Guerreras

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El ginocentrismo, también conocido como femicentrismo, es una interpretación del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista femenino. Puede considerarse de esta manera como el contrario de androcentrismo y tiene tendencia a orientar en gran medida las políticas y recursos sociales en beneficio de la mujer.

El ginocentrismo es una forma específica de sexismo, en el que el macho se denomina a menudo inferior. Implícitamente se establece el ser humano como mujer y el punto de vista femenino como la universalmente válida. En el modelo del ginocentrismo la mujer es el centro de la vida religiosa, económica y social y tienen dentro de esta teoría ciertas características típicas de género que impulsan el desarrollo de la humanidad en general o lo afectan positivamente. Estas características incluyen la empatía, la llamada inteligencia emocional, el pacifismo, y otras características que se atribuyen feminismo ginocéntrico de las mujeres.

Hasta el día de hoy no sea demostrado que existiera alguna sociedad ginocentrista...hasta ahora.

Cuentan las leyendas por ahí que hace siglos existió una sociedad ginocentrista llamada Paradis.

Como ya se explicó, esta sociedad era gobernada únicamente por mujeres, quienes eran las cabezas de familia. Pero, como sociedad existen clases sociales.

· Las de la clase más alta e ilustre. La familia fundadora de Paradis.

· Las de la clase alta. Quienes fueron las familias que ayudaron a la familia fundadora en la fundación y desarrollo de Paradis.

· La clase media alta y media conformada por las familias ricas por ser comerciantes

· Las de la clase baja conformada por las mujeres campesinas, artesanas, herreras, costureras, maestras, amas de llaves, guardianas que protegían a las familias ricas, etc.

Además esta sociedad tenía una peculiar característica.

Las mujeres de las clases alta y más alta eran guerreras.

Desde niñas eran educadas y entrenadas para pelear y de ese modo cumplir con su ritual de compromiso.

Este ritual consistía en que cuando la mujer elegía un hombre para casarse, esta debía de pelar con la matriarca, hermana, prima o tía de este para demostrar su fuerza y que era una guerrera digna para ser la dueña de un hombre. La victoria se conseguía cuando la otra parte ya no podía pelear o se rendía.

Sin embargo, también existían los casos en que si una mujer deseaba casarse con un hombre que ya tenía dueña, estas debían de pelear pero a muerte. Si ganaba la mujer que deseaba casarse con el hombre, esta podía elegir si conservar o no la hija que tuvo con su anterior esposa.

Este ritual se daba dentro de un gran coliseo, que era un enorme edificio ovalado de 189 metros de largo por 156 de ancho y 57 metros de altura, con un perímetro de la elíptica de 524 metros. En donde estaban las familias más importantes en primera fila para ver y juzgar las peleas.

Estos se dividían en amplios graderíos que estaban diferenciado y reservados según los estatus de cada familia:

· En el podium, el primero de ellos, era para la familia de la clase más alta e ilustre. Quienes se sentaban en la tribuna imperial (pulvinar), el resto de aquella grada era ocupada por sus lacayos. Dado que este piso era el más cercano a la arena de pelea, había una red metálica de protección y arqueros apostados regularmente.

· La maenianum primum, para las familias de clase alta. Cada una tenía su propia tribuna.

· La maenianum secundum, dividido en el imum para las mujeres de clase media alta y media y el summum para las de clase baja.

· En lo más alto estaba la maenianum summum in ligneis, hecho de madera, probablemente sin asientos y reservado para que las mujeres que estaban en la imun pusieran a sus lacayos.

Una vez que una mujer conseguía la victoria, le colocaba un collar de oro en el cuello de su nuevo esposo, o más bien dicho nuevo lacayo, luego lo obligaba a caminar halando de la cadena de su cuello, siempre detrás de ella y con la cabeza baja. Como podían elegir todos los esposos que quisieran a algunas mujeres no le bastaba solo con un hombre, por lo que tenían dos o tres, ya sea para demostrar su fuerza o por mero gusto.

Mientras los hombres. A parte de ser obligados a casarse sin siquiera dar su opinión ante eso, eran tratados como lacayos desde niños. No tenían derecho a recibir educación alguna, salvo cuando se casaban y recibían lecciones de como satisfacer a su esposa. Eran vigilados por las amas de llaves para cumplir con todas sus obligaciones. Debían de ocuparse de la comida, la cual ninguno podía probar antes de las mujeres, comían las sobras de lo que ellas dejaban. Se aseguraban de dejar limpio y preparar el baño con finos perfumes, mientras ellos no tenían derecho a bañarse si no era con permiso de la mujer, por lo que siempre paraban sucios. Alistaban la ropa que la mujer usaría para ese día que eran túnicas largas elaboradas de fina seda con bordados de oro, también las joyas que se colocaban como pendientes, brazales, collares y diademas para el cabello, incluso las sandalias estaban adornadas con oro; mientras ellos usaban túnicas simples hechas de lana con el color que representaba a la familia y un cinto atado a la cintura. A la hora de dormir se iban a los almacenes, sus colchones estaban hechos de paja elaborados por ellos mismo, las mujeres en cambios dormían en colchones hechos con plumas y flores, y las sabanas eran de algodón. Para finalizar la crianza de los hijos, era su trabajo solo si estos nacían niños, si eran niñas la crianza pasaría a ser exclusiva de la madre, las cuales las instruían en conocimiento y habilidad de pelea. Como si todo eso no fuera suficiente, lo peor era que no podían salir a la calle, solo los esposos que siempre debían de salir en compañía de su esposa y con el collar de oro en el cuello, los demás lacayos, es decir los hermanos, si podían.

Cabe aclarar que las mujeres no peleaban únicamente para conseguir esposo, sino también para no perder a sus hermanos, o más bien dicho lacayos. En caso de que otra mujer de la familia no deseará que otras mujeres se llevaran a sus hermanos de su hogar, estas peleaban para definir cuál sería el destino del hombre. Estas peleas podían ser a muerte o si la otra parte se rendía, lo que no era muy buena opción ya que eso las mostraba como débiles ante la sociedad y pasaban de su rango de guerreras fuertes a ser un lacayo más de la familia de su esposo. Si la esposa moría el hombre continuaba con su vida habitual de lacayo de su familia.

Cuando una familia se quedaba sin herederas, terminaba desapareciendo y todas sus riquezas y tierras terminaban a manos de la familia que elimino a su hija.

Las mujeres de clase media alta y media, no peleaban, ellas compraban a sus esposos y lacayos a las comerciantes de hombres. Quienes se los conseguían de esas mismas clases cuando no los querían y de la clase pobre, en su necesidad por tener dinero para comer.

Al momento de morir también había privilegios.

Las mujeres tenían ritos funerarios que se llevaban a cabo en el hogar y en el lugar del entierro, que estaba ubicado fuera de la ciudad para evitar la contaminación. La procesión fúnebre (pompa funebris) transitaba la distancia entre los dos. Al momento que el cuerpo era enterrado, se daba un elogio que era una oración de alabanza a las muertas.

Mientras los hombres, eran lanzados a una fosa común lejos de la cuidad.

Ya hablamos de cómo funcionaba este tipo de sociedad.

Ahora hablemos de unas de la familia más ilustre de todas.

Las Ackerman, con su representante Kuchel Ackerman.

Una guerrera sin igual, de finas facciones, piel color porcelana, ojos grises y largos cabellos azabaches. En sus comienzos muchas no la tomaban en serio por su baja estatura y físico delgado pero flexible, con lo que ninguna contaba es que esa era su gran ventaja al momento de pelear ya que su anatomía le permitía tener más rapidez y agilidad que cualquier otra.

En toda su vida nunca había tenido una derrota, incluso dentro de su familia. Se enfrentó a sus cuñadas para evitar que se llevaran a sus hermanos. Debido a que ellas habían logrado derrotar a su madre, pero cuando esta murió exigió la revancha para reclamar a sus lacayos.

La primera fue Traute Carven, esposa de su hermano mayor Kenny Ackerman, era una mujer muy fuerte pero no tan fuerte y ágil como ella, y eso lo demostró con su muerte.

La segunda, Hanami Azumabito, esposa de su hermano de en medió Keyden Ackerman, a comparación de Traute, era una inútil cuando se enfrentó contra ella, la hubiera matado de no ser porque le ofreció un acuerdo. Que le perdonaría la vida a cambio de si llegaba a tener una niña, se la daría a ella. Solo así Hanami pudo salvarse, pero desde ese momento viviría bajo la opresión de Kuchel y sería tratada como un hombre más.

El interés de Kuchel por tener una niña se debía a que ella había parido un niño, al que llamó Levi, se parecía mucho a ella en rasgos y facciones, piel porcelana, ojos grises y cabello azabache. Lo esperaba con ansias pero se frustro al ver el resulto. Se podría decir que se frustró tanto que mató a su esposo para desahogarse, lo cual nadie tomo importancia ya que al final podía conseguir otro si se le daba la gana.

Los meses pasaron, y Kuchel obtuvo lo que quería. Una niña.

Una muy parecida a ella. Cabello azabache, piel porcelana y ojos de color grises, la única diferencia es que los tenía un poco rasgados; a la que bautizo como Mikasa Ackerman y decidió hacer de ella una gran guerrera para mantener en alto el apellido Ackerman.

Mientras que a Levi solo le quedaba ser educado por los demás lacayos para ser eso, un lacayo más que cuando cumpliera la edad suficiente seria reclamado por alguna familia.

Así debían de ser las cosas en la sociedad en la que vivían. Más nadie contaba que esos niños tenían su propio modo de pensar.

Cuando Mikasa no estaba estudiando o entrenando, y Levi terminaba rápido todos sus deberes. Se escapaban al jardín trasero se su hogar y se ponían a jugar o charlar de cualquier cosa, solo les importaba tener la compañía del otro. Mikasa desde su nacimiento siempre vestía túnicas de seda y uno que otro accesorio de oro, por lo que no le gustaba ver a Levi todo sucio y con el cabello tan largo que le tapaba los ojos, así que ponía en práctica lo enseñado por su "madre" y ordenaba a Levi que se diera un baño, más bien ella lo bañaba y con ayuda de un tazón le cortaba el cabello. También hacia que le consiguieran las túnicas más limpias para usar.

Algunas veces incluso se escapaban de su hogar y se iban recorrer el pueblo siempre agarrados de la mano.

Lo malo es que nunca escapaban de los cometarios de las transeúntes.

-Miren es la pequeña Mikasa Ackerman, la futura gran guerrera de la familia Ackerman-decía una de las mujeres.

-No debería de darle tanta libertad a su lacayo, debería de estar detrás de ella, no a su lado y mucho menos dejar que sostuviera su mano-decía otra mujer que tenía en cada mano una cadena de oro, y detrás de ella los hombres que tenían los collares de oro en el cuello y cargaban varias cosas- Los hombres deben de saber su lugar, ten eso bien grabado en la cabeza-dicho esto último volvió a caminar halando de forma fuerte las cadenas para obligar al par de hombres a caminar.

-No les hagas caso-Mikasa vio que Levi estaba algo alicaído-Levi-kun no es mi lacayo, es mi hermano y mejor amigo-dicho esto último le dio un beso en la mejilla.

-Gracias Mika. También te quiero mucho-le sonrió un poco.

-¡Por todas las diosas! ¡¿Qué hacen aquí?!-la persona con la que menos deseaban encontrarse, la tiránica Kuchel-¡Tú debes de estudiar y entrenar! ¡Y tu hacer la comida!-señalaba a cada uno-¡Camina de una vez!-agarro la mano de Mikasa y la obligó a caminar, mientras Levi les seguía por detrás.

En cuanto pasaban por el gran portón de su hogar todavía no se libraban de un buen regaño.

-¡Que sea la última vez que hacen estos espectáculos en la calle!-miraba con furia a ambos-¡No quiero que crean que mi familia se volvió loca! ¡Cada uno a sus deberes!-palmeo fuertemente sus manos varias veces.

-Si-más rápido que apurado cada uno se fue a hacer lo que se les decía.

-¡Ser madre es tan agotador!-se froto la sien con ambas manos-Ojala hubiera algo para distraerse.

Justo en ese momento una mujer se acercaba a ella.

-Mi señora, le llego una invitación al coliseo-la responsable era Hanami, su cuñada quien ahora era una más de los lacayos.

-Léelo por mí, que tengo una horrible migraña por culpa de tu desobediente hija...oh perdón, mi hija-se señaló así misma con superioridad.

-A la orden-a Hanami solo le quedo morderse la lengua y leer el pergamino-Solicitan su presencia en el gran coliseo porque se llevara a cabo una gran pelea.

-Suena interesante. ¿Quiénes pelean?

-Yelena Tybur desafía a Frieda Reiss.

-Frieda Reiss, la esposa de Zeke Reiss-se colocó una mano en la barbilla-Que interesante -sonrió de forma maliciosa-Sera una excelente oportunidad para relajarse y ver buenos especímenes. Hace mucho tiempo que estoy sola-regreso su vista a Hanami-Avisa a la ama de llaves que prepare todo para mañana, desde el carruaje hasta la ropa para mí y mi hija. Ya es momento de que conozca el lugar donde peleara más adelante.

-A sus órdenes-hizo una reverencia.-Todo estará listo para salir mañana a primera hora.

-Sí, lo que digas. Ya lárgate.-Iré a avisarle a mi hija que saldremos mañana-chasque los dedos para después irse.

Ganas de matarla no le faltaban, para una guerrera ser tratada de esa forma era una total humillación, pero nada podía hacer, había perdido su título en cuanto decidió rendirse. Y si llegaba a hacerlo, no había lugar en el mundo donde se pudiera esconder y salvarse de una brutal ejecución. Así que no le quedaba más remedio que morderse la lengua y continuar obedeciendo.

Al día siguiente.

Iban en el carruaje Kuchel, vestida con su túnica de seda más fina y con cientos de joyas de oro de pies a cabeza, a su lado estaba Mikasa, vestida de igual manera que la mujer a la que llamaba madre. Aunque a ella le incomodaba usar tantas joyas, no quería usarlas, pero termino aceptando a cambio de un acuerdo, que Levi las acompañará en el carruaje. A mala gana Kuchel aceptó.

Por lo general los lacayos iban a pie, haciendo de caravana para la familia que servían.

-¿A dónde vamos, madre?-pregunto por quinta vez Mikasa.

-A un lugar muy entretenido, mi niña-Kuchel trataba de controlarse, estaba harta de las preguntas de la niña-Cuando seas más grande pondrás a prueba todo lo que te han enseñado en los entrenamientos.

-¿Voy a pelear?

-Sí, pero más adelante. Ahora solo veras lo que te espera en el futuro-el carruaje se detuvo en el gran coliseo.

Antes de bajar, los lacayos extendieron una gran alfombra hasta la entrada para que cuando Kuchel y Mikasa bajaran no tocaran el suelo.

-Vamos mi niña. El espectáculo promete ser fascinante.

-¡Sí!-en la pequeña e inocente mente de Mikasa no pasaba ni la más mínima idea de lo que estaba próxima a ver.

Levi les seguía por detrás junto con los demás lacayos.

Al ser una pelea importante, el coliseo se encontraba repleto, desde las familias que le seguían a las Ackerman hasta las mujeres pobres.

-¡Pueblo de Paradis!-anunciaba la presentadora levantando los brazos a ambos lados para que hicieran silencio-¡Este día seremos testigos de un enfrentamiento sinigual! ¡En el día de hoy, ante la atenta presencia de nuestra gran guerrera y descendiente de la familia que fundo Paradis, Kuchel Ackerman! ¡Me complace presentar a la aún invicta guerrera Frieda Reiss!

Al escuchar eso la multitud grito de eufórica.

Poco después se abrió la puerta de un lado del coliseo dejando ver un carroza, sobre este estaba una mujer alta, piel clara, cabellos negro largo y ojos aguamarina. Pasaba saludando a todo el público presente.

-¡Y ahora, tengo el orgullo de presentarles a Yelena Lenz! ¡La retadora!

A diferencia de la primera, cuando se abrió la otra puerta, salía caminando una mujer aún más alta, cabello rubio muy corto, piel clara y ojos negros.

Igual la multitud grito eufórica su nombre.

Cada una vestía su ropa de batalla que era un uniforme negro que tenía parte de metal en las áreas de brazos, hombros, rodillas y piernas. Por armas Yelena tenía una espada y escudo, y Frieda una espada y una pequeña hacha.

Frieda ignoro el comportamiento de Yelena, quien dejo su espada y escudo en el piso para después tomar un poco de arena y frotarlo en sus manos, prefirió voltear su cuerpo para quedar enfrenté de la vista de Kuchel.

-Las que van a pelear. Te saludan-hizo una reverencia con su espada y hacha.

Kuchel solo esperaba ansiosa que iniciara la pelea.

Cada una se puso en posición de pelea.

-¡Inicien!

En cuanto escucharon eso, Frieda comenzó pateando la arena y de esa manera bloquear la vista de Yelena, pero esta fue rapida y se cubrió con su escudo para protegerse de los ataques de Frieda, quien golpeaba con su espada y hacha a diestra y siniestras. Yelena retrocedía pero esquivando todos sus golpes tanto con el escudo que con la espada. En un movimiento rápido se agacho y logro golpearle con su escudo en la cara, provocando el desequilibrio de Frieda, pero no lo suficiente porque logro darle un golpe provocando que cayera el piso.

Rápidamente se puso de pie y comenzó a atacar con su espada a Frieda, los cuales ella bloqueaba con su espada y hacha, pero aprovechó otro oportunidad para volver a golpearla con el escudo en la cara, esta vez más fuerte provocando que le sangrara la nariz, aunque eso no detuvo a Frieda, quien continuo haciéndola retroceder con sus ataques de hacha y espada. Ahora esta aprovecho el momento en que Yelena detenía sus ataques para darle una fuerte patada en todo el pecho logrando que volviera a caer, trato de cortarle el cuello con el hacha pero Yelena rodo un poco y se volvió a poner de pie.

Antes de que se pusiera a la defensiva de nuevo, Frieda la volvió a atacar con su espada y hacha, pero Yelena respondió de forma rápida contratacando todos sus ataques con su espada y escudo, pero al verse de nuevo acorralada no le quedó más remedio que agacharse, pero al ponerse de pie Frieda la seguía atacando con su hacha, en su intento por defenderse con el escudo, no se die cuenta que la punta del hacha se había enganchado en su escudo haciendo que Frieda se lo quitara dejándola sola con sus espada para protegerse.

Parecía que Frieda tenía el combate asegurado, ya que logro dejar algo vulnerable a Yelena, mas no espero que esta le hiciera un pequeño corte en la mano, con ayuda de su espada, para obligarla a soltar el hacha. Algo aturdida por eso retrocedió y continúo la defensiva. En cuanto vio que Yelena se acercaba volvió a patear la tierra, lo cual funciono mejor porque ya no tenía el escudo para protegerse, así que le dio un puntapié haciéndola caer de espaldas, comenzó a atacarla pero Yelena respondió contratacando con la pequeña hacha que logro tomar del piso, mientas que con la otra mano buscaba su escudo.

Frieda ya estaba hasta, con su pie piso la mano que sostenía su hacha, estaba a punto de darle el golpe final, pero Yelena le lanzo el escudo tan fuerte que retrocedió un poco, liberando su mano lo cual aprovecho Yelena para clavarle el hacha en el pie.

-¡AHHHHH!-grito Frieda de dolor, mientras se retorcía y de su boca salían hilos de sangre.

Todo eso era contemplado por Kuchel, quien lo disfrutaba al máximo, pero Mikasa admiraba todo con horror.

No podía creer que todas disfrutarán de aquella masacre.

Yelena se volvió a poner de pie y pateo a Frieda para que cayera de espaldas, y después quito el hacha de su pie.

Todas gritaban con euforia que le diera fin. Bueno no todos.

-¡MADRE! ¡MADRE!-una voz infantil resaltaba de toda la multitud, Mikasa dirigió su vista hacia de donde provenía esa voz y vio a una pequeña niña rubia de ojos aguamarina, vestida igual que ella y que tal vez tenía su edad, 8 años, la cual estaba gritando desde una de las tribunas y tratando de saltar hacia la arena-¡MAMA! ¡MAMITA!-continuaba gritando mientras lagrimas caían de sus ojos. Detrás de ella un hombre alto, rubio con barba y lentes, que tenia un collar de oro, trataba de controlarla.

Eso desconcentró un poco a Yelena, quien dirigió su vista ahí.

Frieda aprovecho eso para rodar un poco y quedar boca abajo, para luego intentar arrastrase hacia la dirección de la niña.

Todo eso pasaba mientras el público gritaba ¡muerte!

Yelena solo dirigió su vista a Kuchel, quien se puso de pie, hizo un puño con su mano derecha pero con el pulgar salido, lo extendió de frente con el pulgar de forma horizontal y al final puso el dedo pulgar para abajo haciéndolo quedar de forma vertical.

Lo que significaba que le diera fin de una vez por todas.

Yelena al parecer capto el mensaje, camino a paso lento hacia donde Frieda, la tomo del cabello obligándola a ponerse de pie. Esta solo gritaba de dolor mientras se sujetaba el cabello.

Kuchel solo rió ante eso.

Mas Mikasa, solo vio como Frieda extendía uno de sus brazos hacia la niña y el hombre. Acto después Yelena le corto el cuello con el hacha y la tiro de forma brusca a la arena, en la cual comenzó a formarse de forma rápida un charco de sangre.

Durante segundos hubo silencio hasta que la presentadora habló.

-¡Frieda Reiss fue eliminada! ¡Les presentó a la nueva guerrea invicta Yelena Lenz!

Toda la multitud grito aún más con eso, Yelena en respuesta alzo el brazo en la que llevaba el hacha que ahora tenía la sangre de Frieda.

-Al parecer la mocosa de Historia tendrá una nueva madre-decía sin más Kuchel, para después ponerse de pie-En fin, fue una pelea muy divertida, no crees mi niña-volteo a ver a Mikasa quien estaba petrificada-Tsk. Estas niñas de ahora, ¿porque son tan jodidamente sensibles?-decía con molestia para después darle un pequeño golpe en la cabeza para que reaccionará- Mas te vale controlarte, no voy a permitir que dañes el nombre de nuestra familia mostrando debilidad. Lo mejor será que mamá te haga una demostración personalizada, para tu suerte estoy de humor, acabo de ver algo que me interesa y pienso conseguir-miraba una de las tribunas, en la que se encontraba un hombre alto y moreno que tenía su cadena de oro, y en sus rodillas una niña morena y pecosa.-Kenny-llamo a su hermano, más bien lacayo, chasqueando los dedos.

En unos segundos el azabache mayor se hizo presente.

-Anuncia que en una semana voy a pelear. Desafío a Hasna Fritz.

-En seguida.-hizo una reverencia y se fue.

Minutos después, la presentadora anunciaba el nuevo combate.

-¡Su grandeza, Kuchel Ackerman, desafía a la habilidosa Hasna Fritz! ¡Esta pelea épica se dará dentro de una semana! ¡Esperemos que los días pasen rápido para que podamos ser testigos de tal pelea!

Luego de eso, cada uno de su fue.

Esa noche Mikasa no pudo dormir, el solo cerrar los ojos le hacia recordar todo lo que había visto aquel día. Lo cual le causaba miedo, estaba tan asustada que temblaba como una hoja. Por lo que se levantó de su cama y salió de su habitación con dirección al cuarto de los lacayos, donde dormía Levi.

-Levi Kun- decía en voz baja para no despertar al resto.-Levi kun-lo movió un poco para que se despertara.

-Mika, ¿qué haces aquí?-le pregunto medio dormido.

-Tengo miedo -decía bajo, con la voz algo quebrada, parecía que estaba a punto de llorar.

-¿Es por lo de hoy?

Ella solo asintió.

-¿Puedo hacer algo para ayudarte?

-Sí, ve a dormir conmigo. Mi cama es muy grande y me siento muy sola.

-Pero no pedo...

-Por favor-la miro con ojos aguados.

-Está bien. Si así ya no lloras.

-Ya no lo haré-se secó las lágrimas, tomo a Levi de la mano y lo hizo levantarse de la cama para que fueran a su habitación.

-Buenas noches, Levi-kun.

-Buenas noches, Mika.

Por unos segundos hubo silencio hasta que Mikasa recordó las palabras de Kuchel.

-Madre dijo que la niña que gritaba tendrá una nueva madre

-¿Se puede cambiar las madres?

-Creo que sí. Si es cierto, quiero otra madre. No me gusta la mía se la pasa gritando todo el tiempo a ti y a mí, nunca es feliz con nada. Cuando crezca yo no quiero ser así.

-Mika no es igual a madre, Mika es una niña buena y pura de corazón. Mika es mi mejor amiga y la persona más linda que he conocido-Levi decía todo eso desde debajo de las sabanas.

-Y Levi-kun es el mejor hermano del mundo-Mikasa también se hundió en la sabanas para abrazar a Levi-Con Levi-kun aquí ya no tengo miedo

Levi solo correspondió el abrazo y se quedó dormido.

A la mañana siguiente fueron despertados por la niñera de Mikasa, quien no vio a su madre en todo el día resultado de que Kuchel había empezado con su entrenamiento para la próxima pelea.

A excepción de eso, los días pasaron con normalidad.

Cuando llego el día de la pelea.

Mikasa pensó que podría asimilarlo mejor, pero ese equivocó.

La pelea que ofreció su supuesta madre fue mucho más brutal y sanguinaria que la anterior. Lo peor fue el final, atravesó a su oponente desde la espalda con su espada.

Al terminar Kuchel estaba con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.

- ¡Hasna Fritz fue eliminada! ¡Nuestra grandiosa Kuchel continua invicta!-la presentadora gritaba eufórica.

No suficiente con aquella horrible pelea, nadie la preparo para lo que vino.

-¡NO! ¡NO ME LO QUITEN!-la niña morena y pecosa se aferraba a la túnica del hombre alto y moreno, mientras a este le ponían un nuevo collar de oro y Kuchel sujetaba la cadena-¡YA ME QUITÓ A MI MADRE! ¡NO QUIERO QUE TAMBIÉN ME LO QUITEN A ÉL!

Tuvo que ser necesaria la presencia de la matriarca de las Fritz y de sus lacayos para separarlos.

-La vida es injusta, niña. Ganas o pierdes. Y mi familia no ha nacido para perder-sus palabras sonaron tan frías como el hielo, dio media vuelta y comenzó a jalar de la cadena para que su nueva pareja caminé-Tú ven conmigo, que ha pasado mucho tiempo y espero que me satisfagas.

-¡PAPÁ!-la niña solo lloraba en el regazo de su abuela, mientras esta la consolaba.

Lo que quedo de ese día Mikasa se sentó a las afueras de su hogar a contemplar el atardecer, igual no podía entrar Kuchel mando a todos fuera por lo que quedaba del día.

-Mika, ¿estás bien?-Levi se encontraba trabajando en el jardín, pero se preocupó al ver que Mikasa no había movido un solo musculó en todo el rato que llevaba sentada. Por lo que tomo asiento a su costado.

-El mundo es cruel-Mikasa continuaba con su vista en el atardecer.

-¿Qué?-Levi no entendía a lo que se refería.

-Que el mundo es un lugar cruel. Las mujeres matan a otras mujeres, y luego destruyen familias. Yo no quiero ser así, no quiero matar y destruir familias.

-Mika es una niña buena. Sé que no dañara a nadie-Levi trataba de consolarla y animarla-Si Mika pelea será por una buena causa, no como madre.

-Madre es mala, es una mujer mala. Hoy separo una familia. Yo peleare pero no para matar, peleare para proteger a Levi kun-tomo su mano-Protegeré a Levi kun de las mujeres malas como madre. No dejaré que nadie nos separe.

-Mika es muy inteligente. Yo prometo siempre estar al lado de Mikasa.

Ambos se abrazaron.

Lo que no sabían es que tendrían que atravesar largos y difíciles caminos para mantener es promesa.

Pero no había opción, para una sociedad tan opresora no solo con los hombres sino también con otras mujeres, no existían muchas posibilidades nada más seguir para adelante a pasear de los obstáculos.

Final del primer capitulo

Hola

He aquí con una nueva historia algo retorcida

Si quieren saber de donde salió la inspiración para esta cosa

Diré que es el resultado de ver cosas indebidas en YouTube, nopor de videojuegos, y escuchar una y otra vez el rap de Venom creado por JayFmusicRap. Que es muy bueno según mi sincera opinión.

Y porque quería hacer algo contrario al patriarcado, bueno esto no es matriarcado, pensaba ponerlo así al inicio pero después de investigar bien es ginocentrismo, esta es la presión absoluta del hombre por la mujer.

Ah, y también de ver Spartacus, bueno solo vi hace mucho tiempo.

Pero también quería añadirla aquí.

Más bien sobre la cultura romana, porque me la pase investigando sobre eso.

Aquí todo se resuelve con muerte.

He hecho de mi muy querida Kuchel una tirana.

Creo que será odiad a por todos.

Pero en fin, es solo un fic.

Disculpen la escenas de pelea entre Frieda y Yelena, no soy muy buena describiendo esas escenas, me guie de un video de YouTube de peleas de gladiadores. Aunque ahí usaban tigres también, pero estoy en contra del maltrato a animales, por eso descarte esas escenas.

Como siempre perdonen las faltas ortográficas.

Espero que les haya gustado esta cosa.

Si es así, voten y comenten.

Nos vemos en este o en algún otro fic.

Agradezco a mi amiga y compatriota  por la hermosa portada quque me hizo para este fic.

Algo más para decir.

Si.

¡Feliz Año Nuevo Atrasado!

Ahora si es todo.

Hasta luego.

Bye.

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