NT: Para aquellos que no lo sepan, los No-Muertos son aquellos vivos que murieron una vez pero han revivido por cosas del Lore. Estos No-Muertos, al perder la voluntad de vivir por haber muerto tantas veces y perder la esperanza, pierden la razón y de transforman en Huecos.

Hikaru se estrelló contra el suelo.

"Estúpido cuervo. Algún día te convertiré en pollo" maldijo Hikaru por el descuidado lanzamiento.

Apesar de su 'aterrizaje', no recibió daño alguno. La magia del sistema es poderosa.

Con un suspiro de resignación, se pone de pie y observa su alrededor. Allí pudo ver al guerrero alicaído, riéndose de él. Sin embargo, no se fijó mucho en el guerrero, sino en la hoguera que yace frente a Hikaru. El cual activó y descansó en la hoguera, listo para continuar.

Hikaru tenía que conseguir algunas almas más para poder subir varios niveles, aunque por ahora se conformó con subir algunos puntos a fuerza y otros a vitalidad, más tarde subiría el aguante.

Ignoró completamente al guerrero alicaído, aún había tiempo antes de tratar con él y evitar que se transforme en un Hueco.

Estos son los niveles iniciales, por lo que para Hikaru no fue ningún reto superar a los Huecos que se interponían en su camino hasta la próxima hoguera. Se vio tentado a luchar contra el Caballero Negro, pero Hikaru no tenía intenciones de morir en su primer día en Dark Souls.

Los combates después de la hoguera fueron algo más duros debido a que los Huecos tienen mejores armas e incluso escudos.

Ahora mismo de encontraba frente al cofre que contenía la resina de pino dorada, la cual le ayudaría a hacerle daño extra al Demonios de Tauro.

Subiendo las escaleras hacia la torre, Hikaru sintió que se le olvidaba algo. Rápidamente se dio cuenta de lo que era cuando un barril en llamas descendió por las escaleras y le golpeó directamente en las piernas.

"¡AAAAGH!" gritó dolor ante el impacto y como el fuego hacia que se retorciera de dolor, su armadura no ayudaba a disminuir el calor. El Hueco que arrojó el barril se estaba acercando.

Sus piernas no le respondían, estaba inmóvil y acostado sobre el borde de las escaleras. Sus armas se le cayeron cuando impactó contra el barril. Con la fuerza que le quedaba, agarró un Frasco de Estus y comenzó a beberse el contenido.

"Ugh..." Hikaru soltó un último suspiro de dolor cuando una espada atravesó su pecho. Estaba tan concentrado en beberse el Estus rápidamente que no el ataque inminente. Su HP llegó a 0 y comenzó a desvanecerse en niebla blanca.

YOU DIED

Ese maldito mensaje apareció frente a él. No importa que Hikaru haya sido muy bueno esquivando en Dark Souls. Él, al igual que todos, ya había perdido la cuenta de cuántas veces murió, ya sea contra jefes, por caídas o subestimar a los enemigos.

Pero más importante, Hikaru acaba de morir. Una experiencia que no recuerda de su vida anterior. Sin embargo, es traumatizante. El dolor de las quemaduras en sus piernas, que no se detuvo hasta el último momento, el dolor en su espalda por el impacto, su armadura se sentía mucho más pesada, la desesperación de ver su HP tan bajo.

[¿Desea reaparecer o regresar a Aincrad?]

Reaparecer - Regresar

Dudó sobre su elección, pero todavía tenía que matar al Demonio de Tauro para conseguir esas almas, debía volverse más fuerte para mantenerse al día con Kirito. Ambos eran beta-testers, pero Hikaru tenía esa habilidad que lo obligaba a ir solo. Nadie querría que el jefe que acaban de derrotar con muchos sacrificios vuelva a reaparecer.

Pensando en que quería reaparecer, la opción se seleccionó. Una buena forma de poder interactuar con el sistema teniendo en cuenta que no sentía su cuerpo.

Hikaru abrió los ojos que no sabía que tenía cerrados. Se encontraba en la última hoguera en la que descansó. Levantándose, decidió repetir todo lo que hizo anteriormente, solo que está ves tendría más cuidado.

Dicho y hecho, regresó a la anterior zona y recogió el alma verde que yacía donde se suponía que estaba su cadáver. Agarró el alma verde y la aplastó, pudo ver el contador de almas elevarse hasta donde estaba anteriormente.

Entonces subió por la escalera, esta vez el Hueco no tenía ningún barril, debido a que solo puede usarlo una vez. Teniendo esto en cuenta, fue mucho más fácil. Hikaru jamás admitiría que casi muere de nuevo por intentar hacerle un parry, todavía le quedan tres Estus.

"Cuando sea más fuerte, definitivamente iré por ti" dijo Hikaru mirando la puerta que lo llevaría hacia donde se ubica Havel. Después de todo, pretendía hacer su build. Al menos tendría su armadura y escudo, quizás también su arma.

Hikaru continuó subiendo las escaleras y mató al lagarto de cristal para obtener la titanita titilante, el material de mejora que le servirá más tarde.

Hikaru atraviesa la niebla y baja los escalones. Se da la vuelta y sube la escalera de mano 'oculta' al lado de los escapes. Así consigue subir la torre y matar a dos arqueros que dificultarían el combate.

Baja por las escaleras y camina a través de la muralla hasta la segunda torre. A medio camino comienzan a sonar fuertes pasos y el Demonio de Tauro salta desde la cima de la segunda torre. Hikaru no iba a esperar a que empiece la persecusión.

Corrió, con todas sus fuerzas. Llegó hasta las escaleras que usó anteriormente y consiguió subir hasta la torre de nuevo. Justo a tiempo, ya que el Demonio de Tauro llegó. Sacó de su inventario la resina de pino dorado y la coloca sobre su espada, de la cual comienzan a brotar rayos amarillos.

El Demonio de Tauro estaba a punto de saltar hacia la cima de la torre cuando Hikaru saltó hacia su cabeza. El demonio consigue moverse a último momento, evitando así un ataque letal o crítico en su cabeza o cuello. Sin embargo, Hikaru hizo un largo corte por su pecho.

"¡GRAAAAH!" rugió el demonio ante el dolor en su pecho, los rayos haciendo efecto.

Hikaru observó la barra de HP del Demonio de Tauro en su HUD y sonrió. El rayo es la debilidad de este demonio, y se puede ver perfectamente en el daño. Sin embargo, no bajaría la guardia.

Aprovechando que el Demonios de Tauro gruñía del dolor, lo rodeó y se dirigió hacia la torre opuesta. Solo pasaron unos segundos hasta que volvió a sentir los pasos detrás suyo.

Se dio la vuelta para enfrentar al jefe justo en medio del camino, donde había un gran agujero en los bordes. El demonio se encontraba a solo unos metros de él.

Cuando el jefe se acercó lo suficiente, elevó su gran hacha y lanzó un ataque hacia abajo. Hikaru rodó agresivamente hacia adelante, consiguiendo estar detrás del hacha. El demonio empezó a tirar del hacha hacia sí mismo, presionando a Hikaru para que corra hacia él y aplastarlo entre su cuerpo y el hacha. Sin embargo, Hikaru se desliza por el espacio entre sus piernas y lanza un corte donde debería estar su entrepierna sin parar de correr.

El Demonio de Tauro no sé inmutó, pero Hikaru pudo observar el daño en su barra de HP. El jefe giró hacia donde estaba corriendo Hikaru y comenzó a perseguirlo, su enemigo volvió a saltar sobre él y a cortar su pecho, provocando en este un rugido con furia.

Hikaru sonrió al ver qué al Demonio de Tauro solo le quedaba menos de la mitad de su vida. Volvió a infundir la resina de pino dorada en su espada mientras corría.

Hikaru se dio la vuelta para volver a enfrentarse al jefe. Este último repitió el mismo poderoso ataque y fue esquivado por Hikaru igual que antes. Se dirigía hacia sus piernas para volver a cortar donde antes y profundizar el corte, pero una fuerte mano lo agarró por la cintura y lo estrelló fuertemente contra el suelo.

El impacto aturdió a Hikaru por unos momentos, pero la adrenalina no le permitió bajar la guardia. Hikaru giró como un tronco hacia el costado, justo a tiempo para esquivar un poderoso hachazo del demonio.

Aprovechando el tiempo que el Demonio de Tauro vuelve a levantar su hacha, bebe un Estus para recuperar la no tan pequeña porción de HP que perdió en ese ataque.

"Ese no pertenece al moveset del juego. Debo tener más cuidado" pensó mientras volvía a emprender su camino hacia la torre, con el jefe pisándole los talones. No iba a poder subir las escaleras con el jefe tan cerca, pero Hikaru tenía un plan.

Cuando ya casi estaban por las escaleras, Hikaru se giró su torso, sin detenerse, y le arrojó unas bombas incendiarias negras a la cara. Si bien es un demonio, por lo que el daño de fuego es reducido, la explosión consigue aturdirlo por unos segundos, tiempo suficiente para que Hikaru consiga subir la torre a toda velocidad.

Con su espada aún rodeada por los rayos amarillos, esta vez Hikaru salta hacia el brazo del jefe. Este último fue tomado por sorpresa ya que estaba esperando que vuelva a saltar hacia su cabeza, por lo que no pudo actuar en consecuencia y evitar que sus dedos sean gravemente heridos. Esto provocó que ya no pueda sostener el gran hacha.

El arma del Demonio de Tauro cae al suelo bruscamente. Hikaru decidió terminar con esto de una vez al observar el bajo HP del jefe, por lo que aprovechando los intentos del demonio de levantar su arma, aprovechó que el demonio se encontraba agachado para lanzar una estocada en su entrepierna. La espada atravesó la piel y carne del demonio, electrocutandolo por dentro.

El Demonio de Tauro rugió de dolor y comenzó a desvanecerse en la niebla blanca. Hikaru sonrió ante el número de almas y las recompensas.

[Has obtenido Humanidad (1)]

[Has obtenido Cuerno de Demonio (2)]

"Sistema, esos cuernos no existen dentro de Dark Souls" dijo Hikaru en voz alta.

[No hace falta que hables en voz alta. Pensarán que hablas con algún habitante de Nuevo Londo]

[BA-DUM TSS]

[Fuera de bromas. Aquí no solo conseguirás objetos propios de Dark Souls, sino que también podrás conseguir algunos recursos útiles para Aincrad]

[Por ejemplo, esos cuernos deben poder venderse a un buen precio o usarse para forjar unas dagas]

Hikaru ignoró completamente la pésima broma del sistema y se enfocó en los otros mensajes. Esto definitivamente le ayudaría a conseguir dinero para sobrevivir en Aincrad, aunque... ¿Siquiera necesitaba alimentarse? Pudo revivir, pero tampoco es un Hueco, su cuerpo parece el de un humano. Nota: Examinar su cuerpo para buscar la Dark Sign para descubrir si es un No-Muerto o un humano.

Hikaru decidió dejar todos esos pensamientos a un lado por ahora. Regresó a la última hoguera para subir de nivel, ya que no quería continuar avanzando y arriesgarse a perder sus almas.

"Sistema, ¿Cómo salgo del mundo de Dark Souls?" preguntó mentalmente al sistema.

[Simplemente piensa en abrir el menú]

Hikaru hizo lo dicho. Ante sus ojos estaba el menú de Dark Souls, allí podía ver su inventario, estadísticas y armamento. Por ahora fue a la última opción, la cual solo le permitía salir.

[Habilidad 'Dark Souls World' desactivada. Iniciando teletransporte a Aincrad...]

Una luz iluminó la plaza principal y allí apareció Hikaru. Este revisó la hora dentro del juego y notó que habían pasado poco más de 24 horas. La percepción del tiempo cuando uno combate y explora en Dark Souls definitivamente cambia, eso o el flujo del tiempo en sí es lo que cambia.

"Fui al mundo de Dark Souls para poder farmear correctamente sin tener que estar peleando con otros jugadores por las mejores misiones, y no estaba dispuesto a correr apresuradamente cómo lo hizo Kirito. Por lo tanto, ahora tengo que enfocarme en las misiones que me dan los recursos esenciales y luego ir al laberinto" pensó Hikaru, comenzando a correr hacia su destino. No tiene tiempo que perder, debe ser más fuerte que nadie para poder enfrentar a los jefes solos. Hikaru no espera que alguien quiera formar un grupo con él, y sería odiado por casi la totalidad de Aincrad si se descubriese su habilidad de Boss Respawn. Sin duda alguna, el regalo de Akihiko era más que una forma de agradecimiento.

Más tarde...

Hikaru colocó su escudo frente a él, pero sin perder de vista al agresivo jabalí que se dirige hacia él. Este último, al ser poco inteligente, se estrella contra su protección, el impacto lo aturde y lo hace retroceder unos pasos.

Se lanzó hacia el jabalí con una gran estocada, su espada iluminada en un resplandor verde. La longitud de metal con la habilidad consiguieron atravesar el cuerpo del jabalí completamente, causando un golpe crítico y llevando su HP a cero.

[Misión completada]

[Has obtenido Crema Pastelera (5)]

[Has obtenido 500EXP]

Aceptó las recompensas de la misión que llevaba farmeando por un largo rato. Su nivel de había elevado varias veces y estaba consiguiendo unas buenas reservas de esta crema para utilizarla en el pan u otras comidas. Además, apesar de la poca EXP que da la misión, consiguió subir de nivel algunas veces. Notó que sus estadísticas ya tenían algunos niveles extra por los que subió en Dark Souls.

Una vez se sintió satisfecho con la cantidad de recursos en su inventario, emprendió camino hacia el laberinto.

"Debo encontrar la habitación del jefe antes que nadie. Tengo que hacerlo si quiero sacarle provecho a esta habilidad y hacer que no sea una maldición" pensó Hikaru, determinado a derrotar al primer jefe en solitario.

Para cumplir este objetivo, Hikaru utilizaría todo lo que recuerda sobre sus conversaciones con Akihiko para aprovechar los secretos de SAO y lugares ocultos de Aincrad para aumentar su ventaja sobre los demás. Recibió permiso indirectamente de Akihiko al haberle dado la habilidad de Boss Respawn, ya que recibió esta para que el juego sea algo más difícil.

Girando hacia un callejón para llegar más rápido al laberinto, su paso se vio interrumpido porque chocó con alguien.

"Auch" dijo Asuna, quien cayó la suelo luego de haber chocado contra el fornido Hikaru, que entre sus puntos en fuerza y aguante había desarrollado buena estabilidad.

"Lo siento, ¿Estás bien?" se disculpó y preguntó Hikaru mientras le daba la mano para ayudarla a levantarse.

"Sí, estoy bien. No debes disculparte, yo tampoco veía por dónde venía" dijo ella mientras negaba el gesto y se ponía de pie por su cuenta.

"Aun así, permíteme al menos disculparme o ayudarte en algo" dijo Hikaru, verdaderamente avergonzado por su falta de atención.

"Tengo que luchar contra jefes, debo estar en estado máximo de alerta en todo momento, o al menos cuando estoy rodeado de jugadores que pueden atentar contra mi vida o robarme. ¿Cómo se supone que pueda completar Dark Souls de esta forma?" se regañó a sí mismo mentalmente.

"Ahora que lo mencionas… Necesito ir al laberinto" dijo Asuna, un poco avergonzada. Los edificios de la ciudad no permitían ver el gigante pilar de piedra que era el laberinto.

Asuna deseaba comenzar a volverse más fuerte, no deseaba quedarse aquí, atrapada, impotente, incapaz de cambiar su destino incluso aquí.

"Justamente voy hacia allí, y estás yendo en la dirección opuesta" indicó mientras señalaba el callejón del que provenía Asuna.

"Ya veo, gracias" agradeció mientras se daba la vuelta y se dirigía en línea recta hacia el laberinto.

Mientras tanto, Hikaru iba en la misma dirección, aunque para un tercero parecería que la estaba siguiendo. Lamentablemente se dio cuenta algo tarde, ya que darse la vuelta en la mitad de callejón podría ser algo grosero.

Asuna aceleró el paso, aumentando la distancia entre ellos. Por supuesto, Hikaru no la siguió, lo que menos quería era ser considerado un acosador o generar una mala relación con Asuna. Se alejó lo suficiente hasta salir del callejón antes que él y desaparecer de su vista.

Cuando Hikaru salió del callejón también, no se molestó a buscarla con la mirada, ya que sinceramente no le importaba su paradero. Si ambos sobrevivían en la primera línea, eventualmente se encontrarían. Además, Hikaru no aspira a una relación romántica con ella, sino con otra persona de SAO. Por lo tanto, simplemente siguió hacia adelante hasta el interior de la gran torre, donde Hikaru comenzó a explorar el laberinto.

En el menú de SAO buscó la opción del mapa y comenzó a explorar el inmenso laberinto, le tomaría varios días encontrar la sala del jefe. En SAO, a los equipos de exploración les tomó un mes encontrar la habitación del jefe. Pero ellos son débiles, tienen que detenerse y retroceder, pero Hikaru es bastante más fuerte que el jugador promedio, debe serlo si es que quiere seguir explorando los laberintos de Aincrad en la línea delantera.

Hikaru inició su exploración por el laberinto. Él no sabía cuánto tiempo pasaría aquí, pero tiene los recursos suficientes para varios días de farm.

En sus primos diez minutos de exploración, se encontró con un grupo de cuatro Kobolds. Eran lobos rojos y pequeños, aunque tenían cierta forma humana y caminaban en dos patas. Estaban armados con un garrote y taparrabos cada uno.

Cuando Hikaru vio esto y pensó en su estadística de fuerza… Optó por cierta estrategia bastante usada.

"Si lo difícil de estos enemigos son sus números, entonces… ¡Hay que dar el primero golpe!" exclamó en sus adentros mientras cargaba contra los Kobolds.

El primer Kobold, que se encontraba de espaldas, simplemente no pudo hacer nada para evitar que la espada corte su cabeza. Ni siquiera pudo ver a su atacante.

Con la muerte del primero, los otros tres lo notaron inmediatamente y comenzaron a cargar hacia él.

Hikaru lanzó una estocada al pecho del segundo Kobold, consiguiendo atravesarlo. Mientras tanto, con su escudo, bloqueó el ataque del tercero. En cuanto al cuarto, lo recibió directamente.

Rápidamente, el cuarto Kobold intentó volver a atacarlo, solo para ser asesinado rápidamente por la espada de Hikaru. En cuanto el tercer Kobold, este ya se había recuperado del retroceso de su propio ataque sobre el escudo de Hikaru. El Kobold iba a volver a atacar, pero Hikaru le lanzó una patada en su cabeza, seguido de una puñalada.

Así fue el primer combate de Hikaru en el laberinto.

"Fácil. Demasiado fácil…" pensó Hikaru, preocupado por sus habilidades de combate y rápida adaptación. Él no poseía buenos reflejos o velocidad, solo confiaba en las estadísticas que consiguió en Dark Souls. Ni siquiera tenía habilidades de esgrima. Oh, espera…

[Maestría en Espadas Largas (Lv.1)]

[Sin entrenamiento previo, pero forjado a través de la experiencia. Has dado tus primeros pasos en el arte de la espada larga]

Hikaru desbloqueó su primera habilidad por su cuenta. Estaba orgulloso de ello. Sin embargo, todavía tenía un largo camino por recorrer, principalmente en este laberinto, ya que todavía tenía un 99.9% del mapa sin explorar.

Cinco días después

Haciendo un poco más de fuerza con su pierna. Escuchó el satisfactorio crack del cráneo del Kobold siendo destrozado bajo su pie.

Han pasado cinco días, pero en estos Hikaru ha estado matando enemigos sin parar. Lo cual era preocupante, ya que no experimentaba ningún tipo de cansancio. Esto aumenta sus posibilidades de ser un No-Muerto. En cuanto a su HP, al llegar al nivel 3, había desbloqueado esto.

[Frasco de Estus (SAO)]

[El sistema ha visto tus esfuerzos en el laberinto, por lo que ha decidido recomendarte haciendo que puedas tener tus preciosos frascos de Estus en SAO.

Cumplen la misma función que en Dark Souls. Sin embargo, estos deben ser cargados en una hoguera conectada a la Llama]

Los frascos de Estus eran raramente usados por Hikaru, ya que este en sí contaba con la regeneración de HP por minuto que le da SAO. Solo lo usaba en combates contra grupos de Kobolds mayores de 6 miembros.

Además de esta habilidad, había desbloqueado otras más secundarias, aunque eso no quitaba lo útil. Por ejemplo, tanto tiempo en silencio o combate te obliga a concentrarte en tus sentidos o te ayuda a resistir el dolor, por lo que ahora tenía Resistencia al dolor (Lv. 8) y Sentidos (Lv. 10).

Hikaru no sabe si esto es bajo o alto, pero las habilidades definitivamente hacían el efecto prometido, permitiéndole ser más eficiente en combate.

Su nivel se había elevado unas pocas veces. Los puntos de estadística fueron enfocados principalmente en Aguante y Vitalidad, ya que su nuevo estilo de combate pseudo-suicida lo requería.

Hikaru soltó un suspiro largo. Puede ser que no esté agotado físicamente, pero ahora mismo su mente era un desastre. No había dormido ni una sola hora, pero tampoco sintió sueño. A lo mucho un poco de hambre cuando sus pensamientos divagaron hacia las exquisitas comidas que se pueden conseguir en SAO. La glotonería de Hikaru no sería detenida por su incapacidad de sentir hambre.

Puso un pie fuera del laberinto, satisfecho por su progreso de exploración, si repite esto unas pocas veces más, conseguirá llegar a la sala del jefe en una semana o dos.

Se tomó unos segundos para inhalar el fresco aire otoñal. A pesar de ser una simulación, es agradable y simula bastante bien el sentimiento que produce el real.

Mientras Hikaru regresaba al mercado para poder pasear y despejarse, quizás incluso comer en alguna posada y dormir en una cama cómoda con el dinero que consiguió asesinando a tantos Kobold. Claro, las cosas nunca salen como uno quiere, y suceden cosas inesperadas.

"Hey, Hikaru. Ha pasado un tiempo" dijo una voz por detrás de él.

Cuando se dio la vuelta, lo reconoció al instante. Después de todo, habían jugado juntos a la beta de SAO, y no, no era Kirito.

"Hola, Heathcliff" devolvió el saludo Hikaru, sin utilizar el nombre real de su amigo.

"Estaba buscándote. Me gustaría saber si estás interesado en formar un gremio conmigo" preguntó Akihiko.

Pensó seriamente en su oferta. "Ya sabes de esta habilidad que tengo. No creo que muchas personas quieran unirse a ti después de ver sus efectos" dijo Hikaru.

"Oh, por favor, Hikaru. Esa habilidad puede ser una maldición para el jugador promedio, ¿Pero para nosotros? Solo nos permite farmear a un ritmo impresionante" dijo mientras su sonrisa crecía con cada palabra que decía. "Además, sé que probablemente estés buscando ser un solo-player. En mi gremio, no te impediré ir al laberinto solo, y estoy seguro de que habrá más personas que puedan apreciar tu habilidad" finalizó su oferta, expectante de la respuesta.

"Las desventajas del jugador solitario es la falta de compañeros que compensen sus desventajas, además de la falta de acceso a recursos que causa el no pertenecer a un gran gremio" pensó. "Bien, acepto. Pero no te arrepientas más tarde" dijo Hikaru, una sonrisa escapando de sus labios ante la idea de poder volver a conversar con su amigo (que era el único que tenía).

Heathcliff respondió invitándolo al gremio.