➡️Cap.34🔙

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Bésame" salió como una maldita orden impuesta sin son de que no pase. Porque cuando su gran mano se desliza por mi nuca, presiento que me quedaré paralizado de pies a cabeza.

Su porte, su maldito porte de Dios griego me tiene condenado al mismísimo infierno. Y que me perdone el profe, porque necesito degustar este bombón con suma urgencia para luego retornar liviano y así terminar el trabajo.

—Llévame al baño...

Suelto como un bebito necesitado de afecto, o mejor dicho, como un bebito necesitado de su mema; porque ya me imagino agachado y succionando hasta que me den calambres en las condenadas piernas.

—Me vas a matar —jadea sobre que el beso se corta para ubicarme mejor sobre su abultada cadera.

¡Y dios mía! La carpa que se le asoma, merece un condenado premio. Es que ¡hermanaaa! Se me agua la boca de imaginar semejante bestia estirándome la boca.

Y andando un par de metros por el pasillo, ya no me aguanto, le aprieto el bulto con mi mano y con todas las ganas del mundo mientras emito un jadeo bien profundo de completa satisfacción con mis labios.

¡Es que pareciera que lo siento bien adentro! Retorciendo cada una de mis entrañas con su bestia.

—¡Diosss! Te necesito JungKook.

Libero palabras al viento que salen en forma de sensuales jadeos sobre que mi mano se mueve despacio y por encima de la tela que recubre a la grandiosa bestia.

—N-no p-puedes... —suelta ronco sobre mi oído a medida que me apoya sobre el lateral del pasillo —, hacerme esto —finaliza.

¡Y maldita sea! Que sentirlo tan duro por mi toque me tiene en un estado de drogadicción absoluta.

Y rebuscando con las pocas neuronas que me quedan, echo una ojeada hacia ambos lados del pasillo para no tener compañía que pueda sentirse cohibida ante semejante espectáculo erótico.

—La quiero en mi boca —anuncio masajeando asiduamente su longitud nada dormida —degustarla, lentamente hasta que me atore de tanta leche...

¡Maldición! Que pareciera que hubiese despertado a una condenada bestia. Porque la manera en que ataca a mis necesitados labios con sus dientes y lengua, debería ser considerado un pecado.

Es que podría morir inmolado por su fervor en este puto momento, y sentirme el hombre más afortunado del planeta.

Necesito que me use, necesito que me tome, y que me haga lo que quiera...

A tropezones, nos encierra en uno de los cubículos del baño más cercano. Donde todo es manos y lengua, mucha lengua recorriendo cada húmeda cavidad bucal.

Y mientras siento el elevar de mi temperatura corporal como una hoguera dispuesta a quemar cada porción de nuestros cuerpos al alcance de alguna parte del otro, me deshago entre sus fuertes brazos que me sostienen con suma agilidad.

—Eres una pequeña mierda provocadora —me suelta a medida que pasa su lengua y muerde, por los pliegues de mi cuello.

¿Y yo? Demasiado bien, gracias. Nunca podría quejarme de provocar al hombre que trae mi mundo de cabezas haciéndome un perfecto sediento de su todo.

Y bajando rápido la tapa del inodoro, se sienta conmigo encima de su cuerpo. Y les juro que mi cadera cobra vida, sobre que mis nalgas sienten su regia dureza. Así que me dedico, como si mi vida dependiera de ello, a menear mi cuerpo mientras me interno en lo profundo de su boca.

Su condenada y cálida boca que besa como el puto amo del universo.

Tan sensual y caliente, que podría quedarme sin aliento con tal de perecer en sus fauces.

Una exquisita mezcla de placer y cariño que profesa con cada toque que refiere a mi cuerpo, me deja jadeando por mil años más a su lado.

Es que no hay manera en el mundo, en que pueda volver atrás y creer que pude vivir sin esto.

Ésto, es lo más perfecto del maldito universo, sus manos recorriendo cada ondulación mía por encima de mis ropas y mis manos enterradas en su negra cabellera.

—Es increíble lo que me gustas... No puedo creer no haberte encontrado antes -anuncia a medida que levanta mi remera, succionando la blanquecina piel de mi pecho.

Y mientras jadeo desesperado, él me tapa la boca con su gran mano que sumado a la fricción que provocan nuestras caderas al empujarse; pareciera que me prendo fuego en este condenado instante.

De inmediato, me salgo bajando tambaleante de su regazo. Y acercándome a sus hinchados labios, me dedico a decirle sin necesidad de vocablos, cuánto me gusta.

De inmediato, me mete entre sus fornidas piernas, apretando mis nalgas sin un ápice de duda en el proceso. Correspondiendo el intenso beso con un ansia absoluta y sin dejar dudas, de que éste, es el comienzo de muchos más momentos juntos.

—Eres hermoso JungKook... Me tienes mal y lo sabes, ¿no?

Afirmo y cuestiono en cuanto nos separamos ante la urgente necesidad de incorporar oxígeno.

—Yo... Solo soy consciente de que no puedo despegar mis ojos de tu todo. Eres bello por donde se te mire bebé, carismático y caliente como el infierno. Y muchas veces me cuestiono, si realmente te merezco.

Suelta Jungkook con ojos de bambi, enamorándome aún más todavía, como si eso fuera realmente posible.

Entonces, me lanzo a sus labios y le regalo un suave beso cargado de todo lo que siento... Años de anhelo por tenerlo entre mis brazos y agradeciendo de que haya sido capaz de verme a través de todas mis profundas capas.

—Te quiero...

Anuncio sin pensarlo y sin dudar de que lo recibirá con sumo afecto.

Ya no me importa nada más que demostrarle todo esto que quema por salir desde mis adentros.

Entregando mi corazón en bandeja para que me cuide y de paso, haga lo que quiera...

—Dios... eres —dice con vidriados ojos.

Y lo beso de nuevo... Lo beso en la boca con rebosante afecto. Afecto que muta a una necesidad absoluta por revisarle las amígdalas con suma urgencia.

Porque no me olvido, que mi amigo está duro como piedra y que la exquisita iguana, me espera.























Haw... Que lindo el amor pornoso😏

Ustedes dicen que alcanzan a realizar el trabajo en grupo?🤔🤣

Gracias por leer, comentar y votar ♥️


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro