se dio la vuelta sobre el asiento para tener una visión completa de Taehyung, viendo como este ahora conducía con una mano y la otra mano la apoyaba contra la puerta del coche y tocaba sus labios con sus largos dedos. Definitivamente lo estaba provocando.

No tiene sentido, honey —señaló Taehyung entre risas—. Ahora resulta que soy un viejo que le gustan más jóvenes. Tú eres mi único colágeno cariño, tranquilo.

Encima le estaba hablando en inglés en un tono de voz grave.

Jungkook se rió con él comentario de Taehyung, finalmente relajándose un poco más al ver que las únicas intenciones de su novio era tomar ventaja de sus celos. No era difícil para él darse cuenta de ello.

Al llegar a casa, Jungkook fue el primero en subir al apartamento, se quitó los zapatos en la entrada y fue directo a la cocina a por un poco de agua para calmarse, desde allí vio como Taehyung pasó de largo y le lanzó una mirada lujuriosa al mismo tiempo que remojaba sus labios.

Esa fue la señal definitiva que él no necesitaba. Ya estaba caliente por cómo él estuvo hablando tan animadamente con un completo desconocido, por cómo le permitió acercarse con tal facilidad, que ahora estuviera haciendo esas cosas, sólo le calentaba más.

Apresuró sus pasos hacia la recámara que compartían, para cuando entró no vio la silueta de Taehyung donde pensó que estaría.

Las luces encendidas del cuarto de baño le dejaron saber dónde se encontraba, la puerta entreabierta era como una invitación silenciosa y de alguna manera provocativa.

Se detuvo en seco al ver que Taehyung se estaba desvistiendo, aparentemente listo para entrarse a la ducha. Se quitó la ropa tan rápido que solo quedaba su ropa interior.

—¿Qué crees que haces? —preguntó Jungkook entrando al baño.

—¿Voy a ducharme? —cuestionó Taehyung señalando la ducha junto a él.

Jungkook se acomodó el cabello en una coleta alta sin dejar de mirar a Taehyung a los ojos, quien se sintió intimidado, aún más cuando este lo acorraló entre sus brazos contra el lavabo.

—Voy a preguntar de nuevo y espero que esta vez me respondas lo que estoy preguntando —demandó Jungkook.

—¿O qué? —le retó Taehyung.

Jungkook dejó salir una risita con su mirada puesta en el pecho descubierto de su novio. En los últimos días ha estado yendo bastante al gimnasio, por lo que su pecho estaba mucho más inflado que hace tres meses.

—No lo sé, pero podrías descubrirlo —señaló Jungkook levantando su mirada—. ¿Qué crees que haces, miel?

—Intento relajarte, honey —masculló pasando sus dedos por los bíceps de Jungkook—. Estás muy tenso y te veías molesto por nada.

—¿Eso te pareció nada? —cuestionó deshaciéndose de su camiseta y arrojándola hacia la puerta del cuarto de baño—. Estabas dejándote coquetear por un chico más joven incluso que yo, más te vale darme una buena razón ahora para no hacerte...

—¿Hacerme qué? —cuestionó Taehyung provocativo, acercando su rostro al de Jungkook.

—Hacerte que me pidas que me detenga porque ya no soportas más. Pedirme permiso para correrte —declaró sobre sus labios sin llegar a besarlo.

Jungkook bajó su mirada y se sorprendió al ver la erección de Taehyung marcándose contra la fina tela de su bóxer.

—¿Te excita que te hable así? —cuestionó Jungkook estirando la tela del bóxer, apreciando desde su posición lo duro que estaba su novio, podía saberlo solo con mirarlo.

—¿Ya no estás enojado?

—Claro que sigo enojado.

Esas fueron las últimas palabras antes de arremeter contra sus labios y besarlo con fiereza, tomándolo de la cintura y apretándolo contra su cuerpo para que supiera que él estaba igual de duro.

Un jadeo de Taehyung fue ahogado por los labios de Jungkook, mismo que tomó su rostro con una mano y saboreó sus labios como si de una golosina se tratara. Dejó ir su rostro sólo para apartar sus manos que buscaban a tientas deshacerse de los pantalones que aún llevaba puestos.

—No tienes permiso para eso.

—¿Y para qué entonces? —cuestionó Taehyung.

Olvidó por completo su pregunta al ver cómo el labial de Jungkook estaba completamente deshecho y este pasaba su dedo pulgar por la comisura de sus labios, por lo que supuso que sus labios se llevaron todo el color rojizo que antes decoraban la boca del azabache.

Taehyung no recibió respuesta cuando Jungkook empezó a besar su cuello en cuanto el mismo se bajó los pantalones. Luego besó su pecho y sus pezones. Los jadeos no se hicieron esperar.

El cuarto de baño se llenó de gemidos altos cuando Jungkook se arrodilló frente a él y bajó su bóxer de golpe, tomando su virilidad y llevándosela a la boca mientras le dedicaba una mirada socarrona desde su posición.

Jungkook tomó las muñecas de Taehyung y llevó su mano a su cabello que seguía atado en una coleta. Entendió su petición al instante. En segundos la habitación se llenó del sonido indecoroso de los labios de su Jungkook al chupar y lamer toda su masculinidad al ritmo que él guiaba con sus propias manos.

Sus gemidos guturales se detuvieron cuando estuvo a punto de correrse y Jungkook se puso de pie de inmediato, acercando su rostro al de Taehyung.

No tienes permitido correrte hasta que yo lo diga, ¿entendido hyung? —cuestionó hablándole en inglés justo como él lo hizo cuando estuvo provocándolo.

Taehyung apreció los labios de Jungkook hinchados y húmedos, a juego llevaba su cabello desaliñado y el maquillaje en sus cejas ligeramente corrido.

Dejó escapar un chillido cuando Jungkook lo levantó del suelo haciéndolo rodear su cintura con las piernas. Taehyung se sujetó de la orilla del lavabo, su espalda arqueándose mientras sentía a Jungkook alinearse en su entrada.

En un inicio sus movimientos fueron lentos, entre jadeos roncos y palabras sucias, Taehyung apoyó mejor las palmas de sus manos del lavabo, sujetándose fuerte de la orilla de este mientras Jungkook incrementaba sus embestidas, golpeando su próstata con furia, haciéndolo gritar en descontrol.

Jungkook dejó salir un gemido gutural al sentir como su novio apretaba en su interior, por la expresión de su rostro se dio cuenta de que estaba a punto de correrse, pero no detuvo sus penetraciones.

—No vas a hacerme terminar al hacer eso, tengo más autocontrol ahora, miel —señaló Jungkook entre gemidos.

Volvió a acomodar las piernas de Taehyung alrededor de su cintura y afianzó su agarre de la cintura de este para volver a impulsarse contra este con vehemencia hasta hacerlo gritar.

—¡Honey, espera! —chilló apretando sus piernas temblorosas.

Entre gemidos guturales y jadeos desesperados, Taehyung levantó una de sus manos para tratar de evitar que Jungkook continuara, pero sus dedos solo llegaron a tocar el piercing en su ombligo, ya ni siquiera recordaba que él aún conservaba aquel accesorio en esa zona de su cuerpo hasta que brilló frente a él.

—¿No que soy tu colágeno? —cuestionó Jungkook entre jadeos—. Aguanta entonces —demandó viendo cómo el cabello de Taehyung se movía por inercia a sus fuertes penetraciones.

—¡Que me voy a correr!

—¡Que aguantes! —chilló Jungkook, quien se inclinó más a él, haciendo que la espalda baja de Taehyung rozara el lavabo—. Por esto te gustan más jóvenes que tú, ¿no?

—Ya no lo puedo retener, por favor, honey —suplicó con sus cejas fruncidas.

Jungkook dejó un beso en los labios de Taehyung antes de volver a su posición anterior, embistiéndolo con bestialidad. Gritos de placer inundaron el cuarto de baño.

—Está bien, puedes correrte solo porque estás hecho un desastre y dijiste por favor —declaró entre gemidos roncos.

El orgasmo de Taehyung fue explosivo, su cuerpo convulsionando mientras se liberaba, seguido rápidamente por Jungkook, cuyos gemidos llenaron el cuarto de baño mientras lo llenaba del caliente de su clímax echando su cabeza hacia atrás. La intensidad de su conexión los dejó sin aliento, abrazados estrechamente mientras se recuperaban de la tormenta de placer que acababan de experimentar.

Ambos quedaron jadeando con sus cuerpos temblando ligeramente mientras se sostenían mutuamente.

—Joder, ¿qué demonios te pasó hoy? —cuestionó Taehyung sintiendo como el líquido bajaba por sus piernas en el momento que sus piernas tocaron el suelo.

—Me puse celoso y tú me provocaste por eso —señaló Jungkook—. No puedes decir que no te gustó.

—Mañana me tomaré el día, estoy seguro de que mi espalda no servirá para mucho —expresó entre risas caminando directamente hasta la ducha.

—Eso es para que sepas que ese lindo trasero tiene nombre y apellido —indicó Jungkook juguetón, dándole una nalgada que resonó dentro de la regadera.

—Me ha quedado claro —señaló Taehyung colocándose detrás de Jungkook—. ¿Cuándo puedo yo reclamar el mío?

Jungkook se dio la vuelta al sentir las manos de Taehyung apretar sus nalgas de manera descarada.

—Pensé que ya lo habías hecho en Londres, con todas esas noches locas que tuvimos —declaró entre risas.

Aquella noche no fue la primera, ni la segunda y mucho menos la última ocasión en la que terminaban de esa manera en alguna parte de la casa después del trabajo. El cansancio era menor a la gran necesidad de unir sus cuerpos en lujuria y placer.

Taehyung estaba feliz de volver a conectar con Jungkook de esa manera como lo hicieron la primera vez cuando se conocieron en el bar o cuando estuvieron a punto de besarse si su hermana no hubiese llamado. Había algo en el ambiente de su nuevo hogar que les daba mucha felicidad y a pesar de que algunos días no sabían del otro hasta llegar a casa, eso no les quitaba la dicha de estar juntos al menos para la cena.

Muchas personas seguían hablando de él y Jungkook, aunque durante todo ese tiempo han reducido sus publicaciones en las redes sociales. Su nombre aún era mencionado en algunos sitios dirigidos por fans de Blue Notes.

Taehyung se enteró de la noticia que pronto saldría a la luz pública y no pudo evitar sentir una punzada de culpa, pensando que la decisión podría haber sido influenciada por la confirmación pública de su relación con Jungkook.

Ellos se iban a fin de mes al servicio militar, lo cual a Taehyung le pareció demasiado pronto. Sólo podía preguntarse: ¿Y ahora qué?, ¿Qué se supone que hará Jungkook durante todo ese tiempo?

No quería imaginarse lo que sería cuando se enteraran de que dos integrantes de la banda harían el servicio militar obligatorio, pero se hizo una idea.

Blue Notes ya era escuchado en otros países fuera de Asia, desde que ganaron sus primeros premios y se confirmó la relación de Jungkook, sus números aumentaron significativamente, lo que era bueno aunque haya sido principalmente por la controversia del momento.

La única opción que tenía era apoyarlos en esa nueva etapa de sus vidas y seguir adelante con lo que el futuro tuviera preparado para ellos como banda y para Taehyung como pareja de uno de los miembros.

La noticia de que Jimin y Hyun-jin harían el servicio militar se hizo oficial. Ese mismo día, Blue Notes lanzó su nueva canción y la agencia anunció que la canción formaría parte del álbum que la banda estaba preparando y que se lanzaría cuando Jimin y Hyun-jin regresaran del servicio militar.

La idea de un Fan Concert una semana antes de que Hyun-jin y Jimin se enlistaran surgió en una reunión de Blue Notes mientras discutían algunos detalles del nuevo álbum. No fue difícil para ellos en cuanto le presentaron sus deseos a Namjoon, quien rápidamente hizo que todo se llevara a cabo.

El ambiente en los camerinos estaba lleno de emoción y un poco de nostalgia. Los miembros de la banda se preparaban para salir al escenario, cada uno con sus propios pensamientos y sentimientos.

Esa noche se abrazaron por más tiempo antes de subir al escenario y Jungkook se tomó un tiempo para hablarles.

—No negaré que estoy triste de que esta sea nuestra última presentación juntos dentro de un largo tiempo —expresó mientras mantenía a Cyrus y Jimin cerca suyo sujetándolos de los hombros—. Pero también estoy feliz de poder tener un último recuerdo con ustedes, estoy muy agradecido de tenerlos como amigos y estoy orgulloso de lo que hemos logrado juntos. No lo digo a menudo, pero los amo chicos, más de lo que se imaginan.

» Hagamos un gran show por la gente que nos ama y apoya. Vamos a dar todo lo que tenemos por ellos y demostremos que para Blue Notes el cielo es solo el comienzo.

—Nosotros también te amamos, Jungkook —expresó Jimin acariciando su espalda antes de que todos juntaran sus manos en el centro.

—¡Blue Notes! —gritaron al unísono, dedicándose una sonrisa cómplice combinada con una mirada nostálgica.

Cuando finalmente subieron al escenario, la energía del público fue chocante para ellos, no esperaban recibir tantos gritos cuando las luces fueron encendidas y la música retumbó en el recinto junto a los gritos de los fanáticos.

Todo indicaba que, a pesar de los desafíos recientes, la gente seguía amando su música y a ellos como artistas.

Tocaron algunas de sus canciones más famosas, y el entusiasmo de los fans llenaba el lugar. Taehyung disfrutó de la puesta en escena detrás del escenario, cantando cada una de las canciones y cruzando miradas con Jungkook de vez en cuando, a quien grababa con su móvil sintiéndose inmensamente orgulloso.

Cuando estaban llegando al final del concierto, después de algunos juegos y alguna que otra conversación con el público, tocaron Fly High y la multitud respondió con entusiasmo, coreando cada palabra y mostrando su apoyo incondicional. La energía en el recinto era inigualable.

La manera en la que cantaban aquella canción con sus lightstick moviéndose de un lado a otro les causaba escalofríos. Verlos saltar y gritar a todo pulmón sus nombres en perfecta melodía.

—¡Fly High Blue Notes! —se escuchaba en el coro de la canción. Lo que provocó que todos sonrieran satisfechos.

Tras terminar la canción cada uno dio sus palabras de agradecimientos, donde se reflejaron algunas lágrimas especialmente por parte de Jimin y Hyun-jin, este último quiso mantenerse firme, pero al final terminó derramando las lágrimas que tanto estuvo conteniendo.

—Quiero pedirles que continúen apoyando a Blue Notes hasta el último día, como lo hicieron hoy —les pidió Jungkook mientras hacía todo lo posible por no llorar como sus amigos—. Ustedes son las estrellas de nuestro cielo, y para Blue Notes...

—¡El cielo es solo el comienzo! —gritó el público al unísono.

La respuesta fue inesperada para Jungkook y se quedó petrificado en su lugar observando las luces brillantes frente a él. Y en ese instante, ya no pudo retener más las lágrimas mientras asentía con su cabeza y limpiaba sus mejillas rápidamente.

—Así es, es solo el comienzo —señaló Jungkook—. Estoy seguro de que nos reencontraremos con una nueva etapa mucho más sincera, que suena como esta canción titulada, Eternal Flame.

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

En ese momento la guitarra de Jungkook marcó el inicio con un riff potente de su nueva canción, que relataba el deseo y la pasión de dos amantes desde la perspectiva de uno de ellos. Le siguió el ritmo de la batería de Cyrus y la voz de Jimin fuerte y decidida.

La mayor inspiración para esa canción estaba detrás del escenario presenciando la presentación casi sonrojado tras escuchar a Jungkook cantar:

Tus manos recorren mi piel, marcando el compás. El ritmo de nuestros cuerpos, un latido sin paz. Cada beso, cada toque, en el borde del placer. Somos almas encendidas, nada nos puede detener.

Jungkook lo miró desde su lugar mientras terminaba de cantar su primer verso y Taehyung solo pudo sonreír emocionado mientras bailaba al ritmo de la música que retumbaba sus oídos y aceleraba su corazón. Él ya había escuchado la canción antes de que saliera, pero no dejaba de sorprenderle el contenido y el ritmo que tenía. Era puro rock alternativo con una letra explícita sin llegar a lo vulgar.

Era simplemente perfecta y mientras la escuchan en vivo por una segunda vez, estaba más convencido que era su favorita de Blue Notes, como también era la de muchos otros nuevos fans. La canción era controversial pero increíblemente buena, pegajosa, no se podía dejar de bailar y mucho menos de cantar, la letra se podía aprender rápido, y se quedaba resonando una y otra vez, aunque no se estuviera escuchando. Era ese tipo de canción.

Blue Notes estaba tomándose un descanso musical de un año y medio, lo estaban haciendo en grande al sacar aquella canción, junto a un vídeo musical que dejaba bastante claro cuál era el mensaje.

Taehyung dejó de moverse al ver lo mucho que todos disfrutaban tocar y cantar Eternal Flames, casi como si tocaran con la misma pasión que se describía en la letra, se atrevía a decir que mucho más fuerte.

El movimiento rápido de Cyrus, el bajo que estaba a cargo de Hyun-jin. Prestó atención a su parte favorita de toda la canción. Él solo de guitarra de Jungkook y Hyun-Jin en la que solo intervenía la batería de Cyrus en momentos puntuales.

Los dedos de Jungkook se movieron con elegancia sobre las cuerdas de la guitarra, quien con emoción desenfrenada fruncía ligeramente sus cejas, mostrando su enfoque absoluto en cada nota que tocaba. Cerró sus ojos permitiéndose sentir cada vibración y resonancia de la guitarra, dejando que la música lo transportara.

Sus labios se curvaron en una sonrisa satisfecha cuando logró un riff particularmente complicado, demostrando su dominio del instrumento.

Dejó que la última nota resonara en el aire y seguido de ello le siguió la voz de Jimin sin instrumentos de fondo, sólo su voz haciendo eco en el recinto.

En la noche nos perdemos, en cada rincón, nuestros secretos —cantó Jimin volviendo su mirada a Cyrus esperando que este volviera a marcar con su batería la integración de los instrumentos.

Bajo las luces, sin más disfraz. Eres mi veneno, mi dulce mal —vociferó moviendo su cabeza al ritmo de la música, tomando el micrófono de sus manos mientras se acercaba al bajo que tocaba Hyun-jin.

Jungkook y Jimin se unieron para el último verso, sus voces entrelazándose con una química innegable, mientras movían sus cuerpos al compás de la música.

Cuando el sol despierte, seremos mas que piel, dos almas sin cadenas, en un mundo de miel, porque en cada suspiro, en casa paso prohibido, somos fuego y pasión, un amor compartido.

La última nota se prolongó en el aire finalizando con un ritmo perfecto entre la guitarra de Jungkook y la batería de Cyrus, les siguió de un estallido de aplausos y gritos del público. Taehyung no dejaba de gritar desde su lugar, presenciando como todos los fanáticos enloquecían al igual que él.

En ese momento Jungkook supo que estaba frente a las personas que verdaderamente los apoyaban y amaban. Ya no estaba el miedo de que no lo aceptaran, porque todos allí lo amaban tal y como era.

Y se sintió tan libre, tan satisfecho de haber tocado con toda su energía porque las personas allí merecían toda su pasión y amor por la música.

Tomar impulso ha sido importante, aunque retrocedió tres pasos, avanzaron cinco más, ahora estaba mucho más cerca de la libertad que deseaba tener. En ese momento, se encontraba en el lugar correcto con las personas correctas, en la zona de descanso en el camino hacia su destino.

Bueno solecitos, la espera fue un poco larga pero finalmente el capitulo esta aqui.

Quizás pocas personas se esperaban que sucediera esto con Jimin y Hyun-jin, pero es esencial que suceda para que las cosas que deben suceder, se den de manera natural.

Cuéntenme que les pareció el capitulo, tuvimos a Jungkook celoso y a Taehyung aprovechándose de ello de la mejor manera.

La acosadora esta en prisión, pero eso no le quita el hecho de que Taehyung sigue siendo conocido por la gente como el novio de Jungkook, ¿será difícil para el adaptarse a esa nueva vida?, ¿Jungkook iniciará la conversación de tener una familia o lo hará Taehyung?, ¿Qué creen que pasará con la banda ahora que estarán en descanso musical?, ¿será mas facil para Tae y Jk o mas dificil? Los leo.

Cada vez estamos mas cerca del final de la historia, se podría decir que estos son los capítulos finales, aunque se sienta que faltan muchas cosas por resolver.

Adelanto del próximo capitulo: enfermedad, hijos.

Nos seguimos leyendo pronto.

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