Desperté en una cama, en una habitación desconocida. Poco a poco comienzan a llegar a mi flash backs de lo ocurrido en el parque.

De inmediato intente llegar a la puerta pero me di cuenta que mí estoy esposada a la cama.

Antes de que el abriera la puerta sabía perfectamente de quién se trata
Caí en su trampa como una ingenua

¿Que clase de persona utiliza a su propio hijo para secuestrar a alguien? Agradezco que no lleve a los mellizos o a Santi al parque.

— Eres tan predecible bebita

— ¡Estás loco Dante! ¡Déjame ir ahora mismo!

— Nunca te irás ¿Sabes todo lo que hice por tú culpa?

— ¿Por mí culpa? yo no te pedí nada

— Se supone que me esperarías hasta el nacimiento de Marcos. Pero te enredaste con el imbécil de Santiago

— Tu me dejaste Dante.

— Eso no importa—El se acomoda arriba mío y me mira a los ojos, nunca he visto tanta oscuridad en su mirar —Tú siempre has sido mía, te lo advertí varias veces. Debiste esperarme y nunca permitir que otro te tocará Sofía.

—Tal vez me equivoque —Creo que lo único que puedo hacer es seguirle la corriente

—Todo es tu culpa Sofía —Noto que en verdad está enfadado conmigo, se puede ver la rabia en su mirada —No se que mierda me hiciste desde el día en que nos conocimos.
Siempre tuve a la mujer que quise a mí disposición pero contigo nunca fue así. En cada ocasión coqueteando con Juan Diego, Alonso o el que se te cruzará en frente, no tienes una idea cuanto me enojaba.

—Yo nunca coquetee con ellos

El ríe —Deja de mentirme en mí cara, todo lo que ocurrió es tu culpa por enredarte con ese estúpido..

—Dante yo te juró que si me dejas ir no le diré a nadie aún estás a tiempo de huir.

El ríe fuerte —¿Dejarte ir? ¿Dejarte con ese estúpido? Ni lo sueñes Sofía.

—Puedes tener a la que quieras ¿Porque tu obsesión conmigo?

— No es obsesión, yo te amo y te quiero solo para mí.

— Eso nunca pasará nunca, no dejaré a mis hijos

— Esos niños deberían ser míos, no de ese imbécil.

— Lo mejor que pudiste hacer fue dejarme, no me daba cuenta el asco que me das.

El me lanza un golpe con todas sus fuerzas provocando que resbalen un par de lágrimas.

—¡Cállate de una maldita vez Sofía! ¡y si te doy asco te aguantas porque serás mía el resto de tu vida!.

El intenta besar mis labios pero yo aparto el rostro y por ello se dedica a besar mí cuello efusivamente como si deseará arrancar mí piel mientras desgarra mí blusa.

—¡Dante no! —le suplico entre lágrimas

—Ya me aguante mucho tiempo, eres solo mía.

Ahora que he madurado me puedo dar cuenta que Dante me violó varias veces porque cuando éramos novios muchas veces me negué a estar con el y nunca le importó, ejercía fuerza y hacia conmigo lo que quería.

No comprendo como fui tan estúpida de permitirlo, nunca debí aceptar ser su novia, ni mucho menos su prometida, el amor me cegaba y todo lo que me está ocurriendo me lo tengo merecido.

—¡Dante! —Le vuelvo a suplicar cuando visualizo que se está quitando la camisa

Intento jalar mis brazos para quitarme las esposas pero solo logró lastimar mis muñecas.

—¡Quieta Sofía! ¡No es nada que no hayas hecho antes!

El lleva sus manos a mí jean desabrochando para luego deslizarlo de mis rodillas para abajo.

—Te vez muy bien para haber dado a luz.

—Me harás daño Dante

El furioso vuelve a acomodarse arriba mío.

—En la cama con ese estúpido no te importaba —El une sus labios a los míos en un beso efusivo. Como acostumbra devora mis labios sin importarle lastimarme.

Al ver que no correspondo llevo sus manos a mis mejillas ejerciendo fuerza. Cuando me queje el adentro su lengua en mí boca explorándola.

Mientras me besa sus manos bajan hacía mí brasier rompiéndolo de un tirón como hizo con mí blusa. Luego comenzó a amasar mis pechos lo cual me provoca un inmenso asco y deseos de vomitar.

El se aleja de mis labios para centrarse en besar mí cuello mientras su mano se desliza hasta mi entrepierna adentrándose en mis bragas.

—Todo esto es mío —No deja de repetir mientras masajea mi zona íntima bruscamente.

—Quiero cogerte por horas—Me susurra mientras lambia mi cuello—Días, toda la vida pero tendremos que esperar

Respire aliviada cuando el se alejó de mí cuerpo.

—Tengo un asunto del cuál encargarme, no te preocupes bebita esta noches será nuestra.

El simplemente comenzó a vestirse y se alejo de la habitación.

Se que no me violó pero siento como si lo hubiera hecho. Me beso y todo en cada parte de mi cuerpo y lo más grave es que en la noche volverá, me siento asqueada y no puedo siquiera ducharme.

Durante horas solo me dediqué a llorar o intentar liberarme sin tener éxito hasta que llegó la noche y alguien entro en mí habitación.

No se trata de Dante sino de una mujer quién me libero de las esposas y dejo una bolsa de compras en mí cama.

—Dúchese y vístase para cenar son órdenes de su marido

  —¿Mi marido?

—Sí el señor Walton —Es todo lo que dice antes de marcharse

Me adentre en la ducha tomando un baño de unos diez minutos. Sólo deseo quitarme el asco que siento, aún siento su aliento, sus labios y sus manos en mi cuerpo, desearía morirme ahora mismo, pero debo ser fuerte por mis hijos y mí San.

Baje al living  dispuesta a tirarle la comida en la cara, pero me encontré con Marcos quien no deja  de llorar ante los gritos de Dante.

— ¡Dante cálmate!

— Al fin te dignas a bajar —El me escanea de arriba abajo —Te vez muy bien

Es vestido que estoy utilizando es bastante corto y escotado, es lo único que tengo porque el destrozo mí ropa.

—Mami al fin despiertas

Me senté a su lado dándole un abrazo — ¿Que pasa mí amor? ¿No te gusta la comida?

El niega con la cabeza

— Deja de consentirlo Sofía debe comer sus verduras

— No lo puedes obligar y gritando no arreglas nada—Me centre en el— ¿Que quieres que prepare?

— salchichas

— Bien te preparo salchichas solo si los acompañas con una ensalada ¿Tenemos un trato?

El asiente

Luego de cenar me dirigí a la habitación con Marcos le conté un cuento hasta que se quedó dormido, se que la única forma de que Dante no intenté tocarme, es si estoy con el niño. Además lo extrañe mucho y quiero pasar tiempo con el.

No dejo de preguntarme como estarán mis bebes, no se duermen sin el pecho y están muy pequeños, Santi me debe estar buscando.

Simplemente me encerré en el cuarto con Marco sin dejar de abrazarlo.

***
Me desperté  temprano y recorrí toda la casa, pero me di cuenta que en la entrada hay varios  hombres vigilando la entrada.

Como si lo hubiera invocado mi pesadilla, es decir Dante apareció de repente detrás de mí.

—Ni lo intentes, tienen órdenes de disparar.

— Mis hijos me necesitan y yo a ellos

— Tú única familia somos Marco y yo, Sofía

— No me importa que me asesinen, pero me escapare imbécil. Nunca dejaré al amor de mí vida, ni a mis hijos.

El ríe — nunca te lastimaría bebita pero a Santiago o los pequeños le pueden ocurrir accidentes

— se que lo dices para asustarme pero nunca les harías daño

— No sería la primera vez que mato por ti

—Ya se que asesinaste a Elizabeth

No veo una pisca de arrepentimiento en el y al contrario simplemente ríe.

  —Fue su culpa por no querer entregarme a su hijo más bien es tú culpa Sofía. Ella debería estar feliz con Santiago y su hijo pero tú lo arruinaste. Me orillaste a matarla.

—Estas mal Dante lo que le hiciste a Elizabeth y al hijo de Santiago no tiene perdón, le arruinaste la vida cuando el  tiene un año menos que tú hijo y sabes  ni siquiera quieres a Marcos.

— No me importa nadie, solo tú y soy capaz de matar a mí propio hijo si no estás conmigo.Tenlo presente Sofía, serás mí mujer o atente a las consecuencias .

El resto del día me dedique a cuidar a Marcos y a intentar investigar en donde estamos, pero el pequeño sabe menos que yo y los sirvientes no me dirigen la palabra.

— No te volverás a ir mami

— Mi amor tengo dos bebes pequeños que cuidar

— ¿y los quieres más que a mí?.

— sabes que te adoro mi amor—Bese su carita

—Entonces no te vayas, otra vez.

— Te juro que no me iré sin ti, ¿quieres conocer a mis bebes? además estoy seguro que te llevarás genial con Santi ¿Tienes ganas de conocerlo?.

El asiente 

— Bien mí amor tú y yo escaparemos, pero debe ser nuestro secreto cariño

—Jugamos

—Sí vamos al jardín.

Lo cargue en mis brazos dirigiéndome al jardín pero no llegue porque Dante furioso se acercó a nosotros.

— ¿sabes lo que acaba de hacer el idiota de tú padre?

— ¿Qué?

— Me denunció en los medios ahora mí rostro  está en todos lados y se han arruinado mis negocios.

— ¿Que esperabas? obviamente mí padre y mí marido me buscarán hasta debajo de las piedras . Ellos me aman como yo a ellos

— Nunca te encontrarán, ni ellos, ni nadie porque nosotros nos iremos del país ya el avión nos está esperando y están listos nuestros pasaportes, señora Solange de Iturbide.

—Estas mal de la cabeza, no me iré a ningún lado contigo—Me solté de su agarre lo cual lo enfureció.

Dante está tan fuera de si que no le importó que el niño este acá y estrecho su puño en mí rostro. Fue tan fuerte el golpe que caí al suelo, estoy aturdida porque ni siquiera Carlos me golpeaba tan salvajemente.

—Ya me tienes harto Sofía ¿Quieres saber lo que sintió Elizabeth?

El me vuelve a golpear y lleva sus manos cuello ejerciendo fuerza.

— Papi déjala—Marco entre lágrimas sostiene su pierna

— ¡cállate mocoso!

El furioso lo empuja al suelo, el pequeño cayo contra su brazo y creo que se lastimó.

Eso colmo mi paciencia, no dejaré que lastime al niño. Tosí durante unos segundos y luego agarre una lámpara que encontré, sin pensarlo la estrelle contra la cabeza de Dante con todas mis fuerzas.

No es como en las películas cuando golpeas a alguien y este cae desmayado, Dante solo quedó atontado y yo debo aprovechar .

Simplemente cargue a Marcos en brazos para comenzar a correr, el no deja de llorar y sangrar lo cual me está desesperando.

— Me duele

— yo se mí amor nunca más te hará daño.

Aproveche que los hombres están distraídos para correr rumbo al jardín trasero. No me detuve ni siquiera cuando escuche los  gritos de Dante y sonidos, que creo que son disparos.

Se que este es mi fin y moriré, pero debo intentar luchar hasta el último instante. Que mis hijos sepan que su madre peleo hasta el último suspiro de vida.

Me detuve cuando un hombre sostuvo mí brazo, sólo lance sollozos al darme cuenta que me atraparon.

—Sofía soy yo —Deje salir el aire que tengo contenido cuando escuche la voz de mi padre—  Mi princesa están bien

—  si papá no hay tiempo, vamos que está armado. Tú corre con el niño a quien quiere es a mí. —Le digo mientras le entrego a Marcos

—No digas tonterías Sofía

No logramos movernos porque Dante llego al lugar junto con dos hombres más. El nos apunto a mí padre y a mí con el arma.

— Estas perdido Dante la policía no tarda en llegar

Comprobamos que mí padre no miente cuando se escucharon las sirenas de la policía.

—Nunca entendiste que tú hija es mía. —El ríe mientras me apunta con el arma — Si no eres mía no serás de nadie Sofía

Solo cerré los ojos esperando mí fin y en menos de un segundo se escucho un disparo.

Debo decir que no sentí dolor ni ninguna emoción. Creo que esta es la única forma en la cual se terminará la obsesión de Dante por mí, la cual ya se cobró dos vidas.

Nunca he imaginado que ocurre después de la muerte pero en estos momentos quiero pensar que existe el paraíso y que algún día me volveré a reunir con Santiago.

Se que el cuidará bien de mis hijos, eso me consuela.