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El día de la boda había llegado y todos estaban listos para la ceremonia, solo faltaba Namjoon, las puertas del olimpo se abrieron y todos se sorprendieron al ver al omega el cual traía sangre en sus manos y piernas. Jimin al ver al alfa se acercó y se desplomó al suelo, Yoongi miro que Jimin destapaba algo que cubría con la capa que hace tiempo le dio.

—Jimin. —le dijo.

—Es tú. —susurro Jimin para cerrar los ojos.

Yoongi vio a un bebé el cual descansaba en el cadáver del omega, los dioses se acercaron y el pálido se alejó de ahí, Hyuna se acercó y tomó al bebé y luego miró al omega el cual estaba en el suelo.

—Es tu hijo Yoongi. —hablo Rose.

—Es un bastardo. —la vio.

—Es un semidiós. —dijo Hyuna. —y tu hijo.

—No lo quiero. —la vio. —y si me lo das lo iré a tirar al mundo mortal.

La diosa no dijo nada solo vio al bebé y sonrió, lo criaría como suyo mientras pensaba en muchas cosas, los demás dioses se encargaron de llevarse el cuerpo del omega, seguido de Hyuna la cual miro el cadáver del omega.

—¿Qué harás con el bebé? —le preguntaron.

—Lo criaré como mío. —los vio.

—¿No tendrás problemas con Namjoon? —le dijeron.

—Sé cómo ponerle su límite. —miro dónde el omega había sido enterrado.

—Yoongi no estará feliz con tu decisión. —le dijeron. —quería deshacerse de su propio hijo.

—Él está herido. —puso dos monedas de oro. —además tiene los ojos del omega que amo, tenerlo junto a él sería una tortura.

La omega llevó al cachorro a su habitación y lo puso en la cama, ese bebé sería el que cambiaría el destino de Yoongi y lo debía de mantener con vida.

—Pequeño Woozi. —hablo. —tú serás el que cambiará la historia de los dioses.

Ella se levantó al ver que la puerta se abrió y dejó ver a Namjoon el cual se miraba serio, vio el bebé y luego la vio esperando una respuesta.

—Es mi hijo. —le dijo la diosa.

—No es un dios. —la vio.

—Lo sé. —lo cargo. —pero no veo el problema.

—No lo acepto. —le dijo. —así que deshazte de ese bebé.

—No lo haré. —comento de la manera más tranquila. —te recuerdo que tú querías que Soobin tu hijo semidiós tuviera un lugar en el Olimpo, pero se negó.

—No pienses que lo adopté cómo mi hijo. —salió de la habitación.

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