Capítulo 34

En las afueras de la ciudad de Tokio, una pareja discute por dos días en su despacho y solo  por el comportar de su mejor adquisición.

Nadeshiko Kinomoto no sabía qué hacer y Fujitaka estaba por reventar a quien se le acercara, sus hijas no decían nada y tampoco quería herirlas. Así que decidió esperar a que su hija mayor apareciera por aquellas puertas de su casa.

—Debemos planear algo que nos ayude con Sakura, tenemos que traerla de vuelta. ¡Había luz en sus ojos Fujitaka! ¿sabes que eso?

—Si, cambió, ya no tiene esa alma asesina que habíamos moldeado, y justo con ese hombre, ¡maldición! —ambos caen en el sillón —¿Jamás se dieron cuenta quién eras tú?

Su amada esposa niega —Para nada, y saber que estudiamos en la misma preparatoria juntos. Todos seguimos caminos diferentes, solo que él sí se acordó de ti y... Comenzó a robar lo que es tuyo.

—¡Menos mi hermosa mujer! — aquella pareja sonríe complacida

Años atrás, Clow, Hien, Fujitaka, Xiao Wang, Shoju eran muy amigos, y los cinco eran los más cotizados de su preparatoria. No sólo eso, los cinco destacan por su enorme inteligencia, eran capaces de muchas cosas

Saqueaban su propia preparatoria, jaqueaban los computadores y nadie se daba cuenta. Ellos prometieron formar una enorme organización, hasta que...

Fujitaka se enamoró perdidamente de una mujer muy simple de cabellos cortos grisáceo y de ojos verdes. Solo que estos estaban muy apagados, aquella chica sufría de bullying por las personas de sociedad. Era una chica becada y todos el que estaba en aquel colegio tenía dinero, menos ella.

Aquella chica luchaba por salir adelante y darle una mejor vida a su familia.

Fujitaka siempre la encontraba en momentos muy incómodos, así que él decidió acompañarla siempre para que no pase peores situación, pero eso se complicó más, ya que, Fujitaka era uno de los más populares galante y sonriente, Hien, Clow y él eran los que siempre destacan entre todos los hombres.

Las enviarías crecían, pero incrementó más cuando Fujitaka se dio cuenta que, el que estaba detrás de todo eso era su amigo Hien, todo por que ya no estaban más juntos, le parecía un acto de cobardía e inmadurez, era una mujer a la que estaba atacando, así que decidió dejar el grupo, cosa que no tomaron bien del todo.

Comenzaron a humillar a su pobre novia por su poco dinero. Pero poco le importó a Fujitaka, siempre estuvo a su lado hasta graduarse prometiendo hacer pagar todo el sufrimiento ocasionado y la agonía que le hicieron pasar a su querida y hermosa novia por el dinero.

Los iba a hacer tragar aquellas palabras a todos

La venganza entre todos ellos creció más, los medios dieron a conocer las nuevas posiciones de sus amigos, sus matrimonios e hijos.

Vio que Shoju consiguió como hijo un detective, Hien a su hijo problemático, mujeriego, empresario. Clow tenía un hijo que ni cuidado le paraba a este, no le importaba los trabajos de su padre. Xiao wang una hija muy egocéntrica, que en la lucha la tenía muy bien entrenada

Y estaban ellos dos, con sus tres hijas. Sus mejores armas para realizar aquella venganza que se fue sumergiendo sus padres, todo comenzó por su padre. Fujitaka quería acabar con todos por lo que le hizo a su esposa, pero se olvidó que fue hundiendo a su esposa en aquella venganza y después sus hijas.

Todo iba muy bien, perfecto y bien planeado, hasta que su hija mayor, su hermosa niña, su bebé, su favorita como decían sus hijas y muchos, se había enamorado de uno de los hijos de sus enemigos.

Aquellos que sí armaron su organización destruyendo al pobre, ya que ese era el deseo de ellos, robar lo que ellos no podían recuperar, explicar a las personas por el simple hecho de no ser como la gente de la alta sociedad.

Nadeshiko poco a poco se volvió una de ellos, una mujer de sociedad, se dejó crecer el cabello, su cuerpo cambió mucho y se hizo aún más hermosa. Nadie la podría reconocer. Pasó de una chica de cabellos ondulados cortos con gafas y faldas largas con granos en la cara, a ser la perfecta mujer.

Tan perfecta, que hasta el propio Hien no se da cuenta que aquella bella mujer que se había enamorado, era la esposa de su enemigo, un conflicto que terminarían pagando sus propios hijos.

Y sin saber que la ruleta no se detenía.

Fujitaka y Nadeshiko decidieron tomar un plan que sería infalible, ya que su hija es muy entregada a la familia y más si se trata de sus hermanas o su propia madre

Ambos padres ven que Sakura llega y se sienta frente a ellos.

—¡Qué desean hablar conmigo! — ambos se miran y la tratan como si nada, como si no hubiera pasado nada malo, como si Nadeshiko no hubiera dicho nada.

—En dos semanas se termina la misión. Me di cuenta que ganaste mucho territorio. Ya podremos avanzar e irnos lejos para que se calmen las aguas por aquí.

Ella los mira con rabia y asienta — ¿Eso es todo? —ambos padres le sonríen y asienten. —Me iré a mi habitación.

Se retira dejando a los padres solos.

—¡Que sea hoy! —su esposa asienta —Retomaremos nuestra vidas por fin. Ya no estarán más en nuestro camino.

—Así será, amor —se besan prometiendo ver mejores resultados

Aquel día ya programado había llegado, la pareja ya estaba lista y preparada psicológicamente para armar bien el plan, estaban a todo por hacer cualquier cosa con tal se que Sakura volviera a sus vidas.

Y si ella volvía, también sus hermanas, ellas, estaban siguiendo a su hermana, cada paso que daba Sakura sus hermanas iban atrás de ella, dándole más el empujón y dando alas para que ellas también siguieran su camino.

Esa misma tarde, aquel cometido se haría.

Fujitaka, toma su móvil y le marca a su hija mayor, está le responde rápido.

—¿Dime? —él se mira al espejo

—Necesito que vengas, debemos hablar de los últimos detalles de la misión —sonríe con eficacia.

—Si, ya voy, dame 10 minutos —cuelga la llamada, frunce su ceño, y le da un puño a aquel espejo, se ve a través de este totalmente quebrado, su hija jamás se había demorado ante su llamado, si ya era justo, su hija había cambiado y sea como sea el no iba a tolerar eso.

—¡Papá, mamá, estamos en casa! —caídas del cielo, miró a mi emplea y le pide un vendaje, la mira con seriedad.

—Ni una sola palabra de esto a las chicas. —aquella mujer asienta, el hombre se lava la mano y la venda, se había rasgado la piel por el gran puñetazo que le dio al espejo.

—¡Hijas! —sale alegre cosa que les pareció extraño a sus hijas, pero este no se da cuenta. —Ése milagro que se acuerdan de este viejo.

—Qué exagerado te vuelves papá, y Sakura, ¿no vendrá? —el hombre las mira sin comprender, de qué se había perdido. —Ay papá, mamá nos pidió que viviéramos a cenar con ustedes, así que estamos aquí. Noche familiar —dice sin más Himawari tirándose al mueble de su casa. Hasta que el entendió las tácticas de su esposa, en ocasiones podía ser despistado.

—¡Estoy aquí! —gritó el ángel de Fujitaka, él se alegra y se levanta del suelo para recibirla, al cruzar el umbral Sakura se asombra. —Papá, ¿qué carajos pasa contigo? —este no aguanto y le da un abrazo, diciéndole que la extraño mucho. —¡Andas extraño desde que llegue!

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Continuará