El tiempo pasó y un pequeño niño de cabellos rosas corría detrás de una mariposa hasta que se topó con su “tío” este lo observo. Yoongi al ver al niño se alejó de ahí, verle a los ojos solo le recordaba al hermoso omega del que se enamoró y al comportarse como un idiota lo perdió.

—La tía Rose no está. —le dijo el pequeño. —se fue con la tía Jisoo.

El pálido se detuvo y lo observó por un momento el niño era la viva imagen de Jimin, sus ojos, cabello e incluso su sonrisa, tal vez era su castigo por haber sido cruel con el omega y no tener la suficiente valentía para seguirlo y pedirle una oportunidad. Mientras él se quedaba viendo al niño una rubia se limpiaba la sangre que sus piernas tenían, la otra diosa la miraba sin decir nada.

—¿Cuándo le dirás a Yoongi? —le pregunto la chica.

—No es su asunto. —vio a la chica.

—Es el tercer aborto que sufres. —se acercó.

—Lo sé. —dijo. —pero tú sabes que no es de Yoongi.

—¿Lo que no entiendo es por qué los sufres? —se preguntó.

—Es por Namjoon. —se abrió la puerta.

Ambas chicas vieron a la pelinegra la cual entró y las observó, se acercó a Rose y la tomó de las mejillas para darle un beso en la frente.

—¿De qué hablas? —le pregunto Jisoo. —Hyuna.

—No lo entendía hasta que Yoongi le puso la maldición a aquel omega. —las vio.

—¿Qué tiene que ver ese omega aquí? —preguntó Rose.

—Namjoon le tenía envidia a su propio hermano. —miro las flores. —porque Yoongi si podía ser feliz con un mortal, lo cual él no pudo serlo.

—Hyuna de que hablas. —se acercó Jisoo.

—Namjoon antes de hacerme su esposa se había enamorado de un mortal. —contó. —pero el omega lo utilizó por poder y cuando Namjoon se enteró lo condenó a muerte.

Las omegas se veían entre sí, era imposible lo que la diosa les decía, Namjoon era muy recto, si tenía una que otra aventura con algún mortal, pero jamás se había enamorado de uno, su amor iba para la diosa.

—Cuando se enteró de que Yoongi iba a tener una pareja mortal le molestó mucho. —dijo. —busco a las tres brujas para buscar información de quién sería y resultó que el abuelo del omega era el mortal que lo traicionó.

—Entonces la maldición de Jimin. —se vieron las dos omegas.

—Si el omega resultaba ser hermoso muchos lo matarían al ser rechazados, Namjoon me utilizó para que yo le pusiera la maldición. —se giró. —pero no contó que el omega buscaría refugio en el templo de Yoongi y que su romance iniciará.

—¿El omega si iba a aceptar que Yoongi era un dios? —preguntó Rose.

—Así es. —respondió. —pero Namjoon cambió todo y por eso estamos así.

—¿Pero qué tiene que ver eso con que yo pierda a los hijos de mi vientre? —preguntó la rubia.

—Es tu castigo por interferir en su relación. —respondió. —y los seguirás perdiendo hasta que el destino de Yoongi y de aquel omega vuelvan a su curso original.