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Capítulo 35

El regreso del loto blanco

Shen Jiu no lo podía creer. Frente a él, dos años antes de lo que había esperado, estaba Luo Binghe. El niño que había caído al Abismo no se parecía en nada al que recordaba. O bueno, sí tenía recuerdos de este Binghe pero eran los de su primera vida y era mejor olvidarlos.

El niño que recordaba tenía unos centímetros menos que él y no era tan musculoso, más bien era esbelto y bien parecido, con un rostro dulce e inocente que llamaba la atención de todas las muchachas porque era bonito. Sin embargo, el hombre que tenía ahora frente a él no podía considerarse bonito como tal, sino atractivo. Los rasgos suaves de la adolescencia se agudizaron y definieron más ese rostro hermoso, volviéndolo insoportablemente llamativo. Su cuerpo se había alargado, siendo ahora unos centímetros más alto que Shen Jiu. Incluso había crecido en masa muscular, lo podía notar incluso bajo las capas de tela que llevaba encima. Túnicas negras y rojas como las que podía recordar todavía de su primera vida. Y el hermoso, negro y lacio cabello cayendo salvaje y en cascada por su espalda.

Si tenía que ser sincero, Shen Jiu entendía por qué Luo Binghe atraía la atención de cada mujer y jovencita con la que se encontraba. El chico era ridículamente apuesto.

—Shizun, este discípulo ha regresado como prometió.

Shen quería preguntarle por qué regresó dos años antes cuando se suponía que estaría cinco años en el Abismo sin Fin, pero se dio cuenta que eso sería estúpido. Para empezar, Luo Binghe no tenía idea sobre su primera vida. Y otra cosa que Shen debía tener en cuenta, era que en su primera vida Luo Binghe no solo tuvo como motivación su venganza, sino que también había creado alianzas y se había casado con Sha Hualing. Conquistar a alguien como ella, si bien con su cara no debió ser difícil, no le habría tomado dos días.

Al parecer, sus hermanos marciales y su shizun fueron motivos suficientes para que Luo Binghe regresara dos años antes de lo esperado.

Al menos esta vez no había estado confabulado con el Maestro de Palacio y regresó a CangQiong.

Un momento...

—Binghe, ¿cómo es que estás aquí sin activar las alarmas de CangQiong?

Luo Binghe era mitad demonio. Podía ver su sigilo brillar en su frente por lo que su lado demoniaco no debía estar oculto.

—Tengo ayuda de un amigo que hice en el Abismo—sonrió Luo Binghe—. Mientras permanezca en la casa de shizun, entonces no debería activar ninguna alarma.

Así que la casita de bambú era el lugar seguro de Binghe. Si lo pensaba, era lo más sensato. Su casita de bambú era el único lugar donde nadie entraba sin antes tocar la puerta. Bueno...Shen Fu era la excepción. Pero en su defensa, la casita de bambú era también su hogar así que no tenía que tocar.

—Shizun—Binghe se acercó a él, sus ojos brillando con calidez y cariño—, este discípulo extrañó mucho QingJing durante estos años. Y también...extrañó mucho a shizun.

Shen dio un paso hacia atrás. La mirada de Luo Binghe lo estaba incomodando. Era tan intensa y tan cargada de cariño que no podía resistirla.

Así que le dio con el abanico en la cabeza.

—Mocoso tonto, te tardaste demasiado en volver.

Binghe sonrió y se volvió a acercar a él.

—Shizun, ¿se le permitirá a este discípulo abrazarlo como bienvenida? He pasado por mucho ahí abajo, un abrazo de shizun podría borrar todos los malos recuerdos.

Claro, como si Shen Jiu fuera a caer en eso.

—Si quieres un abrazo llamaré a tus hermanos marciales para que te den uno—dijo alejando a Binghe usando su abanico para empujarlo del pecho.

—Pero yo quiero uno de shizun—rio Binghe apartando suavemente el abanico para volver a acercarse—. ¿Por favor?

Shen lo golpeó con el abanico de nuevo en la cabeza y buscó alejarse. Pero Binghe lo tomó del brazo y lo jaló hacia su cuerpo para abrazarlo a la fuerza. Shen buscó empujarlo y resistirse, como un gato arisco, pero Luo Binghe lo abrazó con fuerza, riendo ante sus intentos de liberarse. ¡Que lo hubiera abrazado antes no quería decir que quisiera abrazarlo siempre! ¡Ese niño se estaba tomando muchas libertades!

Considerando que el niño no lo soltaría fácilmente, Shen empleó una técnica milenaria para salir de esas situaciones: lo mordió. Las capas de tela en el cuerpo de Luo Binghe no eran demasiado gruesas por lo que sus dientes llegaron sin problemas a su piel.

...

[(。 ͡° // ͜ʖ // ͡° 。)]

¡¿Acaso Luo Binghe había gemido cuando lo mordió?!

—Shizun fue muy rudo—dijo soltándolo, una sonrisa satisfecha en su rostro—. Este discípulo fue tan amable con shizun y shizun solo pensó en morderlo. Tan cruel.

¿Cruel? ¡Bien que le había gustado que lo hiciera!

El abanicazo que siguió partió con éxito su abanico por la mitad, pero la bestia tonta parecía inmune, todavía sonriendo.

[+200 puntos de afecto de Luo Binghe]

—Luo Binghe, si no quieres que este maestro te eche de QingJing, será mejor que te controles—dijo frunciendo el ceño.

Su rostro estaba rojo de ira y un poco de vergüenza por ese mocoso descarado.

—Está bien, lo siento, shizun.

¡Mentiroso! ¡Este maestro te tiene enfrente y sabe perfectamente que no lo sientes en absoluto!

Al principio Shen pensó en asegurarse de que Binghe estuviera bien, entero. Pero luego de eso le quedó en claro que estaba más que en perfectas condiciones. No tenía nada de qué preocuparse. Ni siquiera parecía tener secuelas psicológicas luego de haber pasado por un lugar tan horrible como lo era el Abismo sin Fin.

—No debí mandarte ahí, te volviste más descarado de lo que ya eras—Binghe rio—. Pero aun así a este maestro le alegra saber que regresaste con nosotros.

Binghe lo miró, una ligera sorpresa en sus ojos y un sonrojo suave en sus mejillas. Sí, ese era el discípulo que había dejado caer en el Abismo sin Fin.

—Shizun, yo...este discípulo tiene mucho que contarle.

—Imagino que sí, ¿te gustaría hacer té para acompañar tu relato?

Binghe brilló de alegría y de inmediato fue a la cocina para preparar un suave té de jazmín.

El relato de Luo Binghe estaba lleno de batallas y sangre, demonios horripilantes que nunca había visto en su vida y con los cuales tuvo que pelear para sobrevivir. También le contó sobre plantas y animales de los que nunca había leído porque no había registro de ellos. Cosas que su discípulo tuvo que comer para sobrevivir. Si bien el agua y la comida que Ming Fan y Ning Yingying le dieron lo salvaron por un par de semanas, no podían hacerlo por siempre. Tarde o temprano tenía que cazar para sobrevivir. Y lo hizo, probando cosas tan asquerosas que, si no fuera porque se estaba muriendo de hambre, jamás las hubiera comido.

Mientras le contaba sobre esto, Shen empujó disimuladamente los dulces que solía tener para Fu-er a la mano de Binghe. Algo dulce sería bueno para olvidar los recuerdos amargos de aquellas asquerosas comidas demoniacas.

Binghe estaba contándole sobre cómo logró hacer una alianza con Mobei-jun, cuando la puerta fue repentinamente abierta y un pequeño niño ingresó corriendo.

—¡Papá! ¡Mira!—dijo Shen Fu corriendo hacia Shen, pero al notar a Binghe se apoyó contra el costado de Shen y miró tímidamente al desconocido.

—¿Qué son esos modales? Tienes que saludar.

—Uhm...hola—dijo bajito, tímido y oculto prácticamente detrás de Shen Jiu.

Binghe observó al niño con curiosidad, ladeando la cabeza para poder apreciarlo mejor. Era normal, Fu-er no estaba en QingJing cuando Binghe se fue.

—Shizun—dijo Yingying ingresando—, perdón, pero es que...

Ella enmudeció al ver con quien estaba bebiendo el té su maestro. Sus ojos abiertos tan amplios que parecía que se le saldrían de sus cuencas.

—Fu-er, te dije que shizun debía estar...—y Ming Fan le siguió, empujando la puerta para cerrarla luego de entrar tras Yingying.

Ambos mudos al ver a Luo Binghe, el shidi que habían perdido hacía ya tres años en el Abismo sin Fin.

Binghe bajó la mirada avergonzado, levantándose de su asiento para enfrentarse a ellos.

—Shijie, shixiong, este shidi los saluda—dijo educadamente, como si fuera la primera vez que estaba en QingJing.

—¿Luo shidi?—preguntó Ning Yingying, sus ojos comenzando a brillar por las lágrimas—¿Eres Luo shidi?

—Lo es—confirmó Shen—, regresó a casa.

Yingying se abalanzó sobre Binghe, envolviéndolo en sus delgados brazos y apretándolo con fuerza. Sus lágrimas cayendo y mojando la túnica de Binghe.

Él la estrechó entre sus brazos, conmovido y feliz de volver a ver a su shijie. Podía ver sus lágrimas estancadas en la comisura de sus ojos. Tan dramáticos.

[( ╥ω╥ ) Son tan hermosos...]

Tres dramáticos.

Ning Yingying pronto se separó de Binghe y miró hacia atrás, donde Ming Fan estaba de pie mirando a Luo Binghe. Ella se hizo a un costado, acercándose a Shen para permitirles a ambos que hablaran.

Esta vez, Binghe se mostró más tímido que antes. De su manga sacó algo envuelto en telas oscuras. Una empuñadura salía de entre la tela y Shen reconoció a BaiYe. Por el tamaño que mostraba, claramente Luo Binghe debió romperla en sus aventuras en el Abismo sin Fin.

Con ambas manos, se la ofreció a Ming Fan, agachando la cabeza.

—Este shidi...trajo de nuevo a BaiYe. Pero... le avergüenza decir que no pudo traerla de nuevo tal cual shixiong se la brindó. Este shidi lamenta haberla roto.

Ming Fan vio los trozos de BaiYe envueltos en tela para mantenerlos unidos. Luego miró a Binghe, quien seguía con la cabeza baja. Se acercó a él y tomó los restos de BaiYe.

Los restos envueltos fueron arrojados a un costado sin miramientos. Los brazos de Ming Fan envolvieron a Luo Binghe con fuerza, estrechándolo tan intensamente que, si no fuera porque Binghe era resistente, le habría roto un hueso.

—Lo único que a este shixiong le importaba, era que su shidi regresara con vida—dijo Ming Fan con la voz rota y escondiéndose en el hombro de su shidi, quien lo superaba por un par de centímetros.

Binghe también lo abrazó y se escondió en su hombro, siendo libre de llorar junto a su shixiong.

Aunque Shen se burlara de ellos por dramáticos, sabía que no lo eran. No del todo. A diferencia de él, ninguno de sus discípulos estaba seguro de si Binghe volvería o no. Ellos no sabían nada del halo del protagonista ni nada de eso que Luo tenía. Solo él lo sabía y por eso no había estado tan preocupado sobre si regresaría o no. Lo haría, lo sabía. Solo no sabía qué pasaría cuando lo hiciera.

Fu-er apretó sus manos en su túnica, mirando curioso la escena. Jaló suavemente de la tela para llamar la atención de Shen.

—Jiejie lo llamó Luo shidi—susurró—. ¿Ese es Binghe gege?

—Ese es él—confirmó Shen y el niño asintió.

—Es muy grande—susurró como si fuera un secreto.

Como si los cultivadores no fueran capaces de escucharlo. Todos podían fingir que no.

—Eso es porque Luo shidi sí come su sopa de vegetales—dijo Ning Yingying sentándose cerca de ellos.

—Pero a Fu-er no le gusta—dijo el niño haciendo un puchero.

—Fu-er debe comer vegetales para crecer mucho como Luo shidi.

Fu-er se aferró más a él, como si con eso dejara en claro que nunca comería esa asquerosa sopa de vegetales.

Y para ser sincero, ni siquiera Shen la comería. Realmente era insulsa y las verduras estaban demasiado crudas. ¿Quién cocinaba en QingJing? Tal vez deberían despedirlo.

Cuando el par de dramáticos se separó, ambos tenían los ojos rojos e hinchados por llorar. Pero todos podían fingir que no notaban algo tan obvio como eso.

—¿Fu-er?—preguntó Binghe mirando al niño.

—Sí, lo salvamos en una misión a la que fuimos con Ning shimei. Desde entonces está aquí—contó Ming Fan, terminando de secar sus lágrimas—. Por cierto, es hora de la merienda de Fu-er, iré por algo a la cocina. Mientras tanto, Fu-er puede mostrarle a shizun el nuevo juguete que le traje.

Shen desvió su atención a Fu-er mientras Ming Fan se marchaba. El pequeño sacó de entre sus túnicas un dragón de madera pintado de rojo y verde. El dragón podía articularse suavemente, pero al niño parecía haberle gustado mucho por eso, moviéndolo a cada rato para escuchar el clank clank clank que hacía el dragón.

Tímidamente se acercó a Luo Binghe para mostrarle su dragón de madera. Binghe le sonrió y jugó con él, haciendo que Fu-er se le pegara más al costado mientras le contaba sobre una historia de dragones que alguna vez le había contado Song gege, pero como era un gege muy tonto nunca le creyó mucho. Yingying reía mientras regañaba a Fu-er por llamar tonto a Lu Song. El niño solo hizo puchero y siguió mostrándole a Luo Binghe la función del dragón de madera que hacía clank clank clank.

—Ah, shizun—dijeron de repente Ming Fan, al otro lado de la puerta—, tengo un problema.

Shen miró hacia la puerta, ¿acaso Ming Fan no podía abrirla por la bandeja? Solo debía pedir que alguien lo hiciera y ya, ¿por qué hablar de un problema?

—Shizun, lo apreciamos mucho, pero necesitamos abrir la puerta—dijo Ling Yi antes de, efectivamente, abrir la puerta.

Ming Fan pasó primero con la bandeja en sus manos, haciendo que Fu-er se olvidara del dragón y de Binghe y corriera a él para comer.

Detrás de Ming Fan estaba una horda de discípulos esperando por entrar. Todos mirando a Luo Binghe.

—¿Luo shidi?—preguntó Yang Chen dando unos pasos al frente.

Luo Binghe se levantó de nuevo, viendo a sus hermanos marciales comenzar a ingresar uno por uno. Muchos de ellos mirándolo sorprendido. No tanto como él que miraba a Shen sin entender mucho de lo que pasaba.

Bueno, luego podía explicarle.

—Así que el demonio regresó—dijo Lu Song cruzado de brazos, enfrente de todos—. No fue mentira lo que se vio ese día.

—Lu shixiong—quiso decir Yang Chen, pero Lu Song lo frenó.

—Un demonio en QingJing, si esto se sabe, todos seremos acusados de traición—siguió hablando Lu Song, tan serio que Shen Jiu se sorprendió.

[¿Lu Song? ٩(͡๏̯͡๏)۶]

—Shixiong, ¿qué estás...?—intentó hablar Chen Mei, pero de nuevo, Lu Song la frenó.

—Esto no se puede permitir—dijo comenzando a acercarse a Binghe quien lo miraba sorprendido—, un demonio, una bestia sin precedentes, habitando con nosotros otra vez... ¡No se puede permitir!

Antes de que pudieran detenerlo, metió la mano en su manga y se arrojó hacia Binghe. Ming Fan casi tira la bandeja y Ning Yingying se levantó precipitadamente. Shen no lo hizo, si Binghe entrenó lo suficiente, matarlo no sería sencillo.

Pero Lu Song simplemente se colgó a él como un koala, comenzando a reír divertido.

—¡Se la creyeron!—dijo entre risas—¡Qué tontos!

Shen Jiu: ...

[...]

—¡Idiota!—gritó Ling Yi—¡Solo lo hiciste porque querías ser el primero en abrazarlo!

Lu Song les mostró la lengua y todos entonces se precipitaron. Ming Fan logró separar a Lu Song del cabello y, junto con Ling Yi, Chen Mei y Ying Yao, lo golpearon por la mala broma. Yang Chen fue el siguiente en abrazar a Binghe, con He Xian casi aferrado a la cintura.

—¡Shixiong! ¡Este shidi te extrañó mucho!—dijo He Xian entre lágrimas.

—Luo shidi, estaba tan preocupado por ti—dijo Yang Chen—. Todos estábamos tan preocupados.

—¿Todos?—preguntó Binghe.

—Claro que sí—dijo Mu Sheng revolviendo su cabello—. Todos supimos lo que pasó ese día, lo que se descubrió ese día—con el índice tocó su sigilo—. Nos preocupaba que no fueras a volver.

—Shixiong no tiene nada de qué preocuparse—dijo Zhao Yuping—, todos hemos estado entrenando duro. Si alguien quiere dañar a shixiong, entonces se las verá con nosotros. Este shidi ha estado entrenando meticulosamente la espada. Nadie se meterá con shixiong mientras esté aquí.

—Shixiong, yo también he practicado la espada—dijo He Xian sin soltarse de la cintura de Binghe—. ¿Quiere ver, shixiong?

—Sí, podemos mostrarle a shixiong nuestras nuevas técnicas—festejó Chen Lin tomando la mano de Binghe.

—No pueden—dijo Shen levantándose y llamando la atención de todos—. Luo Binghe no puede salir de aquí.

—¿Qué? ¿Por qué?—dijo Ling Yi tras golpear a Lu Song—¿Está castigado?

—No se trata de eso—negó Binghe—. Es solo que aquí no puedo hacer saltar las alarmas de CangQiong. Soy mitad demonio, mi presencia las activará.

—Oh...así que...bueno, no cambia más que el lugar, ¿verdad?—preguntó un discípulo mayor mirando a los demás.

—Sí, creo que sí—respondió otro discípulo mayor.

—¿De qué hablan?—preguntó Yingying quien se aseguraba de que Fu-er comiera su merienda.

—De la fiesta de bienvenida de shidi, por supuesto—dijo Lu Song acomodándose el cabello que le desarreglaron por "golpearlo"—. Iba a ser al aire libre, pero si no puede salir de aquí, entonces será aquí adentro. Lo único que molestaremos a shidi para que cocine, la comida del cocinero del pico es en verdad horrible. Si no fuera porque necesitábamos comer, ni siquiera la tragaríamos.

—Además Luo shidi nos lo debe, nos preocupamos por él durante tres años, mínimo exijo un banquete en compensación—agregó Ling Yi.

—Luo shidi acaba de volver, no lo exploten par de glotones—regañó Yang Chen mientras se aferraba al brazo de Binghe.

—Está bien, Yang shixiong, realmente no me molestaría cocinar de nuevo para todos.

Un aullido de alegría se escuchó en la casita de bambú. Tres discípulos mayores y otros discípulos más jóvenes salieron apresurados para ir a la cocina y buscar los ingredientes necesarios para que su shidi les cocinara. Ling Yi se sumó, diciendo que seguramente no recordarían algo. Lu Song iba a seguirlo, pero entonces se detuvo y regresó hacia Binghe.

—Luo shidi, te olvidaste esto—y extendió su mano con lo que había sacado anteriormente de su manga, cuando fingió que atacaría a Luo Binghe.

Era el jade blanco que Shen Jiu le había regalado.

—Creí que lo había perdido en el Abismo—Binghe sonrió, apretando el jade blanco contra su pecho.

—No, se te cayó durante la Conferencia de la Alianza Inmortal. Lo encontré de casualidad en el camino y pensé en dártelo cuando nos volviéramos a ver durante la misma Conferencia o al finalizarla. No pensé que tendría que tardar tres años en devolvértelo—explicó Lu Song, con una mano en la cadera y frunciendo el ceño—. Luo shidi.

—¿Lu shixiong?

—No vuelvas a irte por mucho tiempo.

Y tras decir eso, se marchó para ayudar a sus compañeros a buscar ingredientes.

—Fue a llorar—dijo He Xian, todavía con lágrimas en sus ojos—. Tan sensible.

Zhao Yuping y Ying Yao asintieron de acuerdo con él, las lágrimas en sus ojos brillando también.

Todos los que lo escucharon menos Fu-er que estaba ocupado comiendo: ...

Al final, Luo Binghe fue esclavizado en la cocina para hacer un banquete para todos. En todos los años en los que la casita de bambú fue habitada jamás había recibido tanta gente ni mucho menos su cocina fue usada para cocinar tantas cosas. Pero Binghe no estuvo solo, más de diez discípulos lo ayudaron a cocinar, siguiendo sus órdenes. Aunque por la forma en que se movían, no debió ser la primera vez que lo ayudaban a cocinar.

Fu-er paseaba cerca de ellos, mirando todo lo que hacían y preguntando por qué le ponían verduras a la comida que así solamente la arruinaban. Chen Lin se lo llevó, alegando que cuando probara la comida de Luo shixiong terminaría por amar las verduras. Luego, con He Xian, lo entretuvieron jugando con el dragón de madera que Ming Fan le había llevado. Dragón que alejaba de Lu Song cada vez que este pasaba cerca de él por casualidad.

El banquete fue variado. Como aquella vez en que habían ganado el segundo lugar en el Duelo Anual de los Doce Picos. Fu-er fue atraído por el olor y se quedó a su lado, mirando todos los tipos de comida habidos y por haber. Pero lo que ganó su atención fueron los tanghulu. Shen tuvo que detenerlo antes de que tomara uno.

—Come un bollo al menos antes de comer tanghulu—dijo pasándole uno de verdura sin decirle que lo era.

Fu-er arrugó la naricita y dio un mordisco al bollo mientras miraba los tanghulu. Cuando sintió un sabor inusual, un sabor que no era carne, miró el bollo confundido.

—¿Por qué está verde? ¿Tiene verduras?—preguntó confundido mostrándole el interior del bollo a Shen.

—No, no tiene verduras—dijo Binghe sentándose al lado de Shen—. ¿No te dijeron lo que tienen esos bollos? Son especiales.

—¿Sí?—Fu-er se sentó en el medio de ambos apretadamente mientras miraba a Binghe con el bollo entre sus manos.

—Sí, lo hice con carne de una bestia demoniaca que yo mismo capturé. Por eso tiene otro color, pero ¿no sabe bien? Dicen que la carne de esa bestia te hace crecer grande y fuerte.

Era una clara mentira, todos lo sabían. Pero Fu-er era muy pequeño todavía y era fácil de engañar.

—Sabe muy rico, Bing gege—dijo dando otro mordisco al bollo—. Yo me voy a comer todos esos para crecer muy grande y fuerte—señaló la pila de bollos que imposiblemente se comería él solo.

—Bien dicho, yo comeré uno contigo—Binghe agarró uno de verdura y lo mordió—. Yo comí de estos estando allá abajo.

—¿Por eso eres tan grande?—Binghe asintió y Fu-er abrió la boca sorprendido—¡Bing gege es genial! Papá, ¿escuchaste? Mató a una bestia demoniaca él solo de un solo golpe.

Shen estaba seguro de que Binghe nunca dijo nada de matar a una bestia de un solo golpe.

—Tu tío Qingge también lo hace—dijo Shen mirando al niño.

—Pero el tío Qingge trae bestias feas, no hace bollos—Fu-er dio otro mordisco.

—Es cierto, punto para Luo shidi—dijo Ling Yi comiendo un bollo de carne.

Durante la comida, Luo Binghe contó su experiencia en el Abismo mientras sus compañeros lo escuchaban y le hacían un sinfín de preguntas. Recién en ese momento pudo hablar de su alianza con Mobei-jun y Sha Hualing, la chica que había ido a invadirlos hace años. Ella sola se ofreció a estar con él, aunque al principio quería que se casara con ella, pero Binghe le ofreció un duelo: si perdía se casarían, de lo contrario le serviría fielmente. Al final Hualing perdió y él ganó una buena alianza que usó a su favor.

De entre todas sus historias, la que más les interesó a sus compañeros fue la de la espada XinMo que ganó estando ahí. Todos quedaron maravillados por el gran poder de esa espada, sin saber el precio a pagar. Un par de discípulos, entre ellos Ming Fan, fueron los únicos que no creyeron que una espada con tanto poder pudiera ser utilizada sin algo a cambio. Era demasiado bueno para ser verdad.

Cuando la reunión terminó, todos ayudaron a limpiar y acomodar la casita de bambú antes de marcharse. Shen no había podido hacer mucho porque Fu-er se había quedado dormido en sus brazos. Sus mejillas sonrosadas por el calor y sus labios brillantes por el caramelo del tanghulu. Esa noche, por primera vez, comió sus verduras sin quejarse. Incluso comió otras comidas que contenían verduras, siempre engañado por Binghe quien le decía que eran carnes de bestias demoniacas que te volvía tan grande y fuerte como él. Fu-er estaba tan maravillado con Binghe que le creyó y comió todo para luego ser recompensado con tanghulu.

—Buenas noches, shizun. Buenas noches, shidi—dijo Ming Fan, el último en retirarse tras terminar de arreglar todo.

Shen suspiró y miró a Binghe, quien miraba al pequeño Fu-er en sus brazos. Había una calidez y una ternura que nunca antes había visto en su mirada. Se sentía como si...como...Como un padre que ve a su pequeño hijo en brazos de su madre.

¿Así había mirado Luo Binghe a sus hijos en su primera vida? Tuvo muchos de ellos, pero nunca lo vio con ellos así que no sabía si los había visto así o no.

—Usa la habitación de Fu-er—dijo mirándolo, fue ahí cuando Binghe lo miró—. Tú usaste esa habitación ya, así que sabes cuál es.

—¿Por qué no puedo dormir con shizun y Fu-er?—preguntó sonriendo como el mocoso descarado que era.

¡Maldición que era veinticuatro años más grande que Luo Binghe! ¡Y eso sin contar sus cincuenta años de su primera vida!

¡Era un anciano en comparación con Binghe!

—Porque mi cama solo está permitida para Fu-er—dijo caminando hacia su habitación.

Escuchó la risa de Binghe cuando abría la puerta.

—Buenas noches, shizun.

Antes de cerrar la puerta, Shen se permitió responderle.

—Buenas noches, Binghe.

[¡Ya cállense, hay sistemas intentando dormir! ヽ(`○')/ ]

Shen Jiu: ... 


No se dijo muy explicitamente, pero los que ayudaron a Binghe a cocinar ya lo habían ayudado antes, así que sabían qué hacer y cómo moverse a su alrededor para ayudarlo. Como se verá, Binghe cocinó en más de una ocasión para todos sus hermanos marciales y estos lo ayudaron, así que sabían cómo actuar, incluso sin las ordenes de Binghe hubieran sabido qué hacer 

¿Cuántas creyeron en la mala broma de Lu Song? Es un buen actor el chico, solo a veces jajaja La "paliza" no fue paliza como tal, simplemente lo abofetearon y zamarrearon por idiota, nada más, no le quedará ningún moretón por eso uwu

En los extras he trabajado varios pasados de algunos discípulos, los no trabajados fue simplemente por tenían una vida sencilla y sin demasiados dramas. Los que trabajé fueron: los de Yang Chen, Mu Sheng, Ling Yi, Lu Song, Ming Fan, Chen Mei y Chen Lin. Son los únicos de los cuales trabajé pasado. Si en algún momento hago otra historia en este multiverso, obviamente las historias cambiarán, incluso es posible que alguno de ellos no aparezca. Quizás los más populares sí, pero eso dependerá de lo que planee hacer en la historia y de lo que busque trabajar.

Dentro de este grupo de pasados trabajados hay dos parejas uwu ¿Quienes creen que sean? Una es muy obvia, ya la dejé muy en claro en capitulos anteriores jajaja

Lunes 16/10 capítulo 36: Como una familia

Estos dos capitulos que siguen, el 36 y el 37 son relativamente tranquilos, un pequeño break antes del desastre que se avecina, porque sí, necesitamos del desastre y del villano obsesivo de esta entrega, el villano obsesivo que todas conocen uwu

Nos vemos! Besos :D

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