Capítulo 33

Sakura.

Al día siguiente me volví a ver con Shaoran, él estaba en sus empresas, pero esta vez tenía que llevar una documentación a su padre.  Debía firmar un nose que, que no comprendí bien, suspiré, en el auto, él no para de tomarme de la mano.

—Supe lo que pasó, Eriol está muy mal.

—¿Y crees que mi hermana no? — frena en un semáforo y me mira serio

—Si tu me hicieras algo o no eres sincera conmigo desde un comienzo, creeme que eso me destruye, ¡me mata! —me mira con frialdad, abrí mis ojos y mire al frente.

—Cambio.. — le digo, él retoma su andar —, entiende a mi hermana, Como carajos piensa que ella de la nada le va a decir, oye, a tu papá lo conozco muy bien, me acosté con él.

—Pero sería lo más prudente.

—¡No comprendes nada! ¿Verdad?

—¿Qué no quieres que comprenda?, es un engaño de cualquier forma, Sakura.

—Como tu a mi —él se pone serio —Es un error, es humana, tiene derecho a equivocarse —ambos comenzamos a discutir, él esquiva un auto, se detiene, comenzamos respirar profundo.

—Sólo digo, que ser sincero vale más que cualquier cosa, Eriol y yo sabemos cómo son nuestros padres.

—Tal vez, ¡pero nosotras no! —finalice la discusión, él no comprende nada, el hombre la puede cometer pero no uno, ahí está pintado. —Es como tu error —repetí en susurro y mire con tristeza a través  de la ventana, ya que lo que me depara, solo se puede ver lo que uno comete pero no de su parte.

Al llegar al edificio Shaoran baja primero y me abre la puerta, me tomó de la mano con delicadeza y caminamos hacia la recepción, todos le hacen una reverencia, ingresamos al ascensor, ambos nos miramos y sonreímos, él me besó con delicadeza y descansa su frente en la mía.

—¡Te amo y no me gusta estar así contigo! —suspira — No discutamos por otros, por favor. —asentí, el ascensor se abre Shaoran me sonríe y salimos de este, siento que me jala con la mano con la que me tenía y pasa la otra por la cintura, sonreí sobre sus labios, reí por su manera de tratarme, pasó mis brazos por su cuello —Me encanta esta nueva tu

—¿Y qué tanto te gusta de mí? —nuestras miradas se cruzan, un coqueteo que por primera vez en mi vida experimentaba con él. Ambos reímos y miramos hacia el frente, abrí mis ojos a más no poder. —¡Madre! — era la primera vez que mis piernas tiemblan, su mirada matadora me traspasó por completo.

—Señora Nade, le traje unos documentos a mi padre, esto... ¿Ustedes dos se conocen? — pregunta al verme un poco nerviosa y al verla a ella parada con una sonrisa bastante falsa.

—Si, es mi hija —nos acercamos, yo no muy convencida, ella me abraza con fuerza y me tomó de los mechones más pequeños de mi cuello son que el se de cuenta — ¡Qué carajos es eso que acabo de ver Sakura! — me susurra al oído —Dime que actúas, no sabes mentir, se te ve la estúpida cara, de razón tu padre...

Escuchamos un carraspeo, ella se separa de mi —Señores, que pena, es mi querida hija mayor de tres hermosas mellizas  qué tengo. —ambos hombres abren sus ojos bastante asombrados, yo trague grueso.

—Padre, te traje lo que pediste — aquellos hombres no dejaban de vernos —Osea que te apellidas Kinomoto, Tomoyo y Himawari son tus hijas — mire de nuevo al frente, Clow empuña sus manos.

—Qué madre más maravillosa, conseguí, unas hijas hermosas y muy inteligentes. No me sorprende, ¡me imagino que usted les enseñó todo! —mi madre mira a Clow con una ceja arriba.

—Cuidé lo que dice usted señor Hiragizawa, no sabe de lo que habla

—A pero si son un trío, se deben escoltar la espalda la una con la otra. — me acerco a él pero Shaoran me detiene

—Sea lo que haya pasado, eso aquí no viene al caso —tomo de la mano a Li y salimos

—Les gusta los peces gordos — mi madre tiene una mano y le da una fuerte cachetada a aquel hombre, este la mira con mucha rabia.

—Cuidado, estas hablando de mis hijas y por ellas yo me hago matar. —abrí mis ojos. Jamás había visto a mamá tan enojada — Y tú, ¡al rato en casa! —negué.

—No iré, ¡estoy ocupada! —y continúe caminando, escucho un silbido proveniente del padre de Shaoran.

—Ella siempre es así... — finalizó con aquella frase

—Estoy con papá, hasta con mis padres eres seca, con los tuyos también y por qué conmigo...

Lo metí al ascensor — Shaoran, pase lo que pase, mis sentimientos por ti son genuinos, no creas en lo que te digan, sabes como soy y apenas me vine abrir pero... Mis demonios no me dejan es difícil, mi vida no es normal, no te diré mas por que te quiero ver bien, y feliz, sea conmigo o sin mi, ¿entendido?. — él asiente no muy convencido.

—A decir verdad, ¡me asustas! —suspiré y me recosté contra la lata del ascensor.

—¡Deberías!

.....

Habían pasado dos días en casa de Shaoran, no quería enfrentar todavía mi realidad, además de que... Quería disfrutar de este poco tiempo que me quedaba a su lado.

Jamás me sentí más viva que nunca, ni siquiera me desespere por ir asesinar, habían más misiones y mi padre está por acabar mi teléfono, me tocó apagar mi móvil.

Hoy debía volver, sé que esta vez será horrible el castigo.

—Shao, debo irme a casa, no me esperes por un tiempo en dado caso que a mi madre le dé por viajar.

—Pero, papá no me ha dicho nada, además tienen mucho trabajo... Mmm, esta bien, sabes donde encontrarme siempre —me toma con fuerza, siento como si fuera nuestro último beso. Una lágrima escapa de mis ojos — Te has vuelto muy sensible Sakura, ¿todo bien?. — asentí y le sonreí con mis ojos cerrados

—Ya cierro mis ojos cada vez que me besas — los vuelvo abrir, él me mira con mucho cariño, me brinda un beso en la punta de mi nariz —Me enamore de ti, te quiero, Li Xiao Lang

—Suena a despedida. Ya volverás, lo bueno es que esta vez no desapareces con tus rabietas típicas —reímos los dos. Él me acompaña a tomar mi auto. Nos volvemos a despedir —Cuidate, te amo.

Cerré la puerta y encendí el aire. Conduje hasta la salida dejando que mis lágrimas inundan todo sentido de mi vida.

Tomó el manubrio con fuerza. —Maldición — él me había curado y me había sacado de la oscuridad que estaba hundida.

Ya no se que hacer, tengo miedo, por primera vez tenía miedo...

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Continuará