capítulo 51: El nacimiento ✔️

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Me desperté con dolores intensos en el abdomen, creo que son contrataciones, lo cual significa que llego el momento que tanto me aterra.

— Santiago —Golpeó su hombro intentando despertarlo

El bosteza sin abrir los ojos — Cinco minutos mí amor

— ¡Ya es hora idiota! — Siento que me desmayare del dolor

En ese instante el comenzó a vestirse apresuradamente

— Respira sol como practicamos

Mientras el se viste yo llame a Rocío para que venga y se quedé con Santiago quien aún está en su quinto sueño.

Cuando termino de vestirse me ayudo a mí a vestirme porque del dolor no deseo ni moverme.

Gracias al cielo Rocío no vive muy lejos y llego en menos de diez minutos. Nos despedimos y ella me deseo suerte luego nos adentramos en el carro rumbo hacía la clínica, durante el camino mensajee a mí doctora para que tenga todo listo, también le envíe mensajes a mis padres y Karina.

Cuando llegamos al lugar de inmediato me senté en una silla de ruedas mientras el llena unos formularios con mí ingresó en ese instante sentí que un líquido recorría mi pierna, eso significa que ya es hora.

No perdieron el tiempo y me guiaron hacia el quirófano, el obviamente me acompaño y no soltó mi mano en ningún momento.

Desde hace meses Santiago me dijo que el deseaba presenciar el nacimiento de nuestros hijos sin importarle que le da impresión la sangre.

El como lo prometió no sólo mí mano en ningún momento a pesar de que yo no dejaba de insultarlo por atreverse a embarazarme, es que nunca había experimentando tanto dolor y yo soy bastante sensible.

Mentiría si dijera que el parto duro poco tiempo, fue bastante largo y bastante agotador pero finalmente después de varios intentos nació mi pequeñito, cuando lo vi por primera vez deje caer todas mis lágrimas.

Se que todos los bebes son lindos pero el para mí es el más hermoso de la tierra. Tez morena ojos intensos grises, está repleto de cabello y su cuerpecito es pequeño, siento como si pudiera romperse.

Santiago dejó caer sus lágrimas cuando alrededor de unos cinco minutos de diferencia nació nuestra pequeña, si su hermano llora ella le gana en llanto. La pequeña Grace tiene los ojos grandes color mar, la tez blanca y está repleta de cabello oscuro como su hermano.

Sin dudar es el mejor momento de mí vida, después de tanto sufrimiento, tanto emocional como físico, de tanto  desearlo, por fin lo logramos somos padres.

Todo valió la pena, cuándo vi a mis bebes, San y una enfermera los acercaron a mi para que los visualice mucho mejor.

Sin dudas son la mejor imagen que vi en mí vida mis pequeños con sus caritas rojitas.

— Mis pequeños

— Nuestros pequeños —El me corrige tomando sus manitas pequeñas — Hola soy papá, se hicieron desear demasiado, en eso se parecen a mamá

Reí con la poca fuerza que me queda, antes de caer dormida debido a que estoy agotada.

***
Cuando me desperté visualice un cuarto con las paredes color rosa y repleto de rosas, peluches, globos y un cartel que dice “Los amo".

Pero falta mi adorno favorito el cual es el amor de mi vida, ya me imagino que debe estar haciendo Santiago.

—Al fin despiertas amor—Es la voz de mamá

— ya los vieron

— si están hermosos—Comenta papá
 
— ¿y Santiago?

—Fue a ver al niño, enseguida regresa.

En pocos segundos se acercó una enfermera con los cuneros y mis pequeños recostados, son más hermosos de lo que recordaba.

Cargue al niño quien está llorando mientras mamá y papá contemplan a la niña mientras ella lanza bostezos, pocos segundos después papá la cargo.

—Es la primera vez que cargo un bebe, lo hago bien.

—Perfecto Gabriel

— es idéntica a ti

— si tiene tus ojos princesa

Estaba desconcertada y no me di cuenta cuando Gabo se prendió de mi pecho alimentándose, es muy extraña la sensación y me arde un poco el pezón, pero vale la pena.

—¿Cómo están mis amores? —Entra Santiago

—Muy bien

El dejo un beso en mis labios y  en la cabecita de Gabo luego se acercó a Grace quién está tranquilita en los brazos de mi papá.

—Como se porta la princesa

— Nosotros nos vamos, los demás quieren entrar. Felicidades a los dos y te amamos Sofí.

— yo los amo a ustedes

Cuando ellos se marcharon Santiago encargo de alzar a Grace. No pude evitar reír cuando la pequeña le busco el pecho a el.

—Creo que ya tenemos hambre.

Luego de unos minutos Santi cargo a Gabo quien está algo dormido. El comenzó a dejar palmaditas en su espalda mientras lo mese para lograr que concilie el sueño.

¿Cómo Santi sabe cargar y cuidar a un bebe? La respuesta es muy simple, Benjamín.

En cuanto a mí le pregunté de todo a mí mamá y leído miles de libros aunque la teoría y la práctica son muy diferentes.
Yo me dediqué a amamantar a Grace mientras acaricio su cabello.

—Son hermosas mis princesas y mí glotonsito no se queda atrás —El deja un beso en la cabecita de Gabriel

— Te amamos Santi

—yo a ustedes

En pocos segundos entro el padre de Santiago junto con su esposa, el hombre cargo al dormido Gabo y Karina se acercó a mí dejando un beso en mi mejilla y acariciando el cabello de mí glotonsita.

—La verdad hijo eres una fotocopiadora —El ríe

Es verdad que tanto Santi como Gabo se parecen mucho a el. Creo que no sería necesario un ADN.

— obvio mi hijo salió guapo y mi nena es igual a mí Sofí

  — Felicidades a los dos, es lo que siempre quise aumentar la familia.

—Ahora tienes nietos de sobra —Ríe San

Durante el último mes ni San ni yo hemos logrado conciliar el sueño. Gabo llora durante el día y Grace durante la noche, creo que se ponen de acuerdo para acabar con nuestro sueño.

En cuanto al pequeño Santi está algo celoso porque no puede dormir con nosotros pero también está más tranquilo y gracias a la terapia ha ido superando las pesadillas y ya no pregunta tanto por su mamá.

Hemos cuidado no mencionar el nombre de Dante o de Sharon delante de el porque les sigue teniendo terror, Santi y yo tenemos que el pequeño escucho o vio algo del momento en el cual Dante asesino a Elizabeth, también existe la posibilidad de que el lo amenazó pero el asunto es que el le tiene terror.

— Hermosa, tu hija llora otra vez. —San me sacó de mis pensamientos

Rodee los ojos —También es tú hija

—Sí pero yo no tengo a estas hermosas —El señala mis pechos

—Tonto

—Porque no duerme como Gabo

— ¿A caso tienes preferencias?

— claro que no, no soy como tu

— yo no tengo preferencia

— la nena de papá y la más pequeña, son sus palabras señor Rey.

— Como no voy a amar a mí Grace si es igual a mí Sol pero también amo a Gabo y Santi por igual.

—Lo se bebe

Yo cargué a Grace intentando calmarla mientras el sigue meciendo a Gabriel.

— Este niño tan lindo dormirá en la cuna verdad —El besa su carita

— No duerme e la cama  — —Pregunta el pequeño por décima vez

— claro los bebés duermen en la cuna y tú en la cama.

—Ya es tarde Santi quieres  que papá te lea un cuento — le pregunta San

—Sopi

—Hasta el niño sabe que yo cuento mejor las historias que tu

El ríe y niega con la cabeza —Sopi  está ocupada con la beba

El hace puchero  sabiendo que así logra convencerme muy fácilmente. Creo que tengo a Santi muy consentido pero no quiero que se sienta desplazado por  los bebés.

Quiero ser todo lo contrario a lo que Carlos fue conmigo, lograr que el me vea como a su madre y no sienta que lo quiero menos que a mis hijos biológicos porque no es así.

—No me hagas esa carita en cinco minutos estoy en tú cuarto

Gabo ya está rendido y por ello Santi lo recostó en la cuna luego le entregue a Grace para que le de palmaditas, no tardará en dormir ahora que está satisfecha.

Me acerqué al cuarto de Santi y me recosté en la cama abrazándolo mientras acaricio su cabello.

En lugar de leerle siempre inventó un cuento con los animales que a el le gustan y el personaje principal se llama como el.

En menos de media hora logre que el se duerma, lo arrope, deje un beso en su rostro y encendí la lámpara, también deje la puerta abierta por seguridad. De todas formas el cuarto de Santi queda al lado que el nuestro.

Cuando regrese a mí habitación me di cuenta que Santi y Grace están durmiendo a la par.

Cuidadosamente cargue a Grace y la recosté en la cuna, por primera vez en un mes ella no se despertó abruptamente.
Cuando regrese a la cama Santiago me empujó acomodándose arriba mío.

—Fingías que dormías

—Obvio, ya dormiste a los niños pero debes encargarte de mí.

— Estoy cansada cuidar a tus hijos no es tarea fácil

— yo te ayudo a relajarte —El deja besos en mí cuello

— Me lo harías hasta dormida fogoso

— No es mala idea

***

Esta mañana ha sido más tranquila porque mamá vino a visitarme y ella me ayuda con los niños, es una experta en bebés y Santi la sigue llamando abuela, el está acostumbrado a ella por el tiempo que vivió en su casa.

La invito a casa para que e distraiga porque está muy deprimida debido a que condenaron a Sharon a Díez años de prisión. Bajo los delitos de secuestro, maltrato infantil y cómplice de asesinato, porque aún no creen que ella estuvo involucrada en la muerte de Elizabeth.

—¿Te usta? —Pregunta el pequeño mientras me enseña su dibujo

— Está hermoso cariño, me quitaras el trabajo.

—Es tan tranquilo —rio mamá

—Es mí momento de paz cuando solo estoy con el y duermen los mellizos.

—Eso es lo bueno de trabajar en casa amor

—Sí —Eso es verdad mí trabajo me permite pasar tiempo con los niños

Aunque en verdad todavía no he retomado, Santi me ofreció que me tome todo el tiempo que quiera pero no me gustaría que el me mantenga porque para algo estudie una carrera y quiero ayudar a papá con nuestros negocio.

Fui interrumpida cuando comenzó a vibrar el celular, cuando observe la pantalla me di cuenta que se trata de un número desconocido pero decidí atender de todos modos.

—Hola

— Mami— se escucha a un niño llorando, reconocí su voz de inmediato.

— ¿Marcos eres tú mí amor?

— Sí tengo miedo

— ¿Donde estas cariño?

En ese instante se escucho la voz de una mujer quién asumo que le quito el celular para hablar conmigo.

—Encontré al niño rondando solo en un parque y el tenía este número en un papel

—Entonces no hay nadie con el

—No, sólo vi que un auto lo dejaba. Ya llame a la policía ¿usted es la madre del niño?.

—No, pero lo conozco. ¿En qué parque están?

— El parque central

—Voy para allá

Le explique la situación a mamá y ella insistió en que espere a Santiago pero yo no puedo esperar. Me muero de la preocupación al pensar en que le pudo hacer Dante al pequeño para que el se encuentre en está situación.

Me siento muy mal con el me pidió que me quede en París y yo no lo hice, me fui dejándolo solo con ese monstruo.
No olvidó que le prometí a Luna que lo siempre lo cuidaría y le falle.

Al llegar al parque industrial me Di cuenta que el está sentado al lado de un banco, me extraña que la policía aún no este acá.

Lo abrace intentando que deje de llorar.

— ya paso mí amor ¿y la policía señora?

—No tarda en llegar

—Mejor vamos Marc…

No logro terminar la oración porque la mujer me inyecta en el cuello una jeringa, no se que tiene pero en pocos segundos caigo al suelo.

Sólo logró ver el rostro de Marcos y la silueta de una camioneta antes de perder la conciencia.

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