Noche Escarlata (Parte 5: Amor Eterno)

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Pavel y Luan se hallaban en la habitación de huéspedes, los dos chicos se habían quitado sus prendas y bajo los efectos del alcohol, habían decido sellar su amor eterno con sexo, aquella unión en cuerpo y alma, además de que el médico no utilizó protección, para eso tenían la pastilla del día después las chicas.

El chico tenía a la castaña comediante agarrada de sus pechos, mientras que los acariciaba y jugaba con ellos, como si fueran dos pelotas, la chica estaba totalmente ruborizada y de ahí iba bajando sus manos hasta meterlas dentro de sus panties, excitando a la joven, quien le hablaba en susurros.

- Hazlo, Mi Niño, hazlo, recordemos aquel momento en la terraza. Pidió Luan y el joven accedió, besando el cuello de la joven, yendo hacia su nuca y luego volteándola, para besarla en los labios y le iba bajando su ropa interior para proceder a desabrocharse el cinturón, bajarse los pantalones y meter su miembro masculino en el interior de la vagina de Luan.

- Para toda la Eternidad. Dijo el chico ruso y comenzó a hacerlo, despacio iba penetrando aquella parte femenina de su novia, de su querida Payasita, de su hermosa Mimo, la cual lo había defendido de las buitres de sus primas, de la que siempre le dio ella su apoyo cuando murió su abuela, ahora estaban decididos a unirse para siempre en cuerpo y alma para toda la Eternidad.

Luan estaba sonrojada, se giró para ver a su novio, el cual también lo estaba, pero a la vez el éxtasis y la emoción por aquella noche eran insuperables.

- Vaya...Mi Niño se ha vuelto más travieso, jeje, eso me agrada, porque fin te has vuelto en un hombre, Pavel, ya no le temes a nadie, a pesar de que no muestras tus emociones de vez en cuando, tú siempre estás contigo. Dijo la comediante, mientras que en medio del sexo, ella lo besó en los labios y él la sentaba en sus piernas para seguir con aquella unión.

Acto seguido, ella se recostó en la cama de Pavel y él comenzó a levantar su blusa y besar su pecho, iba despacio, no quería perderse ninguna parte de aquel hermoso cuerpo que tenía su novia, cada centímetro que recorría hasta llegar a los pechos, ella iba gritando y gimiendo de placer.

- Sigue, sigue, Mi Niño, vamos, llega, llega hasta tu tesoro, vamos. Pidió ella, emocionada. a animándolo.

- Tus deseos son órdenes. Respondió el muchacho, mientras que pasaba su lengua por los pechos de Luan, la cual gritaba de emoción y se sonrojaba hasta más no poder.

- Mmmm, me encanta, ¡vamos, vamos, Mi Pequeño Niño!. Le seguía animando y pronto el muchacho corrió las piernas de la castaña y volvió a penetrarla, pero esta vez con un poco de fuerza, no demasiado para no lastimarla, mientras que Luan se aferraba a los barrotes de la cama y gritaba de placer.

A su vez, Mark y Luna se hallaban en la cama de la castaña rockera, ubicada en la habitación donde dormían ella y la comediante, habían cerrado la puerta, no querían que nadie se metiera ni los espiara. El Sargento kazajo la besaba y rodeaba su cuerpo con sus manos, lo mismo hacía ella, quien lo abrazaba por la espalda, podía sentir aquellos músculos del joven kazajo, mientras que él sentía la calidez y el cuerpo de su amada rockera.

- Espera, espera. Pidió Luna un segundo y vio que estaban las Cámaras de Seguridad de Luan.

- ¿Crees que estén encendidas?. Preguntó Mark y cuando la castaña se levantó para ver si era cierto, ya que temía de que fuera alguna "jugarreta" de la comediante en grabarlos para luego tener material de chantaje, comprobó que el sistema estaba apagado y con una pequeña nota que decía: "No se preocupen, no están encendidas. Disfruten de la noche". Decía aquel papel, mientras que Luna se lanzaba desde donde estaban las Cámaras hasta su cama y comenzaba con el "juego" con su amado kazajo.

Ambos podían sentir el contacto y el calor de sus cuerpos, ¿qué era?, la respuesta era tan llamativa, eran como llamas que emergían desde adentro de los mismos y éstos lo expresaban con su amor.

Pronto, Luna comenzó a quitarle la remera negra de "Sabaton" a Mark, quedando con el torso al aire libre, esos músculos y las cicatrices que había obteniendo, cicatrices de guerras en el Pasado. El kazajo hizo lo mismo y le sacó la remera violeta con la calavera que llevaba Luna encima, revelando el sostén suyo, el cual se quitó y mostró sus pechos, para luego recostarse en el lado derecho de la cama y llamar a su Guerrero.

- Ven, Mi Valiente Guerrero de las Estepas, debes estar sediento, anda, sacia tu sed, únete conmigo. Le llamó ella de forma picarona y el kazajo se le lanzó encima, movido por el placer y el deseo.

El chico mostró una sonrisa pícara, mientras que Luna lo invitaba a "beber" y "saciar" su sed, el Suboficial sacó el sostén y se mostraron los pechos de la rockera, los cuales recibían la lengua de él, quien los lamía con pasión y ella se ruborizaba y se mordía los labios, disfrutando del placer.

(Persiana Americana, Soda Stereo)

https://youtu.be/LalPz4lIZYk

Mientras que eso ocurría, Luna le sacaba los pantalones y las botas al muchacho, cosa que también hacía él, empezando por la falda y las botas violeta que llevaba ella. Acto seguido, ambos quedaban solo en ropa interior, las mejillas de ambos estaban completamente rojas, al rojo vivo, como si estuvieran a punto de explotar de la pasión y el deseo, cosa que los llevó a lanzarse al siguiente "nivel".

- Adelante, unamos nuestras almas tanto cuerpo como en espíritu. Pidió Luna, quien se quitó sus panties y Mark sus calzoncillos boxers, ahora estando completamente desnudos y sin que nadie los observara, se lanzaron a un fuerte abrazo, como si fueran atraídos por un enorme imán magnético.

- Con placer. Respondió Mark y la chica se puso en cuatro, mientras que el joven la penetraba por su vagina, causando que lanzara gritos de placer y deseos, agarrándose a las sábanas de su cama, pidiendo por más, ¿qué importa la protección?, esa noche era para disfrutar.

- ¡Sí, sí, Mark, Dios, estás hecho una bestia, sí, me encanta, sigue así, baby! ¡Sigue así! ¡Oh, sí, yo también estoy hecha una bestia hambrienta! ¡Vamos a hacerlo toda la noche!. Pidió Luna, envuelta en el éxtasis y la emoción, cosa que causó una sonrisa pícara en ella y en su novio, el cual se recostó en la cama y ella se sentaba en su miembro masculino, entrando con fuerza en su vagina de nuevo, gritando de emoción

- Veo que estamos sumergidos en el deseo y la lujuria,  me preguntó a qué se deberá todo, ¿placer?. ¡Ja! Nah, al carajo, ¡vamos a darle con todo! ¡a darle bomba!. Pidió Mark, quien aumentó la intensidad del sexo con Luna, ahora sentándose en la cama y abrazando a su hermosa rockera.

Por su parte, Alexander y Leni se hallaban en la habitación donde dormían la rubia y Lori, sabía bien el Teniente del Este de que no podía entrar, a pesar de que tenía poderes y habilidades, temía a las represalias de Lori.

- Solo espero que Lori no sepa que estuvimos aquí, ella tiene como un detector de intrusos en su cabeza. Dijo Alex con temor.

- No le hagas caso a la bruja de mi hermana, Mi Ángel de la Muerte, ahora cierra los ojos y no los abras hasta que yo te lo orden. Pidió Leni con una voz picarona y juguetona, de que no temiera, mientras que el joven accedía, cerraba los ojos y esperaba el momento en que los tuviera que abrir.

- A sus órdenes, Mi Comandante, jejeje. Respondió Alexander, mientras que lanzaba una pequeña risa.

Pronto, la rubia alegre estaba lista.

- Ya los puedes abrir, Alex. Le pidió ella con una voz juguetona y y cuando el muchacho la vio, quedó sorprendido, allí estaba Leni, recostada en su cama, desnuda, solamente llevaba sus pantimedias, sus mejillas estaban sonrojadas al ver a su amado novio y éste quedó embobado por su belleza.

- Dios...te...te ves...hermosa...perfecta, como una Rosa recién florecida en Primavera. Dijo el muchacho, mientras que ella levantaba se recostaba un poco más en la cama, hacia el lado de la cabecera.

- Jejeje, travieso, Angelito Travieso, vamos, ¿Qué tal si me das un masaje?. Pidió la chica totalmente emocionada.

- Por supuesto, Mein Fraudlein. Acató el joven el pedido de su novia, mientras que iba hacia la parte de atrás de la cama, no sin antes quitarse sus ropas y de ahí la chica giraba la vista para verlo solo en ropa interior y mostrando su físico bien trabajado, no era muy musculoso como Mark y Pavel, Alex eran mucho más delgado pero podían verse músculos en la zona pectoral y su espalda bien trabajada.

Pronto comenzó a darle su masaje a su novia, la cual sentía placer al sentir las manos de su novio sobre sus nalgas, cosa que le producía placer.

- Veo que te gusta, jejeje, Mi Princesa. Respondió Alexander, quien se le acercó y susurró cerca del oído a su novia.

- Sí, sí, vamos, quiero más. Pidió la rubia y fue entonces que él se quitó sus boxers y la penetró por su vagina, hallándose ella en cuatro.

(Música Ligera, Soda Stereo)

https://youtu.be/IibXYWSBpZw

Leni sintió como el pene de Alexander ingresaba dentro de su vagina, ahogó un grito de placer y quedó completamente con la boca abierta, sonrojada, feliz, lo mismo Alex, el cual podía sentir que el inicio de su unión en cuerpo y alma entre Leni y él iba a comenzar.

- ¿Despacio o fuerte, Mi Emperatriz?. Preguntó el joven peli blanco-plateado.

- Escucha a tu corazón, Amor, pero en mi opinión, quiero sentirlo fuerte, vamos, vamos, Mi Dragón del Infierno, hazlo.  Pidió ella, emocionada y excitada del placer.

- Tus deseos son órdenes para mí. Acató el muchacho el pedido y comenzó a darle con todo y bien placentero.

En medio de risas y gemidos de placer, ambos chicos estaban disfrutando su momento sin que nadie los molestara, les encantaba, Leni y Alex por fin, al igual que Mark y Luna y Pavel y Luan se habían unido en cuerpo y alma para toda la Eternidad.

- Te amo, Mi Ángel Rockera. Dijo Mark, mientras que se hallaba totalmente exhausto junto con Luna, acostados sobre la cama de la chica.

- Y yo te amo a ti, Mi Guerrero de las Estepas. Dijo Luna, quien le dio un tierno beso a su chico y se durmió encima del pecho del Suboficial.

- Te amo, Mi Payasita. Agregó Pavel, el cual estaba con Luan, acurrucados en las sábanas de su cama, mientras que ella se dormía contra el pecho del joven.

- Y yo te amo a ti, Mi Niño. Sentenció la comediante, quien no se soltaba para nada.

- Te amo, Leni, Mein Fraudlein. Dijo Alex, quien estaba con la chica, destapados y durmiendo abrazados.

- Y yo te amo a ti, Mi Ángel de la Muerte. Respondió la rubia, mientras que ambos se hallaban sonrojados y abrazados.

Y por último, quedaban Lincoln y Lynn, los cuales yacían profundamente dormidos.

- Te amo muchísimo, Linky. Dijo Lynn a su hermano peli blanco, mientras que ella lo besaba en los labios y en las mejillas.

- Yo te amo más, Lynn. Finalizó el muchacho, quien se dormía con ella, abrazados y tapados con sus sábanas, cada uno en sus camas.