Kapitulli i dytë

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Këmbët e mia zhveshur mbeten të mbuluara nga papastërtitë dhe gjaku, hijet rri dhe shkatërron çdo gjë në një mjedis bosh.

''Mis pies descalzos permanecen cubiertos por suciedad y sangre, las sombras asechan y arrasa todo en un entorno baldío.''



El sonido de las olas al estrellarse con las rocas, sirve como una música de fondo. Los ojos de Chris se abren y es molestado por la poca luz que entra por la ventana. Recordó lo del niño y cuando esa sombra lo seguía, hasta que finalmente se desmayo. Una camarera entra en la habitación con una bandeja que la deja sobre una mesa y sonríe.

-El fiscal ya llegara, por favor tome agua- Le dijo la camarera entregándole un vaso lleno de agua.

La voz Jorge resonó por los pasillos, entrando en el interior de la habitación. Su ceño estaba fruncido y las arrugas en su frente se notaban más. Tras él, se encontraba un hombre bajo y grasiento, con una bata blanca. Sus mejillas eran dos bultos de grasas, y su barbilla se encontraba con pelos recién crecidos.

- ¿Qué paso? - Pregunto Chris, desconcertado.

-Te desmayaste porque la sangre no circulaba bien a tu cerebro-Inquirió el hombre grotesco.

-Es raro. El doctor te hará algunos exámenes- Jorge carraspeo.

Chris se humedeció los labios y contemplo la vista al exterior a través de la ventana.

- ¿Dónde estamos? - Pregunto.

Fue la camarera que contesto:

-Está en un hotel cerca de lo que era el pueblo Trokess.

La rica fragancia de tierra mojada entra por sus fosas nasales. Ese olor era nostálgico para él, hacia recordar su vida en el campo y las personas que tuvo que dejar para venir a la cuidad. Pero a pesar que se encontraba relajado, el sonido persistente en sus oídos, de una voz que no conocía hacia que un dolor punzante martillara en su cerebro.

Para colmo, sentía que lo observaban y no era las personas que se encontraban en la habitación, era otras que no conocía, que lo estaba cazando desde que llego a la ciudad. Termino el vaso de agua en un largo sorbo. Estaba seco, como si estuviera dos días sin refrescar su garganta.

Irritado se levanta de la cama y busca desesperadamente sus zapatos. Un pinchazo en el costado izquierdo lo hizo gruñir.

-Debes estar en reposo por dos días- Habla suavemente el hombre que se supone que es el doctor.

-No me quedare aquí- Replico Chris fríamente.

-Tómala como una orden- Apunto Jorge.

Los ojos de el captaron a esos dos hombre que les decía que se quedara en reposo en un hotel que ni si quiera sabia de él.

-Bien, entonces pueden irse que quiero descansar- les dijo malhumorado.

Las personas que se encontraban en el interior se retiraron silenciosamente. Al ver que ellos se fueron, el se levanta y se acerca a la ventana. Había una vista completa del bosque, se podía ver incluso las personas que entraban y salían de ahí. Para él era una casualidad que este hotel estaba tan cerca del bosque, todos los hoteles están ubicados en la ciudad y este fue la excepción.

Entonces oyó pisadas, que venían desde la misma habitación que estaba el. Mira la puerta cerrada esperando que alguien entrara pero nadie lo hace, solo sigue el sonido de pasos y luego de unas cadenas que son arrastradas.

Chris espero, no muy convencido de lo que se avecinaba.

Un espejo que es encontraba en la esquina de la habitación podía observar su propio reflejo, al pasar su vista rápidamente se percato que su reflejo se oscureció y estaba sonriéndole. Comenzó a sudar frio y sus piernas se flaquerón, quería gritar, pedir ayudar pero su voz no salía. En ese momento el Toc-Toc detrás de la puerta sonó y una voz se escucho.

- ¿Puedo entrar? - Era Evans al otro lado de la puerta.

El reflejo en el espejo volvió a la normalidad y el sonido de pasos, y cadenas se calmaron. Se sintió desfallecer y se dejo caer al suelo. Su cuerpo estaba sudoroso y la respiración alterada. Evans entra y ve a Chris tirado en el suelo, preocupado se acerca y lo ayuda a levantarse llevando a sentarse en la cama.

-Está muy pálido- Dijo Evans.

-Estoy bien, creo que me volveré loco- Le dijo agitado.

-Aguanta, primero tienes que resolver el caso- Con la mirada en la cara de Chris.

Chris levanta su mirada.

Evans estallo en risa por la reacción de él.

-Es broma, no estás loco.

Chris entrecerró los ojos y le pareció ver algo que se movía detrás de Evans. Miro hacia otro lado, si se lo contaba solo lo inquietaría.

-Evans... quiero descansar, lo que me quieras decir puedes decírmelo mañana.

Su amigo suspiro e hizo una mueca. Se acerca a la puerta y le echa un último vistazo a Chris que se encontraba ahora, acostado y tapándose con las sabanas. Antes de que la puerta se cerrara, en un rabillo observo como una sombra sigilosamente se acercaba a la cama donde estaba el, simplemente ignorándolo finalmente desapareció de los pasillos.


* * *


Chris no lograba reconciliar el sueño, estaba inquieto y sentía una presencia que estuviera sofocándolo. Boca arriba y con los ojos fijos en el techo, no supo en qué momento se quedo dormido, pero no sabía si en verdad lo estaba o seguía despierto delirando por el sueño. Se sintió transportado en una casa que no conocía y la habitación en donde se encontraba se desvaneció. Estaba allí, en una mansión desorientado sin saber cómo llego hasta ahí.

-Que tonto - Dice alguien a su lado.

El gira la cabeza, sorprendió encontrándose con dos rostros idénticos. Eran dos rostros encantadores de unas niñas de ocho años que lo observaban con unas miradas inocentes. Las dos eran rubias y la única diferencia es que una tenía el cabello más largo que la otra.

-Que tonto - Repite de nuevo la niña de cabello corto.

- ¿Perdón?

La niña de cabello largo sonríe y extiende su mano enseñando un reloj. El mira el objeto que colgaba de su mano, en cambio la otra niña se comenzó a difuminar y se sorprendió con lo traslucida que era su piel.

-No la mires - Le recrimina la rubia de cabello largo.

Chris no presto atención a lo que dijo, lo que hizo enojarla y en un momento a otro la escena cambio a un cuarto donde las paredes y el suelo estaban manchados de sangre. Los pensamientos de él se arremolinaron y fija su mirada en el cuerpo inerte que yacía en el suelo y una sombra que sostenía un cuchillo sonriendo por tal acto. Tuvo miedo, la niña de cabello cortó término por desaparecer y solo seguía ahí su otra gemela.

-Tienes que salvarnos - La voz de la niña sonaba por todas partes, hacía eco y se escuchaba lejos.

Gira bruscamente su cabeza para poder encontrarse con la rubia que se encontraba con él. Sin embargo, ella ya no estaba ahí, había desaparecido también. Un golpe en la parte trasera de su cabeza hizo perder el conocimiento y la oscuridad lo absorbiera.

Dos caras conocidas estaban alrededor de Chris. Al abrir sus ojos un rayo de luz cegado se deslizo por sus parpados. Su cabeza zumbaba y cuando abrió finalmente los ojos, todo se encontraba borroso.

Alguien lo levanta para que pueda sentarse, pero Chris siente su propio cuerpo débil.

-Menudo susto, cabron- Evans habla examinando su rostro.

-Me duele la cabeza- dijo Chris con un hilo de voz.

-Teníamos como una hora llamándote y no despertabas. - dice Jorge preocupado- Creo que deberías volver a tu pueblo, deja el caso.

-No..., yo tengo que resolverlo- susurra débil.

-Pero mira en qué condiciones estas- dijo Evans.

- ¿Dónde está ella? - pregunto de repente.

- ¿Ella? - contesto Jorge extrañado.

-Debes estar sonámbulo - inquirió Evans.

-No, no. Ella me había dicho que la salvara.

-Mira Chris, no sé de quién hablas. Estoy empezando a dudar de tu cordura desde que entraste a ese cementerio en el bosque - dice Jorge.

Chris los mira fijamente y sus miradas delataban que no creía en lo que estaba diciendo. No dijo más nada, no insistió después pensarían que en verdad estaba loco. Pero era imposible quitar esa voz «Tienes que salvarnos» de quien quiere que las salve y porque ellas estaba en ese lugar mugriento y lleno de sangre.


6: 00 A.M. el reloj de pared de la recepción se quedaba estacando en esa hora. El zumbido en la cabeza de Chris todavía persistía y no le permitía pensar con fluidez. Había salido a tomar aire fresco, pero la condición de este hotel empeoro más el dolor de cabeza. Camina por el pasillo principal y noto que una puerta estaba entre abierta, con curiosidad se asoma por el rabillo y observa a la chica de servicio que lo atendió cuando despertó en este hotel. Ella estaba tirada en el suelo, en la habitación se escuchaba una canción de fondo y observo como las lágrimas se resbalan de sus mejillas. Se sintió mal por espiar su privacidad, se aleja de la puerta pero la puerta hace un chirrido y ella nota la presencia de Chris. Ella se levanta bruscamente y se acerca a él, los dos se observan por un momento.

-Yo... lo siento - se disculpa con ella.

Era incomodo, muy incomodo para el que lo descubriera que la estaba espiando. Pero ella solo agacha su cabeza y limpia las lagrimas que aun salen con las palmas de sus manos, para luego agarra la muñeca de Chris y empujarlo dentro de la habitación. Ella pone su mano en la boca de Chris diciéndole que haga silencio, los dos miran por debajo de la puerta una sombra. El sonido de unas cadenas se escucha nuevamente y las luces se apagan. La sombra aun seguía ahí, parada detrás de la puerta donde al otro se encontraba Chris y la chica. Después de unos minutos desapareció la música y la sombra, y ellos por fin sacaron el aire que tenían retenido en sus pulmones. La chica quita la mano de la boca de Chris, y lo mira apenada.

-Tú también lo ves.

-Sí, pensé que era la única - dice ella tocando su estomago.

- ¿Estás bien?

-Estoy embarazada - dice de sopetón.

-Ah, felicidades- le sonríe.

-No es una felicidad, es una aberración - comienza a llorar como un niña pequeña.

El queda sorprendido con lo que dice. Traga grueso, se queda sin palabras.

-Esta pequeña criatura que está en mi vientre, es el veneno que matara a todos.

¿Veneno? Piensa. Se da cuenta que el zumbido ya no está y que la carga que sentía en su cuerpo ya no está. Pero aun mirándolo siente curiosidad por lo que dice, aunque no entiende nada.

-Yo no entiendo lo que dices.

Ella le sonríe y camina hasta la cama para sentarse, abre los cajones de ropa y saca una foto. Le da señas para que Chris se acerque.

-Se dice que existieron dos gemelas cuando aun la mansión funcionaba - habla ella entregándole una foto de dos bebes en cuna a Chris.

Chris agarra la foto y observa a esos dos bebes que duermen plácidamente. En un lado esta los nombres, pero la escritura esta borrosa.

- ¿Qué tiene ver esas gemelas? - pregunta curioso.

-Ella murieron en ese mansión, nadie sabe cómo. Pero lo más raro es que ellas aun siguen vivas en alguna parte y que no solo eran dos gemelas, si no que existe otra iguales a ellas que es la culpable de todas las desgracias.

- ¿Cómo sabes eso?

-Porque la criatura que está dentro de mí, es una de ellas.

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