Capítulo 9

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Cristal

Todo en mi mundo se redujo rápidamente, era tan extraño lo que acababa de suceder, jamás imaginé encontrarme con Frank en el ascensor.

Tiempo atrás mi padre solicitó mi presencia en su despacho, a partir del momento en que los Collen y los Smith Cabrera se asociaran; mi padre y yo comenzamos a trabajar en la corporación Collen, mientras terminan de construir la empresa nuestra familia constructora Smith S. A, esta vendría siendo sla principal, la de Estados Unidos quedaba como sede.

Bernal nos acomodo en una gran oficina a cada uno, nos encontrábamos en el antepenúltimo piso de las oficinas presidenciales. En el último piso se encontraban las oficinas del señor Collen y su hijo, me dan escalofríos pensar que, estamos cerca el uno con el otro.

El destino se empeña en unirlos... Qué incómodo.

Mi oficina se encontraba al lado de la de mi padre, no era tan grande pero me daba por bien servida.

Habíamos acabado de reunirme con mi padre, me pidió que revisara algunas cuentas extrañas que había visto, había durado aproximadamente cinco horas encerrada en esta oficina, estaba muy agotada, decidí estirarme un poco y salir de este lugar, debía tomar aire.

Recojo mis cosas y dispongo a ir hacia el ascensor, oprimo el botón bajar, mi alegría fue ver que el ascensor iba bajando, la sorpresa que me lleve fue grande, no sabía si ingresar o esperar a que el ascensor lo dejara en su lugar o esperar a que el otro suba, no sabía qué hacer, no podía ni moverme, pero él seguía con los ojos cerrados y su cabeza a un costado, se reflejaba el cansancio en él, debe ser por mucho trabajo ya que su padre no se encontraba en el continente; recién se había casado y quien sabe cuando vuelva, debía estar al tanto de todo.

Decidí, por ingresar al ascensor, él ya tenía el botón donde también me dirigía yo, pero aagg, el destino se encapricha por hacerme esto... , no quería verlo no todavía, sus palabras no las podía olvidar, estoy nerviosa, no puedo omitir ni un miserable buenas tardes, nada...

Que incomodidad...

Empiezo a temblar, por Dios, veo de reojo que se desajuste la corbata, abre sus ojos.

¡Abrió sus ojos!.. Tragarme tierra o máquinas como sea, pero hagan algo.

Me está asustando tanto silencio, creo que él está asombrado, asustado o nervioso, más o menos como lo estoy en estos instantes, pero creo que más él, que yo.

¿Quién se iba a imaginar que íbamos a estar juntos en este ascensor y solos?.

Tantos pisos y nadie se sube, qué desgracia, o ¿Suerte? ¿Es que aquí nadie trabaja o que?

Se escucha la alarma de que está próximo a llegar a nuestro destino, apenas se abren las puertas, pero sigo pegada al piso, ahora me fallan las piernas lo que me faltaba, quería salir corriendo, huir de él, pero no podía hasta que..

Parezco criminal...

Siento que me tomó de la mano y me guía hasta su auto, me monta en él, pero por los Dios, ¿este hombre me quiere matar o que?, esto es un secuestro!.

<Y por qué no lo detienes?, sabes que también deseas estar al lado de él... > mendiga conciencia, justo ahora despiertas.

Enciende su auto y arranca a toda velocidad como si temiera que me bajase del auto.

Si no pude salir del ascensor, ahora menos de su auto, es como si algo no me dejará, es que siento y necesito estar un poco más al lado de él, su aroma me hechiza. Estoy a su merced.

Habíamos llegado a la playa; el camino fue tan incómodo para mi, demasiado silencio y una tensión inmensa por parte de los dos, nadie emitía nada ni un sonido, nada, ni la tos hizo presencia, me siento bastante incómoda con esta situación...

Todo el camino, estuve Imaginándome que estaría pasando por la mente de Frank, algunas veces se le veía relajado, otras fruncía el ceño, además sujetaba el volante con fuerza.

Con nuestro último encuentro comprendí que, entre los dos no podía ver nada más, que lo nuestro si había llegado a un final. Y yo más tonta en suponer que tal vez después de tanto tiempo y aclarar las cosas, podíamos empezar desde cero, quería volver a sonreír por él, y que él sonreirá por mi.

Pero después de lo que acabo de vivir en la playa con Frank, supe que él en verdad me ama y que sufrió tanto o más que yo, con todo esto. Me habría encantado que Frank me hubiera escuchado tiempo atrás, no me hubiera perdido mucho, pero lamentablemente las cosas deben pasar por algo y con el fin de dañar o reparar, y tal vez separar para nunca más encontrarse en el camino.

Pero lo que viví con Frank no tenía final, verle llorar a él. Una persona tan dura, hasta consigo mismo, es demasiado increíble, me demostró que él no es ajeno a sus sentimientos, que tenía este dolor guardado, que supo disimular su dolor en este hombre imponente que es él, pero detrás de aquella fachada de imponente se escondía un niño pequeño que, quería ser escuchado, pero que nadie lo entendía.

Ahora nos encontrábamos en su mansión, tenía una sonrisa pintada como una tonta en mi cara, no me creía todavía lo que estaba por vivir con, ya de adultos, otra vez estamos juntos.

Empecé a caminar por toda la casa, conociendo este nuevo Frank, ya que para mí todo esto era nuevo, habían pasado 4 años y unos cuantos meses, era bastante tiempo; tiempo del que yo ya no sabía quién era Frank. Pero poco a poco iré conociendo, dejaremos todo atrás.

Me detengo en la sala, veo varias fotos, en un mueble muy elegante chino de color dorado, tallado a los lados dos dragones enormes, bastante hermoso.

Habían unas fotos encima de aquel bonito mueble, eran muchas fotos y en esas estaba una señora bastante anciana, también ahí del señor Bernal y de Frank, por lo visto también de su nueva esposa, se ven tan bellos, como una familia, en varias esta Frank pequeño, con su típico ceño fruncido, pero en otras está feliz con su padre, jugando fútbol, entrenando artes marciales y sus días de campo, ambos eran felices, por lo visto la señora Lisa le arrebató esa felicidad a Frank, sin importar que su hijo se volviese frío distante con un corazón de piedra sin ganas de incluir personas ajenas a él, hasta con su mismo padre lo fue.

Pero la pregunta era ¿porqué?.

En la pared hay tres retratos grandes uno está, una anciana hermosa en medio está Frank, seguido por su padre, ambos son muy iguales, ya veo de donde saca el encanto Frank, va en su sangre, sonrió; la siguiente foto está Frank ya más adulto y su padre, debe ser reciente la fotografía, La tercera fotografía está el señor Bernal y la señora Penelope, me detengo en esa foto y los analizó más profundo, a pasar de todo lo vivido en su pasado, el señor Bernal se ve muy feliz, todo brilla en él, ella lo hace feliz y eso es tan bonito, pero la misma sonrisa que le regala el señor Bernal a su esposa, es la misma que muchas veces Frank me regalaba a mi, sin pensar mis lágrimas salen y resbalan por mis mejilla.

¿Será que Frank llegó a ser  feliz al lado mío?.

Tomó entre mis manos, una foto de Frank cuando era tan solo un bebé, un lindo y hermoso bebé en los brazos de su padre, el señor Bernal si que ama a su hijo, que sería lo que pasó, para que la señora Lisa le apartará a su hijo al señor Bernal

Bueno habrá tiempo para saber sobre la vida de Frank

Esta vez me dedicaré a conocer todo de ti, cariño

....

Frank.

Deje un momento a Cristal sola en la sala, desde que ingresamos a la mansión se le veía en la cara de curiosidad, en conocer un poco mi nuevo hogar, mientras me disponía hablar con los empleados para darles el día libre, quería estar con Cristal a solas, quería disfrutar este día como sino hubiera un mañana.

Comienzo a buscar a Cristal por la mansión, me había demorado bastante con la ama de llaves dando indicación para los otros empleados, me dirijo a la sala, estaba parada frente al mueble donde mi padre siempre pone las fotos más preciadas de la familia, veo que a ella le gusta las fotos y mi padre las tiene todas ahí, y más cuando estaba pequeño, siento que me sonrojo de la vergüenza, por mas que le peleó por eso, él me dice que ese lugar es su mayor tesoro es como su santuario, había fotos de mi abuela, mi padre y yo, pero ahora también iba ser parte de esta colección, Penelope

Me quedo analizando a Cristal desde lejos, creo que sí ha cambiado, ahora es más adulta, ya somos adultos, el tiempo transcurrió rápido y no me detuve a pensar ni un segundo, si buscarla o no, solo duda va y mis miedos tampoco me ayudaban.

Me acerco lentamente dónde está ella, veo que sus ojos y mejillas habían finas lágrimas, ¿por qué llora?.

Entre sus manos hay una foto, se ve que ha cogido todas las fotos, se veían movidas, muy típico de ella cuando quiere ver algo muy de cerca y profundamente.

La abrazo por detrás, acerco mi cara a la suya por un costado, y dirijo mi mirada ante la foto que tiene ella.

— Es un lindo recuerdo, mi padre ama sus fotos, yo odio verlas aquí, pero es su espacio.

—Se siente orgulloso del hijo que tiene...Se siente orgulloso del hijo que tiene ahora — suspira se limpia las lágrimas y me sonríe —, se siente orgulloso de ti, Frank

sonrió, mi padre se encarga de decírmelo todos los días, no hay día que no me diga "hijo eres lo mas valioso para mi" o "hijo eres mi orgullo". Mi padre es la persona más asombrosa que puede existir en el mundo, solo que los malentendidos hacen que esas personas se vayan de tu lado.

Como los que yo estaba cometiendo...

Le doy un beso en la frente —¿Porque lloras?

—Por qué la vida se ha empeñado en hacerte sufrir... —me asombro ante su respuesta, jamás pensé que ella iba a salir con aquellas palabras.

Una lágrima baja por mi mejilla, jamás pensé que una persona que no supiera mucho de mi, me dijera aquellas palabras, es como si me desnudara por completo y dijera "aquí estoy, ya no estés sólo" aquella misma comodidad que sentí cuando recién la Conocí, cuando no comprendía mucho de mi mundo ni el valor de las personas.

Otra vez haces de las tuyas, Cristal...

La abrazó fuerte, me podía acostumbrar a esto, ya no soy el mismo muchacho de antes, he cambiado. La vida cambia, ya no puedo esconder más mi dolor, ya no quiero sentir más dolor, quiero ser feliz y ella me esta dando esa felicidad.

La beso, pero es un beso suave, de esos que transmiten tantos sentimientos que tenías guardado, que no necesitas palabras para explicar su motivo, de esos que dices que jamás te iras de tu lado.

Nuestros besos se tornan más intensos, el calor sube más, la extrañaba, no me importa el lugar donde estábamos total, ya estábamos solos.

Además, ni que fuera algo de mucha importancia, nosotros siempre terminamos cogiendo por todo el colegio, ahora será en la mansión Collen

Que irónica es la vida, ¿verdad?.

Cristal comienza a desvestir me, ella también tiene hambre y deseo, el mismo que le tengo a ella, también le ayudó a desvestir la , ahora estábamos en ropa interior, la cargó, ella se enrosca en mi cintura, pero no nos dejamos de besar, la asiento en la larga mesa del comedor, beso cada centímetro de su piel, suave y dulce piel.

Le sobo sus largas piernas, introduzco mi lengua en su boca, Cristal gime, cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que escuché esa melodía salir de sus labios. Terminó de acomodar a Cristal encima de la mesa, pero también me subí con ella , le agarro las manos hacia los lados, la miró por un momento, estaba totalmente sonrojada, pero me sonríe con picardía.

—Creo que esto es muy de los dos, tener sexo en cualquier parte.. Creo que jamás cambiará.

—Mmm... Y ¿Quien dijo que solo tenemos sexo los dos? — me acerco a su oído —, yo te hago el amor Cristal,  no importa donde sea, siempre te haré el amor....

Creo que hay cosas que no cambian en Cristal. ¿Ya les había contado la magia de mis palabras como se apodera de ella?, se convierte y eso es único en Cristal.

Me besa con mucha pasión, un deseo inalcanzable, con una fuerza que pide a gritos que no la aleje más de mi lado. Es algo que no permitiré más, ya que la quiero para siempre a mi lado.

Estoy dispuesto a quemarme por ella, por que no la volveré a dejar escapar, aprenderé a escucharla. Aunque la duda siempre me mate, debo aprender a confiar una vez más en ella.

Ahora ella me tiene sometido, como siempre los papeles siempre cambian, Cristal se encontraba encima mío besándome con mucho deseo.

Movía sus caderas por encima de mi amigo, la verdad, ya me dolió bastante por lo endurecido que me tiene, ya quería sacarlo y hacerla mía ahora mismo, Cristal me tiene muy excitado.

La agarro del cuello y la beso profundamente, mi deseo hacia Cristal, cada vez es más grande, le quitó el sostén y le masajeo sus senos, son tan perfectos para mis manos.

Dejó de besar sus labios, para besar sus senos, los lamo, chupo, muerdo

—¡Aaahh!..

Nuestra respiración se acelera cada vez más, su boca estaba entreabierta, sus ojos brillan. Me bajó de la mesa y la cargo. La acuesto en uno de los sofás de la sala, tiro todos los cojines al piso, vuelvo a besar esos labios, que ahora se ven hinchados y rojos.

Beso su cuello, bajó por sus senos, pasó la lengua en medio de ellos, beso su abdomen, hasta llegar a sus lindas tangas de encaje, le retiró estos sin quitarle la mirada a Cristal, se los tiró a la cara, me muerdo el labio para no reírme.

—¡¡Frank!!... ¡Eso es asqueroso!

—Eso es tuyo, además era para que sintieras lo mojadas que estás — le guiño un ojo. Cristal me saca la lengua y se ríe.

No le doy tiempo para que me discuta por lo que hice, pasando mi lengua por sus jugos, Cristal estaba totalmente mojada.

—Aaahh...

Sonrió con triunfo, eso quería decir que vamos por buen camino, introduzco mis dedos en su vagina,  comienzo a meterlos y sacarlos, lento y rápido, mientras veo como mi mujer se retuerce en el mueble.

—Aaahh... Frank... Así..

—¿Te gusta?..

—Aahhh...

—Eso lo tomaré como un sí.

Continuó con la tortura, cada vez incremento la velocidad de mis dedos, masajeando uno de sus senos, ella ya no gemia, gritaba, estaba apuntó de llegar a su...

—Aaahh... Frank... —clímax.

Saco mis dedos de su vagina y miró a Cristal. introduje esos mismos dos dedos a mí boca sin quitarle la mirada, siempre me ha gustado probarla de todas las maneras posibles.

—¡¡Franki!!, no hagas eso — se sonroja —Siempre haces lo mismo, me avergüenzo...

—No hay nada de qué avergonzar te, además eres dulce, eres deliciosa... — se tapa la cara con sus manos, su sonrojo fue más fuerte que el anterior, yo me rio.

—Cristal... —me mira de reojo —¡Te amo!.

Agarro su cara y la beso, mientras comienzo a quitarme la última prenda que me obstaculiza mi momento, nuestro momento. Me pongo en posición para introducirme dentro de ella, nos miramos a los ojos, de una zancada introduzco a mi amigo dentro de ella.

—Aaahhh...

—Oohh.. Estas deliciosa.. Estás perfecta.

Lo meto y lo saco varias veces, lo hago suave y después fuerte, Cris no para de gemir y eso era bueno, además, cada vez que ella gime me excita más. Mis embestidas incrementan cada vez más, el sonido que se escucha a en la mansión era el choque de nuestros cuerpos, pasó mi lengua por sus labios, agarró sus hombros para tener más presión en mis embestidas, me calmo un poco y le hago más suave, vuelvo a besar sus labios, Cristal me aprieta las nalgas, me caliento.

—Ahora es mi turno, cariño..

Crsital se me sube encima, con su mano agarra mi pene, lo masajea de arriba hacia abajo, varias veces, se pone en pocision y se introduce, por Dios, eso que acá de hacer esta de infarto, le aprieto las nalgas, ella suelta un gemido, sonrió de medio lado, comienza a moverse suave, cada vez sus movimientos son más fuertes, entraba y salía, entraba y salía, era algo delicioso.

—Aahh..Cristal..

Era difícil reprimirme, ella lo hacía condenadamente bien, estaba jodido, bastante jodido, debía aguantar un poco más, incrementa sus movimiento, muerde mi pecho yo gruñó, ella sigue gimiendo, comienza a saltar encima mío, sus pechos la acompañan, agarró ambos senos, ya no podía aguantar más.

—Cristal...

—Frank...

Los dos al mismo tiempo llegamos a nuestro clímax. Cristal se recuesta encima mío, estábamos regulando nuestras respiraciones.

—¿Cristal, mañana que vas hacer? — veo la hora en el gran reloj de la sala, ya iban hacer las ocho de la noche, ¿tanto tiempo ha pasado?. —¿Quieres salir conmigo? Mañana es navidad, ¿quieres pasarla conmigo?.

Cristal levanta por fin su mirada, seguía agitada, se veía débil, me regala una sonrisa.

—Claro que sí Frank, pasemos la navidad juntos.

Vuelve y se acuesta en mi, me da un beso en el pecho,yo le doy uno en su cabeza la abrazó con fuerza, y nos quedamos profundamente dormidos en aquel sofá.

...

Me despierto con un dolor de espalda tan horrible, la casa estaba en total oscuridad, trato de levantarme pero no puedo, me doy cuenta que no estaba solo, Cristal seguía encima mío y no se despertó en ningún momento, la muevo un poco pero nada, seguía inmóvil.

Trato de pararme con ella, en la sala la luz es muy escasa, debía buscar la entrada de la sala para dirigirnos hacia las escaleras, ya que en la planta de arriba se encontraba mi habitación, Cristal seguía en mis brazos, parecía una niña pequeña, se veía adorable tierna y apetitosa, debía controlarme, pero como!... Si seguíamos desnudos.

Las escaleras de la mansión se iluminan solas, era algo que Penelope mandó a poner,  para evitar accidentes y se lo agradezco, muy ingeniosa. Llegamos a mi cuarto acuesto a Cristal en mi cama, por Dios, si que tiene el sueño pesado, la roban y no se da cuenta.

Me pongo unos bóxer para dormir y me acuesto al lado de Cristal, más tarde será otro día.

Pasaremos nuestra primera Navidad juntos...

....

Cristal.

Me muevo un poco, la luz ingresa por las ventanas, debe ser ya de día, no quería despertar, no todavía... 5 minutos más... Había tenido un sueño muy bonito con Frank, hace rato que no dormía así de bien, tenía el cansancio acumulado, además un estrés por demasiadas cosas que tenía en mi cabeza.

Me volteo un poco, para medio estirarme pero algo no me deja, o mejor dicho alguien, tenía un brazo en mi cintura, pero me hacía fuerza como si no quisiera que me apartarse, sonrió como tonta, fue la mejor noche de mi vida, y amanecer al lado de mi ahora novio, es lo mejor que me pudo a ver pasado en esta navidad.

Ooh... Es Verdad...

Es nuestra primera navidad juntos...

Siento una emoción tan grande, que quiera gritar, cálmate Cristal, ya eres una mujer adulta.

—Buenos días, amor —me sonríe para después depositar un beso en mi frente, le sonrió.

—Buenos días, vida...

Me abraza, para después montarse encima mio, ya se para donde va todo esto.

Hicimos el amor en su cama, en la tina, desayunamos, volvimos hacer el amor, nos acomodamos, me llevó a mi casa prometiendo recogerme a las 7 de la noche, ya eran las dos y él debía ir a la empresa, no podía dejar el trabajo tirado y menos hoy.

Aunque, Frank me comentó que este año, las empresas no iban hacer fiesta de navidad, su padre programó la fiesta para nuevo año ya que, él recién se casó y no le gustaba hacer las cosas a la carrera además, así también sería la bienvenida de mi familia haciendo parte de la corporación Collen. Algo que sí me puso triste es que, Frank no iba a estar para la fiesta de la empresa ya que debía volver a Inglaterra, él está haciendo dos carreras. Pero ya había acabado una, le faltaba la otra, solo eran dos semestres y terminaba, para quedarse ya en Francia;  debía hacerse cargo de las empresas, como jefe, su padre saldrá jubilado.

Era algo inevitable, además más responsabilidades para Frank, siempre han sido primordial, no lo iba a ostigar por eso, habrá más tiempo para los dos, ya estábamos juntos, ¿que podía pasar no?

—Hola mamá, ya estoy en casa!.. — ingreso a la recamara de mi madre, me supuse que ella iba estar allí, leyendo uno de sus tantos libros de amor.

—Hola cariño ¿donde andabas? — me ruborizo, ya no soy una niña,  más sin embargo se siguen preocupando por mi.. Eres su única hija lo olvidas! — Bueno, después me cuentas... ¿Tienes hambre? —asiento con mi cabeza, ella deja en su buró el libro y sale a traer algo de comer.

—Te espero en mi cuarto. — grito.

Me tiro en mi enorme cama. Pero la cama de Frank era aún más grande, si en esta me siento pequeña en la de él me pierdo.

Me ducho, me pongo ropa cómoda, puse la alarma para cambiarme a tiempo, quería dormir un poco, me relajé un rato en la cama y caigo en los brazos de morfeo.

Me despierto asustada, veo la hora rápido, uuf respiro estoy a tiempo, algunas veces soy terrible con el despertador, puede sonar y no lo escucho, no se porque lo puse.

Alguien ingresa a mi cuarto a gritos.

—Cristal ¿Cómo es posible que ni una llamada me hagas llegar? Llegue hace horas a Francia y tu perdida, ¿donde estabas? .

Me reí a carcajadas, Hanna y su drama — ¿De que te ríes mocosa?, habla de una vez... ¿Dónde estabas?, o más bien ¿Con quien?.

Me sonroje, y por la mueca que acaba de hacer, creo que lo sospecha .

—Osea, que mi Lucas no mintió... ¡Habla pues!

Maldito, como hace para darse cuenta de todo!!.. Pongo mis ojos en blanco.

—Hola Hanny, disculpame —me acomodo en la cama —Estuve ocupada y no vi el teléfono, es más, cuando llegue estaba muerto.

—Muerta estaba ella cuando llegó... — iba ingresando mi madre —, llegó casi a las dos de la tarde, Cristal que iba a estar al pendiente de tu llamada, si estaba ocupada en recuperarse, verdad cariño...

Este par de mujeres me van a enloquecer.

—Cristal... —gritan ambas.

—Ya, ya.... —las miro mal —Me quedé en casa de Frank.

Me tape mis oídos, necesitaba escuchar, me paro rápido de mi cama y me encierro en la regadera, debía acomodarme, Frank quedó de recogerme a las 7 y el es extremadamente puntual.

—¿Hija y ahora para donde vas? — ¿Todavía siguen ambas aquí? —, acuérdate qué es la cena, va a venir tu abuelo, invitamos a tus tíos, a Hanna y ella viene con Lucas.. —ya no prestaba atención seguía arreglandome, ya casi iba a llegar.

—Compromiso, señorita Cristal— asiento con mi cabeza para que siga hablando — el joven Collen la espera.

—¡Gracias!.

Mucho silencio... Mi madre y Hanna ¿donde se metieron?.

Me termino de maquillar, y no se pero se me cruzó una loca idea por la cabeza, salí corriendo con los tacones en mis manos, ese par de locas deben estar encima de...

—Hilari Smith y Hanna Smith  ¿que creen que hacen?.

Ambas le salen unas gotas, de aquí va ver muerto si no se van, escucho que alguien suelta una carcajada, yo lo fulmino con mi mirada ... Que se cree...

— ¿Nos vamos? —me pregunta, asiento enojada y salgo primero que él sin despedirme de nadie, pero si escuchando un grito, como has cambiado madre.

—Hija recuerda lo que te dije — gritó mi madre. Pongo mis ojos en blanco y asiento.

La noche fue estupenda, salimos a cenar, nos reímos, fuimos a la torre Eiffel, era bastante enorme, corrimos descalzos, vimos los fuegos artificiales y terminamos acostados en el césped, estaba feliz, pero más feliz se veía Frank, parecíamos unos niños, y la verdad no nos importaba, si fuéramos personas adineradas, ni figuras públicas, simplemente fuimos nosotros, y somos felices.

Ya iban hacer las 12 de la media noche, teníamos que ir con mis padres antes de que me degollen.

—Frank ¿vienes conmigo a mi casa?.. Estas invitado!.

—Si tu mamá ya me había invitado —le quedó mirando —, no te preocupes mujer, tus padres se han disculpado conmigo y con mi padre hace rato... No pasa nada, ahora estamos juntos.

Y así fue, nuestra primera navidad fue asombrosa, terminó entre risas y burlas, Lucas y sus comentarios, uno de ellos no lo aguante y le di un cocacho para que se callara, Hanna y Frank, habian reventado de la risa, pero yo estaba muy roja de la pena, como va a decir " ya empezaron el par de conejos a reproducirsen" o " amor te acuerdas aquellos viejos momentos donde el colegio fue corrompido" y otros incómodos comentarios.

Imbécil, pero lo adoro, volvimos hacer amigos, y esta maravillosa noche la voy a atesorar para siempre...

....

Frank.

Ha sido la mejor navidad que he pasado, mis días oscuros están llenos de luz, gracias a Cristal, ella me dio el mejor regalo, ver su sonrisa todos los días era reconfortante, además también fue de gran ayuda en la empresa, aunque trabajar con ella a veces era difícil.

Pasamos fin de año juntos, esa noche ella se quedó en la mansión Collen, ya que, en navidad yo me había quedado con ella en la mansión Smith

Había sido un mes agitado con Cristal, íbamos bien. Estábamos bien, pero recordar que debía separarme de ella me enfurecia, pero debía terminar mis estudios y mi padre ya casi estaba de vuelta de su luna de miel.

....

Ha pasado un mes y unos cuantas semanas, mi padre el día de mañana volví a casa; un día antes mi padre me había llamado, pidiendo que debía recogerlo, me esperaba el lunes en la mañana, le había pedido a Cristal que me acompañará y ella gustosa aceptó, con una enorme sonrisa, hacerla parte de mi en cada momento, eso la alegraba bastante y yo también me sentía bien tenerla siempre a mi lado.

Pero eso siempre no podía ser. Recordar que debía volver a Inglaterra me mataba. Ella por su lado debía quedarse acá en las nuevas empresas de su padre, Cristal se volvió una gran contadora y ejecutiva, manejaba todo con una facilidad y eso me enorgullece, Cristal es fantástica y no solo por ser mi novia.

Todos los ejecutivos decían lo mismo, las empresas iban a crecer por sus buenas ideas e innovadoras.

Nos encontrábamos en su oficina, me había pedido que le ayudara con unos papeles, pero la verdad, ella me distrae mucho, trabajar con ella era un poco duro, o yo lo vuelvo duro el trabajo, cierro la puerta con seguro, ella tenía puesta unas gafas lo más de sexys, posa su mirada en mí, me sonríe de medio lado, creo que ya se dio cuenta, se cruza de piernas con esa mendiga falda tan corta, todo es culpa de Hanna

— Frank, debemos trabajar, más tarde... —le Interrumpo besando esos hermosos y rosados labios.

Las oficinas presidenciales también han sido testigo de nuestros encuentros, creo que casi todos los días lo estábamos haciendo, Lucas si tiene razón, si parecemos conejos. Me río por lo bajo.

....

Lunes por la mañana... ya estábamos camino al aeropuerto, Cristal se había quedado en la mansión, así madrugabamos juntos y no, casi no dormimos ¿cómo iba a dormir si tenía a mi Cristal al lado?. Pero he notado algo extraño en ella, la he visto pálida y flaca, será que yo soy la causa, eso me descontrola, no quiero hacer le daño a ella, no era mi intención.

Ya muy pronto ella iba a descansar de mi, creo que es eso, pero ella no se opone es como si el mismo diablo se apodera de ella, tiene más energía que yo.

—¿ Estas bien?.

—Si amor, no es nada —suspira, se acomoda el cinturón de seguridad — Es que casi no dormimos anoche y no pude desayunar bien ya que vamos tarde —se ríe yo la acompañe en su risa —Además, me tomé ese jugo de naranja rápido, ya que vamos tarde y no lo aguante me tocó devolverlo, fue algo asqueroso..

—Cristal debes ir al médico, no quiero que te pase nada — me mira con ternura, pongo mis ojos en blanco — En serio Cristal, solo es un chequeo, bueno!.

—Esta bien...

Arrancamos directo al aeropuerto de París a recoger a mi padre, creo que me va a matar por la hora, debe llegar bastante cansado y lo entiendo, pero me aguantarme, ya que en parte es mi culpa, no deje que se bañara Cristal.

<Maldito pervertido... > me habla mi conciencia.

Ella también quería... Creo que es peor que yo...

Sonrió para mis adentros, todavía sigo sin creer en lo que pasa con Cristal, el día de mañana le daré una sorpresa, de mi parte ella ya no se me escapara más .

Habíamos llegado a la entrada principal del aeropuerto, mi padre estaba hecho humo pero, automáticamente relaja sus facciones cuando ve a Cristal bajar del auto. Ctistal tiene ese poder de tranquilizar a las personas con su sola mirada.

—Cristal, querida — mi padre la abraza y le da un beso en el cachete, me sonrojo, él jamás se muestra de esa manera ante las personas, es demasiado reservado, creo que eso se lo saque de él. —¿Cómo estás? y ¿ tu padre?

—Bien, bien señor Bernal—le da un suave abrazo — Bienvenidos señor y señora Collen

Ambos le sonríen a Cristal, la esposa de mi padre le acaricia la mejilla, ellos son tan raros, me hacen sentir tan incómodo.

—Padre..

—Hijo ¿Cómo va todo? —me mira con picardía, pongo mis ojos en blanco.
—Ella me gusta para ti.. —me susurra y guiña el ojo.

—Ya padre, controlate...

—Hay mucho de lo que debes contar, Frank —escuchamos como se ríen Cristal y Penelope, sonrió por impulso, mi padre me ve —La quieres bastante ¿verdad?.

—Ni te lo imaginas...

...

Habíamos llegado al restaurante que a mi padre le gusta, pedimos para almorzar, todo estuvo tranquilo entre risas y las bromas que hacía mi padre hacia Criatal y yo, como cuando le íbamos a dar nietos, que sean varios que él solo pudo tener un hijo, quería que la mansión estuviera llena de niños; ese tipo de comentarios nos hacía sonrojar, pero veía de reojo como  Cristal sonreía y le brillaban los ojos, más de lo normal, se veía tan preciosa.

El tiempo pasó volando, dejamos a Cristal en su mansión y ahora nosotros nos disponíamos a la nuestra.

Mi padre deseaba hablar conmigo, así que nos encontrábamos en su despacho, ahora sí necesitaba una copa de whisky, esto iba para largo y se por que.

Le había contado todo de mi y mi pasado, lo vivido con mi madre, con Cristal, entre lágrimas lo que le hice, mi padre estaba sentado al lado mío, no me interrumpió en ningún momento, solo me regalo un abrazo bastante fuerte.

—Tranquilo hijo, aquí estoy y no te volverás a ir de mi lado, sabes que te amo... Lo siento por no detener a tu madre... Lo siento hijo por no buscarte...

Ya no volveré a mirar para atrás, a mi padre le perdono todo

Mi padre también se le salían las lágrimas, él me había contado el motivo de la separación de mi madre con él, y era mejor, ninguno de los dos se quería, su matrimonio fue impuesto por mi abuelo y por eso, la desdicha de los dos que terminó siendo la mía.

Ya veo por qué mi madre me odiaba, veía en mi a mi padre y mi abuelo. Pero mi padre siempre me amó, desde que yo estuve en el vientre de Lisa, él jamás se imaginó que ella le iba a dar un hijo, fui sus ojos, su vida... Ella le había arrebatado eso, su egoísmo fue grande, Lisa había engañado a mi padre con su actual pareja. Ella quería hacer sufrir a los Collen con su primogénito y ese era yo.

Maldita, mil veces Maldita

jamás se lo perdonaré, así se esté retorciendo del dolor, la odio y ese sentimiento así ella no va a cambiar, la odio por herir a mi padre, por separarme de él.

Seguimos bebiendo hasta tarde, ya estábamos un poco mal, pero yo seguía consciente.

Ayudó a mi padre y lo llevó para su recamara, debíamos descansar, mañana será un gran día para mí y debía reponer fuerza.

Llegue a la puerta su recamara, la hizo agrandar más y estaba mejor la casa había cambiado bastante, Penelope tiene buen ojo para los diseños de casas, bueno ella estudió eso e hizo algo ejemplar con la mansión, me había gustado, toco la puerta.

—Hi.. Jou —me rio de su borrachera — ¡¡Te amo!!.

Abro mis ojos sorprendido, le sonrió, me siento orgulloso de ser su hijo y que él sea mi padre.

También te amo padre

....

Nos encontramos en la empresa, mi padre y yo nos ponemos al día con asuntos económicos y contrataciones, estuvimos ocupados por muchas horas sin ser molestados, órdenes de mi padre.

Ya eran casi las seis de la tarde tenía dolor de cabeza, me tomé un analgesico para la migraña, debía salir a la mansión para arreglarme e ir a recoger a Cristal, hoy será una cena especial.

—¿Hijo, ya te vas? — me sonríe —¿Estarás con Cristal? ¿Vuelves a casa?

—Padre...

—Ya, ya... Entiendo jajaja —se sigue burlando, me sonrojo — ¡Sabias que te ves adorable hijo!

— Ya padre... Me Voy nos vemos después. — asienta con la cabeza

—Mucha suerte...

Fue el primero en saber la sorpresa que me tenía Cristal y tal vez... Tal vez no llegue a casa.

...

Me había acomodado lo más rápido posible, me puse algo más cómodo, esta salida sería diferente, cenaremos en la playa.

Recojo a Cristal, ella iba vestida con un lindo vestido corto blanco suelto de su cuerpo, unas sandalias cafés, dejando su cabello suelto. También estaba cómoda, así se lo había pedido.

—Hola amor... ¿Cómo me veo?

—Te ves hermosa.

—Tu también te ves bien...— Se sonroja.

Agarro su cara con mis manos y la beso, pero detengo el beso antes de que terminemos haciéndolo en el auto, y no terminé habiendo nada.

Aceleró el auto, conduzco hacia la playa, ahí ya debía estar toda la sorpresa que me tenía a Criatal, Lucas y Hanna antes de irse, para Inglaterra me habían ayudado un poco.

Tape los ojos de Cristal con un pañuelo y la guíe hacia el lugar donde íbamos a cenar. Esa noche solo estaríamos los dos y la luna presente.

Llegamos al lugar indicado por Lucas, quedó asombrado por todo lo que veo, en verdad que Hanna hace cosas asombrosas, en verdad que estaba muy bonito todo, pequeñas luces, un mantel en la arena, una canasta llena de comida y muchas flores.

Dejó a Cristal parada a un lado — cuando te diga listo, te quitas el pañuelo de tus ojos. — Cristal asiente.

—Listo —Cristal se quita lentamente el pañuelo de sus ojos, mira todo a su alrededor y el arreglo que hay en la arena, la luz de la luna hacía iluminar su mirada, me arrodilló y ahí me di cuenta de que — El momento más feliz del día es cuando estoy junto a ti, por que es ahí el instante en el que todo es paz y armonía — sonrió — Cristal, me das esa seguridad que necesito para afrontar las adversidades y mantenerme de pie en la lucha por hacer realidad todos nuestros sueños, así que... —sacó de mi bolsillo una pequeña caja de color verde oscuro, abro la cajita donde hay un anillo de oro rosado con un diamante hermoso — Cristal ¿Quieres casarte conmigo?.

Cristal se acerca a mí y cae de rodillas, comienza a llorar, se me abalanza encima, caemos en la arena y llora con más fuerza.

—Tonto, eres el tonto más romántico, esto es nuevo en ti... —se acomoda un poco y me mira — Claro que si deseo casarme contigo, Frank — me besa, es un beso cargado de muchas emociones, hemos pasado por mucho, es verdad, pero de ahora en adelante crearemos nuevos recuerdos, se que es muy pronto, pero dentro de un año volveré a Francia, pero esta vez para casarme con Cristal.

¡Los hombres rudos también se enamoran!

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