XII. ¿Gotas de lluvia o gotas de amor?

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No te esperaba, de hecho, estaba siendo muy feliz conmigo mismo, pero te vi, y me sentí como quien llevaba esperando un milagro hace mucho tiempo —Fredy Jimenez

Al principio fue lento, pero a medida que fueron dejando una fila de autos atrás, Jungkook aumentó la velocidad; Taehyung no encontraba de dónde sujetarse, por lo que sus manos apretaban sus rodillas que empezaban a temblar. Su vista estaba en frente, la brisa moviendo su cabello con ferocidad, quería estar más relajado pero cada vez que Jungkook zigzagueaba entre los autos con cierta destreza, sentía que acabaría en el piso atropellando en cualquier momento.

—Puedo sentir como tiemblas, ¿necesitas que me detenga? —escuchó a Jungkook cuestionarle en un tono lo suficientemente alto como para que pudiera escucharlo.

—No, estoy bien —dijo más alto de lo que pretendía que fuera.

Ya ni siquiera sabía por qué camino iban, cuando Jungkook empezó a entrar por diferentes calles en las que no había estado antes. Estaban en una zona de pocos o casi ningún edificio, sino pequeños locales, casas y mucha más vegetación. Se distrajo cuando su atención fue acaparada por un pequeño parque lleno de niños jugando y riendo.

Un grito casi involuntario salió de su boca cuando iban en una colina bajando, lo que causó que su pecho chocara contra la espalda de Jungkook. De pronto sintió una de sus manos sujetar la suya con determinación.

—No te vas a quemar si me abrazas —le aseguró Jungkook, colocando las manos de Taehyung alrededor de su cintura—. Sujétate de mí.

—Ve con cuidado.

—Confía en mí.

—Lo hago —se apresuró a decir Taehyung.

Estar abrazado a él le llenaba de una rara sensación satisfactoria que definitivamente le tranquilizó durante el resto de su viaje. En lugar de bajar por una colina hace minutos que subían por un barrio con pocas personas alrededor, donde solo había casas pequeñas y cafeterías, hasta que se detuvieron frente a un local sencillo, pero bastante bonito y cuidado.

Era una especie de comedor, era pequeño pero se notaba bastante acogedor, como de esos lugares que visitas cuando te quieres sentir bien.

—Hemos llegado —dijo Jungkook al quitarse el casco y mover el flequillo de su frente.

Taehyung se bajó con sumo cuidado con la ayuda de Jungkook, a quien le parecía bastante tierna la manera en la que su cita se acomodaba la ropa inmediatamente estuvo con los pies en la tierra.

No había tantas personas como Jungkook estimó que habría a esa hora de la tarde casi noche. En cuanto estacionó la moto le hizo ademán con el mentón a Taehyung para que siguiera sus pasos. Miró a su alrededor la decoración minimalista del interior de lo que parecía ser un restaurante de parrillada y sopas.

Cuando estuvieron a punto de sentarse en una de las mesas del fondo, donde estaba más desocupado, una mujer de edad un poco avanzada se acercó a ellos y saludó a Jungkook con un abrazo, lo que le dejó claro que no era la primera vez que iba a ese lugar, lo sospechó cuando este tomó muchos atajos fuera de las avenidas principales y lo confirmó cuando la mujer lo saludó como si tuviera mucho tiempo sin verlo.

—Jovencito Jungkook, pensé que nunca volverías aquí —comentó apretando sus mejillas con ambas manos—. ¿Te sientes mejor? Veo que trajiste a alguien contigo.

—Sí, estoy bien —le aseguró el pelinegro—. Vinimos a comer su deliciosa comida, más tarde subiremos al mirador.

Taehyung apenas se estaba enterando en ese momento de las cosas que harían en su cita, por lo que se mostró todo el tiempo sonriente con la señora que parecía muy feliz de ver a Jungkook.

—Por favor, siéntense —les pidió, pero antes de que Jungkook pudiera hacerlo, ella lo tomó del brazo para susurrarle al oído: —Tu novio es muy bonito.

—Oh no, señora Lee, somos amigos —aclaró Jungkook sintiendo sus mejillas arder, especialmente porque sabía que Taehyung había escuchado aquel comentario.

—Solía venir aquí durante mi adolescencia y parte de la universidad —comentó Jungkook para evitar tener que hablar de lo que acaban de escuchar.

—Ya veo, es un lindo lugar —dijo Taehyung—. ¿Y desde ese tiempo ella sabe que eres... gay?

—Venía por eso, a veces para esconderme de mis padres o cuando me sentía muy mal por las cosas que a veces decían de mi —admitió Jungkook—. Ya verás porque cuando subamos al mirador, te va a gustar y confío en que también te hará sentir mejor a ti.

Taehyung sonrió por la manera en la que Jungkook estaba dispuesto a hacerlo sentir mejor, cuando él ya se sentía muy bien estando con él en ese preciso momento y en ese lugar que evidentemente era especial para él.

—Imagino que estás acostumbrado a cenas más sofisticadas —comentó Jungkook mirándolo de reojo cuando Taehyung leía el menú. No era necesario para él, hacerlo cuando ya conocía ese menú de arriba a abajo.

—Un poco, sí —admitió el hombre bastante concentrado en lo que pediría.

—Wow, eso no me hace sentir mejor hyung —expresó Jungkook.

—No, no quise decirlo de esa manera —se retractó Taehyung negando con su cabeza y con sus manos, dejando de lado el menú—. Me gusta aquí más de lo que crees.

Jungkook solo asintió y le sonrió antes de que este volviera a mirar el menú, aunque al final terminó pidiéndole una recomendación ya que conocía bastante bien cuál era la mejor comida. Al final ambos terminaron comiendo makguksu con aceite de perilla, uno de los platos favoritos del pelinegro que no dejaba de hacer sonidos de satisfacción con cada bocado.

En el momento que el olor a la perilla llegó a sus fosas nasales, Taehyung recordó a su padre, esos días en los que ellos salían a comer los domingos cuando su madre tenía que trabajar, el simple recuerdo hizo que sonriera mientras se quedaba mirando la comida frente a él. Cuando dio el primer bocado, cerró sus ojos y fue como tener a su propio padre frente a él y se sintió tan bien, hace años que lo recordaba así de claro.

La cena con Jungkook fue bastante relajada y algo divertida por las risas que estos compartían cuando se miraban a los ojos, con las mejillas llenas de fideos. Aunque no hablaron mucho porque estaban muy ocupados devorando su comida, solo dijeron cosas como: "está delicioso", "podría venir todos los días a comer esto", "el sabor es como dar un viaje en el tiempo".

Una vez terminaron sus comidas, Jungkook pagó por la cuenta de ambos y todo lo que hizo Taehyung fue seguir los pasos del chico hacia el exterior del local, tenían pensando que volverían a subirse en la moto, pero se detuvo cuando Jungkook siguió de largo.

—Subiremos algunas escaleras ahora —le dijo Jungkook caminando de espaldas para mantener su mirada en Taehyung, quien caminaba más lento, con las manos metida en sus bolsillos.

Fue en ese momento que Jungkook se dio cuenta de la increíble silueta que le hacía ver aquel pantalón que le quedaba más ajustado. Mientras que Taehyung aprovechó que el chico ahora le daba la espalda para apreciar su caminar, la forma en la que movía sus hombros de un lado a otro o cuando movía su cabeza para acomodar el cabello de su frente, detalles sencillos, pero realmente, bastante atractivos.

—¿Veremos la puesta del sol? —preguntó Taehyung cuando estuvo a su lado.

—Lo haremos, pero es mejor ver las estrellas —comentó mirándolo con una sonrisa en su rostro que delataba lo emocionado que estaba.

—Te gusta mucho estar aquí, ¿cierto? —preguntó con la mirada en los escalones que subían, eran muchos y estaban rodeados de árboles, hasta que sintió una brisa más fuerte azotar su cara lo que le obligó a mirar a su izquierda, encontrándose con una vista panorámica de las casas que quedaban debajo de ellos y en el horizonte las montañas con el sol ocultándose entre las nubes; fue en ese momento que se dio cuenta lo alto que ya estaban y seguían subiendo.

—Es hermoso, ¿no? —preguntó Jungkook mirando el perfil de Taehyung, quien tenía su atención en el paisaje junto a ellos.

—Sí que lo es.

Al final del camino, llegaron a una casetica techada, como estilo hanok desde donde se podía tener una mejor visión de todo lo que venían apreciando por las escaleras.

—Bienvenido al mirador que ha soportado mis suspiros pesados, gritos y una que otras lágrimas —comentó Jungkook cuando llegaron a la cima—. No digo que tengas que hacer todo eso, pero puedes gritar si sientes que quieres hacerlo, yo lo haría contigo para que no te sientas solo.

Taehyung se preguntó dónde había estado escondido Jungkook todo ese tiempo en el que el creyó haber conocido el amor, la felicidad. Él había demostrado en pocas semanas que todo lo que él conocía era solo parte de su propia ilusión, que la manera en la que el mostraba interés era tan real como sentir un pellizco en el brazo.

La forma tan acertada en la que Jungkook lo entendía sin siquiera saber por lo que estaba pasando, si saber qué era eso por lo que tendría que gritar; allí estaba tendiéndole su ayuda solo para que él no se sintiera solo. Era como si estuviera viéndolo más allá de la superficie, más allá de lo que mostraba en su exterior, y lo hacía tan solo con observarlo.

De repente Taehyung olvidó por completo la vista que tenían ahora a su derecha, su mirada estaba en los ojos brillantes de Jungkook que eran iluminados por la luz anaranjada del atardecer, pero este rompió el contacto cuando le pidió que se sentara a su lado en unos asientos de madera que estaban cubiertos de hojas secas y algunas flores que fueron recogidas por la mano tatuada de Jungkook hasta que quedó limpio.

—La vista es realmente genial aquí —comentó Taehyung con la mirada risueña, realmente estaba fascinado.

—Para mí la vista no es gran cosa, no hay tanta naturaleza que ver, pero la sensación de estar por encima del ruido y por encima del ajetreo es lo que lo hace realmente especial.

—Tienes razón, así es como realmente se siente — afirmó mientras miraba al chico frente a él cerrar los ojos, la brisa le movía la coleta y el poco cabello que había dejado suelto y lo vio sacudirse en un escalofrío.

—¿Qué pasó? —preguntó con una sonrisa en los labios al ver lo tierno que era incluso estando allí sentando sin hacer nada.

—Nada —respondió algo avergonzado, mientras la voz de Seokjin le resonaba en la cabeza "Solo se tú, di lo que piensas sin pensarlo mucho".

—¿Estás seguro? —insistió Taehyung, alentándole a que se sintiera con la libertad de contarle aun si creyera que es insignificante.

—Bueno sonará extraño, pero tuve una sensación muy específica, no como un dejavú, realmente no sé cómo se nombraría, pero, esta brisa tenía la intensidad y la temperatura exacta de transportarme a un momento de mi infancia en la casa de mis abuelos que en paz descansen. Vivían en la Isla Jeju en un hanok sencillo, y en la parte frontal me sentaba siempre al atardecer después de recoger duraznos, así se sentía la brisa, pero eso no es importante —aseguró agitando la cabeza de un lado a otro.

Taehyung ya tenía la sospecha de que él creería que no sería algo importante que él debería saber, sin saber que todo lo que viniera de él le parecía interesante, hasta la más mínima cosa como conducir una moto.

De alguna manera, sentía que él ya hacía mucho al llevarlo a un lugar que era especial para él solo para animarlo. Sentía que lo hacía parte de aquel mirador, como si también fuera suyo, es por ello que se sintió con la responsabilidad de contarle igualmente de su infancia y los recuerdos que tuvo de su padre.

Quería hacerlo parte de su vida, como él estaba haciéndolo. Demostrar que esa tarde tenía el mismo interés y objetivo que él.

—Los recuerdos siempre vienen acompañados de muchas cosas, olores y sabores. Nuestra mente los asocia con cualquier cosa, me pasó hace un rato —expresó Taehyung cruzando sus piernas.

—¿Que recuerdo tuviste? —preguntó Jungkook observando como el castaño reposaba su mano sobre su rodilla, misma en la que destacaban su brazalete y reloj de oro.

Su forma de hablar lento y pacífico, con aquel tono de voz grave, su postura al hablar, era tan elegante y sofisticado; a pesar de que le dijo que era casual, no vio en él que nada que fuera sencillo, aunque lucía mucho más relajado con aquel t-shirt, pero sus prendas y sus pantalones de vestir es lo que lograba que siguiera siendo el mismo Taehyung elegante.

—Con mi padre, fue un buen recuerdo, hace mucho que no tenía una imagen de él así de real, casi como si lo tuviera a mi lado —expresó Taehyung con una sonrisita y su mirada en el horizonte.

—Qué bueno que hayas tenido ese recuerdo de tu padre, ¿hace mucho que no lo ves? —preguntó Jungkook levantando un pie para girarse hacia Taehyung y prestarle más atención, apoyando su antebrazo del espaldar del banco en el que estaban sentados.

—Hace 11 años que solo lo veo en fotos —susurró, dejando salir un suspiro—. Murió cuando yo tenía 19.

Taehyung no quiso mirar hacia Jungkook porque sabía que lo estaría mirando como todos cuando sabían que su padre no estaba vivo. Pero el silencio que esté mantuvo hizo que girara su cabeza para mirarlo a los ojos, quien lo observaba con sus ojos brillosos, pero no era esa mirada de pena, sino de compresión. Esperó a que el pelinegro dijera la palabra de siempre "lo siento", pero no fue así y fue algo que agradeció.

—Qué bueno que tuviste un buen recuerdo de él. Creo que es importante tener buenos recuerdos de las personas que amamos y ya no están con nosotros —comentó Jungkook con su mirada en su mano que se deslizaba por su pantalón de arriba a abajo—. Tu padre debe sentirse orgulloso al saber que tus recuerdos con el fueron buenos.

—Los recuerdos son lo mejor que nos queda de esa persona, aún más cuando los extrañamos, así que entiendo lo bien que se siente —expresó Jungkook levantando su mirada, encontrándose con los ojos brillosos de Taehyung, quien terminó dedicándole una sonrisa casi melancólica.

A pesar de ser una persona de poco hablar, tímido y reservado la mayor parte del tiempo, era bastante bueno con las palabras. Sabia como decir "lo siento por la muerte de tu padre" usando otras palabras que fueran mucho más reconfortantes, supuso que era cosas de artistas como lo era él, y le gustaba mucho.

—Mi padre fue un hombre ejemplar. Siempre quise ser como él, espero ser un buen padre como él —admitió en un susurro.

—No tengo dudas de que eres un reflejo de lo que fue el, no puedo decir mucho de cómo serías con un hijo, pero tampoco tengo dudas de que serías un buen padre —le aseguró Jungkook, levantando su mano para quitar del t-shirt del castaño una flor del cerezo que estaba detrás de ellos.

—¿Lo crees? —preguntó Taehyung alzando sus cejas, viendo como las manos de Jungkook se alejaban de sus hombros, lentamente, casi como si no quisiera hacerlo.

—Si —asintió Jungkook con una sonrisa sin mostrar sus dientes, logrando que sus hoyuelos se marcaran.

—Gracias —masculló sonriéndole—. Tu infancia parece que fue tranquila, la mía fue un poco caótica, una mezcla de mucho jazz, te, comida coreana e inglesa.

—¿A qué se debe eso? —preguntó Jungkook acomodándose en su lugar, pasando sus dedos por su brazo tatuado, una acción que Taehyung quería imitar.

—Creo que no te lo había dicho antes —expresó sonriente sentándose en forma de indio sobre el banco, quedando de frente a Jungkook, quien lo miró igual de emocionado —. Nací en Inglaterra, y viví allí hasta los 16, luego vine a vivir a Corea con mis padres, fue difícil porque solo había estado aquí de visita y aunque mi padre es... era coreano, hablábamos más el inglés en casa, así que fue difícil adaptarme a muchas cosas cuando llegué aquí.

Jungkook lo miró sorprendido, de todas las cosas que Taehyung podría decirle, el que su nacionalidad fuera británica, es algo que definitivamente no esperaba. El saber eso le explicaba muchas cosas, como por ejemplo su forma de vestir, ahora que lo pensaba era bastante europea.

—Eso es genial, es decir, nunca hubiera imaginado que tienes nacionalidad británica —consideró Jungkook—. ¿Tienes acento británico cuando hablas en inglés?, ¿qué tan difícil fue adaptarse a Corea?

No podía evitar hacer un montón de preguntas ahora que empezaba a saber más de él, le parecía aún más interesante.

—Claro que mi acento es británico, hablo diario con mi madre, por eso digo que soy una mezcla de la cultura inglesa y coreana —contestó Taehyung sonriente al notar lo emocionado que estaba Jungkook por saber más de el—. Entre las cosas difíciles, estaba el hablar coreano fluido, quizás por eso hablo así de lento. Otra cosa que fue chocante para mí, fue la libertad que tenía respecto a mi sexualidad, claramente hay una gran diferencia en cuanto a eso, pero al final tuve que adaptarme a todo ello.

—Me imagino que si debió ser duro, en comparación con otros años, se ha avanzado bastante en la libertad que se tiene en cuanto a la sexualidad, pero aun no nos podemos comparar en como la ley protege a la comunidad en Inglaterra.

—Es así —susurró Taehyung peinando su cabello.

Ambos se quedaron en silencio, con la mirada en el horizonte, viendo como la luna empezaba a brillar, ya no había sol que iluminara sus rostros, pero si un cielo estrellado y una media luna. Era mucho más hermoso de noche, las luces de las casas debajo de ellos, los altos edificios a lo lejos.

—¿Cómo te diste cuenta que necesitaba algo como esto? —cuestionó Taehyung rompiendo con el silencio.

—No nos conocemos de mucho tiempo, pero ayer te vi, por muy poco tiempo, mostrar tu verdadero sentir —expresó Jungkook sin mirarlo, como si recordara ese momento—. Siempre eres la alegría del bar, te veías agotado y luego te vi suspirar. No lo sé, quizás también fue tu sonrisa, no era la misma de siempre.

Taehyung lo observó con detenimiento mientras Jungkook buscaba las palabras para continuar con su explicación.

—Además, no fuiste al bar por una semana, así que pensé que te sentías mal —dijo volviendo su mirada a Taehyung—. Es decir, somos humanos y no todos nuestros momentos deben ser felices, pero había algo en tu aura que me decía que no estaba a tan bien como asegurabas.

—Vaya, sí que eres bastante atento —susurró Taehyung sonriendo a medias.

—Solo por las personas que me interesan —antes de poder retractarse sus palabras ya había salido de su boca, por la expresión que tuvo Taehyung dejó salir una risita incorporándose para quedar una vez más de frente al paisaje que tenían.

Su sonrisa fue desapareciendo gradualmente al recordar la razón que había detrás de todo eso que Jungkook notó en él, sus sentimientos de lo que pasó en su primera mediación con Juwon llegaron a él como si quisieran recordarle lo que debía hacer en ese momento que tenía la oportunidad de hacerlo.

Jungkook ha sido tan sincero con él, lo ha llevado a un lugar especial en el que se sentía cómodo, por lo que no podía evitar sentirse mal por no ser tan sincero como él respecto a lo que pasaba en su vida, era un detalle importante que debía mencionar antes de continuar con lo que sea que ellos tuvieran.

—La verdad es que si, no estoy en mi mejor momento, así que gracias por traerme aquí —dijo con la mirada puesta en sus manos sobre su regazo, sintiendo su corazón latir fuerte, aterrado por la posible reacción de Jungkook.

—¿Por qué? —preguntó Jungkook en voz baja, Taehyung hasta podía sentirlo más cerca de lo que estaba antes—. Solo si quieres decirme, pero no tienes hacerlo. No sientas que me debes algo a cambio.

—Creo que es importante decirlo ahora —masculló antes de tragar en seco—. Estoy... saliendo de una relación de muchos años, digamos que el proceso es un poco agotador.

—Oh —musitó Jungkook algo atónito por su confesión—. ¿Por eso ya no tienes ese anillo en tu dedo? —se atrevió a preguntar.

—Más o menos —contestó Taehyung sorprendido de que lo haya notado—. Pero ya no estamos juntos él y yo, hace mucho tiempo que dejé de ser feliz con él, quizás nunca lo fui y solo me convencí de que sí. Cuando te acostumbras a alguien, confundes la comodidad con amor.

Jungkook se quedó en silencio sin saber que decir exactamente, era evidente que esa relación de Taehyung fue algo realmente serio si tuvo un anillo en su dedo, lo que no sabía con exactitud era que tanto. Pero no era necesario que el dijera mucho como para saber que con quien sea que haya estado, fue una relación comprometedora.

Por otro lado, Taehyung ni siquiera se atrevió a mirar a Jungkook a los ojos por miedo a ver su reacción.

—Se lo que es salir de una relación, solo acepta esos sentimientos y sigue adelante —musitó Jungkook, peinado el flequillo de su frente.

—Amor es lo menos que había, eso te lo puedo asegurar —admitió Taehyung—. No es que lo odie, pero está logrando que esté muy cerca de hacerlo.

Al menos pudo confirmar que Taehyung estaba soltero, recientemente sin pareja y que efectivamente si le gustaban los hombres, no era solo el coqueteo de siempre que usaba con todo mundo. Aun así, no sabía en qué situación estaba realmente para dar el siguiente paso, temía que las preguntas que llegaban a su mente en ese momento fueran hostigantes para su cita.

Se encontraba haciendo precisamente lo que Seokjin le dijo que no hiciera, pensar mucho las cosas, por lo que ahora había un silencio entre ellos imposible de ignorar. Solo tenía esa duda en la cabeza de si era propicio continuar con lo que apenas empezaban, que indiscutiblemente no era una relación solo de amigos.

—Imagino que es muy reciente como para bajar tus ánimos de esa manera —consideró Jungkook, logrando que Taehyung finalmente lo mirara a los ojos.

—No, bueno oficialmente si es reciente, pero digamos que llevamos mucho más de tiempo alejados —explicó Taehyung, viendo como el pelinegro solo asentía con la cabeza.

Notó su pecho subir y bajar luego de un suspiro y sintió todo su cuerpo debilitarse cuando Jungkook ladeó su cabeza para mirarlo, no estaba sonriente, claro que no lo estaría.

—Seré sincero contigo —masculló acercándose más a su cuerpo, de manera que sus rodillas se rozaban—. Me gusta pasar tiempo contigo, y si tú te sientes igual me gustaría seguir viéndonos... así, puedo entender a un corazón roto porque el mío también lo estuvo alguna vez y se lo que es querer mantener tu mente ocupada todo el tiempo, para olvidar.

Comprensión es todo lo que Jungkook le ha demostrado desde el día uno, puede que el fuera más joven, pero su manera de hablar era tan madura. Le encantaba ver esta faceta de guitarrista, más confiado y menos tímido respecto a sus pensamientos. Eso quería decir que estaba entrando en confianza o que ya lo estaba, lo cual le gustaba aún más.

—Me encantaría seguir viéndonos fuera del bar, pero hay algo más que...

En el instante que tuvo la intención de contarle sobre el divorcio ahora que tenía la oportunidad y que Jungkook ha reaccionado bastante bien en comparación con lo que tenía en mente que seria, una llovizna llamó la atención de ambos, haciendo que el pelinegro a su lado se pusiera de pie rápidamente.

—Joder, deberíamos volver antes de que empiece a llover más fuerte.

Volvieron su camino devuelta al lugar donde dejaron la moto estacionada, apenas estaba lloviznando cuando pusieron sus pies al final de las escaleras de piedra. Con una sonrisa a medias, Jungkook ayudó a Taehyung a subirse a la moto y condujo con más cuidado debido a que la calle ya estaba húmeda.

—Sujétate fuerte de mi—le pidió Jungkook con el ceño levemente fruncido debido a las luces altas de los autos.

Taehyung prácticamente abrazó su espalda y apretó su mejilla contra su espalda con los ojos cerrados, hasta que sintió como la lluvia empezó a incrementar y estuvieron debajo de un aguacero, lo que hizo que el castaño chillara entre risas.

—Iremos a mi casa, está más cerca y no parece que vaya a parar ahora —dijo en un tono de voz más alto para que él lo escuchara, a lo que Taehyung solo gritó un "si".

A medida que se fueron acercando más al apartamento de Jungkook, mas fuerte era la lluvia, ya estaban completamente bañados. Taehyung vio a Jungkook estacionar la moto en su aparcamiento, pudo haber corrido a la entrada, pero en cambio tomó la mano de Jungkook, a quien sorprendió, y lo arrastró consigo a la calle.

—El agua está fría, nos podemos enfermar —comentó Jungkook al ver que la intención de Taehyung era bañarse bajo la lluvia.

—¡Oh vamos, Jungkook! —contestó riendo.

Jungkook solo lo vio con una sonrisa sin mostrar sus dientes, perdido completamente en la silueta de Taehyung, en como su ropa empapada se ceñía a su cuerpo, dejándolo poco a la imaginación, de lo que no se quejaba en absoluto. La manera en la que sonreirá y abría su brazo libre, echando su cabeza hacia atrás con el cabello cayendo hacia atrás por inercia.

El, él no podía dejar de míralo, de ver como sus manos aún seguían juntas con la lluvia torrencial cayendo sobre sus cuerpos.

Aunque Taehyung es una persona que se preocupa mucho por lo que proyecta, por su vestimenta y lo que la gente pueda pensar de él, en ese momento se tomó la libertad de ser más espontáneo, porque todo lo que quería en ese instante era divertirse con Jungkook. Si su ropa se ensuciaba, si se mojaba el cabello, es lo que menos le importaba.

—Aprovechemos que la calle está limpia ¿no es divertido? —cuestionó dejando ir la mano de Jungkook mientras abría sus brazos y giraba sobre sus talones.

Jungkook intenta seguirle el paso cuando este saltaba en los charcos de agua riendo y dando vueltas de un lado a otro, como un niño que se baña bajo la lluvia por primera vez, explorando todo lo que pudiera. No puede evitar reír al ver lo emocionado que estaba por la lluvia, no estaban tan cerca, pero tuvo que correr hacia el cuándo estuvo a punto de resbalarse.

Su mano terminó alrededor de la cintura de Taehyung, quien dejó de reír en el momento que su mirada se encontró con la Jungkook, su cabello largo chorreando; estaban tan cerca que si se acercaba un poco más podría llegar a tocar a sus labios, pero cuando el pensamiento cruzó por la mente del castaño, el chico se alejó algo sonrojado y sugirió que subieran al apartamento.

—Perdón, no es el mejor lugar de Gangnam, pero es lo más barato y cómodo —masculló Jungkook al poner el código en la puerta de su apartamento.

—No te preocupes por eso —le aseguró Taehyung.

Cuando estuvieron dentro del apartamento, el castaño se rio al dejar sus zapatos en la entrada, riendo por lo empapados que estaban. Mientras que Jungkook se adelantó hacia el interior del apartamento, se pone nervioso que tiene algunas cosas fuera de lugar en su sala de estar. Taehyung lo escucha atento cuando este le muestra donde queda el baño a pocos pasos de la entrada, lo vio liberar su cabello por completo al mismo tiempo que se alejaba, lo que le permitió mirar a su alrededor.

La casa de Jungkook era pequeña, pero bastante acogedora, simple y con una decoración minimalista y bien cuidada. La cocina compartía su espacio con la sala de estar era un espacio pequeño para una persona conformado por las cosas básicas, pero en versiones más reducidas, una estufa eléctrica de mesa de dos hornillas, la meseta blanca del pequeño desayunador que hacia la función de una mesa para dos.

No pudo seguir mirando cuando Jungkook llegó a su lado extendiéndole ropa y una toalla que podrá usar en cuanto se duchara.

—Con esto estarás más cómodo —dijo con cierta timidez en su tono de voz. Taehyung solo asintió en respuesta.

El baño estaba cubierto por azulejos blancos en las paredes, junto a la bañera se encontraba el lavamanos flotante detrás de este un murito alto en el que descansaba un frasco blanco con cepillos de dientes, desodorante, perfume y algunas cremas para el rostro.

Taehyung se miró en el espejo de forma ovalada sobre el lavamanos, se deshizo de su ropa y se metió debajo de la ducha.

En el instante que Taehyung se metió a la ducha, Jungkook se apresuró en limpiar las cosas que tenía esparcidas en medio de la sala, maldiciendo por lo bajo por haber dejado el apartamento de esa manera. Estuvo a punto de recoger las hojas que tenía sobre la mesita auxiliar frente al sillón, pero dejó de hacerlo cuando escuchó a Taehyung salir del baño.

Volteó a verlo y una sonrisa apareció en su rostro cuando vio que su ropa le quedaba grande, tenía una camiseta blanca lisa que había arremangado en las orillas de los brazos y un pantalón beige que parecía caérsele de la cintura. Era lo más cercano a algo sencillo y casual que le ha visto usar.

—Creo que necesito un alfiler —consideró Taehyung.

Aún con esa sonrisa en su rostro, Jungkook buscó en la cajita que tenía sobre su escritorio en medio del ventanal y el sillón.

Antes de Jungkook poder entrada al baño, ambos se dedicaron una sonrisa, lo que distrajo a Taehyung mientras este hacía su camino al interior del baño vio como la camiseta negra se pegaba a su espalda, de una manera que solo traía a la mente de pensamientos que por suerte Jungkook no podría escuchar porque moriría de vergüenza si él supiera que estaba pensando en lo sexi que es.

Quiso chillar al recordar haber dejado toda su ropa mojada sobre el muro del interior de la bañera, solo llegó a su mente que lo primero que Jungkook vería sería su ropa interior.

Intentó quedarse tranquilo en un lugar, pero luego escuchó el sonido de la regadera y solo podía pensar en Jungkook riendo al ver su ropa interior, le avergonzaba tanto, que se maldijo mentalmente. Hace tanto tiempo que no hacía ese tipo cosas con nadie más no fuera Juwon, que ahora recordaba lo que es estar realmente soltero e interesado por alguien.

Rondó frente a la puerta del baño, ansioso, se detuvo en seco cuando la puerta se abrió dejando a la vista a Jungkook solo con un par de pantalones parecidos a los que él tenía puesto. Se quedó estupefacto ante la imagen que tenía en frente, su pecho estaba al descubierto, con gotas de agua cayendo sobre sus hombros y deslizándose por su pecho bien ejercitado.

Lo observa de arriba a abajo, olvidándose por completo de su ropa. Su mente solo tenía tres palabras en mente: Sexy, sensual y oh Dios mío.

Jungkook ve como esté lo escanea de arriba a abajo, él pretendía salir corriendo a buscar la camiseta que olvidó en su habitación, no contaba con que se encontraría a Taehyung frente a la puerta del baño, nervioso. Los papeles parece que se habían invertido porque el sonrojado era el, lo que le parecía aún más divertido.

—O-olvidé m-mi ropa interior —dijo tartamudeando, con su mirada aún en el abdomen de Jungkook.

—Olvidé mi camiseta —replicó en un tono de voz bajo y mucho más grave de lo que Taehyung estaba acostumbrando a escuchar de la voz del pelinegro frente a él.

Su corazón latía con fuerza contra su pecho, tanto que temía que Jungkook pudiera escucharlo, ya había hecho el ridículo al dejar su ropa en el baño y tartamudear solo por ver un cuerpo semidesnudo y húmedo por la reciente ducha. Taehyung no encuentra que más decir o que hacer, su mirada viaja desde sus manos con las venas algo alteradas, recorrió todo su brazo hasta llegar a sus hombros, admirando detenidamente el arte de sus tatuajes que llegaba hasta su hombro.

—¿Se te perdió algo en mi cuerpo? —cuestionó Jungkook al ver como él contrario no dejaba de estudiarlo, sin moverse un solo centímetro.

—No estás desnudo, pero puedo decir que no tienes ese peso que mencionaste aquella vez —admitió Taehyung recordando las palabras de Jungkook cuando este le dijo que debería verlo desnudo para saber si estaba subiendo de peso o no, lo cual podía confirmar en ese momento.

Cuando finalmente hizo contacto con los ojos del mayor, fue aún peor, porque este tenía el cabello mojado completamente suelto, casi sobre sus hombros. Una imagen que querría guardar en su cabeza por siempre.

—Es porque me ejercito mucho —dice Jungkook entrando al baño para buscar la ropa interior de Taehyung que había dejado en el lavamanos en cuanto vio donde el mayor la había dejado.

Jungkook pasó junto al castaño que seguía en el mismo lugar, dejó la ropa en una cesta sobre la encimera junto a la lavadora da una puerta. Taehyung solo lo siguió con la mirada en la espalda ancha del menor.

—Estas bastante ejercitado, por lo que puedo apreciar —comentó viendo como bíceps se contraía cuando movió la cesta con toda la ropa húmeda dejándola junto a él en la encimera.

Se encontraban en el espacio reducido de la cocina, algo de lo que no se quejaba en ese momento, mucho menos cuando Jungkook dejó de darle la espalda. Han pasado más de cinco minutos y el seguía frente a él semidesnudo, lo que empezaba a causarle un sentimiento que no quería sentir en ese momento, no cuando aquella era su primera cita oficial y sabia lo compulsivo que era cuando se dejaba llevar por las emociones.

Sentía que cruzaría la línea si se acercaba más a Jungkook o si se atrevía a hacer lo que ha tenido en mente desde que estaban en el mirador, pero la mirada del pelinegro y lo que decía no le ayudaban a sus pensamientos y mucho menos que a su corazón acelerado.

—¿Te gusta lo que puedes apreciar? —preguntó Jungkook, por primera vez sintiéndose orgulloso con lo que podría presumir, aun cuando nunca lo hacía con los demás, por la manera en la que Taehyung lo miraba quería permanecer de esa manera hasta que uno de los dos hiciera algo.

—Mentiría si dijera que no —expresó Taehyung, dejando salir su lado coqueto que ha estado oculto bajo sus mejillas sonrojadas—. ¿No piensas... ponerte algo encima o dormirás así? —preguntó a pocos pasos de Jungkook.

—Lo estoy considerando ahora que sé que te gusta lo que ves.

—Te puede dar frío —consideró Taehyung en un tono de voz más bajo, más seductor.

—No importa —respondió Jungkook con una sonrisa ladina, sin alejarse de la cercanía que tenia del cuerpo del castaño, quien lo observó con la misma sonrisa y se inclinó levemente para acercarse más a Jungkook.

—Así que te quedarás semidesnudo ¿solo para mí? —cuestionó Taehyung humedeciendo sus labios.

—Así es, ¿eso te molestaría? —cuestionó con su mirada el movimiento de sus labios, notando esa sonrisita coqueta, y ese lunar en la esquina de su labio inferior.

—En realidad, eso me encantaría —respondió Taehyung esta vez mordiéndose el labio con la mirada puesta en el pecho de Jungkook, en los lunares de su rostro especialmente ese que tenía debajo de su labio inferior, el piercing alrededor de este.

Nunca había deseado tanto besar unos labios, como los de él. Podría besarlo en ese momento y terminar con la tensión entre el poco espacio que quedaba entre sus cuerpos.

La mirada de ambos estaba en los labios entreabiertos del otro, sus cuerpos estaban cerca, pero no lo suficiente como para hacer contacto de labios, por lo que Jungkook dejó de pensar con claridad en ese instante y lo tomó de la cintura, una acción que sorprendió a Taehyung, levantó su mirada para ver como el chico mantenía la mirada en su boca.

Aun con la mano en su cintura y sus cuerpos tan cerca que podían sentir la respiración del otro, Jungkook paso su pulgar por el labio de Taehyung, eso y el fuerte agarre de Jungkook fue lo que hizo que este dejara salir un jadeo bajito, casi involuntario, pero del que no se avergonzó; que supiera lo que le hacía sentir tan solo con un toque.

Sus narices llegaron a rozarse e incluso ambos cerraron los ojos; una mano de Jungkook en la cintura de Taehyung, otra en su mejilla, mientras que Taehyung tenía sus manos en las caderas del hombre que estuvo a punto de besarlo hasta que el sonido insistente de su móvil interrumpió lo que pudo haber sido su primer beso.

—Te lo debo, lindo —masculló Jungkook alejándose lentamente de su cuerpo.

Todo lo que sintió fue un suspiro de Jungkook cerca de sus labios entreabiertos, listos para ser besados por los suyos. Se aseguró que, si lo hubiese hecho antes, Jungkook ni siquiera hubiera considerado contestar esa llamada.

Aun podía sentir el cosquilleo en sus labios cuando este lo acarició con lentitud, como si estuviera pidiéndole permiso para besarlo. Si tenía la oportunidad de tener otro momento así con él, lo besaría, probaría sus labios finos y rosados, probablemente sentiría del arete en su labio durante el beso y de pensarlo eso solo incrementaba sus ganas de hacerlo.

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