XVIII. Te soñé

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Canciones del capítulo:
Te esperaba de Carlos Rivera
Small Bump de Ed Sheeran

Sí, soy aquel que desde siempre te esperaba. Puedo admitir que aunque fuera una locura no dudaba. Sí, en mi corazón tu espacio yo guardaba y ahora que estás aquí, veo el amor convertido en ti —Carlos Rivera.

Semanas después de haber llegado a Londres, visitaron el Manchester City Council Adoption Services, un centro que trabajaba en conjunto con Adoption Counts, un servicio que tenía buenas reseñas acerca de la adopción en parejas del mismo sexo, el mismo lugar que Jungkook encontró cuando Taehyung estaba a punto de tirar la toalla.

Estaba lejos de Londres, a casi cuatro horas en auto para ser exactos, pero era un viaje que ellos estaban dispuestos a hacer con tal de conseguir la adopción.

Ambos estaban muy nerviosos, no lo iban a negar, pues eran conscientes de las miradas y los juicios que a veces recibían como pareja, pero también seguros de que su amor y deseo de ser padres superaba aquellos comentarios negativos que seguían recibiendo en las redes sociales gracias a la vida expuesta que tenia Jungkook.

El proceso no era fácil, ellos ya lo sabían porque han estado allí en más de una ocasión. Legalmente, ya eran esposos, lo cual les ayudaba bastante, además de que Adoption Counts no tenia tantos requisitos como los demás lugares donde les negaron la adopción, así que en ese sentido ya estaban ganando.

Tras presentar el formulario y todas las cosas necesarias para iniciar el proceso, les explicaron que tendrían que pasar por un extenso proceso de evaluación, que incluiría entrevistas, análisis de su hogar, su relación de pareja, su estabilidad emocional y su motivación para adoptar.

Todo eso se convirtió en realidad cuando estuvieron por un tiempo siendo exhaustivamente evaluados, como ya lo habían estado antes, solo que aquella ocasión se sentía un tanto diferente.

Cuando la idea de tener un hijo se volvió cada vez más real, buscaron una nueva casa con la que pudieran ser evaluados y salir victoriosos esta vez. Se mudaron a una casa que era ideal para ellos formar una familia, a tan solo 28 minutos de Marylebone, donde se encontraba el apartamento que Taehyung alquiló en cuanto se establecieron en su nuevo hogar, mismo en el que estarían por un largo tiempo.

La casa estaba en una zona con lindos campos, alejada de la carretera con un camino de grava y aparcamiento para varios coches. En cuanto la vieron, supieron que era el lugar ideal por lo espaciosa y acogedora que era.

Fueron recibidos por una escalera alfombrada que daba hacia el primer piso, entrando por el espacio entre la escalera y la pared, a la izquierda se encontraba la elegante sala de recepción con techos altos y ventanales de tres, la chimenea de época le daba más calidez al espacio.

Junto a la sala de recepción cruzando las puertas que los dividía, se encontraba la sala de estar con suelos de madera y puertas de cristal que daban a la gran cocina y comedor. La cocina Bulthaup tenía una isla central o barra de desayuno.

Les gusto que el área de la cocina fuera de isla abierta e incluso más espaciosa que las salas ya que estaba diseñada para que compartiera espacio con el comedor. Pero de todo en la casa, aparte de las cinco habitaciones, amaron que la cocina/comedor estaba llena de luz natural que provenía de tragaluces y puertas corredizas de vidrio ancho que daban al jardín y patio exterior, mismo que era lo bastante grande como tener una terraza, poner una piscina e incluso tener un perro y quedaba espacio.

La sensación de aislamiento y privacidad era todo lo que ellos necesitaban en ese momento.

Una vez se instalaron en su nuevo hogar que fue llenado con más muebles para hacer de aquel lugar, seguro y cálido, no solo para la trabajadora social que estaba a cargo de su informe de evaluación, sino para ellos mismos y su futuro hijo.

Finalmente, fueron aprobados por el panel de adopción. El camino que les quedaba por recorrer era poco.

El proceso de emparejamiento con un niño no se tardó mucho, ellos tenían claro que querían un niño con un año o menor de año. Sabían que los bebés eran bastantes demandantes en cuestiones de adopción, pero de todos modos le dijeron al centro de acogida cuáles eran sus preferencias en cuanto a género y edad como parte de los requisitos que debían completar, sin embargo, estaban abierto a cualquier niño que necesitara una familia.

Ambos estaban dispuestos a adoptar a un niño con necesidades especiales, no presentaron muchas exigencias pues después de todo no era como ir y elegir a quien quisieran, en cambio el centro de acogida los emparejaba con un niño que necesite ser adoptado.

Una tarde, mientras Taehyung cocinaba y Jungkook tenía una reunión con la agencia coordinando una entrevista a una revista en la que Blue Notes estaría en la portada, recibieron un mensaje del centro de acogida.

—Entonces, ¿yo tendré la sesión de fotos aquí y ellos se encargarán del resto? —preguntó Jungkook sentando en la mesa de comedor, con Taehyung cocinando frente a él.

—Así es, te estaremos dando los detalles de la persona que estará contigo durante el proceso —declaró Namjoon—. La agenda de la semana ya está revisada, la haré llegar al grupo para que estés al tanto.

—Perfecto, estaré pendiente entonces.

El resto de los ejecutivos en pantalla asintieron y se despidieron antes de colgar. En cuanto cerró la laptop vio como la cocina empezaba a llenarse de humo y como Taehyung estaba con la mirada fija en el móvil, por su expresión supo que se trataba de algo muy bueno.

—Miel, se te quema el sartén —expresó Jungkook algo alarmado mientras apagaba todas las hornillas de la estufa.

—Perdón es que... —susurró con su mirada puesta en el teléfono—. Míralo por ti mismo.

Jungkook tomó el teléfono en sus manos y leyó el mensaje donde el centro de acogida les informaba que eligieron para ellos un bebé de apenas un mes de nacido. En ese mismo momento recibieron un archivo adjunto en donde pudieron ver todos los detalles sobre la historia del bebé y sus necesidades.

—Es muy pequeño —susurró Jungkook al ver las fotografías del bebé—. Tiene las mejillas enrojecidas.

—Es un bebé como queríamos, puede que sea difícil ser padres de un recién nacido, pero sería más fácil establecer vínculo con el que con un niño que ya esté en una edad avanzada —comentó Taehyung colocándose junto a Jungkook mientras deslizaba su dedo por la pantalla—. Además, si el centro de acogida lo quiere emparejar con nosotros, es porque las características del bebé van con nuestro estilo de vida.

—Aquí dice que es de padres coreanos, nacido en Manchester, supongo que será igual tú con doble nacionalidad —susurró Jungkook concentrado en leer el expediente del bebé.

—Tiene unos ojos grandes y bonitos —señaló Taehyung una de las fotografías, lo que hizo que Jungkook sonriera.

—¿Y por qué tiene las mejillas así de rojas? —cuestionó Taehyung tratando de leer el resto de la información.

—Tiene dermatitis atópica —masculló Jungkook—. Al parecer es una condición especial que el centro de acogida no puede costear, el costo de los productos de cuidado y las visitas médicas superan los recursos disponibles para cada niño.

Taehyung asintió entendiendo la razón de que ellos estuvieran dándolo en adopción así de rápido.

—Necesita cuidados especiales que ellos no pueden darle en su totalidad —entendió Taehyung con la mirada en la primera imagen que encabezaba el documento.

—Pero nosotros si —indicó Jungkook ladeando su cabeza para mirar a su esposo a los ojos.

—¿Quieres ir a conocerlo? —preguntó Taehyung mirándolo expectante y con algo de duda.

—Sí, ¿tú no? —preguntó Jungkook.

—Sí, claro que quiero. No es nada grave que tenga una condición en la piel, podemos ocuparnos de eso, ¿cierto?

—¿Te preocupa?

—No, me da miedo no saber cómo cuidarlo, ¿y si hay alguien que puede darle mejores cursivos que nosotros? Alguien que tenga experiencia con bebés, no unos padres primerizos como nosotros.

—Miel, no pienses negativo —le pidió Jungkook dejando el Móvil sobre la encimera para tomar sus manos—. Piensa que hay nadie mejor que nosotros, estamos muy bien económicamente y siempre tendremos ayuda de los médicos para cuidarlo. Yo también tengo miedo de ser papá, pero es lo que tu y yo queremos.

—Tienes razón —masculló apretando sus manos—. Digámosle que queremos conocerlo.

Aunque para Taehyung aquella no era su primera vez en un proceso de emparejamiento con un bebé, no dejaba de sentirse nervioso al respecto ya que es lo más lejos que han llegado él y Jungkook.

Ambos esperaban en una sala de visitas pequeña, pero acogedora, con varios sillones y juguetes. Jungkook sostenía la mano de su esposo igual de nervioso por su primer encuentro con quien podría llegar a su hijo. Tan solo la simple idea de imaginarse como padre era tan increíble como lo era el ser esposo de Taehyung.

Antes de entrar a aquella sala, la trabajadora social les orientó sobre cómo enfrentar la primera reunión, las emociones involucradas y cómo empezar a formar un vínculo con el bebé. También les explicó que eso no significa que el proceso de adopción haya finalizado y que solo era una oportunidad para evaluar el vínculo inicial entre ellos y el bebé.

Aun así, no dejaban de preguntarse si se vería igual de pequeño como en las fotos, también como se sentirá el bebé si es que llegaban a cargarlo, ¿tendría miedo de ser sujetado por un par de extraños?, ¿y si lo lastimaban al cargarlo?, ¿si lloraba mucho?

Todas aquellas preguntas desaparecieron con la llegada del bebé en brazos de la cuidadora del centro de acogida. Ambos se pusieron de pie saludándola con una reverencia, Taehyung sintió como Jungkook apretó su mano en cuanto tuvieron al bebé frente a ellos.

Pueden cargarlo, sólo hay que tener cuidado con su piel —señaló la mujer que se mostraba sonriente.

—Cárgalo tú, tengo miedo de lastimarlo —masculló Jungkook en un tono de voz tan bajo que solo Taehyung llegó a escuchar.

El solo asintió y dejó ir la mano de Jungkook para extender sus brazos hacia la mujer que lentamente dejó al bebé sobre sus brazos.

En cuanto lo sostuvo en sus brazos, sintió una conexión inmediata con el pequeño que se removió en sus brazos haciendo una pequeña mueca, que fue desapareciendo gradualmente.

La trabajadora social se quedó en la sala en uno de los sillones que quedaba al otro extremo de la habitación, fue ella quien los animó a hablarle y empezar a formar un vínculo con el bebé.

Taehyung se sentó junto a Jungkook, quien observaba maravillado cada pequeño movimiento del niño cubierto por una manta azul.

Algo en la tranquilidad del bebé, en la pequeña sonrisa que mostró mientras miraba a Taehyung con curiosidad, les tocó el corazón profundamente. Jungkook quedó cautivado, viendo cómo el pequeño se acurrucaba cómodamente en los brazos de su esposo.

No había señal de incomodidad o de que fuera a llorar y eso animó a Jungkook a dejar su dedo índice en sus manitas abiertas que movía en el aire. Sonrió cuando este apartó la mirada del hombre que lo cargaba y fijó su mirada en él, su sonrisa se agrandó cuando apretó su dedo índice en su pequeño puño.

—Es tan hermoso —susurró Taehyung sin dejar de mirar al bebé que esbozaba una sonrisa—. Y tan pequeño.

—Lo es —respondió Jungkook con una sonrisa, tocando suavemente la mano diminuta del niño—. Creo que él nos ha elegido.

Ambos compartieron una mirada cargada de emoción y esperanza, sabiendo que ese bebé podría convertirse en su hijo.

El niño tenía sus mejillas rojizas, su cuello también lucía un poco escamosa. Ninguno dijo nada al respecto, pues ya sabían cuál era la condición del bebé. Sus ojos eran redondos y sus labios tenían forma de corazón en la parte superior, su cabello negro resaltaba su tono de piel blanca.

—Eres un pequeño travieso, mira como sonríes —le habló Jungkook más confiando que antes—. ¿Estás feliz?, ¿por eso la sonrisita?

Como si pudiera entenderlo, el pequeño se removió en los brazos de Taehyung y apretó el dedo de Jungkook. Lo que por supuesto les sorprendió a ambos.

—Nosotros también estamos felices de conocerte pequeñín —susurró Taehyung en un hilo de voz.

Pronto, visitar el centro de acogida se convirtió en parte de su rutina. Todos los días o al menos tres veces por semana, hacían el viaje desde Londres hasta Manchester, ansiosos de seguir fortaleciendo su vínculo con el niño.

Cada día que pasaban con el pequeño los llenaba de alegría y grandes expectativas de poder adoptarlo, ya que todo apuntaba a que el bebé se sentía cómodo con ellos. Han jugado con él, Jungkook lo ha cargado y le ha dado de comer, incluso una vez ayudó a cambiarle el pañal con ayuda de la cuidadora y Taehyung le colocó las cremas hidratantes para evitar que este se rascara y lastimara.

Finalmente, después de lo que parecieron meses interminables de espera, recibieron la noticia que habían estado anhelando: la adopción fue aprobada.

Le entregarían al bebé, su hijo. La emoción los invadió a ambos

Taehyung y Jungkook estaban sentados en la oficina de la directora del centro de acogida, acompañados por la trabajadora social que había estado con ellos desde el principio, cuando recibieron la noticia.

Ambos se quedaron inmóviles por un momento, intentando procesar lo que acababan de escuchar. Jungkook fue el primero en sonreír ampliamente, sus ojos brillaron de emoción, mientras que Taehyung, aunque se mostró sonriente, trató de mantener la compostura, sabía que, si dejaba que sus emociones tomaran el control en ese momento, no podría detenerse.

Mientras firmaban los documentos legales que les otorgaban la custodia del bebé, sus manos temblaban levemente. Aquel era el momento que tanto habían soñado, del que hablaban todas las noches antes de dormir. "¿Te imaginas que tengamos un bebé pequeño en casa llorando y que uno de los dos tenga que despertarse a calmarlo?, "¿Te imaginas a ese pequeño niño corriendo por toda la casa, creciendo frente a nuestros ojos?", ¿Te imaginas que nos den la adopción, tendremos un hijo?".

Tendrán un hijo y ya no estaba dentro de esos "¿Te imaginas?" Era una realidad para ellos y ahora solo faltaba un paso más: completar la declaración formal del bebé como su hijo.

Todavía tenía que elegir un nombre, algo de lo que nunca hablaron para no hacerse muchas ilusiones de tener la adopción o terminar decepcionados si no la obtenían.

Muchas gracias por la oportunidad de ser padre —agradeció Jungkook mientras se despedían—. Significa mucho para nosotros.

Estamos seguras de que ese pequeño estará en buenas manos, serán padres maravillosos —respondió la directora.

Nos vemos dentro de un par de días para que se lleven el bebé a casa —expresó la trabajadora social dándoles las manos antes de que estos se fueran.

El viaje de vuelta a Londres fue silencioso. Taehyung no pronunció una sola palabra, estaba completamente inmerso en sus pensamientos. Jungkook lo observó de reojo, entendiendo que su esposo estaba procesando el momento.

Cuando llegaron a casa, fueron directamente a la habitación que eligieron para su hijo. La recámara estaba vacía, únicamente pintada de azul cielo y amarillo, no se precipitaron a comprar nada hasta tener la adopción aprobada y firmada por ellos.

Ahora mirando aquella habitación vacía, por primera vez la visualizaron con una cuna, los juguetes, la mecedora y estrellas en el techo.

Taehyung no pudo contener más su emoción. Las lágrimas que había contenido durante todo el proceso, finalmente comenzaron a caer.

Jungkook lo abrazó de inmediato, sosteniéndolo con fuerza mientras sentía cómo el cuerpo contrario temblaba. Taehyung escondió su rostro en el pecho del guitarrista, dejándose llevar por el torrente de sentimientos.

A través de las lágrimas, los recuerdos de su primer rechazo volvieron a su mente, cuando después de haber establecido un vínculo con otro bebé, se le negó la adopción. Recordó aquellas noches que pasó llorando en silencio en aquella habitación de bebé, deseando ser llamado "papá", solo para que ese sueño se le escapara entre los dedos una y otra vez.

Durante mucho tiempo, pensar en tener un hijo se convirtió en un sueño doloroso, algo que prefería evitar para no sentir la decepción. Pero ahora, con Jungkook a su lado, todo era distinto. Lo habían logrado. Y la felicidad que sentía en ese momento lo llenaba por completo.

Jungkook no pudo evitar llorar también. Sosteniendo a Taehyung con fuerza, sintió en cada lágrima de su esposo la lucha que había atravesado, todas las veces que casi se rindió y perdió la esperanza. Sabía cuánto significaba para Taehyung ser llamado "papá", y sabía cuántas veces había visto a su esposo en la oscuridad de la duda, pensando que ese sueño nunca se haría realidad.

Ahora, lo había logrado, lo habían logrado juntos.

Después de unos minutos, Jungkook se apartó con cuidado, levantando el rostro de su esposo con sus manos y limpiando sus lágrimas con el pulgar. Taehyung, aun llorando, le devolvió la sonrisa y con ternura, limpió también las mejillas húmedas del pelinegro.

—Te dije que lo lograríamos juntos —murmuró Jungkook, sujetando con cariño el rostro de su esposo.

—Gracias, honey —masculló Taehyung entre sollozos—. Gracias por no rendirte cuando yo lo hice y por ayudarme a cumplir mi sueño de ser papá.

—Nuestro sueño. Es de ambos, miel —respondió con firmeza—. Tus sueños son los míos. Y los míos son los tuyos. Somos uno en esto, ¿sí?

—Sí —susurró Taehyung.

Después de un momento más de silencio, Jungkook acarició el dorso de la mano de Taehyung y le sonrió antes de decir:

—¿Te parece que arreglemos la habitación para darle la bienvenida a nuestro hijo?

Taehyung asintió y su sonrisa se agrandó tras las palabras de Jungkook: "Nuestro hijo".

Durante una semana, pasaron tardes enteras arreglando la habitación del bebé, decorando las paredes y asegurándose de que todo estuviera perfecto para la llegada de su hijo.

Su madre, como siempre, ayudó en la decoración, sólo que esa vez lo hizo como regalo para su primer nieto. Taehyung estaba especialmente emocionado, seleccionando cada detalle con cuidado, desde la cuna hasta los juguetes y la ropa.

—¿Qué nombre le pondremos? —preguntó Jungkook mientras ambos estaban en la habitación del bebé, organizando una pequeña estantería de libros infantiles.

Taehyung se detuvo un momento, mirando al móvil colgante que acababa de colgar sobre la cuna.

—He estado pensando en eso —dijo lentamente. —Quiero que tenga un nombre que honre tanto su origen asiático como su nueva vida aquí.

—¿Qué tal Jiho? —sugirió Jungkook—. Es un nombre coreano fácil de pronunciar aquí en el Reino Unido.

Taehyung asintió, pensativo.

—Jiho me gusta. ¿Y el apellido? —preguntó con una sonrisa traviesa.

—Tendrá ambos apellidos, el tuyo y el mío —respondió Jungkook sin dudar. —Es nuestro hijo, después de todo.

Taehyung sonrió emocionado. La idea de que ese pequeño bebé llevaría sus apellidos, que formaría parte de su familia, lo llenaba de una alegría indescriptible. Se acercó a Jungkook y lo abrazó con fuerza.

—Jiho —susurró Taehyung contra el cuello de su esposo, sintiendo la calidez de su cuerpo. —Nuestro pequeño Jiho.

Jungkook lo abrazó de vuelta, sabiendo que pronto, muy pronto, serían una familia de tres.

Y mientras arreglaban los últimos detalles de la habitación, ambos se dejaron llevar por la felicidad de lo que estaba por venir, sabiendo que estaban a punto de vivir la aventura más grande y hermosa de sus vidas: la paternidad.

La llegada del bebé a casa fue tranquila y emocionante. Jeon Kim Jiho parecía estar igual de feliz que ellos de estar en su nuevo hogar, ya que este no dejó de moverse en su silla mecedora mientras Taehyung acomodaba la mesa para recibir a su familia.

Lo escuchó balbucear mientras movía sus manitas frente a los peluches pequeños que colgaban en su cuna mecedera. Apenas tenía tres semanas en casa y en esas semanas se ha portado bastante tranquilo, así que él tenía la confianza de dejarlo allí bajo su vigilancia desde la cocina.

En esos pocos días, Jungkook y él se aseguraron de llevarlo con un pediatra dermatólogo para cuidar bien de su piel sensible. Así que establecieron una rutina de baño para Jiho con agua tibia y aceites para calmar su picazón, algo que no les gustaba era ver cómo esté a veces despertaba en la madrugaba sollozando y rascándose el cuello y las mejillas.

Con ayuda del tratamiento que tenía y las visitas de rutina con el doctor, ellos confiaban que su bebé estaría bien y que no despertaría en las noches porque le picaba todo el cuerpo.

—Es Jiho, por segunda vez en la noche —masculló Jungkook con voz ronca al escuchar el llanto del bebé a través del monitor.

—Yo voy, duerme más. Tienes una grabación temprano —masculló Taehyung saliendo de la cama con cuidado.

Taehyung caminó por el pasillo hasta llegar a la habitación de Jiho, a quien sostuvo en sus brazos al verlo sollozar desconsoladamente.

—Ya, papá está aquí —susurró meciéndolo de un lado a otro, pero este no dejó de llorar.

—¿Te pica otra vez? —cuestionó Taehyung dejándolo sobre su cambiador de pañal, revisándole todo el cuerpo, no vio nada muy alterado, pero Jiho seguía llorando, lo que empezaba a desesperarle.

—¿Tienes hambre?

Taehyung lo cargó con cuidado y bajó con él a la cocina sacó la fórmula que aún tomaba de la nevera. No dejó de merecerlo sujetándolo con una mano, pero su llanto lo tenía tan nervioso que apenas podía preparar el biberón con una mano.

—¿Por qué llora tanto? —La voz adormilada de Jungkook llamó su atención.

—Sigue durmiendo, honey —le pidió Taehyung mientras mecía a Jiho y trataba de concentrarse en preparar el biberón con fórmula para su hijo.

—No creo poder dormir si nuestro hijo llora de esa manera, miel —admitió tomando el frasco de fórmula de las manos temblorosas de su esposo—. Prepara la leche y yo trataré de calmarlo, dámelo.

Jungkook sujetó al pequeño en sus brazos y se movió de un lado a otro con el niño pegado a su pecho. No dejó de moverse mientras cantaba una melodía suave de una de sus canciones acústicas, hasta que su llanto fue calmándose, pero no dejó de llorar hasta que Taehyung volvió a cargarlo y darle de comer.

—Tenía hambre —susurró Taehyung al ver como su hijo succionaba el biberón y lo miraba con los ojos entrecerrados mientras intentaba sujetar el biberón con sus puños cerrados.

—Creo que lo mejor es que duerma con nosotros, se está despertando muy seguido —sugirió Jungkook—. Llevaré su moisés a nuestro cuarto.

—Yo subiré en cuanto vuelva a dormirse —susurró Taehyung aun sentando en la mesa de comedor donde la luz de una de las lámparas que colgaban sobre él desayunador de la cocina los iluminaba—. Puedes seguir durmiendo, honey.

—Tú también debes descansar.

—No tengo nada que hacer mañana, tú si —señaló Taehyung.

—De acuerdo —masculló besando la frente de Jiho y los labios de Taehyung antes de volver a la habitación.

Aquella tarde la risa de Jiho llamó la atención de Taehyung cuando se dio la vuelta para entrar en la cocina, fue entonces cuando vio a Jungkook cargarlo en sus brazos y llenarlo de besos, lo que causaba la risa escandalosa de su hijo.

—¿Si había hielo? —preguntó Taehyung.

—Sí darling, pero lo olvidé en el coche —expresó recibiendo el beso de Taehyung en su mejilla—. Quería venir a ver a mi pequeño botoncito de oro.

—¿Y todo lo demás? —cuestionó Taehyung apartándose de su lado.

—Está todo en el auto, iré a buscarlo —replicó dejando a Jiho en su lugar.

Su familia llenó su casa a las pocas horas, llegando con muchos regalos para Jiho. Era la primera vez que ellos lo veían y cargaban, a excepción de Charlotte, que estaba familiarizada con la tranquilidad y al mismo tiempo la travesura que emanaba de Jiho con sus risitas y mirada llena de curiosidad.

Taehyung y Jungkook tuvieron miedo de que se sintiera abrumado estando rodeado de tantas personas, pero en cambio su hijo se veía bastante cómodo en medio de sus tías y primos.

Ya que era una reunión familiar para darle la bienvenida formal al bebé, Jungkook llamó por video a su familia para que fueran parte de todo el evento que estaba montando la familia de Taehyung.

Comieron, rieron, jugaron juegos de mesa mientras Jiho los observaba curioso y de vez en cuando se espantaba a causa de los chillidos de emoción cuando alguien ganaba. Taehyung lo mantuvo todo el tiempo cerca, meciéndolo en su silla incuso si tenía su atención en el juego de cartas.

Después de las semanas de adaptación, su hogar se transformó en un espacio de rutina, lleno de amor, pero también de caos típico de tener un recién nacido. Cada rincón de la casa parecía estar impregnado con la presencia de su pequeño Jiho y su vida como padres comenzaba a tomar forma.

Jungkook, a pesar de seguir siendo una celebridad y tener compromisos como productor musical, reorganizó su vida por completo. Pasaba gran parte del tiempo en casa, escribiendo o componiendo canciones en su estudio, siempre dejando la puerta entreabierta para escuchar a Taehyung y Jiho en la sala o el cuarto del bebé.

A veces se detenía a observar a su familia desde el marco de la puerta y les tomaba fotos sin que se dieran cuenta mientras Taehyung acunaba a Jiho o jugaba con él después de un baño. Esas fotos las compartía con sus amigos, quienes les exigían diario al menos tres fotografías al día de su "sobrino favorito".

Jungkook se ha dedicado a escribir canciones para otros y a producirlas también. El mismo día que su hijo llegó a casa, fue el mismo día que una de las canciones que él escribió y produjo en el estudio que operaba bajo el nombre de CTC en Londres, llegó al puesto número uno en las listas de reproducciones.

Él y sus compañeros de banda de vez en cuando hacían proyectos juntos dentro de lo cabe cuando él estaba del otro lado del mundo. No dejaron de hacer sus directos juntos y de mantener a sus fans entretenidos.

Jimin ahora era director musical y mentor de algunos ídolos nuevos, trabajando junto a su esposo Namjoon, quien era manager de un nuevo grupo parte de CTC Music. Hyun-jin firmó un contrato con la misma empresa para seguir la línea de la actuación, lo que sorprendentemente para todos se le daba bastante bien, Jungkook lo veía en series y no podía evitar presumirlo en sus redes sociales con orgullo.

Cyrus por otro lado creó su propia marca de ropa junto a una diseñadora coreana que conoció en un desfile de moda. Según el rubio, no era nada serio hasta que fue al chat grupal y escribió: "Estoy enamorado de una coreana, ahora tengo miedo de ser demasiado exótico para su familia".

Para Taehyung la paternidad se convirtió en el centro de su mundo. Decidió trabajar desde casa lo más que pudiera, revisando las cuentas del bar o gestionando asuntos desde su computadora, para poder estar presente en cada pequeño momento del crecimiento de Jiho.

Aunque ocasionalmente hacía visitas al bar, su prioridad era estar cerca de su hijo, acompañarlo en sus primeras semanas de vida, disfrutar de las risas y llantos, absorber cada minuto de esa nueva etapa.

Sin embargo, ser padres de un bebé de dos meses no era fácil. Las noches de insomnio se acumulaban, con Jiho despertándose cada pocas horas. La falta de sueño había sido una de las cosas más difíciles de manejar para ambos y había momentos en que Taehyung se sentía agotado, al borde de las lágrimas, mientras Jungkook intentaba calmar al bebé.

A pesar del cansancio, nunca se quejaban. Sabían que todo esto formaba parte de la aventura de ser padres.

Un mes después de que Jiho llegara a sus vidas, decidieron hacer pública la noticia de su hijo de una manera sutil y personal. Subieron una fotografía en sus cuentas de redes sociales donde se mostraba las manos de Jungkook, Taehyung y Jiho bajo el título: "Nuestro buttercup, Jiho".

La reacción fue inmediata. Los medios de comunicación empezaron a hablar sobre el tema. Taehyung, mientras tomaba un respiro en el sofá cuando Jiho dormía, leyó uno de los titulares: "Jeon Jungkook, líder de Blue Notes, es papá".

No pudo evitar sonreír. Lo que antes habría sido motivo de ansiedad ahora era motivo de orgullo.

Jungkook, por su parte, había dejado los comentarios de su publicación abiertos a propósito, para permitir que sus fans tuvieran un espacio donde expresar lo que sentían. Los mensajes fueron variados, algunos llenos de amor y apoyo:

"¡Felicidades a nuestro guitarrista de todos los tiempos! No puedo creer que seas papá😭"

"Jiho tiene mucha suerte de tenerlos como padres. ❤️"

Otros comentarios reflejaban sorpresa y algunas dudas, pero la mayoría de los fans aceptaron la noticia con cariño. Jungkook y Taehyung leían juntos algunos de los comentarios por la noche, mientras Jiho dormía en su cuna.

Su vida como padres seguía siendo un delicado equilibrio entre sus carreras y las necesidades de Jiho.

Jungkook continuaba produciendo música, pero pasaba más tiempo en casa que nunca, disfrutando de cada pequeño gesto de su hijo. Taehyung, cuando visitaba el bar, siempre sentía una combinación de satisfacción por su trabajo, pero también la necesidad de volver rápidamente a casa con su familia.

La paternidad había cambiado todo, pero los había unido aún más. Cada pequeño desafío, las noches en vela, los momentos de incertidumbre, solo reforzaba lo mucho que deseaban ser padres y lo comprometidos que estaban el uno con el otro y con Jiho.

Se dieron cuenta de que aunque la vida no siempre era perfecta, estaban construyendo algo hermoso juntos.

Al final de la noche, mientras Jungkook miraba por la ventana del dormitorio, sosteniendo a Jiho en sus brazos, Taehyung se le acercó y lo abrazó desde atrás. En silencio, ambos observaron cómo la ciudad de Londres brillaba a lo lejos, mientras su pequeño hijo empezaba a dormirse tranquilamente entre sus brazos.

—Le gusta que tú lo hagas dormir porque le cantas —murmuró Taehyung apoyando su cabeza en el hombro libre de Jungkook.

—Pero le gusta que lo bañes porque eres el padre divertido —respondió Jungkook.

Y así, la paternidad para ellos no era solo una responsabilidad o un reto. Era la culminación de sus sueños, el reflejo de su amor.

Para ellos la paternidad, era como el proceso de escribir una canción: comenzaba con una simple idea, una melodía que iba creciendo y tomando forma. A veces había dificultades, momentos en que las notas no parecían encajar, pero al final, el resultado era algo lleno de vida y armonía.

Su vida con Jiho era su melodía más hermosa. La mejor representación de sus miles de infinitos de amor que ahora compartían con él.

Hemos llega a la parte que tanto deseaban que llegaran, la adopción.

Finalmente Taehyung cumplió su sueño de ser padre, y lo hizo junto al amor de su  vida. Jiho les cambio la vida.

Por otro lado, Jungkook se ha convertido en productor musical, y los integrantes de Blue Notes están explorando nuevos camino también.

Cuéntenme que les pareció, ¿Qué tipo de padres creen que serán Jungkook y Taehyung?, ¿Qué tipo de niño creen que será Jiho introvertido como su padre Jungkook o extrovertido como su padre Taehyung? Los leo

Adelanto del capitulo final: "Aun no abrimos", "¿Cómo se supone que debía saludarlo?".

Nos seguimos leyendo pronto en el final.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro