Noche Escarlata: Primera Parte (La Noticia y Preparativos)

Otro día normal en la Casa Loud, un día de Primavera y con un Sol radiante, mientras que las chicas menores se encontraban jugando, salvo Lola, la cual practicaba para sus desfiles de moda y Lana la fastidiaba, Lisa se hallaba con sus proyectos y experimentos, mientras que tenía una foto de su amado "Amor Platónico Científico", su querido Pavel, el cual pasaba en aquellos momentos con Luan, divirtiéndose por primera vez, mientras que en aquella planta alta se encontraban Luna y Mark tocando sus guitarras y componiendo música.

- Bueno, aquí estoy yo y mi familia en un nuevo y tranquilo día en la Casa Loud: Como verán es Primavera y eso significa que las vacaciones están cerca, dos semanas para ser exactos y lleva a una serie de cosas como por ejemplo: Que nuestros tres invitados están con sus respectivas novias, es increíble, ¿no lo creen?, pero con tan solo mirarlos me produce felicidad y tristeza. 

Pavel, el que siempre pensé que no diría nada o que no demostraría ninguna emoción, es increíble pero él se ganó a Luan, mejor dicho fue ella quien se ganó a su "Niño", en especial por apoyarlo tras la muerte de su abuela y hasta lo ha hecho reír. Mark está con Luna, se nota que el amor para ellos no tiene barreras en lo que es la edad ni tampoco la nacionalidad y él le está mostrando sus cicatrices de guerra y su gran manejo con la guitarra, ¡hasta Alexander, el "Fénix Solitario", el Ángel de la Muerte se ha ganado a Leni!. ¿Y yo? ¡Yo soy el protagonista, soy el que ayuda a que esta familia resuelva los problemas de cada día! ¿Acaso no merezco un poco de amor?. Cristina se fue por lo del vídeo, se cambió a otra clase, Ronnie Anne y yo nunca fuimos novios, a pesar de ese beso en aquel restaurante franco-mexicano y yo sigo estando solo. Bueno, creo que voy a tener que volver arriba, a mi habitación para leer cómics en ropa interior y entrar bien duro para que en el Futuro pueda estar con alguien. Habló el peli blanco al público, pasando justo por la habitación donde dormían Lynn y Lucy, siendo escuchado por la primera, la cual salió afuera de la misma.

- Oye, Lincoln. Le llamó una voz familiar y se volteó.

Estaba cara a cara con Lynn, la cual estaba apoyada contra el marco de la puerta.

- Si quieres yo puedo darte calor corporal y hacerte compañía. Le dijo con una voz juguetona, cosa que produjo pánico en el joven.

- ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!. Gritó el muchacho, quien salió corriendo de allí.

- ¡Espera, solo quería pedirte que vinieras conmigo para abajo a practicar fútbol americano!. Pidió Lynn, pero el joven la perdió de vista y se ocultó en el baño de la segunda planta.

[Una vez encerrado en el baño, el peli blanco se cercioró de que estuviera la puerta bien cerrada con llave y que la ventana también lo estuviera, ¿quién sabía si Lynn aparecería de golpe allí?.

- ¿Ven? Se los dije, cuando llega la Primavera, se siente todo un cambio en mis hermanas mayores. Alegó el muchacho, cuando en aquel momento se empezó a escuchar una voz que venía desde el cuarto de sus padres.

- Cariño, ¿no crees que los chicos ya están hartos de Disneyland?. Preguntó el Señor Lynn a su esposa.

- ¿Qué estará pasando?. Mejor me pongo a escuchar. Se dijo así mismo el peli blanco y se arrodilló para escuchar lo que decían sus padres.

- Pero es que no creo que toleren esto, además, es nuestro aniversario, pero las chicas ya no les llama la atención Florida. Alegó Rita.

- Mmmm, tienes razón, además nos vamos solo por una semana y es por un asunto que hay allí, ¿sabes? mejor se lo contamos a los chicos durante la cena. Sugirió el castaño ante la incertidumbre que había en ambos.

- Sí, tienes razón, mejor lo discutimos en la noche. Le apoyó su esposa de cabellos rubios.

Una vez que Lincoln se levantó del suelo, había escuchado lo poco que decían sus padres y un cúmulo de preguntas venían a su cabeza, en especial con el tema de que si tendrían que irse con la Tía Ruth o los llevarían.

- No se crean que yo detesto Florida, me gusta, pero la verdad es que ya ir tantas veces, hace que uno pierda el gusto. Dijo el joven y salió del baño, no sin antes revisar de que Lynn no estuviera al acecho por los pasillos.

Esa noche, durante la cena familiar, mientras que la charla iba desde el día clásico de actividades hasta los exámenes que habían logrado aprobar las hermanas mayores, pero en aquellos momentos, el Señor Lynn tomó una pequeña cuchara y golpeó suavemente el vaso de agua, consiguiendo la atención de todos los integrantes.

- Atención, Familia, hay que su madre y yo tenemos que anunciarles. Pidió el castaño y todos se prepararon para escucharlo.

- ¿Qué ocurre, Señor Loud?. Preguntó Alexander.

- Buena pregunta, Alex y ya te he dicho que no me trates de "usted", eres parte de esta familia como tus amigos. Por favor, sólo llámame Lynn. Pidió el hombre hacia el joven, el cual hizo una reverencia al estilo japonés.

- Verán, chicos, dentro de poco su padre y yo nos iremos de viaje a Florida, ya que la empresa donde trabajo nos ha obsequiado una estadía en un hotel muy famoso de Miami, el punto es que las que son mayores no tendrán ganas de ir, ¿no es así?. Comenzó Rita a contarles de lo que estaba pasando.

- Literalmente ya me hartó Florida. Contestó Lori, quien estaba mandando mensajes por celular a Bobby.

- Paso, no hay nada interesante por ahora, ¿y tú, Linky?. Dijo Lynn, quien sostenía a su hermano y éste intentaba de oponerse, sin embargo debió ceder por la mirada aterradora que ejercía su hermana mayor deportista.

- Sí...sí, estoy de acuerdo. Alegó el joven de cabellos blancos.

- ¿Hay algún recital importante?. Preguntó Luna.

- Ninguna, solo Lynyrd Skynyrd. Respondió Rita, cosa que al escuchar ese nombre, la muchacha castaña y su novio mostraron el dedo hacia abajo, oponiéndose a la misma.

- No, gracias, me quedo con Alex. Respondió Leni, quien prefirió estar en casa con su novio, hermanas y amigos.

- Ni yo, me quedo con Mi Niño. Finalizó Luan con Pavel.

- Bueno, bueno, entonces, ¿niñas, ustedes?. Preguntó el Señor Lynn, viendo que tal vez era buena idea que les dieran una nueva oportunidad a los jóvenes que se quedaron allí y montaron una fiesta extrema.

- Además, ya han aprendido lo que pasó cuando las chicas no fueron por tres días y que casi se llevan varias materias. Y por eso creo que han aprendido la lección. Apoyó la Señorita Rita de que Leni, Luan, Luna, Mark, Pavel, Alex, Lincoln y Lynn se quedaran en casa y la cuidaran.

- Es cierto, además tengo ganas de visitar el Museo de Ciencias de Miami. Alegó Lisa en defensa a que fueran las pequeñas con sus padres de viaje.

- ¡Sí y Disneyland!. Añadieron Lola y Lana.

- Y los Cementerios. Dijo Lucy, cosa que tomó por sorpresa a todos y causó que muchos se cayeran de las sillas, excepto Alexander.

En medio de los festejos de las pequeñas hermanas, el Señor Lynn detuvo la fiesta, ya que tenía algo muy importante que pedirle a los chicos que se quedarían cuidando la casa.

- Muchachos, sé que este es un momento crucial y no quiero mencionar lo ocurrido la vez pasada donde taparon el inodoro de....[Rita les pide a las chicas que se taparan los oídos] preservativos y que además encontramos la cama nuestra llena de sangre y botellas de alcohol por todo el garage, así que, ¿puedo confiar en que ustedes no harán nada parecido a la vez pasada?. Pidió la palabra de todos ellos.

- Sí, lo prometemos, Señor Loud. Juró Pavel.

- Bien, muy bien. [Aplaude] ¡Bueno! Querida, niñas, a preparar las maletas, que nos vamos pasado mañana. Pidió el hombre y de ahí se encaminaron hacia las habitaciones para ir preparando el equipaje para el viaje que tendrían hacia el Sur de EEUU.

Una vez que quedaron solos los chicos que se quedaban en la Casa Loud, Mark, Alex, Luan, Luna, Leni, Lincoln y Lynn miraron al médico.

- ¿No lo estabas diciendo de forma verdadera?. Preguntó la deportista al chico.

- Claro que sí, vamos a cuidar la casa y no vamos a cometer estupideces. Les dejó el peli marrón su postura.

- Si sigues así, tus hijos te van a salir gay. Se río Alex, cosa que provocó que Luan lo mirara de reojo.

- Alex. Le dijo la comediante.

- Es que...es que no me tienes paciencia. Se lamentó el muchacho.

- Wow, Wow, Wow, espera, espera, tú...¿tú estás diciendo que no podremos hacer nada mientras que ellos no están? ¿Acaso prendimos fuego la casa? ¿acaso la robaron? ¿Qué? ¿Se te pegó el "Efecto Lori"?. Preguntó Mark, mientras que lanzaba todas esas preguntas y se reía.

Pavel los miró serio a todos.

- La última vez tuve una montaña de informes y asuntos médicos por haber faltado, si quieres faltar al trabajo por unos días, adelante, podíamos haber pedido la semana libre. Dijo el ruso serio.

- Bueno, pero no te enojes. Intentó Alex calmar a su amigo.

- Ya se los dije: Quieren quedarse aquí, tomarse unas vacaciones, entonces pidamos Mark y  yo la semana, mientras que tú Alex...bueno, tú ya las tienes. Dijo el médico.

- ¿Por qué no se nos ocurrió eso?. Preguntó Leni.

- Porque era fecha de exámenes, hermana. Le hizo recordar Luna.

- Ah, si, cierto, jejeje. Río la rubia, cosa que le causó una sonrisa a su amado Ángel de la Muerte.

- Bueno, entonces, ¿qué hacemos?. Propuso Alex y Mark lo tomó del cuello de su uniforme.

- ¿Qué crees que vamos a hacer, cabeza de plata?. Vamos a hacer la mejor fiesta para nosotros solamente, las chicas y nosotros con Lincoln, ¿quién nos va a molestar? ¿Quién? ¿El Señor Quejón? ¿La Ballena de Ruth? ¿Quién? Vamos a pasarla genial, yo hace mucho que no tengo sexo y la verdad no puedes mantener encerrado a alguien amante como yo y como tú con las mujeres. Dijo Mark, mientras que el peli blanco-plateado simplemente asentía con la cabeza.

- Solo pido que esta vez no ocurra nada malo. Pidió el joven.

- Nada malo va a pasar. Le tranquilizó Mark, mientras que se dirigían hacia las habitaciones para dormir y de ahí, dentro de dos días, iban a ponerse en marcha todos los preparativos para conseguir las cosas de la fiesta.

Dos días después, tras los preparativos del viaje que harían los Señores Loud junto con sus hijas menores, éstos estaban listos para partir, cuando en aquellos momentos se estaban despidiendo de los chicos.

- Muy bien, muchachos, la Casa Loud queda bajo su vigilancia, cuídenla bien y no vayan a dejar que nadie entre, ¿puedo confiar en ustedes?. Preguntó el Señor Lynn.

- Por supuesto, Señor Loud, nosotros cuidaremos muy bien la casa. Prometió Mark.

- Perfecto, si pasa algo, sé que ustedes se harán cargo. Cuídense, chicos. Se despidió la Señorita Rita de los jóvenes y de sus hijos.

- ¡Adiós, buen viaje!. Les desearon, mientras que se subían los adultos y las pequeñas a la van, partiendo hacia el Sur de los EEUU.

Pronto, una vez que la Van se internó con rumbo hacia la autopista de Michigan, los jóvenes celebraron por un buen comienzo de fiesta que iban a tener.

- Genial, ya no puedo esperar. Dijo Mark, ansioso.

- Sí, pero será mejor que vayamos adentro y preparemos todo, hay que comprar muchas cosas. Alegó Pavel, además de que tenían que pedir permiso para tomarse la semana libre.

Una vez adentro, ¿qué debían hacer en aquellos momentos?. Era obvio que Mark no iba a cocinar, ni tampoco Alexander o las chicas con Lincoln, así que decidieron ir preparando una lista de pizzas que se pedirían junto con los bocadillos que iban a comer también y las bebidas.

A su vez, Lynn se encontraba haciendo ejercicio en el patio de la casa, cosa que le llamó la atención a Alexander, el cual salió afuera para verla.

- ¿Lynn? ¿Qué estás haciendo?. Preguntó el Teniente del Este.

- Me preparo para la fiesta, ¿crees que aunque no estén mis padres o no vaya a la escuela no haré ejercicio? Además, jejeje, hay algo que quiero hacer con Linky. Le respondió ella, mientras que causaba una sonrisa pícara en ella y en el joven peli plata.

- Jajaja, entiendo, bueno, esto será una buena semana. Te dejo con tus ejercicios. Se despidió el muchacho y partió hacia el interior de la casa.

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